POV CAMILA
Otro día más trabajando en el mundo de la farándula. Era la única mujer en la empresa donde trabajaba pero no me molestaba, tenía uno que otro privilegio, que era más rápida y conseguía mejores fotos, pero una desventaja es que ni se daban cuenta de mi, y en media acción siempre salía lastimada.
Había sido contratada para tomar fotos en un concierto de caridad de una famosa cantante llamada Lauren Jauregui.
Ya la conocía, la había fotografíado muchas veces ya que ella siempre iba de un lado para otro y yo y mis compañeros casi siempre le seguíamos el paso.
Esa chica era hermosa. Completamente diosa. En todas las fotos que había sacado de ella siempre salía tan perfecta. Borracha, Molesta, Feliz, Estresada, Sudada...
Nunca me había tocado estar en un evento donde la fotografiaría tan de cerca y eso me ponía un poco nerviosa y emocionada.
En tan solo unos segundos ella salía al gran escenario a la luz del atardecer. Preparé mi cámara y me preparé para su gran llegada.
Las luces se destellaron y salieron fuegos artificiales que fotografíe para mi misma.
En ese segundo ella salió, tan perfecta como siempre y con una gran sonrisa. Capturé el momento.
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Después de 6 canciones, muchas fotos y un increíble concierto, ella se retiró con una bella sonrisa y confettis por todos lados. Me sobé los brazos ya que todo mundo me empujó y miré las últimas fotografías que había tomado. En todas salía hermosa. Quien fuera ella.
Comí unos hotdogs hasta que nos informaron por la radio que Lauren ya iba a salir por la puerta principal y rápido me dirigí hacía allá antes de que los demas fotógrafos me aplastaran y yo terminara haciendo el ridículo de nuevo y me tomaran más fotos a mí tirada que al famoso.
Llegué y todo estaba despejado. Suspiré.
Pero no duró mucho. Mientras cogía aire por la corrida, Lauren salió con muchos guardespaldas rodeandola, y con miles de fotógrafos detrás de ella, lo que significo que yo corriera por mi seguridad.
Había tomado unas cinco fotos cuando sin darme cuenta otro fotógrafo me empujó fuerte. Atrapé rápido mi cámara antes de que cayera, pero eso dio a que un guardaespaldas me empujara también ya que me había acercado demasiado.
Impacté contra el suelo de rodillas, junto con mi cámara que tronó al chocar contra el concreto. Mi corazón se aceleró. Tenía las mejores fotos ahí y era una de mis primeras cámaras. Lágrimas se formaron en mis ojos más por mi cámara que por mis rodillas y manos sangrientas.
-¡Estás despedido! -Escuché la voz de una mujer gritar. Era Lauren. Estaba apuntando a su guardespaldas y su mirada cayó a la mia.
-¿Estás bien? -Ella se agachó y tomó mi mano para levantarme. Mi corazón se aceleró de nuevo. Antes de que pudiera decir algo, ella me jaló de la mano hacia la limosina que estaba a unos metros de nosotras.
Entramos y al cerrar la puerta todo el ruido que había afuera desapareció.
-¿Estás bien? -Repitió su pregunta inspeccionando a ver si estaba lastimada. La vi levantar una ceja.
-Sí, solo unos raspones. -Contesté y fué cuando me di cuenta de que mi pantalón se había roto. Era mi favorito.
-Ugh, lo lamento. Ese guardespaldas ya había causado daños antes, pero esto fue el colmo. -Dijo con unas risitas. -¿Cómo te llamas?
-Camila, Camila Cabello. -Contesté con una sonrisa tímida y levante mi mano oara estecharsela. En cambio, ella tomó mi mano y la besó. Me sonrojé un poco, aunque ya eataba bastante grande para eso y ella sonrió. De repente, ella se paró y abrió un cajones, sacando unas toallas aparentemente húmedas. Se sentó de nuevo y tomó mis manos y las apretó en la toalla caliente. Se sintió muy bien, así que le sonreí. Estaba a punto de hablar cuando ella se adelantó.
-Yo soy Lauren, pero seguro ya lo sabes. -Rió. -¿Y como esta tu cámara? -Contestó mientras ponía otro pañuelo en mis rodillas. ¿Era artista o doctora?
Suspiré. Se había raspado nada más pero era como un raspón en mi corazón.
-Se raspó, pero sigue sirviendo. -Dije inspeccionadola un poco.
-Bien, ¿quieres una bebida? -Preguntó mientras se paraba a un estante que había con bebidas.
-No, gracias.
-Lamento lo que pasó. ¿Me permites al menos tratar de remediarlo? -No sabía a que se refería pero asentí. En unos minutos llegamos a lo que pensé que era su hotel y nos estacionamos en una parte alejada. Sí que ser famoso era un poco complicado, pero muy lujoso, como esta limosina por ejemplo.
-Llegamos. -Informó Lauren. La puerta de la limo se abrió y ella tomó mi mano al bajarnos.
-Oye, Lauren, no es la gran cosa, si quieres...
-No hay problema, no te arrepentirás. -Dijo en un tono que hizo que sintiera cosquillas. Decidí no contestar y apresuramos el paso para que nadie la viera.
El hotel era hermoso. Si no mal recuerdo, era el más grande y hermoso de Miami. Y el más caro.
Entramos directo al elevador y Lauren picó los botones. Esto sería un largo viaje.
Pasaron unos segundos en silencio. Ambas mirabamos hacia enfrente y lo único que podía escuchar era mi respiración un poco pesada. Algo había dado clic en mi cabeza y ya me había dado una idea de lo que ella quería. Y yo también quería hacerlo.
En menos de un segundo, ella volteó hacia mi, tomó mis manos y me estampó contra la pared helada del elevador.
No me dolió, sin embargo, me estremecí al sentir lo frío contra mis brazos. Me estremecí de nuevo al sentir sus cálidos labios presionarse contra los míos.
Cerré mis ojos y seguí su caliente beso. Su cuerpo se juntó al mio lo más que pudo, pero la cámara colgada en mi cuello impedía un mayor contacto.
El beso me robaba el aliento. Se tomaba unos pocos segundos y volvía a juntar nuestros labios de nuevo. Bajó nuestras manos y puso las suyas en mi cintura y las mias las puse en sus hombros.
Chupó mi lengua y mordió mis labios de la forma más sensual que había sentido. Sin querer gemí, pero eso pareció alentarla.
Nunca había besado a una chica, pero ahora me gustó. Ni siquiera sabía si era lesbiana o no, pero eso no era lo que importaba.
Mientras nos besábamos, ella corrió mi cámara hacia un lado, y su cuerpo se juntó con el mío. Suspiré al sentir su calor corporal mezclarse con el mío, pero el aire se atoró en mi garganta al sentir cierto bulto apretarse contra mi ombligo.
Obviamente yo sabía sobre esos rumores de que Lauren tenía un miembro extra, ya que a veces se le notaba en las fotos, pero como decían, eran solo rumores. Ahora me daba cuenta que no, y me sentí feliz al saber que hasta tal vez iba a sentirlo dentro de mi. También me sentí agradecida de aquel guardespaldas que me había empujado.
Tal vez es muy grande, pensé.
Sus manos bajaron hacia mis muslos y los apretó fuerte. Bajé mis manos para tocarla también, pero el elevador pitó.
Nos separamos al instante en que se abrieron las puertas. Arreglé un poco mi cabello y alicé mi ropa cuando salimos. Habían como 3 puertas en todo el pasillo. Debía ser una habitación grande.
Lauren nos dirigió a la puerta 2, puso su pulgar en una maquina y la puerta abrió. Yo veía todo impresionada. Tenía que sacar fotos a esta habitación.
-¿Te gusta? -La voz ronca de Lauren interrumpió mis pensamientos. Asentí con una sonrisa viendo a mi alrededor. Paredes blancas con azul, muebles café, alfombra gris y mucha comida.
-¿Quieres comer primero? -Preguntó mientras ella se servía una bebida. Acepté y después de servirnos nos sentamos en unos sillones para comer. Lauren prendió la mega televisión y estaban dando Pretty Little Liars.
-Hace mucho que no lo veía. -Dijo Lauren sonriendo a la tv.
-¿Lo ves? Ami me encanta. -Contesté emocionada. Nunca creí que ella fuera de las que veía series o algo así.
-Sí, pero no estoy al corriente.
-Ya acabó.
-¿Qué?
-"-A" es...
-¡No! -Lauren rápido cerró los ojos y se tapó los oídos. Yo reí ante la acción. Se veía extremadamente tierna. Ella se destapó las orejas.
-Por favor, no me digas, quiero que sea sorpresa.
-Esta bien.
-¿Cuál ha sido el -A que mas te impactó? -Preguntó. No dudé en responder.
-Ezra, definitivamente. ¿Y tú? -Respondí.
-Yo creo que Mona...Y Toby. -Contestó pensativa. Charlamos un tiempo más sobre PLL, luego ella me contó sobre su trabajo y yo del mio mientras comíamos, hasta que terminamos de comer y dejamos los platos en una mesa.
Ella se acercó más a mi, moviendo sus cejas rápido, por lo que reí.
-Y...¿ en qué estábamos? -Preguntó en un susurro cerca de mis labios. Tragué saliva.
Ni siquiera respondí cuando ella junto sus labios contra los mios, más suave que antes. Sus labios se movían con lentitud y exactitud, con la presión adecuada y el ritmo perfecto para hacerme suspirar y desearla más.
Su lengua hizo cosquillas con la mia, mientras la tomaba entre sus labios y la chupaba expertamente. Gemí bajo y en ese instante, Lauren me tomó entre sus brazos y me sentó a horcajadas en sus piernas.
El beso se hizo más intenso. Nuestras respiraciones eran más aceleradas y nuestras bocas luchaban por quien dominar el beso. Sus manos acariciaron mis costillas por encima de mi camiseta, hasta que bajaron y subieron la tela. Terminé de sacarmela y la lancé al piso mientras las manos de Lauren acariciaban la piel desnuda de mi espalda y estómago.
Nos separamos un poco por falta de aire, pero ella ni me dejo respirar por qué sus labios persistentes se encontraron con mi cuello. Me mordí el labio inferior para evitar gemir, sin embargo, los sonidos ahogados parecían motivarla más.
Sus dientes rasparon mi cuello, para después morder y lamer el lugar. Gemí alto e incliné más mi cabeza para darle más espacio al cual besar. Sus manos acariciaban mis muslos y mis piernas aún cubiertas por la tela de mi pantalón negro. Esperaba que desapareciera pronto.
Ni me había dado cuenta cuando Lauren había sacado su blusa y la había lanzado hasta que apretó mi cuerpo contra el suyo y sentí su piel caliente tocar la mía. Suspiré.
Mi respiración era más que agitada, mi centro palpitaba fuertemente y la humedad ya estaba presente, y como pude sentir, Lauren no estaba mejor que yo. Su erección se presionaba contra mi centro aún cubierto, y parecía que cada vez crecía más y más. Gemí ante eso.
La boca de Lauren ya había pasado por todo mi cuello y mis clavículas e iba más abajo, donde más la necesitaba. Desprevenidamente, Lauren me tomó de los muslos y se paró junto conmigo. Me aferré fuerte a ella hasta que ambas caímos en la cama y sentí las suaves sábanas tocar mi espalda.
En esos momentos, mi pantalón y el suyo desaparecieron, asi como nuestros sujetadores fueron a acompañarlos al frío piso.
Los labios calientes de Lauren atacaron mis pechos mientras su mano me hacía caricias en las piernas y en los muslos. Yo era un desastre de gemidos y jadeos. Y no dudaba que también hubiera un desastre en las sábanas de mi humedad. Lauren si que era una buena amante. Mi cuerpo y yo lo sabíamos.
Su erección se rozaba con una de mis piernas y yo me moría por sentirla. Se veía tan grande dentro de aquel pequeño boxer y cada vez ne daban más ganas se sentirlo.
No esperé más y como pude, me acercé y se lo baje un poco. Ella pareció entender y se lo terminó de sacar. No paso mucho tiempo cuando ella sacó mis bragas y las lanzó a otro lado.
Mi respiración se aceleró cuando ella lentamente abrió mis piernas. Cerré mis ojos y jadeé cuando ella empezó a repartir pequeños besos en la cara interna de mis muslos.
Ella se alejó y sentí la piel caliente de su miembro frotarse contra mi húmedo centro. Gemí por lo sensible que estaba y por qué, aun que no lo había visto, parecía muy grande.
Sin aviso, Lauren me penetró de golpe. Grité de placer y dolor. Se retiró de nuevo y volvió a entrar lentamente. Gemí y apreté mis dientes mientras sentía como lentamente cada pulgada se deslizaba dentro de mi, cortando mi respiración.
Suspiré alto al sentir como se acomodó en mi y comenzó a mover sus caderas lentamente. Jadeé y ella repartió pequeños besos en mis mejillas y cuello por el momento. Sus manos acariciaban mis piernas y mi vientre mientras yo me sujetaba de su espalda, donde sentía sus músculos flexionarse y tensarse. Solté un gemido que estaba aguantando cuando ella empujó profundamente dentro de mi.
Los pequeños gemidos y jadeos de Lauren me excitaban y a la vez me tranquilizaban. Me hacían saber que no era la única disfrutando aqui.
Los movimientos de Lauren aumentaban y nuestras respiraciones se agitaban cada vez más. Sus labios en mi piel se hacían más atrevidos y sensuales, más húmedos y calientes. Mis manos acariciaban sus hombros y de momentos enterraba mis uñas en su piel.
Arqueé mi espalda y apreté mis piernas alrededor de su cuerpo. Paseé mis manos por su espalda sudada, bajando y sintiendo sus músculos y mis manos curvadas debido a su gran trasero. Apreté un cachete y deshinibidamente le di una nalgada. El alto gemido ronco y gutural que soltó Lauren casi me llevó al borde.
Sus caderas se movían sin cesar, rápido y fuerte. Sus labios ya no besaban mi piel, ya no podía. Su cabeza estaba escondida en el hueco de mi cuello, jadeando y gimiendo contra mi cuello y oído.
Eché mi cabeza hacía atrás, sintiendo como me tensaba ligeramente. El calor de mi vientre se expandió por mi cuerpo y comencé a temblar.
-Ah, Lauren! No pares! -Gemí, abrazando fuerte su cuerpo contra el mío. Ella gimió ahogadamente y en ese instante me corrí.
Mi mente se puso en blanco y mis ojos se cerraron con fuerza, soltando un gemido bastante alto. Mi humedad se expandió, empapando el miembro de Lauren que entraba y salía de mi cuerpo casi violentamente rápido.
Me sentí mareada en placer. Sus movimientos no terminaban y sentía que moría. De pronto, Lauren gruñó sexymente contra mi piel sudada y por fin se corrió dentro de mi. Su escencia me llenó por completo, hasta que unos segundos después ella terminó por completo. Sus movimientos lentamente bajaron, hasta que ella quedó quieta encima de mi, temblando ligeramente y tratando de recuperar su respiración.
Moví mis manos pesadamente por su espalda, sintiendo sus músculos ahora relajados bajo mi tacto. Pasamos unos minutos así, cuando sentí una contracción en mi centro.
Al parecer Lauren no había terminado.
Gemí bajo al sentir las lentas palpitaciones allá abajo comenzando de nuevo. Lauren se levantó de nuevo y me besó, alimentando mi fuego y excitandome de nuevo. Sus besos eran la mejor cosa que me había pasado hasta ahora.
El miembro de Lauren revivió de nuevo dentro de mi, poniendome más alerta. Mi cuerpo que seguía caliente se calentó más y por consecuencia gemí.
Lauren cuidadosamente se salió un poco de nuevo y volvió entrar, empezando así otra ronda de sexo.
No fue tan delicada esta vez, sus caderas se movían rápido y duro, arrancandome gemidos desde lo más profundo. Enterré mis manos en su cabello y ella levantó un poco su cabeza para besarme, sin embargo yo no podía seguirla ya que no podía parar de jadear y gemir.
-Camila, eres tan sexy. -Jadeó Lauren acariciando ahora mis pechos y pellizcando mis pezones. La combinación de ambas cosas me hizo arquear mi cuerpo y gritar.
Lauren empujó más fuerte y acercó su cabeza para besar mis pechos. Acariciaba y mordisqueaba tan sensual con sus labios que yo ya no podía más.
Mi cuerpo temblaba y sentí los fuertes espasmos llegar. Mi garganta se rasgaba de tanto gemir y jadear. Mis piernas no aguantaban más y mis brazos estaban débiles, pero no quería que Lauren parara.
Sus duros embites llegaban tan profundo que no podía evitar arquearme. Lauren gemía deliciosamente, su cuerpo estaba caliente y sus manos apretaban mis pechos mientras se acercaba de nuevo como yo.
Su lengua se arrastró a lo largo de mi cuello, lamiendo una gota de sudor que había resbalado por ahí, hciendome jadear más fuerte.
Rasguñé sin piedad su espalda aunque sabía que le dolía, pero necesitaba una liberación ya. La ronca voz de Lauren sonaba tan sexy al gemir, y yo ya no podía más.
Mis paredes se cerraron fuertemente sobre ella, mis piernas temblaron y mis pensamientos desaparecieron. Grité y apreté fuerte mis manos al sentir las fuertes descargas acabar con mi cuerpo.
Inmediatamente, Lauren gimió alto y se dejó llevar, llenándome de nuevo. Su cuerpo se dejó caer al mío y yo la abracé como pude, sintiendo mis brazos muy pesados.
Nos quedamos los próximos minutos así, simplemente abrazadas tratando se recorbrar la respiración. Unos segundos después Lauren levantó su cabeza. Tenía los párpados medio cerrados, sus ojos verdes brillantes y las mejillas sonrojadas, con una pequeña sonrisa.
-¿Esto lo recompensa? -Preguntó contra mis labios antes de presionar los suyos en un pequeño beso. Ya ni me acordaba.
-Sí que lo hace.
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Jeje, gracias a la persona que me dio la idea de esto, no recuerdo su usuario :v y no se ustedes, pero cada vez odio más las actualizaciones de wattpad :v
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Te he hablado yo y te deseo buenas noches…