Mis manos estaban temblorosas sosteniendo el celular esperando por una respuesta que demoró en llegar.
- Niall... -Escuché en un largo suspiro.
Mis ojos estaban llorosos por la emoción.
- ¿Por qué?
Esa era una pregunta de dos palabras pero que tendría un valor significativo, para los dos.
- Porque se me rompió el celular... l-lo siento. –Escuché.
- ¿De verdad que se te rompió por un año?
- Tenía miedo.
Suspiré ahogando un gemido, claro que no quería llorar.
- ¿Miedo? –oí un jadeo ahogado.
- Miedo de volver a recordar todo lo que alguna vez sentí...
- ¿Sabes cómo sacar el miedo de tu mente?
- ¿Cómo?
- Enfrentándolo.
- Niall...
Mordí mi labio mientras pestañeaba reiteradas veces.
- No quiero vol... volver, lo siento, no puedo hacerlo.
Su voz se rompió de repente, supuse que alejó el teléfono de su boca, pero pude escuchar en un micro sonido que estaba llorando.
Luego de unos segundos más lo oí suspirar cerca.
- Yo... -murmuró- Yo no puedo ir a verte...
- Louis... Yo podría hacerlo pero la universidad no me deja. –le dije con voz calmada, tratando de que mi tono no sonara tan golpeado.
- No puedo convencerme.
- ¿Acaso no piensas nunca más venir solo por tu miedo?
- Sé que soy un cobarde.
- ¿Por qué mejor no dejas de ser pesimista? ¿Por qué mejor no te mueves ya y te vienes? Tengo ganas de darte un gran abrazo, Lou...
- No hagas esto más difícil. Yo no creo que... que pueda hacerlo, al menos no por ahora.
- ¿Y si no es ahora entonces cuando? ¿Cuándo ya consigas a otra persona? ¿Cuándo puedas olvidarte? Louis, es imposible hacerlo.
- Yo puedo olvidar a Harry.
- No. –Le contradije inmediatamente- No lo vas a hacer, no vas a poder pasar la página, Lou, porque para darla vuelta primero tienes que enfrentarte a ello. ¿Por qué no lo visitas? Yo podría acompañarte y... y te apoyaría en todo, de verdad. Yo necesito que estés bien porque eres mi amigo. Yo necesito verte.
- Lo voy a pensar ¿Sí?
- Vale...
- Hablamos luego.
- Adiós.
- Uh, Niall. –Dijo antes que colgara.
- ¿Sí?
- Confía en mí.
Y colgó la llamada.
(...)
Le sonreí a mi reflejo, mostrando una sonrisa emocionada. Aún no podía creer lo que estaba pasando.
Tendría una cita.
Me miraba y miraba en el espejo, dándome la vuelta de vez en cuando y pasándome las manos reiteradas veces por el cabello, tratando de mejorarlo pero quedaba exactamente igual. De todas maneras sabía que solo hacía aquello por los nervios.
De repente, sentí mi celular vibrar, lo cogí para ver que era un mensaje de Zayn. Ya había llegado.
Sonreí una última vez y salí del departamento con los pies pesados. Estaba muy nervioso porque esta sería mi segunda cita con Zayn. Aún podía recordar que la primera vez me llevó de picnic cerca de un largo, muy lejos de aquí. Con el olor a eucalipto en mi nariz, pude zafarme también de unos cuantos resfríos por aquello.
Cuando salí del edificio, justo después de despedirme del recepcionista, pude encontrar el automóvil de Zayn en la entrada.
Y allí estaba él.
Perfectamente peinado y con una ropa que me hizo babear. Por suerte tenía la boca cerrada.
Sus ojos brillaron al verme, pude notarlo, una sonrisa apareció en sus labios seguido de una risilla misteriosa. Sonreí sintiendo mis mejillas rojas de vergüenza. Cuando llegué a su lado pude ver sus ojos marrones más de cerca.
- Te ves hermoso. –murmuró dando un beso corto en mis labios.
- Tú no te quedas atrás. –sonreí, le robé un último beso y me dispuse a subirme al automóvil.
Él me abrió la puerta de copiloto y yo me subí lentamente, rodeó el auto y marchó.
En el camino estuve pensando a donde me llevaría. Yo me conocía casi toda la ciudad y estaba pensando en restaurantes lujosos, quizás.
Y si, había sido como lo había pensado. Un restaurante, pero no precisamente de clase alta. Nos bajamos y caminamos adentro y Zayn me llevó de la mano hasta una mesa en donde se podía ver el horizonte del mar frente a nuestros ojos.
- ¿Te gusta?
Desvié mi vista del mar, posé mis manos sobre la tela del mantel de la mesa y le sonreí.
- Me gusta mucho. –le confesé.
Zayn sonrió.
- Yo sé que a ti no te gusta este tipo de lugares, en que todos pueden mirarte, pero es que quiero que todos sepan quien es mi novio.
Vaya, que Zayn había cambiado.
Antes no quería que alguien me viera un pelo, ahora... ahora quería que todos supieran que soy su...
Espera.
- ¿T-Tu novio? –le dije, algo ansioso quizás.
Que yo sepa Zayn no me ha pedido nada aún.
- Lo siento. –Sonrió- Pero podrías serlo ¿No?
Me sonrojé salvajemente.
- Yo...
- ¿Quieres ser mi novio? –me interrumpió.
Me quedé congelado. Mis manos sudaron y mi pecho se oprimió. Era como si me costara respirar o algo por el estilo.
Él dejó de sonreír al notar que no contestaba.
- ¿Niall?
- Yo... Zayn... -dije con la voz totalmente temblorosa- C-Claro que si...
Estaba demasiado nervioso y odiaba ser así, pero es que no podía controlar a mi corazón acelerado ni a mis ganas por salir corriendo de allí.
Él me sonrió y agarró mi mano por encima de la mesa para después entrelazarla con la mía. Eso me calmó mucho, relajé mis facciones mientras miraba nuestras manos.
- Niall. –Le miré- Yo trataré de dar todo de mí para que tú estés bien, te lo prometo.
Sonreí.
- Te amo. –Le dije sinceramente, apretando levemente su mano.
- Te aseguro que yo lo hago más que tú, cariño.
- ¿Qué desean? –preguntó de repente un camarero con una libretita y un lápiz en mano.
Que inoportuno.
Zayn pidió la comida por los dos, él de todos modos ya sabía lo que me gustaba a mí. Me fijé en el camarero: delgado, cabello castaño, ojos verdes y piel blanca. No me gustó para nada que Zayn lo mirara de esa manera tan peculiar, sin desviar la mirada de su rostro. Entrecerré un poco los ojos y miré a Zayn con una mueca, él aún no tomaba atención en mí, sino en el maldito camarero.
- En un momento traeremos su comida. –Sonrió el chico especialmente a Zayn.
Apoyé mi barbilla en la palma de mi mano, la otra soltó el agarre del chico que tenía en frente.
- ¿Ocurre algo? –preguntó Zayn buscando encontrar mi mirada.
- Vi como mirabas a ese chico.
- ¿Qué? –le miré fastidiado. Él tenía una mueca de no entender nada, pero yo sabía que él se estaba haciendo el tonto.
- Se supone que viniste aquí conmigo para mirarme a mí, no a otros. –Le comenté.
- ¿Pero de qué estás hablando?
- ¿De qué estoy hablando? Mirabas a ese chico sin prestarme atención a mí, Zayn.
- Oh dios, cariño ¿Qué te sucede? No inventes cosas, vamos...
- Yo solo digo lo que veo.
- ¿Pero de qué manera estaría yo mirando a ese chico? ¡Es solo el camarero!
Rodé los ojos.
- No te hagas el tonto ¿Sí?
- ¿Pero qué quieres que haga? ¿Acaso crees que me gustó ese chico?
- Claro que sí, te lo comías con la mirada. –casi gruñí.
Me molestaba que se hiciera el desentendido.
- Niall, escucha. Por algo te invité precisamente a TI a este lugar. ¿No crees? Yo te amo a ti y no tendré ojos para ningún hombre, de verdad. Y... y no sé qué viste en mi mirada, amor, porque solo lo miré para pedir nuestros pedidos.
En ese momento me sentí algo estúpido, solo era una mirada. Y ahora él estaba conmigo y con nadie más, él me quiere a mí y a nadie más. Debo entender eso.
- Está bien, Zayn.
Me reí mucho con él a lo largo de la cena, en otras me avergonzaba y a veces aprendía algo de lo que había pasado mientras no estábamos juntos. Estuvo con Adam por un año, efectivamente, eran compañeros de trabajo y al igual que a mí, Zayn le ayudó a alquilar un departamento, con la diferencia de que le dio un trabajo ya que la situación de ese chico no era muy estable.
Zayn había sufrido algo parecido a una depresión después de cortar conmigo. A pesar de que las cosas habían terminado de cierta manera "bien", él no podía estar sin mí según lo que me había contado. Era como una ansiedad.
- Sentía que me faltaba algo al despertar, esa sensación de estar vacío me atacaba todas las malditas mañanas, Niall. –Me había dicho algo avergonzado y frustrado- Y no podía olvidarte, y nunca pude hacerlo. –Dijo al final con una sonrisa sincera.
Me sentía algo culpable por Zayn. Yo también lo había pasado mal, pero la diferencia es que yo podía distraerme con las tareas de –en ese tiempo- la escuela o los constantes regaños de mi madre cuando no ordenaba la habitación. Siempre tuve algo que hacer, pero al final de la noche me ponía a pensar en Zayn y con quien estaba. Siempre me pasé un montón de ilusiones que no eran correctas como pensar que Zayn había pasado en cama en cama con algún chico o alguna chica y siempre acababa con el corazón destrozado. Yo tampoco había podido olvidarlo.
Y es que el pasado, la historia con Zayn me persiguió como una sombra. Y no pude zafarme de ella, me amarró y finalmente la seguía avanzando. Por suerte era de buena manera.
Zayn me llevó al lago en que me había llevado en nuestra primera cita. Le sonreí cuando pude ver las estrellas brillar en el cielo. Zayn no las miraba a ellas, sino que a mí poniéndome más nervioso de lo que estaba.
Nos sentamos en el pasto. Zayn se sentó con las piernas abiertas y yo entremedio de ellas, me amarró sus brazos en mi cintura y posó su barbilla en mi hombro, yo acariciaba sus brazos con mis manos libres, relajándome al escuchar el sonido de las ramas al chocar unas con otras.
- Te amo. –murmuró Zayn.
¿Cuántas veces había dicho eso en el día?
No pude aguantar más, giré un poco mi rostro doblando también mi torso, agarrando su remera, lo besé algo desesperado. Necesitaba hacerlo o me moriría de la desesperación.
Zayn me acomodó las piernas, las puso a cada lado de su cintura, amarré mis manos, de paso, detrás de su cuello y seguí besando sus labios sintiendo como me envolvía en sus brazos.
Mis labios se fueron a su cuello, allí le dejé una marca que costaría quitarse y sonreí por mi trabajo.
- ¿Por qué eres tan especial? –Preguntó- No puedo dejar de tocarte.
Me avergoncé al instante y volví a besarle, con mis ojos cerrados disfrutando sus labios. El beso se volvió más fogoso cuando el metió su lengua en mi cavidad bucal. Gemí en su boca y Zayn se removió incómodo debajo de mí.
Me acaloré al sentir las manos de Zayn colarse debajo de mi remera, acariciando mi espalda baja. Mis manos comenzaron a jugar con su cabello.
Sus labios besaron mi cuello y sus manos se dirigieron al cierre de mi pantalón, lo desabrochó, pero inmediatamente lo paré.
- Estamos en un lugar público. –Dije entre un suspiro y gemido.
- Pero no hay nadie. –Habló roncamente en mi oído.
Una de sus manos, después de abrir el cierre, se coló debajo de mi bóxer tocando inmediatamente mi miembro haciéndome gemir.
- Oh, Zayn... -gemí mientras lo abrazaba fuerte.
Escondí mi cara en su cuello. Su mano tomó mi miembro y comenzó a masturbarlo con dificultad.
- Oh... -jadeé en su cuello.
Moví mi trasero por encima de su pantalón, ahora quien gimió ronco fue él.
- Vamos a aquel árbol. –Dijo Zayn.
Nos movimos a un árbol ancho y grande.
¿De verdad esto iba a pasar?
Zayn me dio la vuelta, mis manos se afirmaron a aquel tronco. Me bajó un poco mi pantalón y pude sentir de inmediato como entraba en mí.
- Zayn...
Todo mi cuerpo choco contra el árbol. Las manos de Zayn se afirmaron también de aquel árbol y su cuerpo chocó contra el mío. Podía sentir su respiración tan cerca de mi cuello que me daba escalofríos.
Comenzó a moverse rápidamente, mi cuerpo se inclinó un poco al sentir el grandioso placer opacar todos mis sentidos. En ese momento no tenía cordura.
¿Quién iba a pensar que tendríamos sexo en un lugar público?
- Mierda, Niall. –murmuró Zayn.
El placer no se terminaba, así que Zayn optó por empujar mis caderas haciendo que mi cuerpo disfrutara mucho más.
El sonar de su cuerpo contra el mío me asustaba, ya que alguien podía pasar y descubrirnos.
Y entonces llegó, el ansioso gemido que me hizo casi gritar por el orgasmo que estaba sintiendo. Zayn había llegado junto a mí.
Su respiración agitada junto a la mía se mezclaron, era ahora lo único que podía escuchar. Él se salió y se subió los pantalones, yo le imité pero primero me había limpiado con pañuelos que Zayn me había ofrecido.
- No puedo creer que hayamos hecho esto aquí. –Le dije sonrojado.
- A mí no me hubiera importado si alguien nos hubiera visto.
Sin esperar otra cosa más, me lancé a besarlo.
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Algo sucio para l@s chic@s suci@s de aquí.
CAPÍTULO DEDICADO A: @Sofi-Chan
Gracias por los comentarios y votos anteriores. Tengo muchas cosas que hacer D:
¡Saludos!
PD: Crhome está cada día peor...