Annabeth comenzaba a apreciar a Rhea y adoraba a Grover pero eso no le quitana el hecho que qusiera arrancarse las orejas si camtaban una vez más"El viejo McDonald tenía una granja"
E-i-e-i-o
Odiaba los viajes en carretera y que ellos cantaran mientras Percy aplaudía lo hacía peor... quizás eso era ser niño, pero su niñez fue muy diferente a las suyas.
—PJ no nos has dicho como lograste terminar en el agua, ¿Viste la distancia del arco?—Cuestionó la castaña dejando de cantar al notar lo rara que estaba Annabeth.
—Mi papá... me salvó—Respondió sonriendo a la carretera sin detenerse al recordar lo que le había dicho el espíritu del agua—Supongo que nunca pensé que él haría algo así por mi
Rhea aplaudió emocionada, tenía que admitir que ahora comenzaba a ver las cosas de otra manera y quizás se arrepentía de pensar que todos los dioses eran malos... quizás.
De todas formas nunca le diría a sus amigos lo que hizo en el santuario, si a Percy y a Grover al regresar al campamento pero no a Annabeth, no cuando las cosas con ellas iban mejor.
—Bueno, tal vez tengamos que empezar a tomarnos las cosas más en serio por él—Opinó sin más la semidiosa, ella tendría que hacerlo, Annabeth quizó levantar sus manos al aire para agradecer al cielo ¡Por fin algo coherente!
—Si, tienes razón Dedee, la prof...
—Auto—interrumpió Grover volteándose ligeramente después de escuchar como un extraño ruido de un motor los interrumpe, ¿auto? Llevaban mucho tiempo caminando por esa desértica carretera y no había señal de vehículo alguno... hasta ahora.
—No es un auto, es una motocicleta—corrigió Annabeth distinguiendo el sonido que se hacia más fuerte.
—¡Oh, que bueno oído, Annie!—Alagó la del lazo rosado y Percy solo frunció el ceño, de acuerdo ¿en que mundo paralelo había aterrizado cuando cayó al agua?
¿Annabeth y Rhea?
Ahora entendía porque no le había incomodado que lo abrazara pero, ¿que si se sentía terriblemente celoso por esa nueva amistad? Si, si lo estaba porque curiosamente la hija de Atenea había recibido más cumplidos que él ese día.
Agregando el hecho que Annabeth estaba terriblemente distante a ellos desde el arco... ¿acaso podía sentirse intimidado por él?
—Gracias princesita... ahora, dejemos que pase. Vamos—Ordenó Annabeth hacia sus amigos para esconderse detrás de los cimientos de cementos que servían como barreras en la carretera.
Sin quejarse, todos hicieron lo mismo en silencio.
—Regresando al punto, creo que que no solo intentamos recuperar algo—Cambio de tema el rubio mirando de reojo como Annabeth volteó hacia Rhea cuando esta le ofreció el último brownie que tenía en su bolsillo, sin embargo la de trenzas solo negó agradecida,odiaba la vainilla, Percy tosió para aclararse la garganta—Creo que tengamos que actuar como detectives
—¡Como Sherlock Holmes!—Interrumpió la castaña moviendose un poco para que todos la vieran—¡Acepto!
—Si—murmuró Annabeth incomoda, tener a Percy y Rhea en cada extremo la hacía sentir rara y eso no le gustaba.
Silencio.
—¿Estás bien?
—No, no creo que lo esté...está actuando rara de nuevo conmigo—Respondió el rubio confundido hacia su hermosa mejor amiga que se dedico a analizar el gesto corporal de la de trenzas
—No actuó raro—Interrumpió Chase fingiendo seguridad sin mirar a ninguno de los dos niños de ojos azules que ahora la observaban con detenimiento.
—Si, has estado así desde que nos fuimos del arco—Aseguró Percy hacia ella—Oh lo entiendo
Rhea abrió sus ojos enojada y al mismo tiempo emocionada cuando lo comprendió también, sin embargo trató de apaciguar todo ese sentimiento de celos para concentrarlo en su amigo ¿acaso Annabeth estaba sintiendo algo por Percy?
Le dolía pero también sospechaba que inconscientemente su mejor amigo también lo sentía, necesitaba una señal más o alguien que se lo confirmara para dejarlo ir y ayudarlo con Annabeth; algo que le dijera que si su felicidad era alguien más, lo ayudaría.
Eso hacían los amigos ¿no?
—No es necesario darle importancia... que me hayas abrazado—Grover, quién se había mantenido callado se atragantó deseando que Percy no continuara hablando, no cuando sabía que Rhea lo apoyaría y sin saberlo lo haría sentir peor, despue su de todo, ambos hablaban sin pensar—Osea, somos como amigos ahora... es algo que los amigos suelen hacer
Vaya.
—Si, exacto eso hacen los amigos... yo lo hago con ellos todo el tiempo, ¿No me viste abrazando también a PJ allá?—Apoyó Rhea mostrando sus aperlados dientes y Percy no había pensado en el poder de las palabras hasta ahora ¿lo habían mandado ya a la zona de amistad?
Y lo hicieron, se dijo Grover conteniéndose para no golpearse la frente o ahorcarlos como a Bart Simpson... al menos a Percy.
—Vi a las Moiras—Confesó la de trenzas tratando de evitar esa incomoda conversación, no sabía lo que estaba pasando pero no quería averiguarlo—Allá en el arco, vi a las tres Moiras
—Espera ¿Moiras? ¿como las de Hercules?—Susurró interesada Rhea levantando sus pies para lograr acunar su mentón en sus rodillas y mirar a la otra semidiosa con interés
Annabeth frunció el ceño.
Nota mental, comenzar a acostumbrarse a eso.
—Vi Átropos cortar un trozo de hilo
—¿Eso eso malo o...?
—¡PJ presta atención! ¿No recuerdas Hercules? ¡Las Moiras casi asesinan a Hercules por Megara!—Habló por lo alto Rhea y el rubio asintió, admitía que se la pasó observando a su mejor amiga en lugar de prestarle atención a la pelicula—¡Es un clásico!
—¿Qué?—dijo Annabeth incrédula ¿Megara?
—Las Moiras tejen el hilo de vida de todo ser viviente y ver un hilo cortado—Informó Grover al confundido rubio, todo ese tiempo llevaba hablándole a ellos de la mitología por las cartas y ¿Percy no recordaba nada y Rhea solo recordaba Hercules?
Definitivamente fue el peor profesor.
—Significa que uno de nosotros va a morir—Interrumpió la de trenzas cansada, ¿Por qué estaban explicándole eso a alguien que no parecía importarle morir?
—Todo moriremos en algún momento—Opinó el rubio con notable obviedad haciendo que su mejor amiga se cubriera la boca asustada—Quiero decir... no ahora... pronto pero... no, ahora ahora
—Si es pronto—Habló de nuevo Annabeth y Percy hizo un ademán de incredulidad ¿Acaso no captó que trató de convencer a su preciosa Rhea que no iban a morir? ¿Por qué la asustaba de esa forma?
—¿Pronto?—Repitió interesada la del lazo, ¿Otra vez volvería a sentir esa contracción en su pecho por el hecho de creer que perdería a alguien? Se negaba, primero se moriría ella antes que alguno de ellos... interpondría cualquier cosa por tener la capacidad de salvarlos.
—Es... es una advertencia, es un presagio, princesita—Murmuró apartando la mirada de los dos semidioses, pensar en las moiras y todo lo que pasó en el santuario de su madre le daba jaqueca.
—¿Rhea? ¿Quieres decir algo?—Preguntó Grover confundido cuando la pálida niña de ojos azules levantó su mano como si de repente esperara su turno para hablar.
Adorable.
Extraña pero adorable.
—Gracias... pero, no lo se Annie, si hemos aprendio algo estos últimos días es que ningún monstruo puede con nosotros... muchos menos tres adorables ancianas con un ovillo de lana—Annabeth frunció el ceño, hasta ahora era la segunda cosa más lógica que había dicho en todo el viaje—Además somos mas rapidos que tres ancianas—Y allí estaba, la iluminación lógica desapareció de su diminuto cerebro, pensó la de trenzas.
Sin embargo, curiosamente ahora, para la hija de Atenea toda lógica y sentido desaparecía por Rhea.
Dejo de creer en la lógica cuando la escucho, sería lo que Annabeth diría si alguien le preguntara, ¿Qué estaba pasando con ella?
—Dedee tiene razón... tres ancianas no nos pueden decir lo que pasará, podemos elegir... y yo elijo hacer modificar lo que va a ocurrir y puedo elegir hacer lo que sea que...quiera
—Queramos, PJ—Corrigió Rhea levantando una ceja
—Lo que queramos, PJ... digo eso—Habló Percy nervioso y Grover quizo burlarse de él, no era la primera vez que se retractaba o corregia por la adorable castaña pero ¿Eso era el amor, no? Sacaba lo mejor de las personas.
Antes que algunos de los cuatro pudiese opinar algo más, el mismo sonido del motos que se escuchó a lo lejos replicó más cerca antes que se apagará completamente detrás de ellos.
¿Qué?
—¿necesitan ayuda?—Escucharon de pronto y al instante los niños no tardaron en mirarse entre ellos confundidos.
Doble¿que?
—¿Disculpe?—preguntó Grover asomando un poco la cabeza sobre el cimiento al igual que los semidioses para observar ahora quién les ofrecía ayuda.
—Pregunté que si necesitan ayuda—Declaró el hombre de chaqueta de cuero vestido completamente de negro, la semidiosa analizó su estilo, admitía que se veía bastante rudo pero bueno, extrañamente no le aterró.
—Oh, que amable, cr...
—No, gracias y adios—Interrumpió Grover jaloneando la mano de Rhea delicadamente cuando estaba por levantarse de su escondite y Percy suspiró cansado, a ese paso terminaría rescatando al amor de su vida de posibles traficantes en moto y no de monstruos—Aunque gracias por preguntar. Adiós
—¡Gracias señor!—exclamó Rhea emocionada antes de volver a su escondite imitando lo mismo que sus tres amigos hicieron para no seguir hablando con el misterioso hombre en moto.
El de barba y casco negro soltó una risa al observar los cimientos donde los tontos niños se escondían ¿Eso eran semidioses? ¿Una cabra, una presumida, un pescado y una cabeza hueca? ¿Eso defendía su padre?
Ahora se preguntaba que si su padre jamás hubiese conocido a la madre de esa niña... quizás su gran dinastía no estaría por el piso.
—No se ven muy bien—Escucharon los cuatro el tono burlón del adulto y Percy negó hacia la de ojos azules, la conocía, quería desahogarse con él como lo hacía con cualquier extraño pero esa no era la ocasión ¡No si sus pulmones estaban en peligro!
—No necesitamos nada de usted—Afirmó esta vez Annabeth levantando su cabeza para volver a esconderse, comenzaba a cansarse de ese hombre.
—¿Seguros?
—Señor, no debería hablar con usted pero reafirmo que estamos seguros... gracias—Canturreo la niña levantando un poco su cabeza para volver a esconder al momento que el hijo de Poseidon la tomara del brazo para que regresara detrás del cimiento.
¡Tus pulmones Rhea! ¡Piensa en ellos! Quizo gritarle a su mejor amiga, a ese punto sería dificil cuidarla si ella seguía esforzandose en hablarle de manera amigable a cada persona que se le cruzara enfrente, debía dejar de confiar y creer que todas las personas eran buenas.
¿Acaso Medusa y Equidna no le enseñaron eso?
Decepcionante, pensó Ares frunciendo el ceño ¿Amable y estúpida? ¿Esa era la bastarda preferida del gran Zeus? Admitía que si se hubiese topado con el inútil tronco se sentiría un poco intimidado pero ¿Ella? ¿Qué tenía de especial además de ese estúpido lazo en su vacía cabeza?
De nuevo, no entendía como su padre seguía tratando de defenderla, como Apolo la veneraba y como su hermosa y perfecta Afrodita la adoraba.
A ese paso sería fácil ganar su apuesta porque ni en un millón de siglos cabría la posibilidad que esa tonta mocosa llegara a agradarle por mucho que le recordara un poco a su amor, la bastarda de su padre no se le asemejaba ni a los talones.
—Están muy atrasados—habló de nuevo el hombre de negro más fuerte para asegurarse que todos lo escucharan sonrió al momento que los mocosos salieron de su escondite en silencio.
Bingo.
—El solsticio de verano es en pocos días y aunque me encantaría ver que estalle una buena guerra, como su primo mayor...—Ares apretó sus dientes al recordar que esa estúpida niña era su hermanita, indignante, ya tenía suficiente con el niño pez—... siento que quizá los quiera ayudar
—¿Primo?
—¡Percy creo que es tu primo!—Dijo volteándose hacia su amigo para tocarle el hombro emocionada, a pesar que el rubio había escuchado lo mismo, solo le sonrio a su amiga para no hacerla sentir mal—Pero ¿quién puede ser? ¡Zeus tiene muchos hijos! ¡Oh no! ¿Eres un demonio de Hades?
Ah, hueca e hiperactiva ¿Acaso no podía ser más diferente a mi padre? Pensó con molestia el dios de la guerra observando como la niña le sonreía amigablemente... ¿de verdad eso le gustaba a sus propios mestizos? Jamás se había sentido tan parcialmente 'orgulloso' de la decepcionante Tabitha hasta ahora.
—La guerra no suena tan mal ahora...
—Ares—Soltó segura la de trenzas volteando hacia los dos semidioses que no apartaron la mirada del ahora conocido dios.
—Tu debes ser la hija de Atenea—Bufó con recelo y fastidio el hombre, quién lo diría... si había alguien más molesto que la mascota de su padre—¿Siempre tienes que ser la más lista del grupo? Nerd
Rhea se encogió de hombros, era bueno tenerla con ellos, de lo contrario ¿quién sería el cerebro completo de la misión?
—Oiga, ser inteligente es algo bueno—Se cruzó de brazos la castaña y Percy pasó una mano por su cara, era frustrante saber que ella siempre iría uno o cuatro pasos adelante para buscar la forma de morir.
Pero él era más rápido, entonces estaba bien, correría o encontraría la forma de ser flash para alcanzar a Rhea.
—Es bueno para los tontos como ustedes—Murmuró el dios levantando una ceja, ¿Acaso la había insultado? Percy apretó su mandíbula ¿había llamado a su perfecta y futura esposa tonta? ¿O era solo él quién escuchó eso?—Escuchen, olviden lo que dije, empecemos de nuevo porqué despues de todo, solo soy un hermoso, pobre y solidario dios que intenta ayudarlos
Que amable, pensó Rhea balanceándose de un lado a otro, era el primer dios que se encontraban en persona y ¡ya iba a ayudarlos! Primero Poseidón y luego Ares, comenzaba a creer que no todos eran igual de malos que Athena o Zeus.
Después de todo ¿quién castiga a su hija por una tonta cabeza y... quién declara una guerra por un rayo?
—¿Como sabes lo que estamos haciendo? —cuestionó la de chaqueta morada de brazos cruzados, estaba haciéndolos perder el tiempo, y no tenían mucho.
—Porque estoy haciendo exactamente lo mismo que ustedes. Zeus también envío a todos sus hijos en busca del rayo maestro—Confesó con obviedad y con tono aburrido, hablar con la hija de la falsa favorita de su padre le cansaba, justo lo hacía hablar con Atenea—Miren tontos, tengo hambre.
Todos la tenían.
—Hay un restaurante algo decente en el camino, si quieren mi ayuda, ahí estaré pero no pierdan el tiempo—Informó sin emoción para volver a encender el motor de su moto liego de colocarse el casco negro y los lentes oscuros que había sacado de un bolsillo de la chaqueta—No esperaré para siempre y... ¿qué?—Siseo cansado cuando vio a su media hermana levantar la mano tímidamente.
—¿Cree... cree que pueda ir con usted, señor de la guerra?—Percy y Annabeth fruncieron el ceño mirando al mismo tiempo a la castaña que lucía ilusionada por viajar en moto con el dios pero ¿acaso ya había perdido la cabeza despues de todas esas experiencias traumáticas?—¿Por fis?
—No—Respondió sin más el hombre volviendo su vista al frente para intentar arrancar su moto pero de reojo vio como el animado rostro de la niña se convertía en una mueca triste, como si fuese alguna clase de cachorrito apaleado... oh, no ¡voy a arrepentirme de esto!—Solo... andando, niñita
—¡Grover!—Regaño Percy cuando el sátiro ayudó a la castaña a cruzar la vaya sin más—¡Viejo!
—Vamos, sabes que ella odia caminar—Se defendió el de pequeños cuernos para bajar la mirada apenado ante la severa mirada que le dio Annabeth, ¡Era verdad! Rhea odiaba caminar y ellos ya llevaban mucho tiempo caminando.
Además, estaba seguro que todos irían detrás de Ares ahora que se llevaba a Rhea, en un mundo paralelo si no lo hacían, él lo haría solo porqué también ¡moría de hambre!
—PJ ¡Me siento como en Grease!—Habló emocionada la niña después de subirse detrás del dios que rodó sus ojos graciosamente detrás de sus oscuros lentes.
—Solo... ¿No tienes otro casco extra?—Preguntó rendido el rubio, Grover tenía razón, su mejor amiga odiaba caminar y de todas formas irían para saber que les diría Ares, solo era cuestión de tiempo y de motivación... ir tras Rhea ahora era motivación suficiente para él.
—¡Oh! ¿padre preocupado o novio sobreprotector? Mejor haz fila—Se burló el hombre para desabrocharse la tira de su oscuro casco para pasarselo a la niña que lo tomó en silencio—¿Ya ves? No hay nada de que preocuparse primito... tu pequeña noviecita estará bien
—Ella no... pero... ¡Por favor solo cuídala!—Pidió indignado Percy con las mejillas totalmente rojas cuando Rhea lo analizó curiosamente después de colocarse el casco
¡Jackson quería que la tierra o el inframundo lo tragase con urgencia!