El repaso de gala era lo que era, tu actuación mirada bajo lupa para sacar la mayor cantidad de fallos posibles. Chiara daba gracias al universo porque tenía la sensación que de no haber salido favorita habría estado nominada y eso le dejaba un sabor agridulce de lo que debía ser un momento alegre.
Violeta no se había visto mal y los profesores tampoco le dijeron nada malo. Ese puede que fuese la primera gala que había vivido con cierta tranquilidad y, de no haber sido por la expulsión, de la que mejor sabor de boca se habría llevado.
Después del repaso algunos se hicieron un té y otros un café pero varios se fueron juntos a la terraza a intentar tener un momento tranquilo. Rus se tumbó en el puf y Juanjo y Martin se sentaron en los sillones individuales mientras que Chiara y Violeta se tumbaron juntas en el sofá más grande. Hablaron de la gala, de los posibles temas de la semana y de la vida fuera.
-Creo que no hemos hablado lo suficiente de lo guapa que iba ayer Chiara- dijo Rus.
-Es verdad Kiki estabas guapísima- la aludida se puso un poco roja de todos los alagos- Buah conozco a una chica que le encantarías- hablo el chico.
-¿Musicalmente?
-No. Bueno que también pero me refería a que eres su tipo total- explicó.
-Es que tengo tan claro que vas a tener un ejercito de lesbianas al salir- bromeó la de Canarias.
-¿Sabeís que a mi me gustaba Chiara?-comentó Juanjo despertando el asombro en todos.
-¿De verdad?- preguntó Chiara con una vocecita tierna.
-Buah es que te veía y uf, se me caía la baba- siguió hablando el chico- Pero ya no eh- aclaró tanto para Martin como para Violeta.
Violeta era, muy, consciente de lo guapa y atractiva que era Chiara, por no hablar de su personalidad encantadora. Escuchar a su compañeros repetirle constantemente a la morena lo guapa que era no molestaba lo más mínimo a la grandina. Es más, se alegraba de que estuviese rodeada de tanta gente que animaba y apreciaba así a la chica. Lo de fuera si le daba más miedo. Ella había seguido otras ediciones de OT y sabía que luego las cosas cuando acabase el programa eran distintas. Quizás su relación no terminaba de afianzars o quizás la menorquina escontraba, entre todas esas mujeres que iban a estar babeando por ella, alguien mejor que Violeta.
Su relación no había empezado de la mejor manera, con la morena siendo "la otra" en una relación que fuera había sido estable. Todo lo que había pasado antes de navidad podía haber despertado inseguridades en Chiara sobre la durabilidad de su relación. Violeta había escuchado mucho aquello de "alguien que pone los cuernos una vez puede hacerlo dos" y le preocupaba que la menorquina pensara eso, sumado a la cantidad de pretendientas que iba a tener fuera y al terremoto que todos iba a vivir una vez saliesen, le daba pavor lo que pudiera pasar con ellas. Ahora que sabía lo que era estar con Chiara no quería perderlo por nada del mundo.
La mañana pasó entre ayudar a Chiara a recoger su armario y escuchar los temas de la gala. Después de comer tuvieron la visita de Miriam Rodríguez y el esperado reparto de temas. Chiara estaba muy feliz con su solo interpretando "mía" de Belén Aguilera. Violeta, por su parte, no estaba tan convencida con "flowers".
Por la noche se sentaron juntas al piano. Chiara quería que la pelirroja le ayudase a escoger entre las canciones que tenía sin terminar para su clase con Vic del viernes. Le dió permiso para ojear su libreta pero siempre muy atenta de en que canciones se paraba. Le quitó más de una vez el cuaderno porque había cosas que aún no quería que viese. Al final Violeta se decantó por una y la morena la tocó al piano.
-¿Esta va por la misma chica que las otras que me has enseñado?- Chiara solo había cantando un puñado de sus canciones que iban dedicadas a mujeres pero a Violeta le picaba la curiosidad de si iba por la misma persona.
-No. Todas mis canciones a mujeres van por dos chicas distintas, mi ex y la primera chica que me gustó. Esta es por la primera chica que me gustó de verdad no solo un pequeño crush que fue como wow. Era, bueno es, de esta gente que todo el mundo mira y que todos están coladitos por ella ¿sabes? y yo que era super tonta cada vez que me hacía un poco de caso me hacía ilusiones pero esos ratos que me hacía caso a mi y no al resto era como que me sentia la más cool, no sé era tonta- explicó de manera atropellada.
-No Kiki, no eras tonta. Entiendo perfectamente a lo que te refieres, a veces conoces a gente que te parecen tan increibles que no terminas de creerte que te hagan caso. Es como la frase de la canción esa everyone is looking her but she is looking at you- Violeta le entendía bien porque ella misma se sentía así alrededor de Chiara.
Su conversación no duró mucho más porque les apagaron las luces y las dos lo entendieron como que era buen momento para irse a dormir.
El miércoles Chiara fue a OT al día como nómada favorita y volvió de plató con un gorrito y unas zapatillas para casa de unicornio dandole a Violeta la imagen más adorable que había visto en su vida. Era incapaz de decidir que lado de la menorquina le gustaba más, si el lado blandito o adorable o cuando se ponía femme fatal como en nochevieja. Apreciaba los dos por igual y se sentía afortunada de poder ver las dos caras de la chica, aunque realmente, pensadolo bien su lado favorito de todos era cuando se abría con ella y le enseñaba sus canciones. Le daba igual la ropa que llevase porque ella siempre le veía preciosa, lo que de verdad le llenaba el corazón eran esos momentos a solas cuando Chiara le ensañaba una parte de ella que no compartía con nadie más.
El jueves en la academia se respiraba un ambiente raro, quizás era porque aún no estaba libre de virus, por lo más de cuarenta días que llevaban allí o porque empezaban a ser conscientes de que estaban casi en el ecuador del concurso y a partir de ahí todo sería más difícil.
Al pase de micros no fue bien, estaba de jueves como solían decir. Imprecisiones, desorden, actuaciones a medio gas... A Chiara le dejó un poco tocada y empezaba a replantearse quitar el piano de su actuación. No sabía bien lo que el jurado y los profes querían de ella y eso le complicaba mucho el trabajo. Violeta salió algo más contenta aunque aún la canción no estaba en el punto que quería.
Varios aprovecharon después de cenar para ensayar sus canciones. Álvaro y Violeta se fueron a praticar su tema y Chiara el piano. Apenas se vieron durante ese par de horas. La granadina terminó y buscó a la morena en los pianos que había por la academia pero no le encontró así que se fue al baño. Allí estaba Chiara desmaquillandose con los ojitos cerrados mientras pasaba el algodón por esa zona. Violeta aprovechó para abrazarla por detrás, la chica abrió los ojos, y al ver de quien se trataba, recostó su peso sobre el pecho de la mayor.
-Hi baby - le dijo con la voz un poco ronca de tanto cantar.
-¿Qué tal los ensayos?
-Bien, Bea me ha ayudado con el piano y la voz solo la he pasado un par de veces para no forzar y ahora me pienso meter en la cama ¿y tu?
-Iba a ir al piano a ver si me sale algo para una letra que se me ocurrió el otro dia pero creo que mejor me meto en la habitación a descansar también
Una vez en la habitación se tumbaron juntas en la cama de Violeta. Chiara estaba tumbada boca arriba mientras que la pelirroja estaba de lado con el codo sobre el colchón y la cabeza apoyada en la mano. La espalda la tenía pegada a la pared y con la otra mano le hacia caricias suaves con la yemas de los dedos por la cara a la morena, prestandole especial atención a sus rasgos favoritos como los lunares o sus cejas.
-Eres tan guapa- dijo seguido de un suspiro.
-Bueno fue a hablar ¿sabes?- Chiara había días en los que se veía mejor que en otros pero es que la pelirroja no tenía un día malo.
-Tú eres más guapa y tienes un cuerpazo todo el mundo te lo dice- habló mientras bajaba su mano de su cara a su cuello.
-Violeta, eres objetivamente la persona más guapa de esta academia, tu cara podria parar una guerra, ese nivel de guapa y tienes unas curvas que buah... tu eres una mujer y yo tengo cuerpo como de niña.- Violeta negaba con la cabeza completamente en desacuerdo.
-Anda ya Kiki, cuando te veo lo último que pienso es en una niña. Vamos creo que te lo dejé claro en nochevieja
-Bueno siempre podría estar más claro- dijo con un tono pillín.
Violeta se lanzó a besarla con la misma intensidad que lo había hecho unos días atrás cuando iniciaron el año. Chiara paseaba sus manos por la espalda y los costados de la más mayor, ocasionalmente acariciando su abdomen llegando a rozar la parte baja de sus pechos. Violeta nunca había sido de fijarse mucho en el culo de la gente pero el de Chiara lo tenía memorizado. Le agarraba de las nalgas, libres de tela gracias a la costumbre de la morena de dormir en tanga y camiseta, llegando a clavar sus uñas ligeramente en el músculo.
Se separaron con la respiración agitada encontrándose la mirada entre la oscuridad del cuarto. Violeta se acurrucó en el pecho de la morena dejandose mimar por ella. Esa imagen que muchos tenían de ella sobre ser alguien que no necesitase de los demás se desmoronaba con Chiara, le encataba recibir cariño por parte de la menorquina.
-No sabes las ganas que tengo de estar a solas contigo, de verdad, aunque no pase nada pero esa tranquilidad e intimidad
-A mí me pasa igual- dijo besandole una última vez antes de irse a dormir.
El viernes fue un día tranquilo para las dos. Por la mañana pasaron por vestuario y la psicóloga. Después de comer Chiara tenía su clase como nómada favorita. Había elegido una clase de composición con Vic, la pelirroja le había ayudado a elegir la canción sobre la que trabajar, que apenas eran un par de ideas y frases sueltas que la menorquina tenía en su libreta.
Trabajar con Vic era de las cosas favoritas de Chiara en esa academia. Se entendía muy bien con el profesor y siempre encontraba sus clases especialmente útiles, se imaginaba en un futuro trabajando con él en sus composiciones.
Cuando llevaban casi la mitad de la hora se dieron cuenta de la cantidad de letra que todavía les faltaba.
-Igual es un poco loco pero...¿y si llamas a Violeta para que nos ayude con la letra?- para nadie que estuviese vinculado a OT era un secreto la buena relación que tenía con Violeta, a los profes les daba igual lo que hubiese entre ellas, solo sabían que se hacían bien mutuamente.
-¿Voy a buscarla?- preguntó incapaz de contener una sonrisa, la pelirroja ya le había ayudado mucho con la canción así que tampoco es que fuera descabellado que les echase una manos ahora.
-Creo que nos podría ayudar bastante pero es tú canción así que tú decides.
Se levantó y buscó a Violeta por la zona de lavabos, la chica estaba ordenando su ropa.
-¿Ya has terminado?- preguntó sorprendida, Chiara negó con la cabeza y tiró de su mano mientra caminaba haciendo que Violeta se moviese también.
-Estamos atascados con la letra y Vic me ha propuesto que te pida ayuda- se frenó en seco cuando iba por el sofá- si tú quieres claro, es que nos entendemos tan bien que creo que me puedes ayudar mucho a conseguir expresar lo que quiero.
-Pues claro que quiero Kiki, si me encanta componer contigo.
Volvieron juntas a la sala de ensayo, Violeta se sentó en las escaleras mientras que Chiara volvió a ocupar su silla. La pelirroja se limitaba a escuchar y escribir en una hoja frases e ideas que se le iban ocurriendo y cuando necesitaban letra ella contaba sus ideas. Al final, algunas acabaron siendo útiles y consigueron llenar algunos espacios en blanco que se habían quedado en la canción.
Noemí entró por la puerta de la sala captando la atención de todos. La morena no se podía creer que ya se hubiese terminado la hora.
-¿Pasa algo?- preguntó extrañada.
-¿Me tengo que ir no?- dijo Violeta pensando que había incumplido alguna regla al estar allí.
-No no. Es la clase de Chiara y si ella cree que lo puede aprovechar mejor si le echas una mano es totalmente decisión suya, no vengo para echarte, tranquila. Pero se os ha acabdo el tiempo- explicó la directora de la academia.
El resto del día pasó bastante rápido, todos estaban emocionados porque esperaba que esa noche los reyes pasaran y les dejasen algún regalito. Aquella mañana fue de las únicos días en el que a Violeta no le sentó mal la música con la que los solían despertar. Se giró para abrazar a Chiara, que estaba de espaldas a ella, la apretó y llenó de besos su cara.
-Venga que han venido los reyes.
Salieron todos juntos hacía la sala de ensayo dónde les esperaban algunos regalitos. Cuando la pelirroja terminó de abrir los suyos fijó su mirada en Chiara que estaba mirando una especie de cuaderno o libro que tenía entre sus manos. Se acercó a ella y pasó su brazo por encima de los hombros.
-Mira son fotitos de mi familia y mis amigas- La menorquiena volvió al inció del albúm y le comenzó a explicar la historia que había detrás de cada imagen.
Entre los regalos y los churros con chocolate esa estaba siendo la mejor mañana desde que pusieron un pie en la academia. A la una volvieron a retomar las clases y el ritmo normal del día. Por la tarde tenían pase de micros, que salió muchísimo mejor que el del jueves, y después ensayo con Vicky para terminar de fijar la coreo de la grupal.
Chiara se puso a ensayar su tema en ese breve espacio entra la grupal y la cena. Llevaba desde el jueves practicando su vocalización y el piano, que era lo que más le había resaltado los profesores. Era la segunda vez que se subía a ese escenario sola y quería hacerlo perfecto. Violeta se había sentado en frente del piano y la veía ensayar en silencio hasta que una idea cruzó su mente. La morena al piano era la definición de paz y tranquilidad, se le veía tan a gusto que quería grabarlo en su mente. Lo fácil hubiese sido hacerle una foto pero ya tenía muchísimas imagenes de ella. Quería algo más personal, algo que le pudiese regalar como todos los momento al piano que Chiara le regalaba a ella.
-Te voy a dibujar- dijo captando la atención de la morena que abrió los ojos soprendida.
-¿En serio?- preguntó achinando los ojos por la sonrisa tan grande que tenía.
-Aunque no te aseguro que salga bien.
-Estoy segura de que será de lo más cute
-Así te puedes ver como yo te veo- le explicó la granadina en un hilo de voz.
Violeta logró terminar su dibujo pero quería darle algunos retoques antes de enseñarselo a Chiara así que se guardó el cuaderno sin decir nada y esperando que la morena ya no se acordase del dibujo.
Tras la cena se quedaron la mayoría charlando un poco en la mesa, esos momentos de conversaciones casuales eran lo más cercano que tenían a irse a tomar algo con amigos, sin tener que abandonar la academia. Recogieron los platos y se comieron como postre los restos del roscón de reyes que les habían traído en la comida. Martin abrió la veda cuando empezó a manchar a sus compis con la nata del dulce. Chiara lo vió y lo quiso copiar. Se acercó a Violeta discretamente, o eso pensó ella, y le acercó el trozo a la boca como invitandole a morder pero en realida se lo acercó tanto que le manchó de nata la punta de la nariz. So fucking adorable pensó al verla riendo con la nariz manchada de nata. Violeta dejó que se escapara y cuando sintió que la morena tenía la guardia baja le manchó toda la boca y parte de la barbilla de nata. La de menorca no sabía si mancharla precisamente ahí era parte del plan de la granadina pero decidió usarlo a su favor.
-Podrías ayudarme a limpiarme- le propuso con una cara pillina que Violeta empezaba a reconocer bien.
-Claro amor- dijo dispuesta a seguirle el juego.
Se acercó mucho a la chica y le agarró firme de la cabeza quedando a escasos centimentros. Chiara miraba hipnotizada la boca semi abierta de la mayor, vió perfectamente como sacaba la lengua para relamerse los labios. A la morena se le estaba haciendo la boca agua con lo que veían sus ojos. Esas sensualidad que Violeta era capaz de desprender la mataba y le daba la vida a la vez. Se olvidó del directo, del programa y de donde estaban, solo quería sentir esa lengua recorrer sus labios, y ya puestos, cada rincón de su boca. En el último segundo, cuando ya tenía los ojos hasta cerrados, notó algo mucho más firme que aquellos labios que ya conocía bien, contra su piel. La pelirroja le miraba riendose mientras le quitaba los restos de nata con el pulgar. Después se llevó el dedo gordo a la boca y gimió jugetona cuando limpió la nata de su propio dedo.
-Wow, vaya momento- se escuchó de fondo a Martin decir.
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Capítulo alegre para sobrellevar el día de hoy. Intentaré subir el siguiente cuanto antes.