Holiwis Senkuns ^^
Antes de empezar con el capítulo quería decir algunas cosas..:
1º- Este fanfic no lo actualizare muy seguido. Ya que por ahora esta previsto para que no tenga más de 5 capítulos...
2º- Gracias por leer y votar :) Me alegro de que os guste ^^
Disfruten del capítulo :)
UD: 2020/02/24
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~ A n t e r i o r m e n t e ~
-¡Zak! - reacciona Fenzy corriendo hacia él. - ¡¿Has visto todas estas naves?! - el rubio asiente con la cabeza. Para no verlas, están por todos lados... Piensa. - ¿Quién crees qué...? ¡Un momento! ¡¿Donde está Cloe?!
-¡Es verdad! ¡¿Y Cloe?!
-Lon... Se la ha llevado... - la voz de Zak se quiebra y sus ojos se nublan. - ¡Lon es el Gran Zorn! ¡Y se ha llevado a Cloe! - dijo al final, rompiendo en llanto.
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-¡¿Qué demonios?! - se preguntó Zak tapándose la cara con el brazo.
El rayo empezó a desaparecer, dejando a la vista tres figuras.
-Hola Sen-Kuns. - saludo Tänpo.
-¡¿Tänpo?! - gritaron al unísono los tres.
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-¡Zak! - grito Cloe con los ojos vidriosos, sujetada por Lon. - ¡Chicos!
-¡Cloe! - gritaron al unísono los tres y se pusieron en posición de ataque.
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-¡¿Por qué no hemos luchado?! ¡¿Por qué no hemos salvado a Cloe?! ¡¿Por qué hemos huido?! ¡¿Por qué me has sacado arrastras de allí, Lalith?!
-¡¡Zak!! ¡Cálmate! - dijo Tänpo tratando de calmarlo. - Era imposible. Eran demasiados, y hubiera sido difícil romper la esfera de energía Sen que tenía atrapada a Cloe.
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-Estamos seguros de que la encontrarán. - les animaron sus padres.
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Pov. Zak
Ya han pasado varias semanas desde que Lon raptó a Cloe. No me lo puedo creer. ¿Cómo pude dejarle escapar con ella en la mano? ¿Por qué no la rescate cuando estuvimos en la nave? ¡Agh! Llevamos semanas buscando algún rastro de la nave, hemos mirado en varias dimensiones: en la de los Maub, Kaiju, Agardianos, Deeshir, Rhinoryx... Ahora mismo estamos en la dimensión Beldzar.
El enfado de Fenzy es cada vez más grande. Cada vez que nos dicen que saben algo de la nave Zorn, Fenzy jura que pillara a Lon y le partirá la cara. Bueno, él se lo ha buscado.
— ¡Fenzy espera! - grita Kiet persiguiendola.
— ¿Y ahora qué pasa? - le preguntó a Kiet.
Fenzy, quiere llegar a la torre lo más rápido posible. No quiere que esta vez la nave desaparezca delante de sus ojos.
— Ni yo... - contestó mirando hacia el suelo.
— Hey tío... La encontraremos. - me anima - Pronto la podrás tener en tus brazos, y abrazarla y... Besarla. - me dice eso último en tono pícaro.
— Ajá, ya.
— Vamos tío, lo estas deseando. - contesta, dando besos en el aire y acelerando su paso. Yo rió al verle hacer eso.
Aunque se han momentos duros, él sabe como calmarnos y sacarnos unas sonrisas. Parece mentira.
Llegamos a la parte más alta y... Otra vez no hay nada. Fenzy mira el cielo con odio, apretando sus puños.
— ¡No puede estar pasando otra vez! - gritó con ira.
— Ya Fenzy... Parece que Lon está jugando con nosotros o algo... - dice Kiet.
— Sí, parece que quiere cansarnos o algo... Pero hay algo que no sabe de nosotros. - notó como ambos me miran con un brillo en sus ojos, de esperanza. - ¡No nos rendiremos tan fácilmente! - grito, alzando mi brazo.
— ¡SÍ!
De pronto una carta cae ante nuestros pies. Rápidamente, Fenzy la coge y le abre. Su cara cambia completamente.
— ¡Lo voy matar! - dice Fenzy entregándome la carta.
La leo rápidamente junto a Kiet. Es una adivinanza...
« Si queréis salvar a Cloe, está en una dimensión, donde alguien cercano vive. Atte. Gran Zorn. »
— ¿Donde alguien cercano vive? - pregunta Kiet confundido.
— ¿Puede ser la dimensión Lul? - contestó. - Allí viven Tänpo, Lalith y Kento, y son personas cercanas.
— Podría ser.
[...]
1 año. Ha pasado un año... No puede ser verdad. Lon sigue, a veces, dejándonos mensajes. Y sigue viajando de dimensión en dimensión. ¡¿Tantas dimensiones hay?! ¡No puede ser que aún sigamos buscándola! ¡Y en todo este largo año no hayamos pisado la nave!
Sus padres, al igual que todos, nos preocupamos cada vez más. Los de clase no han vuelto a preguntar por ella. Poca gente recuerda a la chica desaparecida misteriosamente.
Yo aún no he perdido la esperanza. No me daré por vencido. Sé que un día conseguiremos estar frente a Lon, y él no podrá hacer nada.
— ¡Zak! ¡Estate atento! - me regaña Fenzy. Un dö pasa casi rozando mi cara.
— Lo siento, Fen.
La chica rosa bufa. - Tío, no puedes estar distraído. Tienes que centrarte, aunque te cueste deja de pensar tanto... en ella. Sí consigues centrarte bien en la lucha, podremos salvarla.
— Sí, lo sé. Pero... me es difícil. - contesto apenado. - Llevamos un maldito año detrás de él. Cayendo en sus estúpidos juegos.
— Ya... Pero cada vez estamos más cerca, seguro. - me dice dándome un golpe amistoso en el hombro.
— Ajá. Cada vez que le encontramos, delante de nuestras narices, la nave desaparece.
— O aquella vez que saltamos para aterrizar en la nave, pero acabamos cayendo al lago. - ríe.
— No le veo la gracia. - le contesto frunciendo el ceño.
— Y esa vez que, vimos a "Cloe" fuera de la nave, en una esfera de sen y tú fuiste como un loco corriendo hacia ella... y resultó que no había nada y caíste en la trampa de Lon, quedando atrapado en un campo de energía. Te dejaste tanto. - ríe.
— Sí... - respondo agachando la cabeza. Ese día me deje llevar tanto que, olvide de lo que es capaz de hacer Lon; y más a un, olvide que él nunca dejaría a Cloe suelta sin vigilancia o trucos.
— Te dejaste tanto. - dice leyéndome la mente. - Fuiste tan tonto. - me da una colleja.
— Sí, sí, lo sé. Fui un completo idiota. Le di el tiempo que necesitaba para escapar.
— Ajá. Bueno, ha sido una bonita charla. Ahora a entrenar. - me dice sería, lanzándome un dö.
Le sonrió. Es increíble, nunca imaginé a Fenzy dando buenos consejos.
[...]
— ¿Zak...?
— ¡Déjame! ¡¡Quiero estar solo!! - le grito a mi madre.
Hoy es el cumpleaños de Cloe, es el segundo cumpleaños que pasamos sin ella. La extraño tanto. No quiero hacer nada el día de hoy. Ni siquiera entrenar, que es lo que debería hacer.
— Tienes que levantarte de la cama, ¡ahora!
— ¡He dicho que no!
— ¡Señorito! - dice mi madre entrando en mí habitación. - ¡Tienes que levantarte ya! ¡Son más de las 12 del mediodía!
— No quiero moverme aún, mamá.
— ¿Es por el cumpleaños de Cloe? ¿Verdad?
Mierda.
— Cariño... - dice sentándose en el borde de la cama. - Sé que te resulta difícil. Que aún es difícil para ti el echo de estar sin ella. Pero no puedes hacer el vago todo el día. Deberías visitar a sus padres, y darles noticias sobre la búsqueda.
— Aún no hemos encontrado nada. Y siempre que nos acercamos, volvemos a empezar de cero. Está jugando con nosotros. - le respondo, tumbandome bocabajo.
— Lo siento mucho cariño. - responde acariciándome la espalda. - Uno de estos días seguro que estaréis en esa nave y recuperaréis a Cloe, y acabaréis con ese lunático.
Asiento con la cabeza.
— Todos la echamos de menos, Zak. Por favor, ahora levántate, y ve con tu hermana a casa de Cloe.
— ¿Tiene que venir Ona?
— Sí. Así pasa tiempo contigo. - Claro, genial. - Vamos, por favor. - me suplica.
— Está bien, mamá. - digo ya rendido.
Me levantó y preparó para ir a casa de Cloe. No entiendo porque tiene que venir Ona. Buf.
Llegó a casa de Cloe y sus padres me abren. Les cuento cómo va la búsqueda; creo que han perdido algo la esperanza, ya no se ven tan preocupados como los primeros meses y no preguntan tanto. Creo que soy el único que cree que Cloe aún sigue viva...
Nos quedamos toda la tarde hablando sobre Cloe, sobre su pasado y sobre cuando era guerrera, antes del secuestro. Kiet y Fenzy también nos acompañaron en esa tarde.
[...]
— ¿Y esta tía donde se ha metido? - pregunta Kiet, un poco preocupado.
— Tranquilo colega. Pronto llegará. Es Fenzy. - le digo tranquilizándole.
— Ya, ya... A este paso llegáremos tarde. - contesta mirando la hora.
— Ni que fuera una cita...
— ¡Sólo es el primer día de clases! No podemos llegar tarde. - dice mirándome. - Tú por lo menos ya estás en la puerta, sólo te queda ir a la clase correcta. Fenzy y yo tenemos que cruzar media ciudad aún. - se queja.
— Ya deja de quejarte, Kiet. - le dice una voz familiar.
Nos giramos y nos quedamos algo atónitos por lo que vemos. En frente nuestro hay dos chicas, una de ellas es Fenzy. Fenzy ha cambiado mucho, no solo porque su cuerpo haya dado un cambio gigante, también es por su nuevo estilo, puede que siga llevando chándales y camisetas de deporte; pero ahora va más arreglada, se podría decir. Lleva unos leggings azul marino, una camiseta negra ajustada, una chaqueta a juego con el pantalón de la marca "Adidas" y unas deportivas negras con franjas moradas y azules oscuras. El pelo lo lleva recogido en una coleta, con un mechón suelto. A lado suyo está una chica morena, un poco más alta que Fenzy. Va similar a Fenzy, con unos leggings negros, camiseta ajustada y deportivas. Tiene el pelo bastante corto, con mechas rubias.
— Guau. - decimos ambos sorprendidos.
— ¿Quién es tú amiga? - pregunta coqueto Kiet.
— Soy su compañera de clase, y eso será lo único que sepas de mí, guapo.
— ¡Uh! Eso ha dolido. - le molesto a Kiet.
— Cállate.
Ambas ríen. Y hablamos durante unos minutos. Kiet seguía quejándose, pero Fenzy y Skay, la nueva amiga de Fenzy; seguían hablándome. Hasta que algo raro pasa...
— Uhm... ¿Quién es ese de ahí? - pregunta Skay, señalando a un chico.
— Ni la más remota idea. ¿Zak?
— Ni idea, nunca le había visto. Será nuevo. - le contesto encogiéndome de hombros.
— Pues es bien guapo... - dice de forma pícara. Los tres la miramos sorprendidos. - ¿Qué pasa? Es la verdad. Zak, por favor, descubre quien es.
— ¿En serio? – ¿pero qué?
— Vamos, por favor.
Kiet y Fenzy se ríen por la escena. Ella me mira con cara de suplica. Bufo y la miró.
— Está bien. Veré que consigo hacer.
— ¡Gracias! - dice abrazándome. Me da un beso en la mejilla y se separa sonriente. - Bueno, nos vamos, ¿Fenzy?
— Sí, sí. ¡Vamos Kiet! ¡Mueve el culo!
— Ya voy, ya voy. ¡Adiós Zak!
¿En serio tengo que averiguar quién es ese tío? Ni que fuera un detective privado. Esto ha sido raro.
El día transcurre bastante normal. Como todos los años en el primer día de clase, es la presentación; nos enseñan las instalaciones, nos presentan a algunos profesores y conocemos a nuestros compañeros, y demás.
Cuando llegó a casa veo que mis padres también acaban de llegar, y al poco tiempo llega Ona.
Los siguientes días es la misma rutina: levantarse pronto, ir a clase, estudiar, hacer deberes, ayudar a Ona y entrenar o seguir investigando. Hoy por fin es viernes, el día más esperado de la semana. Han sido unos primeros días bastante intensos.
Por fin llegó a casa después de un día magnífico, puff, acabo de empezar y ya quiero terminar.
— ¡Ya estoy en casa! Qué raro, no hay nadie. - digo cerrando la puerta.
Entró en la cocina y encuentro una nota. La leo.
— "Vamos a ver a Ona en su entrenamiento de Baloncesto. Llegáremos a la hora de cenar. No montes nada." Oh, genial. Tengo la casa para mí.
¿Qué podría montar yo? Por favor, si soy un angelito...
Subo a mi habitación y dejó la mochila sobre la cama. Vuelvo a bajar y empiezo a prepararme un sándwich, cuando de repente llaman a la puerta. ¿Quién puede ser?
Abro y me llevó una gran sorpresa.
— Hola Zak. - me saluda.
— ¿Qué haces aquí, Skay?
— Venía a visitarte. - me dice mirándome de arriba abajo.
-¿Cómo has sabido dónde vivo?
— Fenzy me lo ha dicho. Bueno, quería saber...
— Si vienes a preguntar por el chico del otro día. No sé quién es. Pero ya intentaré averiguar quién es...
— Gracias Zak.
— Bueno, si no necesitas nada más... Adiós. - digo cerrando la puerta. Pero me detiene. - ¿Qué pasa?
— No venía por eso. - contesta abriendo la puerta y mirándome de forma coqueta.
— Oh, no no. ¿A qué has venido? - insisto impidiendo el paso.
— Ya te lo he dicho. A visitarte. - dice correteando con sus dedos mi pecho.
¿Pero y esta tía?
Le agarro las manos y le miró molesto.
— Skay, qué quieres.
— Me gustas, y quiero pasar un buen rato.
Vale, adiós. ¿Qué se cree?
— Ya... Pues va a ser que no. No, y no.
— Oh, vamos Zak. ¿Por qué no? - pregunta "inocente".
— Porque digo que no. Y me gusta otra persona. Así que, fus. - contesto ya molesto.
— ¿Y esa persona te corresponde?
Ahora si. La empujo un poco para poder cerrar la puerta.
— Así que no te corresponde.
Le agarró el brazo. - Skay, fuera. No soy un juguete.
Me fulmina con la mirada y se va echando humo.
¿Qué acaba de pasar?
-Beep beep-
Abro los ojos y apagó la alarma como puedo. Me levantó y preparó para ir otro día más a clases.
Llegó a la entrada de la universidad. Suspiro. Me espera otro día muy largo... Entonces veo algo que me llama la atención. Es el chico ese que vio Skay... Hay algo en el que me resulta familiar.
Me acercó a él. Al parecer él se percata de mi presencia y empieza a caminar más rápido.
No entiendo. ¿Por qué acelera el paso?
Consigo alcanzarlo.
— Hey... - digo agarrándole del hombro. Me pongo enfrente de él. Oh no... - Tú... - aprieto mi mano sobre su hombro.
— Hola Zak. Cuento tiempo, ¿no? - contesta de la manera más normal.
— ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Cloe?
— Oh... Sólo vengó a estudiar. Como cualquier otro chico. - dice quitando mi mano de su hombro. - Y Cloe... Lamento decirte que... No tengo idea de donde está.
¡¿Cómo que no tiene idea?! ¡Pero si él la secuestró! ¡Estaba con ella!
— ¡¿Cómo que no tienes idea?!
— En serio, aunque suene extraño o raro. Llevo más de dos años sin ser el Gran Zorn. Deje todo eso atrás. - empieza a contar. ¿Hace dos años? - Hace tres años decidí hacer un viaje en el tiempo, y regresar a Masara. Unas semanas después, cuando estábamos descargando ciertas cosas... Cloe escapó. Huyó al bosque. La buscamos durante varias semanas... Pero no la encontramos. Al final decidí regresar al presente. Ella quedó allí atrapada. No te puedo asegurar de que siga viva. Esos bosques son muy peligrosos. No creo que haya sobrevivido tanto tiempo. - dice encogiéndose de hombros.
— ¡¿Cómo la dejaste allí?!
— ¿Qué querías que hiciera? - ríe. - Por lo menos escapó. Que es lo que queríais. Que escapara de mí. Bravo, lo hizo. Pero no de la forma que queríais. Ahora si me disculpas, tengo que ir a clase. Y creó que tu también.
— Eres un idiota... - murmuró.
— Te he oído. Adiós Zak.
¡No puede ser! Después de tanto tiempo... ¡Lon la dejó sola en Masara! ¿Pero está loco? Bueno, lo está. Agh... Cloe... No, no puede estar muerta. Seguro que sobrevivió... Y sólo está en Masara atrapada...
(...)
— ¡¿Cómo qué está en Masara?! - pregunta Fenzy, aún asimilando todo lo que les conté.
— Entonces... Lon ya no es, ¿malo?
— ¡Eso no lo sabemos! - grito.
— Deberíamos contarle a Tänpo. - sugiere la peli rosa.
— Sí.
— ¿Pero cómo viajaremos a Masara? - pregunta preocupado Kiet.
— Eso ya lo veremos cuando estemos en la dimensión Lul. - contestó. - Vamos.
Una vez que llegamos a la dimensión Lul, le conté a Tänpo lo que Lon me había dicho. Tänpo se quedó pensativo y se fue a hablar con su hermano, Kento, y Lalith.
Al rato regresaron y Tänpo empezó a hablar:
— Chicos... No sé si podréis...
Un estruendo acababa de sonar cerca del portal. Los seis nos acercamos y encontramos un extraño objeto. Me acerque a ver lo que era, pero cuando iba a cogerlo, una luz salió de el y proyecto algo. Era un holograma... ¿¡De Kido!?
— Hola chicos. Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Pero, necesito vuestra ayuda... En una zona muy oscura del desierto de Jardak, se esconden unos peligrosos delincuentes, que atacan las aldeas. Nosotros solos no podemos vencerlos. Por favor, volved a Masara, os necesitamos.
Una vez que finalizó, el holograma desapareció. Nos miramos unos a otros. ¿Qué íbamos a hacer? El portal está roto... ¿O no?
— Si Kido, iremos, el portal funciona de maravilla. - dijo sarcástica Fenzy.
— A lo mejor si podemos. ¿Cómo ha llegado esto entonces? El portal, igual, funciona. ¡Podemos intentarlo!
— Podemos intentarlo. - dijo Fenzy, sonriendo.
Los dos asentimos, nos despedimos de Tänpo, Lalith y Kento, y nos colocamos en el portal. Estiramos los brazos, sonreímos y gritamos...
— ¡SEN-DO-KAI!
El rayo azul nos absorbe y después de unos minutos, el rayo nos deja en una plataforma. Miramos a nuestro alrededor...
— ¿Estamos en... Masara? - pregunta Kiet.
— Sí... ¡Sí! ¡Lo hemos conseguido!
Después de celebrar que estábamos en Masara, nos dirigimos al campo de sendokai y miramos alrededor en busca de alguien, o algo. Entonces vemos la casa de Danima. La morada flor sigue abierta, como cuando nos fuimos.
— Hey, tíos... Hay algo al lado de la casa de Danima...
— ¿Qué será? - pregunta Fenzy.
— No sé. - contesto, encogiéndome de hombros. - Bueno, ¿a qué esperamos para averiguarlo? - digo sonriente.
Mientras nos acercamos empezamos a ver una especie de ¿tulipán? Es un rojo tulipán gigante, que está al revés, con el ramito verde cortado. Es como si fuera una tienda de campaña. Y más adelante, hay un camino de rocas, que no sabemos a dónde lleva.
— Oye, ¡vosotros! ¡¿Quiénes sois?! - nos grita un kiwun, rosado con franjas verdes y amarillas; lleva una armadura y algo parecido a una lanza.
— Somos guerreros sendokai, del planeta tierra. Venimos porque Kido ha pedido nuestra ayuda.
— Dirás rey Kido. - me corrige. - Si es así, os llevaré ante él. Seguidme.
El rosado kiwun nos llevo a dentro del tulipán, y allí estaba Kido, sentado en un trono.
— Rey Kido. Ellos son...
— ¡Chicos! - grita Kido levantándose y acercándose a nosotros. - ¡Qué alegría veros otra vez!
— Hemos venido justo después de recibir tu mensaje.
— Gracias. Estamos teniendo varios problemas...
— ¿Pero qué pasa?
Kido se vuelve a sentar, y nosotros imitamos su gesto sentándonos en el suelo.
— Hace unos años, las aldeas más lejanas empezaron a ser asaltadas. Al principio creíamos que eran Nastoff y sus hermanos, arrasando los cultivos y demás. Pero nos equivocamos... No sabemos bien quienes son, ni qué especie... Llevan capas con capuchas negras, y traje completo, tapándoles la cara también. Son muy rápidos, por eso se nos hace complicado atraparlos. - nos cuenta Kido.
— ¿Quieres que nosotros les atrapemos? - pregunto.
— Si podéis, claro... Con vuestra ayuda sería más fácil. - dice seguro. - ¡Sois los mejores guerreros Sendokai que he conocido nunca!
— Vaya Kido...
— ¡Claro que te ayudaremos! - dice Fenzy emocionada.
— Cuenta con nosotros Kido. - respondo.
— Bien, pues mañana...
— ¡¡Kido!! - oímos gritar a alguien a fuera.
— ¡¿Qué pasa ahora?! - se queja Kido mirando la puerta.
De pronto esta se abre y entra una chica. Camina furiosa hacia Kido y se para frente a él, cruzando sus brazos. Los tres la observamos sorprendidos. Es una chica de cuerpo esbelto, y de cabello azul, largo, recogido en una extraña coleta fina. Lleva un traje gris con pequeñas franjas de diferentes tonos de azules, y una capa morada-azulada con capucha.
— ¡Tus hermanos no me hacen caso! ¡No siguen mis órdenes! - se queja.
— ¡Es que estás loca! - gritan los dos Kiwuns entrando.
— ¡No estoy loca!
— ¡Sí! ¡Sí lo estás! - dicen mirándose con odio los tres.
— ¡Basta! - grita Kido llamándoles la atención. - Habéis interrumpido una importante reunión.
— ¿Qué? - la chica nos mira. - Lo-lo sentimos Kido. No sabíamos que estabas reunido.
Kido suspira. - ¿Me disculpáis un momento, chicos? - nos pregunta, y los tres asentimos. - Bien. ¿Qué ha pasado?
— Verás, estábamos en el desierto de Jardak cuando vimos el bosque oscuro...
[ Continuará... ]