Sostuvo mi mano dándome tranquilidad. Solté un gran suspiro cerrando mis ojos dejandome llevar por ese tacto calido que me brinda el cazador; un tacto suave en mi mejilla derecha, Daryl beso mi mejilla derecha. Su cuerpo se movió alejándose del mio inevitablemente solte un sollozo: —era el rechazo—.
Estuve a punto de gritarle que me dijera algo mas, solo una palabra que me dijera que me alejara de el; pero su acción me dejo callada me abraza por la espalda haciendo que la mía chocara contra su pecho. Abrí mis ojos soltando las lagrimas que mantenía guardadas.
—Pusiste mi mundo de cabeza. —dice en un susurro en calma —Mi mundo era ordenado, calmado y controlado derrepente llegas tu a mi vida; con tus comentarios inteligentes, tu inocencia, tu belleza y tu tranquila temeridad y todo lo que había antes de ti empezó a parecer aburrido; mediocre vacío. Ya no era nada
Dios mio; ¿Esto es real? Daryl me esta diciendo esto.
—Y me enamore —concluye.
Sonreí ante aquella ultima oracion; el dolor de las perdidas había desaparecido. Tome su mano entrelazandola con la mia haciendo que el se tensara en el acto.
—Tengo miedo —solte — Todas esas razones por las cuales me amas. Sean las mismas por las que un día te aburras de mi
Daryl soltó una risa profunda apegandome mas a el frunci mi ceño confundida; —aun en los momentos mas románticos, es un cabrón—.
—Eso jamas pasara, Me enamore de tus pensamientos, de tu esencia. De ti Calíope.
Gire a verlo sintiendo las lágrimas salir de mis ojos; lágrimas de felicidad. De amor cada una de esas gotas salinas tenían un nombre grabado era: Daryl Dixon.
Los dos sonreímos mientras que las lágrimas en mis ojos se hacían mas grandes; Daryl limpiaba cada una de ellas a la vez que en sus ojos se escapaban unas cuantas lágrimas y mantenía firmemente su sonrisa.
El cazador se fue acercando poco a poco, estampando sus labios con los mios creando sensaciones nuevas y perfectas. Ambos sonreímos entre el beso al mismo tiempo; ahí me había dado cuenta que estaba profundamente enamorada de Daryl.
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