Louis había estado siempre acomplejado por las cosas más simples, desde su trasero femenino a sus amplios muslos. Cuando se convirtió en miembro de One Direction, de forma natural, comenzó a notar todas las pequeñas cosas que lo separaban a sí mismo de sus cuatro compañeros de banda hermosos y agrestes. Todos ellos tenían mandíbulas cinceladas, músculos desarrollados, y voces profundas. Louis, por su parte, era un chico de dieciocho años torpe con gafas y trajes extravagantes. No podía evitar sentirse fuera de lugar.
Se convencía de que saldría de su fase tímida. Era sólo cuestión de tiempo antes de que su voz se profundizara, sus músculos se desarrollan, y empezara a crecer el vello facial. Observaba a los otros muchachos -que eran mucho más joven que él- convertirse en símbolos sexuales de baba digna.
A medida que los chicos crecían y maduraban, Louis todavía se sentía como un hombre atrapado en el cuerpo de un niño. No se sentía cómodo con su figura curvilínea, piernas regordetas, y panza gordita. Algunos de sus fans amaban a Louis y todos sus caprichos, pero él no encontraba consuelo en eso- ni siquiera el más mínimo. En todo caso, sólo lo hacía sentirse peor.
Las fanáticas utilizaban palabras masculinas para describir a los otros muchachos. Liam era aficionado y fuerte. Niall estaba en forma y era caliente. Zayn era robusto y guapo. Harry estaba, bueno, él era atractivo, seductor, encantador, y cada palabra de hombres que posiblemente podría imaginar. Esos eran todos los cumplidos halagadores en opinión de Louis. Tenía una especie de envidia hacia ellos, también, porque las fans se referían a Louis como lindo, y bastante adorable. ¿Y cómo podía no sentirse ofendido por eso?
Se encontró con que había madurado una vez que alcanzó sus veinte años. Le creció el vello facial, tenía novia, bíceps desarrollados, estómago adelgazado, y su voz se había profundizado sólo un poco. Cada vez que se miraba en el espejo, veía a un hombre de veintidós años de edad, en lugar de un adolescente, pero aún no era suficiente.
Nunca fue suficiente.
Las inseguridades aumentaban en su interior, en silencio, escondidas en las grietas y hendiduras de su cerebro. Las mantenía en secreto debido a que no quería ninguna compasión, por lo que la auto-detestaba en privado, donde nadie podía verla.
Nadie sospechaba nada.
[...]
"Estoy muy gordo." dijo Louis secamente.
Metió su estómago con su dedo índice, e hizo una mueca observando su piel robusta. Estaba sentado en el incómodo sofá del gran autobús turístico de One Direction. Liam, Zayn y Niall estaban durmiendo en sus literas, dejándolo a solas con Harry.
Louis había dejado desde hace tiempo llevar un registro de la ciudad que estaban llevando a cabo porque cambiaban cada día. La gira era agotadora realmente, estaba cansando de todo eso, los gerentes y guardaespaldas incluidos. Louis renunció a tratar de comer sano, con su agitada agenda y todo, y ahora estaba metiendo constantemente su rostro en comida chatarra. Él levemente podía ver pequeños diminutos rollos de grasa que se formaban en su piel dorada.
"¿Qué?" Replicó Harry, levantando la vista de su teléfono móvil.
"Me veo como una ballena." Louis murmuró, con los ojos todavía enfocados en su estómago.
Harry parpadeó, perdido en sus palabras. "¿Qué?" Repitió.
Louis se burló. "Estoy casi obeso, Harry." Insistió, cruzando los brazos sobre su pecho.
"No, claro que no." Dijo el más joven. Volvió su atención a Twitter, y su mirada pasaba por la pantalla con atención. Se desplazó a través de su menciones y trató de no sonrojarse ante todos los tweets "Larry stylinson". No era real y nunca lo fue (bueno, excepto por las pocas veces acaloradas durante X-Factor). Pero esos días habían quedado atrás y era lo mejor. El sentimiento era mutuo. Louis estaba feliz con su novia ahora, y Harry era- bueno, él estaba feliz si Louis era feliz. Dejaría las cosas así.
"Que convincente, en verdad." Louis murmuró sarcásticamente por lo bajo. Creyó que Harry no lo había oído, pero lo hizo.
"No sé lo que quieres que diga." Harry suspiró. Volvió a mirarlo y se encontró con un par de ojos azules tristes.
Louis frunció el ceño. "No importa." Murmuró. Tomó un uñero invisible sobre su pulgar, sólo para darle una excusa de mirar hacia otro lado.
Harry guardó el móvil y se mordió el labio. Se deslizó más cerca de su amigo y le pasó un brazo alrededor de su hombro para reconfortarlo. "Vamos, ahora dile a Harry lo que te molesta ." Dijo en tono de broma, dándole una sonrisa con hoyuelos.
"¿Por qué hablas en tercera persona?" Louis resopló.
Se encogió de hombros. "Porque quiero. Ahora dime."
El mayor se frotó la frente con cansancio. "Tengo que hacer dieta de nuevo." Explicó.
Harry negó con la cabeza. "No, Lou. ¿Recuerdas lo que pasó la última vez? ¿Durante X-Factor? Te metiste en esa estúpida dieta y comiste nada más que ensalada y agua durante un mes entero."
"Pero ésta vez será diferente." Louis le aseguró, poniendo una mano en su rodilla a la ligera. "Voy a estar sano, te lo juro. Solo voy a cortar la bebida y la comida chatarra."
"Está bien. Sólo prométeme que no sera como esa vez. Casi te desmayas en el escenario una vez, ¿recuerdas?"
"Lo recuerdo." Louis no tardó en contestar. Sus ojos se posaron sobre el suelo de linóleo del autobús. "Yo sé cómo controlarme ahora, Haz. Además, tengo a los muchachos, a Eleanor, y todo el equipo de seguridad para que me ayude. Voy a empezar a comer sano y hacer ejercicio."
Harry hizo una pausa. "Está bien. Si realmente quieres empezar una dieta, entonces tienes mi bendición." Bromeó.
Louis rió suavemente. "Gracias, Harry." Dijo. Dejó escapar un bostezo que marcó el cuello de Harry. "Me voy a dormir ahora. Estoy agotado. Buenas noches." Dijo adormilado. Se puso de pie y sus huesos crujieron, luego estiró los brazos, por lo que sus bíceps se flexionaron un poco.
"Buenas noches." Harry tarareó.
Louis revolvió su mano por su cabello y se volvió hacia su cama.
"Y para que conste, Lou" Harry habló, en voz baja. "Creo que una dieta es innecesaria. Tú eres perfecto tal como eres."
Louis sonrió cálidamente a su cumplido —que él creyó, era una broma—. "Encantador." Se rió entre dientes, subiéndose a su cama. "Te veré en la mañana."
De este modo, comenzó la perniciosa dieta de Louis, malograda.
[...]
"¿Estás seguro de que no quieres una, Lou? " Le preguntó Liam, señalando la caja de donas.
Se las había regalado una fan. Tenían asperja, cobertura de chocolate y relleno de crema pastelera. Se veían deliciosas y la boca de Louis se hacía agua. Se maldijo.
"Por enésima vez, Liam. Estoy en una dieta, y lo he estado durante casi una semana." Dijo Louis, empujando la caja lejos.
Harry frunció el ceño. "Puedes darle solo un mordisco, Louis." Insistió, ofreciéndole un trozo por su cuenta.
"No, gracias." Dijo Louis simplemente moviendo la cabeza obstinadamente. "Estoy bien. Voy a tener mi apio con mantequilla de maní baja en grasa." Él lo mordisqueó y trató de no vomitar. Odiaba el apio, pero no contenía ninguna caloría, que era una ventaja. Le dio a su mente la ilusión de estar lleno.
Niall hizo una mueca. "Eso es asqueroso, compañero."
"Eres repugnante." Louis espetó, sacando la lengua.
Todos se rieron, y pasaron a hablar de cambios líricos. Louis hizo una mueca y trató de ignorar el fuerte olor de azúcar y chocolate flotando arriba de la caja de donas. Tomó otro bocado del apio para distraerse. Su estómago dio un vuelco y él puso su mano sobre él, tratando de acallar los sonidos hambrientos. No quería que los otros chicos se preocuparan.
Para gran alivio de Louis, estaban demasiado distraídos con una conversación sobre el próximo concierto.
[...]
"¡Vamos, Lou!" Harry rió, chapoteando en el agua llena de cloro. Los cinco miembros de One Direction estaban ahora en la piscina del hotel en el que se alojaban. Lo tenían solo para ellos.
Niall estaba en el extremo más profundo de la piscina en el suelo, donde el agua te llegaba hasta la cabeza. Zayn, que no era el mejor nadador, decidió quedarse en la parte menos profunda. Liam estaba allí, también, sólo para mantener un ojo sobre él. Harry se presionaba contra la pared de la piscina. Él hablaba con Louis, que se negaba a incluso poner su dedo meñique. El aire era caliente y húmedo, gracias al Jacuzzi cercano, y olía a productos químicos y sal.
"No." Respondió Louis de mala gana.
"¿Por qué no?" Harry hizo un mohín.
"Porque simplemente no quiero nadar, ¿de acuerdo? Déjalo ir, Harry."
Se dejó caer sobre sus hombros, cediendo. "A ti solía encantarte nadar " Apuntó.
"Sí, solía." Louis se quejó. No podía nadar más. Simplemente no podía. Liam, Zayn, Niall y Harry poseían músculos, abdominales y estómagos planos, mientras que Louis era, bueno, él creía que era gordo. Se levantó de la piscina. "Sólo voy a sentarme y observar, ¿de acuerdo? No te preocupes por mí." Dijo.
El muchacho de Cheshire frunció el ceño. "Eres flojo." Dijo rápidamente antes de meterse al agua- Sus rizos parecían fundirse en el agua cristalina. Nadó hacia Niall y saltó sobre él para asustarlo.
"¡Joder, idiota!" Niall gruñó casi molesto, empujando el pecho de Harry, que sólo se limitó a reír y luego se alejó nadando. Desde el banquillo, Louis reía entre dientes y se preguntaba qué haría sin ellos.
Sintió un rugido por parte de su estómago, de repente, rompiendo su tren de pensamientos. Puso su mano sobre él, sintiéndolo plano y firme debajo de su palma. Seguía vibrando y gruñendo, simplemente pidiendo algo de comida. Louis casi saboreaba la sensación. Rugió de nuevo y ésta vez realmente dolía, al igual que su cuerpo que combatía por seguir estando estable. Su cuerpo quería comida, pero su mente no se lo permitió.
Louis murmuró algo acerca de tener que usar el baño, y luego a toda prisa salió de la habitación de la piscina, cerrando la puerta detrás de él. Se pasó los dedos por el cabello. Estaba agotado, tanto física como emocionalmente, pero él sabía que a la larga valdría la pena. Habían pasado dos semanas y medio desde que comenzó su dieta. Se sentía más flaco y más saludable.
Una vez que encontró su habitación, 397, deslizó su tarjeta por la llave de la cerradura y entró. Suspiró mientras arrastraba los pies por hacia la nevera y buscó en su contenido. Necesitaba algo para llenar su estómago, sólo para conseguir que se callara. Toda la comida del hotel era principalmente comida basura, sin embargo, y Louis tragó saliva al verla. Había chocolate en todas partes y patatas fritas y todo lo demás qué-
"Lou" Susurró para sí mismo. "Eres fuerte."
Sacudiendo la cabeza, cerró la nevera y en su lugar tomó una manzana de la cesta de frutas de cortesía. Tomó una, dos, tres, picaduras de un recipiente y con dolor antes de decidir que era suficiente. Arrojó el resto a la basura.
Se quitó la camisa y se acercó al espejo. Miró su reflejo y de inmediato se arrepintió. Bolsas gigantes se asentaban por debajo de sus ojos, y tenía rastrojos creciendo en su barbilla y por encima de su labio. Se volvió hacia un lado y frunció el ceño al ver su barriga. Estaba disgustado consigo mismo.
Metió su estómago. Se sentía duro y firme, pero todavía blando a la vez.
Arrastró sus pies hacia su cama y se dejó caer. Se acurrucó bajo las mantas y enterró su cara en las almohadas firmes y claras. Su pecho se sentía pesado, de pronto, sin embargo, su estómago se sentía vacío. Era una extraña combinación. La sensación de estómago vacío se sentía bien, en un sentido. Era casi... adictiva.