INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( C...

By imbloodyparkdrog

352K 65.3K 83.8K

« Átame a ti a través del miedo, hazme adicto a tu dolor, deja que mi grotesco amor crezca en descontrol. Afé... More

antes de leer.
PRÓLOGO
PARTE I: DE UN INICIO CAÓTICO
O1
O2
O3
O4
O5
O6
O7
O8
O9
1O
11
12
13
14
15
16
17
18
19
2O
PARTE II: DE UNA RELACIÓN COMPLICADA
21
22
23
24
25
26
27
28
29
3O
31
32
33
34
35
36
37
38
39
4O
PARTE III: DE UNA OBSESIÓN DESCONTROLADA
41
42
43
44
45
46
47
48
49
5O
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
nota.

39.5

3.2K 640 583
By imbloodyparkdrog







TAEHYUNG POV



Desconozco en qué momento Jeon Jungkook se encuentra empujándome al interior de su hogar sin desprenderse de mis labios.

Siento molestia. Aquello provoca que mis besos sean rudos y mi toque desesperado, puedo sentir mi sangre bullir en mis venas y ligeros pitidos envolver mis oídos. Sé que esto no debería ocurrir, pero en este preciso momento el deseo y el coraje me impulsan a mantenerme sobre esta línea.

Jackson. Su simple nombre incrementa mi molestar estomacal, ¿por qué carajos un amigo haría esto? Llevábamos años juntos siendo mejores amigos —o eso suponía yo—. Le permitía estar en la mansión cada que lo deseaba, le cedía dinero cuando requería, lo había apoyado en repetidas ocasiones en sus problemas y jamás sin esperar nada a cambio. Yo comprendía a la perfección lo que eran las carencias, por eso siempre procuré ser un buen amigo con él. Hacerle ver que tenía a alguien que lo comprendía, que lo iba a apoyar.

¿Me usó? ¿Todo este tiempo me estuvo usando? Incluso cuando me enteré de lo suyo con Jeon, no dije nada. Él sabía que Jungkook me gustaba, o por lo menos que tenía una fijación con él. Con él siempre pude hablar con genuina libertad de mis sentimientos por él, el conflicto en el que me encontraba, lo difícil que era para mí perder la aprobación de Yoongi... él me conocía mejor que nadie. Y apenas me fui, se lanzó como un buitre...

Y jamás le recriminé por ello. Y yo jamás realicé algo así con él, ni lo haría. Mi lealtad no era tan estricta como la de Yoongi, quizá, pero una cosa es permitir que te enrolles con el chico que me atrae, y otra muy diferente que me odies de siempre, hables mal de mí a mis espaldas y me hayas usado de esa forma como amigo. Yo jamás hubiese hecho eso. Yo sé mejor que nadie que soy una reverenda mierda de persona muchas veces, pero hey, tengo límites en ciertas cosas.

— Te siento perdido —murmura Jungkook sobre mis labios, vuelvo a enfocar mi atención en él—. ¿Todo en orden?

— Me preocupa que tu padre nos descubra —miento veloz riendo contra su mejilla—. Carajo, aunque si mi madre es inteligente lo obligará a dormir con ella.

— Pfff —Jeon niega un par de veces, escruto su rostro entre mis manos cuando lo separo. Mis manos vagan ansiosas por su anatomía—. Podemos ir a mi habitación, si te preocupa.

— Mh —niego a mi turno y lo empujo contra el sofá, colocándome encima suyo para poder acorralarlo—. Si es por mí te follaría de aquí al trayecto a tu habitación.

— Eso te tomaría por lo menos cuatro rondas —murmura él—. No serías capaz.

— ¿Ah no?

Mi tono enciende algo en él, sus ojos brillan de forma repentina y se muerde los labios. Nuestros labios vuelven a encontrarse, me retira con prisa la camisa y sus manos viajan a la suya para también quitársela. Es casi imposible para mí mantener la cordura puesto a que es impresionante lo mucho que me pone este idiota. Aunque...

Mierda, de acuerdo. Debo hacer las cosas bien. Intentar.

— Hey, hey, hey —Lo regaño cuando desea ir directo a mi pantalón, él eleva la mirada confundido—. Antes que nada. ¿Estás seguro de esto?

— Créeme que si no, ya te lo hubiese dicho —Vuelve a empujarse a mí, pero lo detengo con mi mano.

— Entiendo, pero... —Un pequeño malestar azota mi vientre—. Prométeme que si en un punto algo no va bien, me dirás. Y si deseas que me detenga, lo voy a hacer. ¿De acuerdo?

Él me observa fijo. Es difícil interpretar su mirada, pero al menos yo deseo una sutil redención. De verdad nuestra relación comenzaba a mejorar, al menos ahora prefería anteponer lo que perdimos que imitar los pasos de Min Yoongi; mi relación con él se caía a pedazos. Al menos con Jungkook se podía rescatar.

— Lo haré —Jeon quiebra el silencio con una sonrisa dulce—. Gracias por tener eso en consideración. No eres tan idiota después de todo.

— Hey.

Se mofa y vuelve a reclamarme. Sus labios son igual de melosos como recuerdo, esa textura inocente, besos delicados, apenas acumula saliva. Es agradable. Por lo general las personas tienden a ser mucho más morbosas y atascadas, pero él es apasionado a su curiosa manera. Besa profundo, muerde, pero no es precisamente un beso húmedo. Me agrada.

— ¿Puedo hacerte de todo? —inquiero coqueto—. ¿Marcarte? Por ejemplo.

— Hazlo —Me anima sonriente—. Me genera curiosidad el qué harías conmigo estando a tu disposición.

Vale... en otras circunstancias eso hubiese sido atractivo.

— Interesante —Es lo único logro comentar retirando lo poco de ropa que le sobra—. No te conocía así.

— No te acostumbres mucho.

Ah, tan encantador y ácido como siempre.

De imprevista él me sujeta del cuello y me tumba en el sofá, pero ahora colocándose encima mío. Hay sorpresa notoria en mis ojos ya que no espero que tome el control de esa forma, pero me dejo seducir por su hambruna. Me despoja de mi ropa y cuando menos lo espero, una cálida sensación y escalofrío exquisito me recorren la espina dorsal.

— Ah... —suspiro al sentir su lengua rozando contra mi erección apenas acariciando con su punta. Llevo mi brazo a mi rostro para cubrirme mordiendo mis labios con párpados apretados, carajo.

El cosquilleo se vuelve intenso, pero una sensación cálida me abarca en su totalidad. No es tosco ni agresivo, siquiera hay prisa de por medio. Sabe lo que hace. Un gruñido ronco brota de mi garganta cuando su lengua envuelve mi glande y traza lentos movimientos de arriba a abajo ejerciendo sutil presión con sus labios. Me siento en las nubes de formas muy literales.

Acaricio su cabello para ayudarlo con el ritmo brindando caricias sobre su cabeza. Él jadea en respuesta con aprobación enviando zumbidos en el proceso. Se separa para poder verme a los ojos y lamer y mierda... soy capaz de correrme con esa imagen. Jalo de él para que pueda besarme y sentir la calidez de su boca otra vez, gruñe en respuesta, pero no demora en corresponder sujetando con la zurda mi entrepierna para poder masturbarme. Jodida gloria, hasta su tacto es perfecto.

No me veo en capacidad de aguantar mucho más, las ansias me exprimen la cordura por dentro. Incluso me siento incapaz de creer que esto está sucediendo, sus dedos rasguñan mi piel y yo empiezo a brindar besos y chupetones por toda su anatomía. Mis dientes tironean buscando más de aquellos gemidos quebrados que libera, no son muy agudos, pero sí tímidos. Muerdo, muerdo, muerdo, me siento en descontrol probando cada centímetro de su piel, cuello, torso, clavículas, brazos, hombros, como si quisiera absorber todo de él.

— Tae... —Mi nombre es suspirado de sus labios volándome la cabeza con mayor intensidad que una escopeta.

A la mierda.

Permito que nuestras pieles se acaricien cuando yo me vuelvo a colocar encima suyo acorrándolo debajo mío. Mis besos desciendes por lo largo de su anatomía acariciando mi lengua su cadera y pubis, su piel es perfecta, incluso el aroma que desprende tan pulcro y fresco explota mis sentidos. No lo dudo cuando mi lengua aprieta contra aquella sensible zona arrancándole un gruñido que lo lleva a sujetar mi cabeza.

— E-espera, me da algo de vergüenza —murmura.

Por supuesto lo paso de largo y me permito devorarlo. Al menos en este momento mi cabeza no se enfoca en otra cosa que no sea él. ¿Qué estará pensando? ¿Le gustará? Yo creo que sí debido a su erección creciente. Es incluso deprimente que no sea bisexual, tiene un buen tamaño, complacería a bastantes chicas.

Dejo de divagar. Cuando nuestro encuentro no puede prolongarse más y lo tengo con desespero pidiendo que lo tome, no dudo en ningún momento en sujetarlo contra mí y hundirme en su interior. Gloria pura y un sentimiento de pertenencia me invaden cuando me muevo, la sonrisa que me dedica, la vergüenza en sus mejillas, la forma tan jariosa en la cuál me admira... no hay palabras para plasmar lo que ocasiona en mí. Me empujo tanto como puedo y allí queda, otra vez.

Pertenencia.

Sus gemidos se elevan conforme los segundos pasan y sus uñas van a mi espalda para rasguñar. Abre finos trazos de líneas rojizas que probablemente quedarán marcadas por un tiempo, pero no me importa. Incluso ver mis propios chupetones adornar la piel de Jeon me vuelan la cabeza al punto de querer más, ansiar de él, glorificar nuestro encuentro, no desprenderme de su anatomía que embisto profundo, pero sins er muy brusco en el momento. Eso parece encantarle, puedo denotar que sus gemidos son más constantes cuando llevo un ritmo constante y profundo, que tosco y veloz. Sentirlo, que me sienta.

— Carajo, jamás creí coger contigo —susurra apretando mis hombros—. Ve más rápido.

Aquello me toma con leve sorpresa, pero acato a su petición. Voy más rápido. En un punto ambos caemos al suelo, pero por una jodida mierda que no nos detenemos. De lado, comienzo a embestirlo de costado mordisqueando la zona de sus hombros y sujetando su cuello para sentir el bombeo errático de su corazón.

Irreal. Con droga encima se siente irreal y ester en el puto Edén. Algunas veces la imagen se distorsiona o el tiempo juega en mi contra, pero no nos detenemos. Lo tengo de nuevo contra el sofá, ahora la mesa, me observa fijo, me besa, me rasguña, gime, sonríe. Le está gustando.

— Vas a hacer que llegue —Percibo desespero en su tono—. No te muevas así, carajo.

— ¿Oh? —Una sonrisa surca de mis labios—. Pero si tenemos toda la noche, renacuajo.

Me vengo dentro suyo, por supuesto. La pertenencia se vuelve ensordecedora en ese punto, incluso me prenso a él abrazándolo conforme me vacío en su interior a falta de condones o lubricante. Es que mierda, fue tan repentina esta primera ronda que siquiera lo dudamos, fue tomarse como dos animales necesitados.

— Jeon... —jadeo contra su boca, él se encuentra respirando veloz. No sé en qué momento también se ha corrido.

— Vamos a mi habitación —Me ordena.

Me dejo llevar cuando salgo de él. Es lastimero. Me gustaría enterrarme allí toda la noche, observarlo con el cabello húmedo y esos maravilloso ojos retadores lo vuelven un pecado absoluto.

Como si hubiese sido creado a la perfección para arruinarme.

Juventud. Juventud y deseo, aquello nos lleva a que apenas ingresamos a su habitación cerrando la puerta, él me lleve a empujones hasta la cama. Caigo, él encima mío sin desprenderse de mi boca ni de mi cuello, ahora sí aprovecha para tomar lubricante y colocarlo cerca nuestro. Hay tantas cosas que deseo decirle, pero me aterra verme meloso en esta primera ocasión juntos, tampoco deseo abrumarlo. Al final, me está cogiendo por ganas, pero también por despecho.

— No puedo creer lo bueno que eres en esto. ¿Con quién carajos practicaste tanto? —pregunta entre risas.

— Mi respuesta podría no gustarte.

— Sorpréndeme.

— Veía mucho porno casero.

Él me observa con el ceño fruncido y finalmente se suelta a reír. Me gustaría fotografiar el momento.

— Por supuesto —Traza una línea con su índice por mis labios hasta mi cuello—. ¿Otra vez?

— ¿Por qué te atreves siquiera a preguntarlo?

Afirmo mi agarre en su cadera y apenas siento aquella prisión que alberga tanto calor exquisito, me toca llevar el ritmo. Mi respiración se vuelve sonora y pesada, empiezo a sentir el sudor gotear cada me empujo hacia arriba y lo escucho gemir. Más. Más. Y más. Se convierte en una locura la situación otra vez; comprendo lo que desea, realizo lo que quiere y observarlo disfrutar así me empuja a mi propia excitación inevitable.

Tantas fantasías silenciosas y por fin lo tengo. Por fin es jodidamente mío.

La pared, la mesa, el espejo, sentados, acostados, parados, abrazados, él boca abajo, montándome. Mierda. Pierdo noción absoluta de cuántas poses llevamos. Yo la cambio, él la cambia. Como si no fuese suficiente, como si aquella pasión se convirtiera en desespero por tenernos más unidos.

Otra corrida. Y otra. Y otra. Cuatro rondas. Horas y horas en aquella habitación sin importar qué carajos ocurre allá afuera. Las llamadas perdidas se acumulan, los mensajes, el pitido del reloj, nada importa. Nada importa de verdad. Ni él ni yo nos enfocamos en ello, siquiera volteamos de soslayo a los ruidos externos; nuestros ojos se siguen, nuestro cuerpo, nuestras expresiones, el jodido momento; una y otra vez como el jodido loop de una película porno casera.

— Mierda... —Apoyo la frente en su hombro teniéndolo de nuevo boca abajo, trazando otro camino de besos por su espalda.

Es la cuarta vez que me vengo dentro suyo, mi cuerpo duele, incluso los escalofríos y calambres me torturan, pero me veía incapaz de detenerme. Jodida mierda, ¿qué ha sido todo esto? ¿Por qué nadie me previó del jodido sexo fantástico que tendría con este chico? Porque vale, en parte me siento celoso debido a su experiencia, pero es gracias a ello que lo vuelve jodidamente perfecto.

Sin duda esto será inolvidable.

— Te odio un poco —murmura cuando eleva la cabeza y ríe ido.

— ¿Por qué? —inquiero sonriente.

Lo ayudo a darse la vuelta para que pueda verme. Apoyo mis codos a los costados de su rostro y peino las hebras castañas que le caen en el rostro sin dejar de admirarlo. ¿Por qué carajo tiene que ser tan atractivo?

— Porque esto ha sido mejor de lo que esperaba —murmura acariciando mi rostro—. Eso me llevará extrañarte un poco.

— ¿Por qué me extrañarías si me ves todos los días? —Enarco una ceja.

Hay un corto silencio de su parte. Presiona sus labios y desciende la mirada tomando una bocanada de aire.

— Porque me iré a Boston —Regresa la vista a mí.

¿Qué?

Mi pecho se oprime de forma repentina, aunque una pequeña risa nasal es lo que brota de mi pecho para reducir el golpe.

— ¿En serio? —Una parte de mí desea que sea broma.

— Sí —Asiente—. Dentro de tres semanas, poco menos. Me aceptaron en un colegio que tiene convenio con Harvard.

—La universidad de tus sueños —Me adelanto.

—¿Lo recuerdas?

— ¿Por qué no lo haría?

El sonrojo sube a sus pómulos.

— ¿Volverás? En vacaciones o... lo que sea —Me apresuro a preguntar. Mi corazón bombea veloz, pero no precisamente de emoción.

— Sí, pero aún así creo que... —Deja las palabras al aire—. Será mejor si tú y yo dejamos de frecuentarnos.

Mi saliva se torna agria. Esto es peor a recibir una puñalada en pleno pecho.

— Pero tú... —Me detengo en seco, o más bien, las palabras se atoran en mi garganta.

— No lo digas —Sus ojos se expanden y me detiene con el índice en la boca—. Por favor.

— Pero.

— Tae, no —Hay cierto dolor en sus palabras, súplica—. No lo digas. No lo hagas más difícil. Por favor. No es el momento.

— Tú... deberías dejarme al menos una camisa como recuerdo —Me pongo a reír para aliviar la situación—. ¿Qué creías que iba a decir?

Él niega sonriendo apagado.

— Nada. Lo lamento —Se ríe a su turno—. ¿Qué hora es?

— Las dos de la mañana —Observo al despertador elevando ambas cejas—. Con diecisiete minutos.

— Fantástico. Y mi padre no ha llegado. Supongo que ganamos.

— Y aún estoy a tiempo de irme. ¿No?

— Quédate —Me pide ladeando su cabeza—. Huyes por la ventana temprano, mi padre jamás ingresa a la habitación.

— ¿Estás seguro?

— Completamente.

Esbozo una sonrisa ladeada besando su mejilla, deslizando mis labios hasta los suyos para robarle otro beso profundo. Apago la lámpara de mesilla y me acurruco a su lado sin permitirle que se desprenda de mi boca, inhalo profundo, hago lo posible por memorar esto. No demoro mucho en dormirme, aunque es complicado de cierta forma.

Caigo en los brazos de Morfeo con un "te amo" atorado en la garganta.








.











.


Esto es deprimente.

BLOODYPARKDROG

Continue Reading

You'll Also Like

36.4K 4.1K 48
- Me gusta, alguien mas...- Soltó una de sus manos de su agarre, mientras que la otra bajaba lentamente hasta tomar la mía. -Perdóname...- Me dio...
25K 2.4K 13
Porqué tenía que ser yo? Porqué el me odia? Porqué el me ama? Segunda parte: https://my.w.tt/UiNb/GIGDf6wAQI
46.3K 3.1K 13
Colección de one shots, dabbles e historias sueltas de las distintas couples de NCT "Male tears" es una jerga que se refiere al semen, Renjun lo sabe...
423K 37.5K 59
El estudiante universitario Park Jimin pierde su trabajo cuando la cafetería en la que trabaja se hunde. Un amigo le sugiere en broma que se consiga...