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El sol se ocultaba lentamente en la tranquila ciudad, pintando el cielo con tonos cálidos mientras la tarde avanzaba. Después de un día en la escuela, Laysha regresó a casa con un extraño presentimiento, sintiendo que algo no estaba bien.
Con un suspiro frustrado, Laysha entró en su habitación y lanzó su bolso a la cama con fuerza, dejando escapar un susurro de ira y confusión mientras recordaba los eventos del domingo.
*Laysha se sentó en el borde de la cama, abrazando sus rodillas mientras las lágrimas inundaban sus ojos.*
Laysha: (La vida nunca fue fácil para mí. Siempre luchando, siempre sintiéndome sola...)
*Con un sollozo, dejó escapar sus emociones reprimidas.*
(¿Por qué siempre me persigue mi pasado? ¡No quiero recordarlo más!)
*Se cubrió la cara con las manos, ahogando sus sollozos en la almohada.*
//Flashback//
*Laysha, siendo apenas una niña, llega a casa después de la escuela. Al entrar, nota que la casa está inusualmente tranquila. No hay rastro de sus padres en ninguna parte*
Laysha: ¡Hola! ¡Mamá, papá! ¿Están en casa?
*No recibe respuesta. Laysha deja su mochila en el suelo y se dirige a la sala de estar, buscando señales de actividad reciente.*
Laysha: Deben haber salido a hacer algo. Tal vez volvieron a olvidar comprar leche.
// A pesar de sus intentos por tranquilizarse, Laysha siente que algo no está bien. Decidió ir a la cocina para prepararse algo de comer. Al entrar, algo llama su atención: un cinturón está tirado en el suelo, como si hubiera sido arrojado con fuerza.
Laysha: ¿Qué...?
*Se agacha para recoger el cinturón, pero antes de que pueda examinarlo más de cerca, su mirada se posa en la mesa donde su madre suele maquillarse. Nota que el estuche de maquillaje está abierto, con varios productos desordenados como si alguien hubiera estado apresurado al usarlos.*
Laysha: *con preocupación* Esto no parece normal. ¿Qué está pasando aquí?
*Con el corazón aún acelerado por la extraña situación en la cocina, Laysha decide regresar a su habitación. Sin embargo, su intento de calmar sus nervios se ve interrumpido por el sonido de la puerta principal abriéndose.*
Laysha: {¿Eso es... papá?}
*Con pasos vacilantes, Laysha sale de su habitación y se dirige hacia la entrada. Al llegar, ve a su padre parado en el umbral, con una expresión desencajada y el olor a alcohol impregnando el aire.*
Laysha: *con voz temblorosa* ¿Papá? ¿Estás bien?
*Su padre, con la mirada vidriosa y tambaleante, apenas parece reconocerla.*
Padre: *entre balbuceos* Hola, Laysha... Solo... solo un mal día en el trabajo.
*Laysha nota el estado de embriaguez de su padre y siente un nudo en el estómago, mezcla de preocupación y miedo.*
Laysha: *tratando de mantener la compostura* Papá, creo que sería mejor si te recuestas un poco.
*Sin esperar respuesta, Laysha ayuda a su padre a dirigirse hacia su habitación, sintiendo el peso del desconcierto y la preocupación pesar sobre sus hombros.*
Laysha: Papá, ¿dónde está mamá? ¿Por qué no está en casa?
Padre: *con voz arrastrada* No te preocupes por ella, Laysha. Está ocupada... ocupada con sus cosas.
*Laysha frunce el ceño, sintiendo la preocupación aumentar con cada palabra de su padre. Decidida a obtener respuestas, insiste en su pregunta.*
Laysha: Pero papá, no la he visto en todo el día. ¿Estás seguro de que está bien?
*La expresión de su padre se torna oscura mientras se tambalea hacia el refrigerador y saca otra botella de licor.*
Padre: ¡Basta, Laysha! ¡No me hagas más preguntas! Tu madre... tu madre está donde debe estar.
*El tono brusco y la mirada desenfocada de su padre hacen que Laysha retroceda, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.*
Laysha: ¡No puedo simplemente quedarme aquí sin saber nada!
*El rostro de su padre se vuelve aún más sombrío, sus ojos inyectados en sangre reflejan furia y dolor acumulado. Sin decir una palabra, se dirige a la cocina y toma el cinturón que Laysha había visto tirado en el suelo.*
*Laysha retrocede, horrorizada al ver el cinturón en la mano de su padre.*
Padre: [Tú no entiendes nada!]¡No te metas donde no te llaman!
*Antes de que Laysha pueda reaccionar, el cinturón silba por el aire y golpea su brazo con fuerza, haciendo que grite de dolor. Las lágrimas llenan sus ojos mientras se protege instintivamente.*
*Laysha se encoge de dolor y miedo, tratando de protegerse lo mejor que puede de los golpes de su padre. Sus súplicas caen en oídos sordos mientras él sigue adelante con su ataque.*
Laysha: ¡Por favor, detente! ¡No más!
*Los golpes continúan cayendo, marcando su piel con cada impacto. Laysha se siente atrapada en un torbellino de dolor y desesperación, sin saber qué hacer o a quién recurrir.*
*Finalmente, el padre se detiene, dejando a Laysha temblando en el suelo. La habitación está llena de un silencio pesado, solo interrumpido por los sollozos de Laysha mientras intenta recogerse.*
Padre: *Con voz ronca* ¡Aprende a mantenerte fuera de los asuntos de los adultos!
*El padre se aleja, dejando a Laysha sola en su dolor. La joven se queda en el suelo, envuelta en una mezcla de dolor físico y emocional, tratando de encontrar consuelo en la oscuridad de su habitación.*
*Horas después*
La madre entra con cautela en la habitación de Laysha, preocupada por lo que pueda encontrar. Al ver a su hija en ese estado, su corazón se aprieta con angustia y dolor. Observa los rastros de golpes en el cuerpo de Laysha y la ropa manchada de sangre con horror y tristeza.
Madre: *Con voz temblorosa* Laysha, cariño, ¿qué te ha pasado?
*La madre se acerca lentamente a la cama, sintiendo una mezcla de rabia y desesperación al ver el sufrimiento de su hija. Toma suavemente la mano de Laysha, buscando cualquier señal de respuesta.*
Madre: *Con lágrimas en los ojos* ¿Quién te hizo esto, mi niña? Por favor, dime qué pasó.
*Laysha se remueve en su sueño, susurrando palabras entrecortadas mientras revive el dolor de la noche. La madre acaricia con ternura su cabello, deseando poder borrar todo el sufrimiento que ha experimentado su hija.*
Madre: *observó a Laysha* {No puedo creerlo...}
*La voz ahogada de Laysha corta el silencio de la habitación, sacando a la madre de sus pensamientos.*
Laysha: *Sollozando* Mamá...
*La madre se inclina hacia Laysha, buscando consolarla con un abrazo reconfortante.*
Madre: *Con voz suave* ¿Qué pasa, cariño?
*Laysha se aferra a su madre, temblando de miedo y angustia.*
Laysha: *Susurrando con temor* Fue papá... él... me golpeó...
*Los ojos de la madre se llenan de lágrimas al escuchar las palabras de Laysha. Siente una mezcla de furia y tristeza al comprender la verdad.*
Madre: *Con determinación* Laysha, escúchame. Te prometo que te sacaré de aquí. Te daré una vida mejor, lejos de todo esto.
*La madre sostiene a Laysha con fuerza, decidida a cumplir su promesa y proteger a su hija.*
*Laysha observa a su madre con asombro, notando el maquillaje desgastado en su rostro. Comprende de repente el esfuerzo que su madre hace para ocultar el dolor y la verdad de su situación.*
Laysha: *Con tristeza* Mamá... estás maquillada...
*La madre baja la mirada, sintiendo vergüenza por su intento de ocultar la realidad.*
Madre: *Con voz quebrada* Lo siento, Laysha. Trato de... protegerte...
*Laysha abraza a su madre con más fuerza, sintiendo un nuevo nivel de amor y admiración por ella, a pesar de las circunstancias.*
*Los minutos se deslizan en silencio mientras madre e hija se aferran una a la otra, encontrando consuelo en su mutuo apoyo. La madre rompe el abrazo con delicadeza y se seca las lágrimas, decidida a tomar medidas para cambiar su situación.*
Madre: *Con determinación* Está bien, Laysha. Todo estará bien. Te sacaré de aquí, te lo prometo.
*Laysha asiente con gratitud, sintiendo un destello de esperanza en medio de la oscuridad que las rodea.*
Laysha: Gracias, mamá. Te amo.
*La madre le devuelve una sonrisa tenue pero llena de amor.*
Madre: Y yo a ti, mi valiente niña. Ahora, trata de descansar. Mañana será un nuevo día y encontraremos una solución.
*Laysha asiente y se acomoda en la cama, dejando que el cansancio y el peso emocional la envuelvan en un sueño inquieto.*
*La madre observa a Laysha con ternura antes de salir de la habitación, determinada a cumplir su promesa y brindarle a su hija un futuro mejor.
Varios meses han pasado desde esa fatídica noche, pero el terror no ha disminuido en el hogar de Laysha. La madre lucha por mantener a su hija a salvo, pero su resistencia se desgasta cada día que pasa. En otra noche oscura y lúgubre, Laysha se encuentra una vez más en su cama, temblando de miedo y dolor después de otro episodio de abuso por parte de su padre.
Laysha se acurruca en la cama, sintiendo el dolor físico y emocional pesar sobre ella como un manto oscuro. Su madre se acerca con ternura, envolviéndola en un abrazo reconfortante mientras las lágrimas de ambas se mezclan en la penumbra de la habitación.
Madre: *Susurrando con voz cansada* Lo siento, Laysha. Lo siento tanto...
Laysha aferra la mano de su madre con debilidad, sintiendo la fragilidad de su propio ser reflejada en el rostro agotado de su madre.
Laysha: *Con voz temblorosa* No te preocupes, mamá. No es tu culpa.
La madre acaricia con ternura el rostro de Laysha, sintiendo el peso abrumador de la responsabilidad materna sobre sus hombros.
Madre: Prometo que te sacaré de aquí. No puedo soportar verte sufrir así.
Laysha asiente débilmente, deseando fervientemente un escape de la pesadilla en la que su vida se ha convertido.
Laysha: Lo sé, mamá. Confío en ti.
Con un suspiro cargado de determinación, la madre se retira para permitir que Laysha descanse, pero su mente sigue trabajando en busca de una salida a esta situación desesperada.
En la oscuridad de la noche, madre e hija se aferran a la esperanza de un futuro mejor, mientras la sombra del abuso continúa acechando en las sombras de su hogar.
Los meses transcurren implacables, dejando su huella en el rostro cansado de la madre de Laysha. En una escena sombría, se la ve cubriendo su rostro con un cubrebocas y lentes de sol oscuros, tratando de ocultar las señales del tormento que ha sufrido a manos de su esposo. Laysha la observa con tristeza y compasión, consciente del peso que su madre lleva sobre sus hombros.
Justo cuando están a punto de salir juntas, el estruendo de la voz de su padre llena la casa. Con un gesto rápido, la madre le indica a Laysha que escape por detrás mientras ella trata de calmar al hombre furioso. Laysha obedece sin dudar, su corazón latiendo con el miedo y la incertidumbre mientras corre hacia la libertad.
Después de un largo y agotador camino, Laysha finalmente llega a la casa de una amiga de su madre. Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de esperanza, golpea la puerta, buscando refugio y consuelo en un mundo que parece haberse vuelto en su contra.
*El corazón de Laysha late con fuerza cuando la puerta se abre y Anna, la amiga de su madre, la recibe con los brazos abiertos. Un torrente de emociones la embarga mientras abraza a Anna con fuerza, sintiendo un destello de seguridad en medio de la oscuridad que la rodea. Laysha deja su mochila en manos de Anna, confiando en ella para cuidar de sus posesiones mientras espera el regreso de su madre.*
*El tiempo pasa lentamente, y la noche desciende sobre la ciudad. Laysha y Anna se encuentran sentadas en el auto, observando en silencio la casa de Laysha en la distancia. Sin previo aviso, el sonido de sirenas rompe el silencio, y Laysha ve con horror cómo varias patrullas rodean la casa. El corazón de Laysha se detiene cuando distingue a su madre en el suelo, rodeada por las luces parpadeantes de las sirenas.*
Anna: Laysha, no me sueltes *envuelve a Laysha en un abrazo protector, sintiendo la angustia y el dolor de la joven en cada sollozo*
Laysha: ¡Mamá! ¡Mamá! *Laysha se aferra a Anna con desesperación, su mente luchando por comprender la tragedia que se despliega ante sus ojos*
Anna: {Tranquila, estamos juntas} *Las lágrimas se deslizan por sus mejillas*
Laysha: ¿Qué está pasando? ¿Por qué mi mamá está en el suelo?
*Un policía se acerca al auto donde están Anna y una pequeña Laysha*
Policía 1: Disculpe, señora, ¿todo está bien aquí?
Anna: Sí, bueno... No del todo. *Me seco las lágrimas*
Policía 2: ¿Es esta tu hija?
Anna: No, es Laysha, la hija de mi amiga.
Policía 1: ¿Dónde están sus padres?
Anna: Laysha vive con su madre, pero... hoy ha pasado algo terrible. Su madre...
Policía 2: ¿Qué ha pasado?
Anna: Su madre... Está en el suelo allí. *Señala hacia la casa*
Policía 1: Necesitaremos llevar a la pequeña a un lugar seguro. ¿Tiene algún familiar cercano?
Anna: No, no tiene a nadie más.
Policía 2: *noto una mancha de sangre en la mano de Laysha* ¿Puedo ver tus brazos, Laysha? *Se agacha para ver las heridas*
Laysha: *Con timidez* Sí, aquí están. *Enseño mis brazos marcados llenos de heridas*
Policía 1: ¿Qué son esas marcas? ¿Quién te hizo esto, Laysha?
Laysha: Fue mi... Mi papá. *Sollozó mientras miro hacia mi Casa*
Policía 1: *Hablando por radio* Necesitamos una ambulancia en la ubicación. También necesitamos contactar con servicios sociales y servicios infantiles
Policía 2: *A Anna y Laysha* Por favor, manténganse dentro del auto por un momento. *Uso mi Abrigo y tapo el parabrisas* Usted y la niña no debieron ver mucho... Quédense aquí las 2... *Se va junto a los demás compañeros*
*Anna y Laysha permanecen en silencio dentro del auto, las lágrimas siguen fluyendo mientras procesan la trágica noticia de la muerte de la madre de Laysha.*
Anna: *Abrazando a Laysha* Estamos juntas en esto, Laysha. Vamos a cuidarte.
Laysha: Gracias, Tia Anna. No sé qué haría sin ti.
*El sonido distante de sirenas rompe el silencio de la noche, anunciando la llegada de la ambulancia. Laysha se aferra aún más a Anna, buscando consuelo en su presencia.*
Anna: Estaré aquí para ti, Laysha. Siempre.
*Laysha asiente con la cabeza, sintiendo el peso abrumador de la pérdida y la incertidumbre sobre su futuro. Mientras esperan en el auto, la oscuridad de la noche envuelve sus corazones con una sensación de desesperación y angustia.*
Detective: Parece que fue otro caso de violencia doméstica. La mujer, identificada como María González, aparentemente intentó escapar con su hija menor. Desafortunadamente, resultó fatal para ella.
*Laysha escucha con angustia las palabras del detective desde el interior del auto, sintiendo un nudo en la garganta al enterarse de los detalles sobre la tragedia que acabó con la vida de su madre. Las lágrimas corren por sus mejillas mientras asimila el sacrificio de su madre.*
Laysha: *sollozando* Mamá...
*El detective la escucha y abre la puerta del auto*
Detective: ¿Estás bien, pequeña? Necesito que me muestres tus brazos. Quiero asegurarme de que estés bien.
*Laysha levanta tímidamente los brazos, revelando los moretones y las marcas de los golpes que recibió de su padre.*
Detective: *Con voz compasiva* Lo siento mucho, Laysha. Vamos a encargarnos de ti y de tu Tía Anna. No te preocupes, estarás segura ahora.
*El detective da un gesto al oficial para que los lleve a Laysha y a Anna a la comisaría, mientras él continúa con la investigación en la escena del crimen.*
El oficial la lleva a la comisaría y las deja junto a uno de los guardias, dándole el encargo especial de cuidar a Anna y Laysha
Guardia de seguridad: Buenas tardes. Me asignaron cuidarlas y sé que han pasado por un momento difícil. Quisiera ofrecerles algo para que se sientan más cómodas en este momento complicado.
*Anna cubre rápidamente las orejas de Laysha con sus manos para protegerla de la conversación.*
Anna: No creo que la niña esté lista... Tampoco me gustaría molestarla...
Guardia de seguridad: Por supuesto, entiendo. Si necesitan algo, no duden en decirlo.
*El guardia se retira de la oficina, dejando a Laysha y Anna a solas para procesar lo que acaban de vivir.*
Anna: Laysha, ¿hay algo que desees en este momento? ¿Quizás leche o un dulce para reconfortarte?
*Laysha asiente con la cabeza, agradecida por el gesto de Anna en medio de su angustia.*
Anna se levanta y se acerca a la puerta para hablar con el guardia. Al notar que trae documentos, le pregunta si es necesario algún trámite adicional.
Anna: ¿Hay algún documento que necesite firmar o algún procedimiento que debamos seguir? Estamos aquí para colaborar en todo lo que sea necesario.
El guardia de seguridad asiente con amabilidad y explica que necesitan algunos detalles sobre el incidente para los registros oficiales. Anna accede a proporcionar la información necesaria y firma los documentos que se le presentan, asegurándose de que todo esté en orden.
Mientras tanto, Laysha se sienta en silencio en la oficina, aún abrumada por la situación. Anna regresa a su lado con una taza de leche caliente y un pequeño dulce, ofreciéndoselos con ternura.
Anna: Aquí tienes, cariño. Espero que te ayude a sentirte un poco mejor.
Laysha acepta los gestos de Anna con gratitud, tomando la taza entre sus manos temblorosas. Se aferra a ella como a un salvavidas en medio del caos emocional que la envuelve.
El guardia de seguridad entra en la oficina con una sonrisa amable, sosteniendo una pequeña bandeja de dulces.
Guardia de seguridad: Pensé que quizás podrías disfrutar de algunos dulces para levantar un poco el ánimo.
Anna le agradece, pero le dice que no es necesario tanta amabilidad en medio de todo lo que están pasando.
Max guardia: *mostrándome empático* "Lo entiendo, pero en momentos como estos, un poco de dulzura puede hacer una gran diferencia. Tengo dos hijas gemelas en casa, y no puedo evitar pensar en lo que haría si algo les sucediera. Solo quiero ayudar de alguna manera."
Laysha mira al guardia de seguridad con gratitud mientras toma un dulce de la bandeja, reconociendo el gesto amable en medio de la oscuridad que los rodea.
Laysha: ¿como se llama usted señor guardia?
(Foto referencial de Laysha a los 7 años)
Max: soy Maximiliano oficial de policia, pero tu solo dime Max... *Miro a Anna* disculpe señora, ¿Cuantos años tiene la pequeña?
Anna: Laysha, tiene 7 años... Apenas los cumplió hace un mes
Max muestra sorpresa al enterarse de la corta edad de Laysha y se vuelve aún más decidido en su deseo de ayudarlas.
Max: ¡Siete años! ¡Vaya, eres muy valiente, Laysha! Estoy aquí para ayudarlas, ¿de acuerdo? Haré todo lo que esté a mi alcance para sacarte de ese infierno que debe ser tu hogar.
Laysha: Gracias! *Abraza a Max*
Luego, Max ofrece varias opciones para reconfortarlas: "¿Les gustaría un café, té o leche? También tengo algunos dulces, galletas e incluso algunos juguetes si te gustaría tener algo para distraerte un poco. Solo dime lo que necesites."
Laysha: No, así estoy bien... *Me sigo tomando mi leche*
Max: *Mientras marca un número en su teléfono* ^Hola, cariño. Estoy en mi hora de colación, ¿podrías manejar un poco más rápido para que las niñas puedan jugar con Laysha? Sí, es una niña que trajeron a la comisaría. Necesita un poco de amor y distracción en este momento difícil. Gracias, te amo.^
*Max cuelga el teléfono y se dirige de nuevo a Laysha y Anna con una sonrisa cálida.*
Anna: ¿Cuántos años tienen tus gemelas, Max?
Max: Mis hijas, Romina y Javiera, también tienen 7 años, al igual que Laysha. Será genial que jueguen juntas.
Anna: ¡Qué coincidencia! Seguro se llevarán muy bien.
Max: Sí, espero que sí. Estoy seguro de que les encantará conocer a Laysha y pasar un buen rato juntas.
Después de un rato, la esposa de Max llega con sus hijas, Romina y Javiera. Saludan a Max y a Laysha.
Romina: ¡Hola, papá!
Javiera: Hola, ¿quién es ella? *señala a Laysha*
Max: Hola, chicas. Esta es Laysha, una niña muy valiente que está pasando por un momento difícil. Vamos a ayudarla, ¿de acuerdo?
Romina: ¡Hola, Laysha! ¿Por qué tienes tantas heridas?
Laysha: *baja la mirada avergonzada* Mi papá... él...
Anna: Es una historia complicada, chicas. Pero Laysha está segura ahora. Estamos aquí para ayudarla.
Laysha y las hijas de Max, quedan solas en la oficina mientras Max y su esposa continúan hablando con Anna afuera. Laysha se siente un poco nerviosa al principio, pero las gemelas de Max la reciben con una sonrisa amigable.
Romina: ¡Hola! Soy Romina.
Javiera: Y yo soy Javiera. ¿Cómo te llamas?
Laysha: Hola, yo soy Laysha.
Romina: ¿Por qué tienes tantas heridas en los brazos?
Javiera: Sí, ¿te lastimaste?
Laysha se siente incómoda al hablar sobre sus heridas, pero decide ser honesta con las gemelas.
Laysha: Fueron... fueron causadas por mi papá.
Las gemelas intercambian miradas preocupadas, sin saber muy bien qué decir. Sin embargo, Laysha se siente un poco aliviada al compartir su carga con alguien más.
Las gemelas juegan junto a Laysha mientras esperan en la oficina. Después de un momento, el detective llega, lo que hace que Max llame a sus hijas para que salgan de la oficina y se reúnan con su madre afuera.
*Anna entra a la oficina*
Anna: ¿Qué encontraron, detective?
Detective: Encontramos algunos objetos personales de la víctima, nada peligroso. Pero lo más interesante son estas cartas. Una estaba en el bolso de la víctima y la otra estaba escondida debajo de una piedra en el patio de la casa. Ambas están dirigidas a Laysha, y una de estas es muy específica para que sea abierta en unos 9 años mas
Anna: ¿Qué dice la carta que debe abrirse en nueve años?
Detective: No hemos leído su contenido, pero claramente indica que es para el futuro de Laysha, y se dejará así... El caso no se cerrará hasta que aparezca el causante del atroz crimen cometido en esta tarde *veo a Laysha* lo siento hija, te pediré que salgas por favor un momento
Anna: Laysha, sal un momento
Laysha: ¡No! Quiero quedarme con mi tía Anna *abrazo a Anna con fuerza*
Detective: No te preocupes, Laysha, solo quiero hablar con tu Tía de algo, pero no puedo dejarte que escuches lo que digo... *Hablando por Radio* Max, quiero que vengas y por favor aprovechando que está tu familia acá, por Favor... Lleva a Laysha contigo por un momento
*Entra el oficial Max*
Detective: Max, necesito que te lleves a Laysha contigo por un momento. Es mejor que esté acompañada mientras hablamos con su tía.
Max: Claro, detective. Ven, Laysha. Vamos a dar un pequeño paseo mientras hablan.
*Laysha se aferra a Anna por un momento antes de soltarse y seguir a Max fuera de la oficina.*
Anna: Dígame, ¿que es tan importante...?
Detective: También olvidé mencionar que encontré dos cartas dirigidas a usted. Además, nos notificaron que la madre de Laysha envió un paquete que debería llegar mañana. Estamos seguros de que contiene dinero, ya que estaba certificado al ser enviado.
Anna: ¿Un paquete con dinero y una carta?
Detective: Sí, aquí tienes la carta. Lamento mucho la pérdida de tu amiga, señorita Anna. Es importante que tengas cuidado con la entrega del paquete. Podría ser crucial para el futuro de Laysha.
Anna: Gracias por informarme. Haré todo lo posible para asegurarme de que Laysha esté bien y de que estas cartas y el paquete sean manejados adecuadamente.
Detective: Por favor, manténnos informados si surge algo nuevo. Estamos aquí para ayudar en lo que sea necesario.
*Anna toma la carta con manos temblorosas y con los ojos llenos de lágrimas comienza a leer el mensaje de su querida amiga.*
Anna: ~Querida Anna, si estás leyendo esta carta, significa que no logré escapar de mi esposo. Por favor, te ruego que cuides de Laysha como si fuera tu propia hija. Sé que puedo confiar en ti para darle el amor y la protección que necesita. Me duele pensar en todas las cosas que no podremos hacer juntas, como ir a comer helado de chocolate con almendras como solíamos hacer en la secundaria y preparatoria. Te estoy eternamente agradecida por todo lo que has hecho por nosotras. Con amor, María.~
*Anna cierra los ojos por un momento, dejando que las palabras de su amiga se hundan en su corazón. Siente un nudo en la garganta al recordar los momentos compartidos con María. Promete en silencio cumplir con el último deseo de su amiga y cuidar de Laysha con todo su ser.*
Anna: Lo haré, María. Descansa en paz, amiga mía. *Susurra para sí misma mientras sostiene la carta cerca de su corazón.*
Detective: Lo siento mucho, Anna. Si necesitas algo, no dudes en pedirlo.
*Anna asiente, agradecida por el apoyo del detective, mientras una sensación de determinación se apodera de ella para proteger a Laysha a toda costa.*
*El detective toma el teléfono y se aleja para hablar con alguien, Anna permanece en la oficina, con el corazón aún pesado por la carta que acaba de leer.*
Detective: *Regresa unos minutos después* Anna, lamento informarte que, según la ley, Laysha no puede quedarse contigo. No eres un familiar de sangre y no estás legalmente autorizada para ser su tutora.
Anna: *Siente un nudo en la garganta al escuchar las palabras del detective* ¿Qué significa eso? ¿Qué pasará con Laysha?
Detective: Será llevada a un hogar temporal mientras se resuelven los procedimientos legales. Tratarán de encontrar a algún familiar que pueda hacerse cargo de ella. Lo siento mucho, Anna.
*Anna lucha por contener las lágrimas, sintiendo una oleada de impotencia y tristeza al pensar en Laysha siendo separada de ella.*
Anna: ¿Hay algo que pueda hacer? No puedo dejar que Laysha se vaya así... Por favor, dígame que hay algo que pueda hacer.
Detective: Haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar. Pero por ahora, es importante que nos dejemos guiar por el proceso legal.
*Anna asiente con resignación, sabiendo que debe seguir las reglas establecidas por la ley, aunque le duela en el alma.*
Anna: Entiendo. Gracias por todo, detective. Por favor, asegúrese de que Laysha esté a salvo.
Detective: no te preocupes Anna, apenas pueda te llamaré de lo que pueda saber...
*El detective con solemnidad antes de salir de la oficina, dejando a Anna sumida en un mar de preocupación y angustia por el destino de Laysha.*
*Minutos después, La llegada del abogado y la monja junto con el detective llena la pequeña oficina de la comisaría con una atmósfera tensa y solemne. Anna hace entrar a Laysha, quien se aferra a su tía con una mezcla de miedo y confusión.*
Detective: Anna, necesito que firmes este documento. Es un acuerdo que establece que, en caso de que no se encuentre un familiar dispuesto a hacerse cargo de Laysha en un plazo de tres a cinco años, ella tendrá la oportunidad de regresar y reunirse contigo.
*Anna toma el documento con manos temblorosas, leyendo cada palabra con atención antes de firmarlo. Siente un nudo en la garganta al darse cuenta de lo que significa este acto.*
Anna: *Mientras firma* Esto significa que Laysha podrá volver a mí si no encuentran a nadie más... ¿verdad?
Detective: Sí, eso es correcto. Es una medida de precaución en caso de que no se encuentre un hogar adecuado para ella en el futuro.
*Una vez que Anna firma el documento, el detective le entrega una copia y la monja se acerca para darle unas palabras de consuelo. Anna, con lágrimas en los ojos, abraza a Laysha con fuerza, sintiendo el peso de la incertidumbre y la preocupación por su futuro.*
Anna: *Abrazando a Laysha* No te preocupes, cariño. Estarás bien, lo prometo. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.
*Laysha, aunque todavía confundida y asustada, se aferra a su tía con la esperanza de que algún día todo volverá a estar bien.*
Laysha: *llora desconsoladamente* No quiero irme, tía Anna. Por favor, no me dejes.
Anna: *abrazando a Laysha con fuerza* Lo siento tanto, Laysha. Haré todo lo que pueda para que estés bien, te lo prometo.
*Laysha se aferra aún más a su tía, temerosa de ser separada de ella.*
Continuará...