Estaban de regreso en su casa almorzando juntos después de que Alastor preparara la comida con la ayuda de Charlie. Ella estaba mejorando ayudándolo con esas cosas. Cuando terminaron,
Charlie recordó algo.
"Oh casi lo olvido." Se volvió hacia su silla y cogió su bolso. Sacó un pequeño paquete y lo colocó en el centro de la mesa. "Compré dos galletas y pensé que podríamos compartirlas". Ella le sonrió y tomó uno para ella.
"Eso es muy amable de tu parte, querida. Gracias." Él sonrió y tomó la otra galleta para probarla.
Ella le dedicó una pequeña sonrisa, mirándolo apreciar el postre.
"Entonces, ¿qué quieres hacer hoy?" Ella estaba disfrutando de la galleta mientras ajustaba su postura en la silla para mirarlo.
"Bueno, depende, ¿qué quieres hacer?" Se limpió los labios con la servilleta y tomó un sorbo de su jugo de fresa.
"Quiero estar contigo. Eso sonaba demasiado necesitado en su cabeza. "¿Quieres caminar por la ciudad? ¿Quizás bailar?" Ella le sonrió.
"Podemos, pero ¿qué pasa con tu cuadro, querida?" Inclinó la cabeza, terminó su galleta y cruzó los brazos sobre la mesa.
"Yo... no lo sé." Ella se rió.
"¿No lo sabes?" Parecía confundido y frunció el ceño.
"Sí, no sé qué pintar". Dio un tímido mordisco a la galleta.
"Ya veo... ¿Hay alguna razón en particular?"
'Sí' quiso decir, pero se contuvo. "No... simplemente me falta inspiración." Ella le sonríe débilmente.
"Mphmmmm." Él frunció los labios y la miró; él estaba tratando de leerla.
"¿Qué?" Ella se echó hacia atrás mientras él se acercaba más a ella y colocaba su mano sobre su barbilla.
Ella no recibió respuesta. "¿Está... todo bien, Al?" Intentó taparse la cara con la mano. ¿Estaba sucia o algo así?
Ella todavía no recibió ninguna respuesta de él. Estaba empezando a preocuparla.
"¡Lo sé!" Él enarcó las cejas y abrió mucho los ojos mientras se levantaba y caminaba hacia su habitación.
Charlie estiró el cuello para intentar ver el pasillo por donde se dirigía.No mucho después, regresó con el caballete, el lienzo vacío y lo colocó justo al lado del sofá.
"Aquí." Dijo antes de irse nuevamente a buscar el resto de las cosas, como el taburete y los suministros.
"Hoy es un día hermoso, tal vez necesites más inspiración en algún lugar más brillante". Él sonrió. "Si quieres, puedo llevarlo afuera también".
Los ojos de Charlie comenzaron a brillar. ¿Estaba tratando de ayudarla con su falta de inspiración? Fue un pequeño gesto, pero aún así... cariñoso.
"Es perfecto donde está". Dijo con voz suave, colocando su mano libre sobre su pecho. "Gracias Al."
Él simplemente le sonrió y se acomodó el cabello. Regresó a la mesa y estaba a punto de coger los platos vacíos cuando Charlie le tomó la mano.
"¿Puedo preguntarte algo?" Los ojos de Charlie brillaban hacia él, lo que le hizo fijar sus ojos en los de ella.
"Seguro." Se sentía más cómodo con sus caricias y fascinaba sus ojos.
"Yo – ¿Puedes quedarte conmigo mientras pinto?" Ella inconscientemente le acarició la mano con el pulgar.Alastor sintió que el corazón le daba un vuelco en el pecho por un momento. ¿Por qué se estaba volviendo tan constante?
Miró a su alrededor y luego hacia afuera. "Mmm..."
"Si no puedes, está bien..." Antes de que pudiera completar lo que tenía que decir, él la detuvo.
"Por supuesto." Él sonrió y tomó su mano, llevándola a sus labios. "Si te hace sentir cómodo, puedo hacerte compañía hoy". Le dio un pequeño beso en la mano e hizo que Charlie se sonrojara.
"Gracias, Al." Ella apreció su beso mientras lo miraba.
Una vez más, esa estúpida sensación de besar su mano llamó aún más su atención mientras dejaba sus labios allí por un rato.
En cambio, de manera torpe, colocó su mano sobre su mejilla para apretarla, ya que se estaba poniendo roja. ¿Por qué lo hizo? Fue un intento fallido de desviar su atención de su mano. Entró un poco de pánico internamente. Charlie frotó su mejilla contra su mano. Incluso si él le apretaba la mejilla, ella comenzó a disfrutar sintiendo su frío toque. Eso puso a Alastor aún más tenso, porque una vez más, ese sentimiento no era tan malo en absoluto...
"¿Qué tal si empiezas a pintar mientras yo limpio nuestra comida?" Le soltó la mano con suavidad y su rostro para recoger los platos.
"¡S-Claro!" Ella sonrió mientras se levantaba en un abrir y cerrar de ojos. Caminó hacia la lona y se sentó en el taburete, sólo para notar que su recipiente de agua no tenía agua.
Se levantó y caminó hacia el fregadero de la cocina, donde Alastor ya estaba empezando a lavar los platos.
Aunque por ahora estaba tímida y nerviosa, por un momento olvidó que no estaba en casa. Hizo algo que solía hacer en presencia de sus padres.
Ella bajó por sus brazos y se levantó entre ellos, básicamente estaba entre su cuerpo y el lavabo. Alastor sintió sus mejillas ponerse extremadamente rojas mientras dejaba caer un poco su cabeza de cara al cabello del rubio. Tuvo que dejar lo que estaba haciendo y sostener el fregadero.
Ella simplemente estaba llenando el vaso como si no pasara nada.
Alastor ni siquiera sabía qué decir, estaba tan nervioso por la repentina situación que lo único que pudo hacer fue esperar a que ella terminara lo que tenía que hacer.
No pasó mucho tiempo hasta que ella pasó por debajo de su brazo para ir a la lona.Alastor suspiró aliviado, a pesar de que todavía estaba rojo y nervioso. Iba a fingir que no pasó nada.
Charlie estaba dibujando cosas sobre el lienzo, pero nada era suficiente para ella.
Alastor terminó de limpiar los platos, y el resto de la vajilla, y se dirigió al gramófono. Le colocó un disco y empezó a sonar. Caminó hasta su estantería y tomó uno del estante, procediendo a sentarse en el sofá junto a ella.
Charlie todavía no podía dibujar nada. Ella no sabía, ¿debería pintar un objeto? ¿Debería pintar lo que vio por la ventana?
Miró por la ventana, el cielo era de un azul brillante y los pájaros cantaban. Sus ojos regresaron al interior de la casa, mirando a su alrededor en busca de inspiración, hasta que su mirada se encontró con Alastor.
Estaba leyendo tranquilamente un libro y... Las luces del patio trasero y la puerta de la ventana daban una muy buena silueta de él. Eso era lo que quería pintar.
Ella se bajó del taburete y giró el caballete y el lienzo en su dirección, lo que hizo que él la mirara.
"Te pintaré". Dijo con una sonrisa triunfante.
"¿A mí?" Abrió mucho los ojos con sorpresa.
"¡Sí, tengo ganas!" Ella se sentó en el taburete y luego lo miró. "Quiero decir... ¿si te parece bien?"
"Por supuesto, querida. Puedo ser tu modelo; ¿puedo seguir leyendo este libro o quieres que recurra a ti?" Él le sonrió.
"Puedes leer; quiero pintarte leyendo". Ella le sonrió suavemente y él asintió, centrándose en el libro que tenía en las manos.
Cuando Charlie comenzó a dibujarlo en el lienzo, notó cómo sus rasgos eran hermosos, no es que no lo hubiera notado antes, pero... Ahora que lo dibujaba podía verlo mejor.
Charlie se mordió el labio inferior, incluso sin mostrar ninguna expresión, todavía tenía una expresión fuerte en su rostro. Alastor era muy expresivo cuando quería. En ese momento ni siquiera lo estaba intentando. Ella sonrió y soltó una pequeña risita. Era adorable.
Pasó el tiempo y Alastor estiró el cuello, inclinando la cabeza hacia los lados y estirando las piernas.
Pronto se giró un poco para observar a Charlie que estaba concentrado en el lienzo. Apoyó su cabeza contra el respaldo del sofá con una suave sonrisa.
Sintió algo nuevo, al menos nuevo para él, una sensación acogedora por estar simplemente mirando a la rubia. Él la estaba admirando, ¿no? Ni siquiera pudo ocultar su sonrisa mientras la miraba. Tenía ese adorable rostro concentrado donde, por alguna razón, contuvo la respiración un poco, 1 o 2 segundos y sus mejillas se llenaron de aire.
Nunca antes había visto a nadie hacer eso. Charlie estaba haciendo las formas en la pintura cuando estaba a punto de mirar a Alastor. Sus ojos se abrieron por la sorpresa de que él la estuviera mirando.
"Bueno, hola." Dijo con voz tímida.
"Oye, ¿cómo va el cuadro hasta ahora?" Tenía una sonrisa cálida y acogedora en su rostro.
"Bastante bien, eres un muy buen modelo". Ella le sonrió, dejando el cepillo a un lado por un rato, dentro del recipiente de agua.
"Es algo nuevo para mí". Él se rió entre dientes y luego miró al techo por un momento.
"¿Estás cansado?" Charlie ladeó la cabeza. Ella no se dio cuenta, pero estuvieron en silencio durante unas horas. Incluso la música se había detenido hacía horas. La noche iba llegando lentamente mientras la luz naranja iba entrando a la habitación.
"Un poco, pero puedo quedarme aquí así si quieres". Él la miró de nuevo.
"¿Para ser sincero?" Estiró la espalda y los brazos. "Creo que necesito sentarme un poco en algún lugar para poder descansar la espalda".
Ella se rió entre dientes mientras se levantaba y se sentaba a su lado. Apoyó la cabeza contra el respaldo del sofá, apoyó el cuello y dirigió su atención a él.Alastor hizo lo mismo mirándola. "Debo decir que eres adorable cuando te concentras, querida". Él sonrió.
"¿Cuando me estoy concentrando...?" Ella 'repitió' lo que él dijo, ladeó un poco la cabeza y se rió.
"Sí, hinchas las mejillas. Es adorable". Intentó imitarlo y, para Charlie, también parecía adorable.
"¿Como esto?" Ella infló sus mejillas y él se rió más.
"Sí exactamente." Cerró las manos sobre los muslos. "Podría incluso-" Él colocó sus manos sobre sus mejillas y las apretó. "Exprimirlo." Él se rió entre dientes y Charlie se rió.
Alastor apretó sus mejillas suavemente y de manera tonta. Charlie se reía y sentía que sus mejillas se sonrojaban.
Mientras Alastor apretaba, sus ojos bajaron a sus labios. Pensó en cómo se sintieron sus labios el otro día y en cómo él... Podría intentarlo, ¿verdad? No hay nada grande en un beso. Además, ya no estaba con su prometido, así que, como dijo Phillip, estaba soltera.
Sin darse cuenta la estaba acercando a él y su sonrisa se iba desvaneciendo lentamente mientras se concentraba en sus propios pensamientos.
Charlie se congeló cuando notó que él se detenía y se acercaba a ella. Su corazón comenzó a acelerarse en su pecho. ¿Estaba a punto de besarla?
Su mente estaba divagando ahora. Ella salió con Phillip, tal vez él no debería intentarlo... Sus narices se tocaron; Charlie incluso ajustó su postura para él. Ella podía ceder al impulso, pero quería que él lo hiciera solo desde la última vez que dijo "para".
Alastor frunció un poco el ceño, perdido en sus labios. ¿Qué pasaría si ella disfrutara de la compañía de Phillip como todas las demás chicas de la oficina? Si la besara, se lo quitaría. ¿También se retractaría de lo que dijo? Él le pidió que no volviera a hacerlo y allí estaba él, acercándola cada vez más a él.
¿Qué le pasó? Nunca lo hizo, nunca se preguntó por un simple beso como se preguntaba ahora.
Alastor lentamente retrocedió y el pequeño brillo en los ojos de Charlie comenzó a desvanecerse. ¿Por qué tan cerca, pero luego... retroceder?Las manos de Charlie se cerraron, quería tirar de él hacia atrás y decirle que estaba bien, pero... Se prometió a sí misma...
"Se está haciendo de noche." Señaló mientras miraba por la ventana.
"Sí..." Ella estaba un poco herida, porque desea continuar con ese momento.
"Debería preparar la cena. Sólo recalentar las cosas". Él sonrió y la soltó mientras se levantaba para caminar hacia la cocina.
Charlie se derritió un poco en el sofá y se deslizó hacia abajo. ¿Por qué simplemente no... lo hizo? Estaba empezando a ser muy frustrante.
Mientras ponía los ojos en blanco, miró la radio. Estaba oscureciendo, lo que significaba que el espectáculo de Phillip había comenzado. Tenía verdadera curiosidad por saber si era tan bueno como el de Alastor.
Se levantó y lentamente fue hacia la radio. "Al, ¿puedo encender la radio?"
"Claro querido." Respondió mientras encendía la estufa.
Charlie encendió la radio en la estación de Alastor y al instante reconoció la voz de Phillip.Alastor dejó lo que estaba haciendo y miró detrás de Charlie. Ella estaba junto a la radio mirándola. Él levantó una ceja. Tal vez ella sí disfrutaba salir con Phillip después de todo... Sintió una cuerda dentro de su pecho otra vez, y la sensación era terrible.
Charlie estaba prestando atención a la voz de Phillip.
"Lo bueno es que mañana hará buen tiempo, el sol saldrá y brillará como mi cabello. ¿Estoy en lo cierto, señoras?" Dijo Phillip y algunas voces femeninas suspiraron.
Charlie arqueó las cejas, eso era ridículo.
Alastor silenciosamente estaba terminando de recalentar la comida y llevarla al mostrador al lado de la mesa.
Charlie dejó la radio encendida y caminó hacia Alastor.
"¿Qué piensas de Phillip?" Charlie preguntó mientras tomaba asiento.
"Hm, no lo sé. ¿Por qué la pregunta repentina?" Alastor abrió la olla para servirle.
"Bueno, salí con él..." comenzó Charlie.
"Soy muy consciente de ello". Dijo Alastor con un tono neutral.
"Sí, y me preguntaba ¿qué piensas de él?" Levantó la cabeza para mirar a Alastor.
Frunció el ceño, ¿qué se suponía que debía decir?
"Creo que lo más importante aquí no es lo que pienso de él, sino lo que TÚ piensas, ya que ustedes dos podrían salir juntos en el futuro". Alastor casi hizo una mueca al pensar en ello. Sentía asco al pensar en Charlie y Phillip juntos, ¿por qué? ¿Por qué le importaba?
"No estoy seguro de esa última parte". Charlie se inclinó y miró a Alastor. "Pareces molesto, ¿pasó algo?" Ella parpadeó.
"Nada..." Levantó las cejas y esbozó una débil sonrisa.
Charlie seguía mirándolo, Alastor era misterioso y tal vez quería demostrar que ella le molestaba. Porque su expresión lo mostraba muy bien allí.
"Bueno." Ella sonrió mientras seguía mirándolo. Tal vez no debería insistir más en el tema. Ella hizo un gesto con la mano pidiéndole que dejara de servirla. Había suficiente en su plato.
Después de servirse, se sentó en silencio frente a ella.
El silencio llenó la habitación. La voz de Phillip era lo único que hacía ruido.
"¿Te divertiste hoy?" Dijo Alastor sin mirarla.
"Hice." ¿Estaba celoso?
"Mmmmm." Él asintió y tomó un bocado de su comida.
¿Quizás debería jugar un poco? No... ¿Qué pasaría si ella lo ponía más celoso y acababa con cualquier posibilidad entre ellos? Pero tampoco le explicó lo mal que pensaba de Phillip.
Siguieron comiendo.
"El sábado, ¿quieres salir?" Ella sonrió.
"Podemos." El asintió.
"¿Explorar más la ciudad, tal vez?" Sus grandes ojos suplicaban por él.
"Por supuesto, cariño." Él le sonrió y se limpió los labios con la servilleta. "Te despertaré a las 8 en punto el sábado. ¿Suena bien?"
Charlie asintió. "Sí."
Terminaron de comer, Charlie ayudó a Alastor a limpiar los platos, vasos, tenedores, etc.Mientras se dirigían al pasillo, Alastor se detuvo y miró el lienzo. Hasta el momento sólo había bases de colores. No tenía ninguna forma específica, pero podía ver las marcas de lápiz ligeramente debajo.
"Esto parece increíble". Se acercó al lienzo ignorando la molesta voz de Phillip de fondo.
"¿Crees eso?" Sintió que su pecho se aceleraba. Por lo general, ella esperaría un 'no, jaja, qué basura'. Justo después de la frase.
"Sí, tienes mucho talento en el arte, Charlie". Él se volvió para mirarla con una cálida sonrisa.
Ella se sonrojó, nadie además de sus padres le había dicho eso. Y venir de Alastor hizo que su corazón latiera aún más.
"Gracias, Al." Colocó una mano sobre su brazo, acariciándolo.
Luego volvió a mirar la radio.
"¿Puedo apagarlo?" Ya estaba caminando hacia allí. La voz de Phillip se volvió aún más molesta para él que nunca.
"Oh, sí, por favor. Ni siquiera puedo manejar a ese tipo". Suspiró molesta y luego se tapó la boca con las manos. De verdad ella dijo eso?
Alastor se detuvo camino a la radio y no pudo contener una sonrisa. ¿Encuentra a Phillip molesto? ¿Por qué estaba feliz por eso?
"¿Es eso así?" Empezó a apagar la radio. Intentó mantener un tono neutral y se volvió hacia Charlie. El único problema fue que no pudo ocultar su sonrisa.
"Bueno, no quise decir eso." Ella se rió y se pasó los dedos por el pelo.
"Pero lo hiciste." Alastor puso sus manos detrás de su espalda.
Charlie levantó una ceja mientras Alastor sonreía y se acercaba a ella.
"Pero no fue mi intención." Miró a Alastor y su sonrisa triunfante.
"Oh, lo hiciste". Él la miró mientras caminaban juntos por el pasillo. Tenía los ojos entreabiertos sólo para aumentar su mirada "engreída".
Charlie llenó sus mejillas de aire y se cruzó de brazos. Luego, antes de entrar a su habitación, se detuvo y observó a Alastor dirigirse a su habitación.
"¿Por qué estás tan feliz por eso? ¿Estás celoso?" Si él se estaba burlando de ella, ella podría hacer lo mismo.
Alastor se detuvo en el pasillo y sintió que el corazón se le paraba en el pecho. ¿Celoso? ¿Por qué estaría celoso?
"JAJAJA." Su risa resonó en el pasillo mientras giraba la cabeza para mirar por encima del hombro a la rubia. "No estoy celosa querida. Es simplemente adorable ver lo mucho que no querías decir nada malo de él".Charlie puso su mano sobre el pomo de la puerta, mirando a Alastor. Ahora quien tenía una gran sonrisa triunfante era Charlie.
"No, creo que estás celoso." Ella abrió lentamente la puerta.
"No soy." Él sonrió.
"¡Oh, sí lo eres!" Charlie se deslizaba lentamente dentro de la habitación.
"Bueno, cree en lo que deseas, querida". Él se encogió de hombros y se rió entre dientes. Caminando hacia su habitación.
"Está claro que estás celoso. Buenas noches, Al". Cerró la puerta detrás de ella y Alastor se giró para señalar algo pero ella ya estaba dentro de su habitación.
Frunció los labios y se dirigió a su habitación.
'No estoy celoso. ¿Por qué estaría celoso?' Pensó mientras se desabrochaba la camisa.
'Es sólo que pensé que te habías divertido con el idiota y estoy feliz de que no lo hayas hecho'. Tiró su camisa sobre la cama y procedió a desabotonarse los pantalones.
'Eso... ¿No son celos, verdad?' Se estaba quitando los pantalones cuando se detuvo.
'No tengo ni idea.' Parpadeó para sí mismo.
Alastor nunca sintió esto por otra persona, ¿por qué sentiría lo mismo por Charlie?
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