Brooke Porter.
—¡Bienvenidos! Es un placer recibirlos.
Ward Cameron nos espera en la puerta de su TannyHill. Rose, su actual pareja, lo sostiene del brazo con una sonrisa de oreja a oreja, pero se veía tan falsa que apenas daban ganas de saludarla. Ward tenía casi todo el pelo blanco por las canas, pero Rose tenía un color rubio que la hacia resaltar. La diferencia de edad era notoria, y me dió un poco de asco.
—Dios, si yo fuera Rose, también soportaría a Ward con tal de tener todo este dinero —se ríe mi hermano por lo bajo mientras subimos las escaleras y yo lo codeo porque sé que si nos escucha, estamos en un problema—. No seas aburrida, Brooke. Te encantaría tener todos los vestidos que Rose tiene.
—¿Qué tienen de malo mis vestidos? —pregunto mirando el mío, era de color celeste.
—Los de ella son más... Elegantes.
No llego a responderle cuando James apoya una mano gentilmente en mi hombro, en dirección a Ward. Me preparo y le sonrío como nunca me sonreí a nadie, y creo que se da cuenta de la fuerza que estoy haciendo cuando suelta una risita incómoda.
—Brooke, hace mucho no te veo por estos lados. Sarah me dijo que te vió con la hija de los Carrera, me imagino que todavía estas... Con los pies en la tierra, no como ella.
Papá se ríe con total falsedad y mamá hace una mueca en un intento de una sonrisa por un chiste que a nadie le hizo gracia. Envuelvo el brazo de mi hermano con los míos y entramos a la sala de TannyHill, observando atentamente el lujo que esa mansión tenía.
—¿Me casaría con un Cameron por todo esto? —bromeo mientras camino—. Tal vez. Lástima que el único Cameron disponible es el más idiota.
—Siempre tan simpática, Porter.
Harry y yo nos sobresaltamos cuando escuchamos la característica voz de Rafe Cameron. El rubio estaba apoyado en el marco de la puerta, mirándonos con una sonrisa de labios cerrados pero con total arrogancia. Mi hermano se ríe entre dientes porque al final a la que escucharon fue a mí y yo puedo sentir que mis mejillas lentamente se ponen coloradas.
—No sabía que estabas escuchando —digo mirándolo con vergüenza—. Perdón por lo que dije.
—No pasa nada, Brooke. Hace tiempo no te veo por estos lados ¿Cómo anda la vida de "Pogue 4 Life"? —pregunta con un tono sarcástico, pasándose una mano por el pelo engominado—. Todos tuvimos esa etapa, me alegra saber que con todo esto de la construcción vas a volver a donde perteneces.
Harry me mira casi amenazador porque sabe que me estoy mordiendo la lengua y sabe que tengo ganas de gritarle muchas cosas por su sarcasmo que no le hace gracia a nadie, pero en cambio, le sonreí enormemente —Planeo hacer las cosas bien esta vez.
—Bueno, las puertas de esta casa están más qu ab...
Harry lo interrumpe sin dejarlo terminar, con un gesto en la mano demostrando que había escuchado suficiente —Ya entendimos, y muchas gracias. Qué lindo es saber que todavía existen caballeros.
Rafe ladea la cabeza y chasquea la lengua, probablemente rendido por no poder ser un caballero conmigo —Es bueno saber que tenes un guardaespaldas, B.
—"B" es para los amigos, Rafe, y no sos uno.
Se ríe entre dientes mientras se endereza. Miro de reojo la cadenita de oro que tiene colgaba del cuello, es una diminuta "S" —Brooke, todavía quiero entender por qué siempre estás a la defensiva, nadie te va a lastimar. No pretendo obligarte a ser Kook, pero si fueras accesible, la pasarías mejor con nosotros.
No dice más y se dirige a la gran mesa en el comedor. Estaba repleta de comida y tenía sillas suficientes para todos. Sarah y Wheezie Cameron ya estaban sentadas y riéndose entre ellas. Hacía meses habíamos dejado de hablar porque me acerqué a Kiara, y ellas no son las mejores amigas, así que elegí incluso sin quererlo.
Harry y yo las saludamos antes de sentarnos, y no pasó mucho cuando el resto de la familia se sentó con nosotros. Mamá estaba entre Harry y yo, mientras que papá estaba en una punta y Ward en otra.
Rápidamente empezaron a hablar sobre lo que les importaba: la construcción para agrandar Figure Eight y dinero.
—Me encanta que estemos juntos en familia, sobretodo porque se va a consolidar lo que habíamos hablado —habla Ward de una manera tan falsamente relajada. Sarah pone los ojos en blanco, pero Rafe se veía emocionado—. Vamos a empezar después de la fiesta de verano, y esa noche se hace el anuncio.
—¿Entonces no sabe nadie todavía? —pregunta Wheezie mientras se acomoda los anteojos.
—Por ahora no, Wheezy, y por favor, que siga así —le responde su padre—. En fin, como decía, me alegra saber que Brooke y Harry se van a unir a la construcción.
Ambos levantamos la cabeza en el instante y nos quedamos mudos en cuanto terminó de hablar. Nunca nos habían mencionado tener que unirnos a eso. Ni si quiera sabíamos exactamente de qué se trataba.
—¿Unirnos?—cuestino y puedo sentir la mirada de mi papá en mi nuca.
James habla antes que Ward lo haga, tratando de remediar lo que yo pregunté —Es que no hubo tiempo de contarle, queríamos que sea sorpresa para hoy.
A Ward le vuelve el color al rostro, y muy contento, nos explica —Como ya saben, vamos a extender Figure Eight para hacer que la Isla sea incluso más hermosa, así que después de deliberarlo por meses y pedir muchísimas autorizaciones, nos dejaron hacerlo.
Rose agarra la mano de su esposo por encima de la mesa y la apreta con una sonrisa —Es un muy buen ingreso y es la primera vez que lo dirigo con Ward. Así que unir nuestras familias es muy importante.
Sarah hace una arcada con un gesto en silencio y me atraganto con el agua que estoy tomando, pero la patada de mi hermano me recompone enseguida.
—Y además, todos vamos a tener una parte de esto —agrega Rafe.
Sarah, sin mirar para arriba, interrumpe —Le falta contar algo. No dijo que para eso va a tirar muchas casas del Corte, y que va a dejar a muchísimos Pogues en la calle.
Susan deja de masticar en el momento en el que Sarah habla. Mira a James con el ceño fruncido y puedo ver la furia creciendo de a poco dentro suyo. Papá estaba sorprendido porque no se esperó que Sarah hable, y Ward no sabía dónde meterse. Harry apreta la mandíbula pero yo no me sorprendo porque sé que son capaces de hacer algo de ese estilo, pero no me dejaba de parecer repugnante. Papá no le había dicho a nadie que para hacer la construcción iban a dejar gente en la calle.
—No voy a ser parte de eso —declaro y Harry me apreta la rodilla por debajo de la mesa para que me calle—. Pensé que la idea era darle hogar a los Pogues, no sacárselos.
—Nunca hablamos de desalojo, James —brama mamá mientras deja los cubiertos sobre la mesa—. Dijimos que íbamos a hacerlo del lado baldío de Figure Eight.
James se acomoda los anteojos en el rostro, y nervioso, nos mira —Va a ser un desalojo temporal, Susan.
—No van a ni notarlo, no tienen mucho por perder —Rose opina con ironía, parecía divertida incluso.
—¿Temporal? Viven en la miseria, vas a sacarle lo único que tienen —le recrimino—. Yo no voy a poner mi nombre en ningún papel mientras dejar a la gente en la calle sea parte del contrato.
Ward me mies con una sonrisa de oreja a oreja, para tratar de calmar la situación —B, no te preocupes, no vamos a hacer nada que los ponga en peligro.
—Brooke, pensé que habíamos dejado claro ese tema —recrimina mientras me apunta con el dedo—. Kiara no es Pogue, ¿Por qué te importa?
—¡Porque son personas antes que Pogues! —ataco levantando la voz quizás por demás—. Es nefasto querer dejar a la gente en la calle. Además es peligroso pretender que van a poder tirarles la casa abajo sin nada a cambio.
Ward se pone de pie —No grites en mi mesa, Brooke —me dice en un tono firme—. James, controla a tu hija o no vamos a poder seguir adelante con esto.
—Brooke no necesita que nadie la controle, tal vez usted debería pensar dos veces antes de hacer las cosas —me defiende Harry apenas Ward me termina de gritar—. Y yo no voy a formar parte de nada tampoco, no es justo.
—Estoy bastante seguro de que no te necesitamos —se burla Rafe.
Harry se ríe sarcástico —Yo estoy bastante seguro de que no vas a servir de nada porque ni si quiera terminaste la secundaria, Rafe.
—¡Suficiente! ¡Brooke y Harry, afuera!
Siento en corazón en la boca cuando escucho a papá gritar después de golpear la mesa. No me quería mucho, pero nunca me gritaba, y la piel se me pone de gallina apenas me doy cuenta de lo que había hecho. James me mira enfurecido y Harry se levanta, y sin esperarme, se va directo a la puerta principal sin mirar para atrás. Papá no cesa su mirada y me pongo de pie apenas reacciono.
[BAD IDEA; TAYSCULTURE]
—Me siento una mierda.
Harry y yo nos fuimos de la casa de los Cameron en cuanto salimos. Yo estaba un poco arrepentida, pero mi hermano mayor sostenía que habíamos estado bien. No era mi intención calentar la situación de esa manera y sabía que papá estaba más que enojado, así que no quería volver a casa.
Harry se acerca mientras caminamos bajo la sombra y me pasa un brazos por los hombros, acercándome un poco –No digas eso, estuviste bien. Rafe y Ward se piensan que se pueden comer el mundo, alguien los tiene que parar.
—No quería ser yo la que lo haga.
—Pero lo hiciste, y está perfecto —me asegura—. No te comas la cabeza.
—Le arruiné el negocio a papá.
—Creeme que no, hay algo más que no nos están contando porque te aseguro que a Ward no le importa el Corte porque si.
Harry pensó algo que yo no: la posibilidad de un negocio mucho más profundo del que nosotros creíamos. A James y a Ward lo único que los podía mover era el dinero, y el Corte no les iba a dar dinero en sí porque nadie, ni si quiera el Kook con más ganas de una casa nueva, iba a mudarse a un territorio que alguna fue el Corte.
—Si cambian el contrato, ¿Lo firmarías? —me pregunta mi hermano en cuanto me ve pensando.
Era una pregunta complicada. No había forma de que lo cambien —Sigue siendo raro, ¿Vos?
Apreta los labios, quizás pensando dos veces antes de responder —Probablemente sí. Sé que dije que puede que haya un negocio detrás de todo, pero es solo una suposición. Brooke, tengo veinte años y estoy en medio de una carrera que sé que no me gusta, ¿Cuando me viste apasionado por la medicina? Si me va a dar dinero construir casuchas en Figure Eight, lo hago.
Tenía un punto. Para mi es un poco más fácil porque apenas tengo dieciséis años y estoy terminando la secundaria, el dinero no me preocupa porque siempre supe que mis papás tienen con qué vivir.
Pero lo que Harry dijo me hizo dar un poco de culpa porque metí la pata, no era necesario meterme en negocios que eran demasiado para mi. Harry tenía menos posibilidades y menos tiempo que yo para buscar una fuente de dinero.
—No pensemos más en esto —propone acelerando el paso—. No tenemos que volver a casa, ¿No? Escuché que Kiara te dijo anoche que hay una fiesta hoy ¿Puede ser? Podemos ir.
Lo miro incrédula cuando termina de hablar porque, claramente, escuchó toda mi conversación con Kiara —¿Por qué estabas escuchando? —me exalto— ¡Me dijiste que no ibas a hacer eso nunca más! ¡Era una conversación privada!
Levanta las manos fingiendo inocencia, pero su sonrisa atrevida indica todo lo contrario —Las paredes son muy finas.
—Harry, no hagas eso, me da vergüenza —le admito agachando la cabeza.
—¿Por qué? ¿Porque hablaron de JJ? —levanta una ceja, satisfecho por saber con qué molestarme.
Siento mis mejillas arder y le doy un empujón que solamente lo hace reír —¡No hagas eso!
—¿Qué? ¿Hablar de JJ en voz alta? —grita cada vez más fuerte mientras le intento tapar la boca.
—¡Harry, estamos cerca del Corte, callate!
Me da manotazos para esquivar los míos, riéndonos en la pelea mientras grita el nombre de JJ como si fuéramos los únicos en la zona.
–¡Ya! ¡Basta! ¡No grites más!
Mi hermano se calma finalmente y se ríe cuando se ds por vencido —Dios, qué gracioso es molestarte.
—A mí no me da risa —declaro con cierto enojo.
—A mí sí, y mucha —afirma agitado—. ¿Pero vamos esta noche? Vamos B, sabes que te moris de ganas de verlo.
—Pero es mala idea.
–¿Y desde cuando tomamos buenas decisiones? Acabamos de gritarle en la cara a Ward Cameron.
Dudo un poco antes de responder porque internamente sé que es mala idea ir a una fiesta sin permiso después de pelear con papá, pero ir a una fiesta sin permiso después de pelear con papá es exactamente la excusa más válida para que la noche sea el doble de interesante.
—Voy a avisarle a Kiara que estamos yendo a su casa.