Entro a casa, Daemon no ha cerrado bien la puerta, eso es que esta alterado, malas noticias para mí, intento no hacer ruido, pero me ve.
- ¿Dónde estabas?
-Trabajando- evito mirarle, aunque sé que me está mirando, y también que se está imaginando mil maneras de matarme con una larga, lenta y dolorosa tortura antes.
-Eso ya lo sé, pero, ¿Por qué has tardado tanto?
-Pues... Porque... si- subo corriendo a mi cuarto, asustada, no sé porque he respondido así, me siento en la cama en un intento por tranquilizarme.
-¡Eh! ¡Ven aquí!
-¡No!- tengo miedo... no sé porque le hablo así... me va a matar...
-¡¡Que vengas!!
-¡¡No!!- oigo sus pasos acelerados subiendo las escaleras, me levanto para cerrar la puerta pero Daemon ya ha llegado, esta cabreado.
- ¿¡Se puede saber qué te pasa!?-retrocedo un paso.-¡¡Si te digo que vengas tienes que hacerme caso!!- me pone contra la pared, su mano esta contra mi cuello, me va a ahogar... seguro. - ¡¿Dónde estabas?!
-E-en la biblioteca... quiero leerme otro libro...
-¿¡Y quien te ha dado permiso para ir!?-no respondo, no sé qué decirle.-¡Responde!- da un puñetazo en la pared, muy cerca de mi cabeza.
-N-nadie...
-¿¡Entonces porque lo haces!?
-No lo sé...
-¿Es que no te quedan claras las normas?- me da una patada y yo aguanto un grito-¿Quieres que te las repita?
-N-no...
-Entonces, dime, ¿¡Por qué no haces caso!?- antes de que pueda decir nada me da un puñetazo, noto el sabor del acero en mi boca, estoy sangrando... chupo toda la sangre posible antes de responderle.
-N-no lo sé... déjame por favor...- me queman los ojos por las lágrimas retenidas, noto que su mano empieza a cerrarse en mi cuello, cierro los ojos esperando mi final, entonces oigo unos pitidos abajo.
-Te has salvado por los pelos.- sale corriendo hacia abajo, una video llamada, nunca pensé que pensaría esto, pero, gracias Marcus.
Bajo sin hacer ruido y le espío, me puedo meter en líos, pero quiero saber de lo que hablan, la última vez me entere de un par de cosas, no muy interesantes, pero me ayudaron a sobrevivir una semana más.
Le da a una tecla y se paran los pitidos, la imagen de Marcus aparece en la pantalla.
-Padre-le tiene un respeto increíble, o eso, o le tiene más miedo que yo, pero esta última es imposible.
-¿Por qué has tardado tanto en responder?
-Alice ha llegado tarde y...- antes de que pueda terminar la frase su padre le corta.
-¡¿Y qué?!
-Estaba diciéndole que no lo repitiese...
-¡¡No me importa lo que le digas a esa estúpida cría!!- ¿no le va a dejar acabar ni una sola frase? Daemon baja la cabeza.
-Lo siento padre...- creo que tiene miedo de cómo puede reaccionar su padre.
-¡¡Habla!!
-¿Qué quieres que diga?-lo retiro, no le tiene miedo, le habría temblado la voz.
-¿Qué está pasando estos días? ¿Alice esta rara?
-No... bueno... tal vez más a la defensiva... no... mas... más desobediente.
-Si algún día de estos se pone enferma... más te vale cuidarla.
- ¿Por qué?
-Ella es especial.-le oigo decir a Marcus, ¿a qué se refiere?
-Nunca he tenido que cuidarla.
-¡Pues te jodes y lo haces!
-¿Por qué ahora te importa?-eso mismo me pregunto yo, siempre le ha importado una mierda mi salud, llego a enviarme a clase con treinta y nueve grados de fiebre.
-Porque la necesito.
-¿Para qué? ¡Es solo una cría estúpida!
-¡¡¡No me cuestiones!!!-aun con la pantalla del ordenador de entre medio se nota ese aura de ira que le rodea, Daemon baja la cabeza, de nuevo.
-Lo siento mucho padre...
-La quiero sana y salva para cuando llegue, será dentro de dos o tres semanas, tiene un solo rasguño, y te enteras.
-Si... de acuerdo padre...- Marcus corta la video llamada, Daemon cierra el portátil y apoya la cabeza entre las manos, bien, no me va a ver, subo a mi cuarto, pero en el último momento tropiezo y caigo, mierda, Daemon sube las escaleras rápido.
- ¿Qué haces?
-Me he caído...
-Pues deja de hacer el imbécil. - me meto en la cama para que no me haga nada, me siento más segura así, aunque me puede hacer daño igualmente. -Una estupidez más y sabes lo que te espera. -sale y oigo como cierra la puerta.
~∆~∆~∆~
Dos semanas horribles... mi relación con Jayden ha mejorado mas, mucho mas, ahora somos como... amigos por llamarlo de algún modo.
El caso es que hace un par de días mas o menos, me empezó a doler la cabeza, no le he dicho nada a Daemon, no quiero quedarme aquí todo el día (aunque no creo que pase, nunca que he estado enferma me he quedado), pero hoy ya no puedo más, me duele demasiado... creo que me va a explotar, me parece notar el pie de Daemon en mi estómago, luego oigo un grito, abro los ojos.
-¡¿Qué?!-me tira al suelo y me pisa el pecho, me doy muy fuerte en la cabeza, incrementándose así el dolor que me atormenta desde hace días.
-Un respeto.
-Déjame... me duele la cabeza...
-Mierda...- quita su pie de encima mío y se aleja- Quédate, pero ni se te ocurra hacer un solo ruido. -me encierra en la habitación y me meto en la cama, me duermo otra vez, mientras duermo sueño con mis padres, con cómo serían las cosas si ellos siguiesen vivos, o si simplemente Marcus no me hubiese secuestrado, los huérfanos de los orfanatos son más felices que yo seguro.
A las horas me despierto, pero no abro los ojos, oigo la voz de Daemon que me manda despertar.
-¿Qué pasa?
-Adecéntate y baja, te espera mi padre.
-Vale... pero vete.
-Tienes dos minutos, si no subo y te bajo como estés, me da igual que estés desnuda.-baja.
Sé que es capaz de hacerlo así que me visto y bajo lo más rápido que puedo.
-Hola Marcus...-paso de Daemon, en estos momentos hay que tenerle respeto a Marcus, aunque con ese saludo no le he respetado tanto como lo hago otras veces.
- ¿Desde cuándo puedes llamarme así? Guárdame respeto.
-Hola señor... ¿así mejor?
-Como vuelvas a hablarme así te quedas sin familia, pero la matas tú, y de uno en uno, con su tortura correspondiente, ahora siéntate- le hago caso, no quiero que cumpla lo que ha dicho. -Vengo a hablarte de algo de suma importancia, un negocio en el que si tu no estas, no puede funcionar- y ahora me perderé unas horas de mi preciada tarde por ir con él.
Daemon se va de la sala, no sé porque, le encanta ver mi cara de fastidio cuando Marcus me dice lo que tengo que hacer.
La voz de Marcus interrumpe mis pensamientos:
-Te vienes conmigo una semana, a Seattle- ¿Cómo se atreve? Una semana es demasiado. -Tienes hasta las siete, si a esa hora no estas lista, más te vale aprender a escribir con la otra mano. -Marcus es odioso.
Llamo a mis amigas, les digo que no voy a ir al instituto con la excusa de que tengo que irme de viaje familiar... ya me gustaría que fuese solo eso.
Miro la hora en el móvil, mi querido y hermoso Nokia, las 16:30, así que tengo tiempo de despedirme de Jayden y Anne.
Guardo las cosas necesarias para una semana en mi mochila, me guardo el móvil en el bolsillo del pantalón y me voy.
La verdad es que ya me encuentro muchísimo mejor, seguro que ha sido una tontería, solo necesitaba dormir unas horas mas.
Cojo un autobús que me lleva directamente a su casa, si, se donde vive, hace unos días me lo dijo.
Cuando voy a llamar a la puerta oigo gritos y risas que llaman mi atención, vienen del jardín así que me asomo a ver quienes son, Jayden y Anne.
Anne me ve y abre la puerta de la valla, me abraza con fuerza.
-¡Ali! - sonrío, hacía mucho que no la veía, la echaba de menos.
-Hola Alice...
-Hola.
-¿Qué haces por aquí? No es que me moleste, pero no sé, es raro verte por aquí, no es que vivas muy cerca.
-Ya... yo solo quería deciros que tengo que irme... fuera.
-¿A donde? -pregunta Anne, me está mirando con curiosidad.
-A Seattle...
-¿Qué? ¿A Seattle? Eso está muy lejos...- le veo sorprendido, tal vez sea la primera vez que le veo así.
-Lo se...- respondo con tristeza, no quiero irme, pero siempre tengo que hacer lo que a Marcus se le encapriche.
-¿Por qué tienes que irte? - pregunta Anne, con mi mismo nivel de tristeza.
-Son... motivos personales... pero tranquila, solo serán siete días.
-Pero por lo menos... ¿Puedes quedarte a jugar con nosotros? - me pregunta con una preciosa sonrisa, es parecida a la de su hermano.
-Claro, pero solo un rato.
-¡Bien! Estamos jugando al fútbol, ¿Te gusta?
-Si.
Empezamos a jugar, es divertido, aunque con Anne todo es así, de repente Anne lanza la pelota fuera, bastante lejos.
-¡Voy yo!- exclama y sale a por la pelota.
-¿Qué hora es? -pregunto, espero que no sea muy tarde...
-Las... 17:00.
-Vale...a las 18:15 me voy.- quiero que se pare el tiempo ahora mismo, no quiero que llegue esa maldita hora.
-Y... dime, ¿Te vas por "Negocios"?
-Si...
-¿Con "Él"?
-Si...
-¿Me podrías decir quien es "Él"?
-"Él" se llama Marcus...
-¿Marcus? ¿Ese no es el asesino mas buscado del país?- asiento, lo conoce por pasar demasiadas clases con el profesor Young, nuestro profesor de Matemáticas. -Vaya... tienes muy mala suerte.- vuelvo a asentir, no me gusta hablar de eso, creo que él ya lo ha notado. -¿Sabes? Te echaré de menos.- sonrío, no le va a gustar mi respuesta.
-Yo no.
-¿A no? ¿Qué apostamos?
-Lo que quieras.
-No, dime, ¿Qué hago si no me echas de menos?- me encojo de hombros.
-Ah, ya se, te vestirás de rosa, te echarás purpurina por la cabeza e irás así al instituto.- sonrío por mi magnífico plan.
-Vale... entonces tu me contarás mas sobre tu situación.
-Algo que no sea sobre mi vida, porfi -¿Porfi? ¿Enserio? Veo que sonríe de lado.
-Vale, pues entonces te apuntarás a algún extra escolar, a la tarde trabajas pero hay extraescolares al mediodía, y algunos al ser creados por alumnos son gratis o se pagan en metálico.
-No... me podría meter en un lío...
-Ya, lo que pasa es que tienes miedo de perder.-NO-TENGO-MIEDO.
-¡No! Claro que no.- me sonríe, como si así estuviera ganando algo, un pequeño hoyuelo, que ni siquiera sabía que existía, se marca en su mejilla.
-Muy bien, entonces, ¿Apostamos?- me tiende la mano, yo acepto, pero siento como si estuviera haciendo un pacto con el mismísimo diablo.
-Pero luego no vale echarse atrás.
-Claro que no lo haré.- ni lo iba a hacer, haré todo lo que sea por ganar esta apuesta, 1.- No quiero meterme en mas líos y 2.- Quiero verle rosa y con purpurina en el pelo.
---------------------
¡Hola chic@s!
¿Os ha gustado el capítulo? El poder de Ali... ¿Que será?
Votad y comentar, que me ayuda mucho aunque haya pocos, os lo agradezco.
-Muchos, muchos besos, Alex ;3