Luffy está más emocionado de lo normal. Tiene una sonrisa de oreja a oreja, y no para de reír y gritar. Se le ve tan feliz... Sólo porque va a enfrentarse a Caesar. Ojalá yo también tuviese tanta energía.
El bicho morado gigante se puede ver a lo lejos. Es muy extraño, parece que desintegra todo lo que toca. Volvemos a entrar en el laboratorio, y nos invade el silencio. Law cierra la puerta, y el viento resuena en la entrada.
- Esto es muy raro... no se oye absolutamente nada.
- ¡¡¡¡CAESAR!!!! - grita Luffy, y casi muero del susto.
De repente oímos pasos y gritos, y la Marina no tarda en aparecer. Nos acorralan. Son más de doscientos. Menuda locura.
Saco mi katana de la funda y empiezo a luchar contra los que vienen a por mi. No tardo en derrotar a todos. Siento que alguien me agarra de la mano, y por muy poco no se me cae mi katana. Es Law. Empieza a correr agarrándome fuertemente y atacando a toda persona que se interpone en nuestro camino.
- ¿A dónde vamos?
- Tengo que ver una cosa.
- ¿Y los demás?
- Estarán bien. - dice, pero no me convence.
Saca una diminuta llave de su bolsillo, y entramos en una habitación. La pared está llena de dibujos del corazón y partes del cuerpo. Hay un escritorio y al lado una cama.
- Es mi habitación. - dice, y al ver que sigo fuera, mueve la mano para que pase - Entra.
- ¿Qué buscas?
Law no deja de abrir cajones y cerrarlos, mirar papeles en los cuadernos, hasta que para en seco. Es un sobre. Lo abre, pero no logro ver lo que hay dentro.
- Aquí esta... Por eso me sonabas.
- ¿Qué es?
Me da el papel, y le doy la vuelta. Es una fotografía. Aparecen dos niños. Uno sin duda alguna es Law, está igual que ahora, con el mismo sombrero. A su lado, está una niña...
- Midori, eres tú. ¿No te acuerdas de ese día?
- N-no soy yo...
- Mismos ojos verdes, el pelo igual...
- No es verdad.
Tiro la foto al suelo, y me siento sobre la cama. Me llevo las manos a la frente, no puede ser real. ¿Por qué no me acuerdo de nada?
- Tienes la mente en blanco, ¿verdad?
- ¿Cómo lo sabes? - se sienta a mi lado. y me acaricia la espalda.
- Me pasó lo mismo. Cuando te vi por primera vez me sonabas tanto que era insano. No lograba recordar nada... estaba en blanco.
Vuelvo a coger la foto. Es verdad. Soy yo, con unos seis años. Los dos estamos sonriendo. Law tiene su brazo al rededor de mi hombro, y yo estoy con las manos en el aire. Estamos muy felices.
- ¿Dónde se sacó esta foto?
- En Flevance.
- ¿Esa ciudad no es...?
- Lo es. Sólo sobreviví yo.
- Pero quiero saber qué hacía yo ahí, contigo.
Se oyen gritos por el pasillo. Law se levanta rápidamente, coge unos cuadernos, papeles y la foto y las mete en una mochila. Salimos de la habitación. El pasillo está lleno de sangre.
- Dios...
Seguimos a la sangre en silencio. No tengo ni idea de lo que va a pasar, pero me espero lo peor. Lleva a una habitación. Miro a Law, y abre la puerta. Dentro está Caesar, lleno de sangre y marcando el Den Den Mushi muy nervioso. Law lleva su dedo índice a los labios, para que no haga ruido.
Miro a Caesar. Está muy herido. ¿Ha sido Luffy? Sin duda alguna. Estoy muy orgullosa de él. Coge las esposas que están colgadas en la pared, y señala su cuello.
Saco mi katana con mucho cuidado, y la pongo sobre el cuello de Caesar.
- No te muevas.
- ¿¡QUE HACES TÚ AQUÍ?! - grita, histérico. Sus ojos están bañados en sangre. Da miedo.
Law le agarra de las manos, y cojo las esposas. Están hechas de kairouseki, así que él no podría tocarlas. Esposamos al hombre, que grita y llora a la vez.
- ¿Quién es? - dice el Den Den Mushi. No tengo ni idea de quién está al otro lado de la línea.
- ¡SOCORRO! - grita Caesar, pero antes de que pueda seguir cojo el teléfono y cuelgo.
- Te ha derrotado Luffy, ¿verdad? Has salido corriendo como una maldita rata. - bufo.
- Ese chico... está loco. ¿¡Qué me vais a hacer!?
- Sólo cortarte en pequeños trocitos. - dice Law, y ríe.
Salimos de la habitación con Caesar (que no para de llorar y tenemos que darle patadas para que siga andando) y empezamos la búsqueda de los demás. No tenemos ni la menor idea de dónde pueden estar, y este edificio es un maldito laberinto.
Mi Den Den Mushi empieza a sonar, y por es entonces cuando se me acuerda que podría haberles llamado. Soy una idiota.
- ¡MIDORI! - es Luffy - ¿Dónde está Caesar?
- Lo tenemos. - dice Law, serio.
- Necesitamos saber dónde estáis.
- Estamos fuera, y esto es un caos. - dice Nami, nerviosa - El monstruo morado está a punto de destruir el laboratorio. Tenéis que salir o...
- Ten cuidado, Midori.
Es Zoro. Mi corazón da un vuelco, y casi no sale el 'sí' de mi boca. Estúpida. Law se ríe en silencio y me mira.
- ¿Por qué te ríes?
No responde, y seguimos andando. Empezamos a correr, aunque el maldito Caesar no colabora. Law para en seco, y me agarra de la mano. Toca la espalda de Caesar y cierra los ojos. Nos envuelve una bola transparente gigante, y empiezo a sentirme mareada.
Ya estamos en el exterior. El barco se ve a lo lejos. A nuestro lado se ve la extraña criatura-monstruo-experimento.
- ¡Smiley! - grita Caesar, con la cara llena de lágrimas.
- ¿¡No podías teletransportarnos al barco?!
- ¡No es tan facil!
Una gota enorme del monstruo cae a centímetros de mí, que desintegra el hielo. Si eso llega a caer encima nuestra... moriremos al instante.
- ¡Corre! - grita Law, y empezamos a correr.
Aunque suene extraño, Caesar también corre, cosa que me asombra. Está asustado de su propia creación. Está lloviendo ácido. El monstruo no para de echarnos su líquido morado. Cada vez es más peligroso. Oímos a nuestros compañeros gritar para que corramos, pero no puedo más.
Siento mi piel quemarse. Una gota ha caído en mi espalda, y grito. Law para y corre a por mí. Me coge como un saco de patatas y sigue corriendo hacia el barco, mientras yo no paro de gritar. Lo veo todo negro, me duele tanto que parece que estoy a punto de perder la conciencia. Noto cómo me tumban sobre la cama.
- ¡Rápido! - grita alguien.
El barco empieza a moverse. Me quitan la chaqueta, y después la camiseta.
- Mierda...
Siento algo frío sobre la espalda, y el cuerpo se me relaja. Mis ojos se cierran solos...
**********************************************
Un masaje en la espalda. Con una especie de crema. Respiro hondo, y justo cuando voy a darme la vuelta siento que no tengo camiseta. Ni sujetador.
- ¿Estás despierta? - es Law.
- S-sí.
- Te estoy dando crema especial para quemaduras.
- ¿Dónde está Chopper?
- Yo también soy doctor. - dice, y sigue dando mas crema - ¿Te duele?
- No... - me aprieta en la herida- Ahora si.
- Bueno... se curará.
- ¿Dónde está mi ropa?
- Ah, por eso estabas tan incómoda. - dice, y después de cinco segundos de silencio estalla a carcajadas.
- ¿¡Por qué te ríes?!
- ¿Crees que te he visto o algo?
- ¡No! ¿Lo has hecho?
- No me interesa verde desnuda, la verdad.
- Vale.
Cuando termina con la crema, me tapo con la sábana y me siento. La mesa de trabajo de Chopper está llena de cosas de Law. Me mira fijamente, y cada vez me siento más incómoda.
- Quiero saber más sobre... cómo nos conocimos. - digo por fin, cuando me acuerdo.
Law se revuelve el pelo, es raro verle sin sombrero, la verdad. Está mucho mejor.
- Necesito que lo recuerdes tú misma.
Coge la foto, y pone pegamento. La pega sobre la pared, y la miramos fijamente. Law acaricia mi espalda, la herida, y mi cuerpo se llena de escalofríos.
- Se curará pronto.
- Gracias por cuidarme. Pero... ¿Podrías traerme una camiseta o algo?
- En seguida.
Sale de la habitación, y miro la foto detenidamente. La despego y la dejo en la mesa. La pegaré en mi habitación más tarde. Es muy bonita.
La puerta vuelve a abrirse.
- ¿Tan rápi...? - empiezo a preguntar, pero es Zoro.
- ¿Estás mejor?
Se sienta a mi lado, y me abraza. Por muy poco se me cae la sábana.
- Sí. - respondo.
- Dios... estaba muy preocupado.
- Sólo ha sido una herida.
Zoro mira a mis labios, y yo a los suyos. Es entonces cuando me acuerdo de cuánto he echado de menos estar a solas con él. Aunque haya pasado un solo día. No me importa. Quiero estar siempre con él.
Se acerca hacia mí, y justo cuando estamos a pocos centímetros entra Law con una camiseta.
- Ah, perdón. - dice, se nota que está a punto de reír.
- Gracias. ¿Podríais dejarme sola? Para cambiarme.
- Vale. - dicen los dos al unísono, y Law mira mal a Zoro.
[ SE QUE ES BASTANTE CORTO, PERO LO SIENTO :(
Por cierto, FELIZ CUMPLEAÑOS A LizzyBerry9147, te dedico el capítulo. Gracias por comentar y votar siempre, de verdad te lo agradezco. Y espero que hayas tenido un bonito día :D
Si queréis que os dedique un capítulo, decídmelo, que me gustaría hacerlo hehe ^w^
NOS LEEMOS PRONTO <3 ]