Naruto Trilogía

Autorstwa OreonLe23

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Naruto x Como entrenar a tu dragón y frozen Więcej

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Autorstwa OreonLe23

Desde ese día Naruto Anna y Elsa empezaron a comunicarse por cartas, cartas que eran llevadas una vez por semana por Johan cada vez que iba a Arendelle, hasta que.

En Arendelle una noche Anna levanta a Elsa para jugar con nieve y armar un muñeco, todo fue diversión con las niñas hasta que ocurrió un accidente Anna calculo mal al saltar de un montículo de nieve y Elsa le dió a Anna en la cabeza.

Elsa comenzó a gritar pidiendo ayuda, sus padres entraron corriendo encontrando a Anna en el suelo con Elsa.

" Está perdiendo el control " Agnarr " Hay que llevarla pronto "

Agnarr tomo un libro de su biblioteca donde se mostraba a un sujeto pequeño haciendo magia así que montaron sus caballos y fueron a buscarlo.

Naruto nunca supo del incidente el siguió escribiéndole a las hermanas, pero nunca recibió respuesta, sin saberlo habían pasado algunos años, hasta que por fin se dio por vencido al ver que no recibiría respuesta de las hermanas, sin saber que sus cartas nunca llegaron a manos de ellas, en su lugar habían sido guardadas por sus padres.

Naruto salió de su habitación con un semblante triste, observo su escritorio y luego el pueblo.

" Que estoy haciendo, el pueblo me necesita, si ellas no quieren saber de mí que así sea, tengo que hablar con padre " Naruto

Naruto comenzó a buscar a Estoico por la aldea encontrando lo se paró detrás de él.

" Estoico, Naruto te está buscando " Bocón

" Naruto " Estoico " Que sucede "

" Quiero ir al ruedo " Naruto

Lo que dijo su hijo lo sorprendió, se preguntaba que lo había llevado a tomar esa decisión.

" No diré que no, pero por qué no esperar he ir con los otros chicos al ruedo " Estoico

" Solo quiero estar preparado y ayudar " Naruto

" Que sucede realmente " Estoico

" Ya lo sabes, decidí pasar página y ayudarte a proteger la aldea " Naruto.

Estoico lo medito un momento " Bien, preséntate con bocón, mañana comenzará tu entrenamiento

Tiempo después

-"Buenos días"- saludo un vikingo de pelo negro y barba a un joven quinceañero pelo marrón rojizo, con una playera y pantalones verdes junto a unas botas de color marrón al igual que un chaleco de pelo del mismo color, este corrió por el campo de batalla evitando, flechas bolas de fuego magma caliente, cuchillas mortales y una que otra oveja voladora, por donde pasara oía cosas común.

-"¿Qué haces afuera?, ¿No deberías estar aquí?, ¿Deberías cubrirte? , etc."- sin embargo, nuestro vikingo jovenzuelo no hacía caso no hasta que casi es partido a la mitad debido a una enorme descarga de magma.

-"¿Qué haces afuera?, ¿Que hace otra vez afuera?, ¡Ve a cubrirte¡"- le advirtió un vikingo robusto de cuerpo parecido a una roca, tenía músculos más grandes que una espada y la fuerza de un sifón, su aspecto era de una barba rojiza tan tupida que cubría más que solo su torso, portaba camisa y pantalones verdes oscuros, unas botas y la capa de jefe de color marrón, su nombre Estoico "El Basto", el joven vikingo siguió su camino, el destino era próximo a revelarse, el mayor enemigo había atacado y era por ello que nuestro corredor llegaba al fuerte de fuertes, donde la gente más prometedora acudía en busca de fuerza y esa zona no era otra más que ... la armería, este entro y el herrero le saludo.

-"O que bueno que te unes a la fiesta, creía que ya te habían llevado"- bromeo Bocón.

-"¿Quién a mí?, no los dragones no sabrían que hacer con todo esto" - realizo una clásica pose para demostrar sus músculos de los cuales carecía.

-"Bueno necesitan molda dientes ¿no?"- pregunto Bocón , la gente empezó a llegar en busca de afilar sus hachas, espadas y otras cosas, también por boleadoras o arcos.

En otro lugar un grupo de jóvenes quinceañeros se movían con rapidez y agilidad por las calles incendiadas de la isla.

- "A la izquierda"- hablo un joven de pelo moreno, estatura promedio de aspecto mugriento y desalineado, su vestir era playera y pantalones grises, junto a unas botas y chaleco negro, unas vendas de cuero en los brazos su nombre era Patán Jorgenson, uno de los más prometedores vikingos de la 8va generación.

-"Okay"- respondió otro de los jóvenes, el cual era grande y robusto con brazos lo suficientemente fuertes para romper troncos de los árboles, su única extrañeza eran sus pequeñas piernas, su pelo era rubio paja, llevaba un enorme abrigo color marrón con las botas negras, su nombre Pata pez Ingerman, él tenía la complexión, pero no la valentía para matar dragones.

-"Diecinueve casas están llameando en la zona derecha, ¿que tal tu hermana?"- pregunto uno de los jóvenes de pelo rubio lacio y largo, sus vestimentas eran una playera y pantalón grises con las botas y chaleco de color negro, este miraba a una joven idéntica a el, quien vestía de igual manera solo que el chaleco y los pantalones eran miel.

-"Cuarenta y ocho hasta el momento"- respondió la joven, estos eran los gemelos Brutacio y Brutilda Torton, dos cabezas de carnero que podrían causar más destrucción que los dragones, aunque no había mejores personas cuando de locas ideas que funcionaban mejor que las cosas convencionales.

-"Estamos cerca de la herrería, es posible que tengamos que cubrir más de que esperábamos- les comento una segunda voz femenina, ella también era rubia natural, sus ojos azules brillaban con fulgor entre tanto marrón de sus compañeros, vestía una playera olivo, con una falda de cuero y picos, un pantalón azul con unas botas color miel, dos hombreras de acero en sus hombros y unos calentadores de antebrazos color olivo para completar una diadema en la frente, su nombre era Astrid Hofferson, la segunda más prometedora de la 8va generación.

-"Astrid deja de fantasear y ayuda"- le grito Patán sacándola de su sueño.

-"Voy" - hablo tomando su balde con agua, pasaron frente a la armería cuando el joven principal los vio.

-"Se tardaron demasiado"- grito a los jóvenes.

-"No es tan fácil ir por toda la aldea en llamas cargando baldes de agua y salir ilesos por los dragones"- le grito Brutacio.

-"Hablando de reclamos deberías de tener más cuidado Hipo, me entere que casi te parte un pesadilla monstruosa" - le reprocho Astrid al joven de la armería.

-"Salió de la nada"- se defendió el chico.

-"Ah, ah, esa no es escusa, un vikingo debe de estar alerta constantemente, si no es un dragón es otro vikingo el que nos quiere muerto"- le detuvo Brutilda.

-"Es fácil para ustedes, pronto irán al ruedo y podrán matar dragones a diestra y siniestra, yo en cambio seguiré aquí muriendo lento entre acero y óxidos" - se quejó Hipo.

-"No te sientas mal Hipo, tal vez yo también repruebe el examen y me dedique a ser el aprendiz de Gothi"- le animo Patapez.

-"Por cierto, ¿Naruto no se ha aparecido?- pregunto Astrid.

-"No, debe de estar con el Jefe, desde hace poco que lo vi rumbo a las catapultas, hubo un a vista miento de Furia Nocturna, así que deben de estar en alerta máxima"- les comento Bocón , los más jóvenes se rieron.

En el centro de la aldea vemos a un pelirrojo dorado ante un grupo de Nader Mortífero, una hacha bailaba en su mano derecha, dio un salto para ponerse centrado entre los dragones, este río y empezó la batalla, un Nader embistió desde la retaguardia, dio un salto y golpeo a otro que venía por la izquierda, uno que acechaba por la derecha recibió una patada, dos entraron por el frente siendo el de la izquierda quien fue bienvenido con una patada mientras que el de la derecha tomo un hachazo en el cuello al igual que otro que amenazaba desde la izquierda para terminar con otro que ataco el franco izquierdo de la retaguardia quien conoció el zurdazo maestro, viendo a los dragones caídos se movió por la zona en busca de su padre, el cual se encontraba con una manada de Grooncles.

-"padre"- saludo mientras se barría tirando de dos en dos dragones.

-"Naruto, veo que te levantaste con energía"- le saludo Estoico.

-"Así es, hoy voy a romper mi récord personal"- le comento.

-"Vamos Naruto, estas feliz solo por eso, creía que por fin habías encontrado novia"- todos se detuvieron incluso los dragones.

-"¿Yo?, ¿novia? "- pregunto sin poder detenerse.

-"Si, ya sabes creía que habías encontrado alguien que te pudiera llevar el ritmo, o al menos que te cause alegría el verla, que tal Astrid, ella y tú se llevan muy bien, ambos tienen química, son buenos en el lanzamiento de hacha, son los que mejores notas tiene en las pruebas de armas, ambos son testarudos como un Grooncle, sin ofender"- advirtió al ver las caras molestas tanto del dragón como de su hijo.

-"Pues la verdad no sé, Astrid me gusta, pero no sé si pudiera ser mi novia digo, me encanta pasar tiempo con ella, pero jamás me había puesto a pensar en si la quisiera como novia"- se sinceró el joven.

-"Bueno creo que es momento de empezar el día"- les comento Estoico viendo su gente, los demás asintieron y partieron al gran salón donde los adultos tendrían una reunión.

-"Los chicos y yo veremos las trampas puestas, veremos que pescamos esta noche, nos veremos en la tarde"- le comunico Naruto a su padre y este asintió.

Desde que dejó de enviar cartas Naruto no había vuelto a ser el mismo, no le gustaba hablar de las hermanas de Arendelle, de hecho, fue producto de eso que Naruto fue volviéndose cada vez más denso.

-"Por cierto Naruto piensa en lo que hablamos"- le pidió el grandullón a lo que el rubio asintió, Naruto camino a sus amigos y hablo.

-"Bueno, creo que tenemos trabajo que hacer, revisaremos las trampas y veremos que atraparon, Brutilda y Brutacio les tocan las del lado norte de la isla, Patán y Patapez les tocan las del sur, y Astrid tu e Hipo les toca las del este, yo voy a las del oeste"- fueron las indicaciones que dio Naruto a lo que los demás sonrieron y tomaron camino a las zonas respectivas.

En la zona norte los gemelos estaban viendo las trampas y grande fue su decepción al notar que no había más que dos gaviotas.

Mientras tanto en la parte sur de la isla, Patán y Patapez habían tenido más suerte que los gemelos, pero solo consiguieron unos diez Terrible Terror.

-"Mala suerte, creo que esta es la peor ocasión"- hablo Patapez viendo a su compañero. Al mismo tiempo al este de la isla Astrid e Hipo pudieron observar que les había tocado un Grooncle y que una de las disparadoras estaba vacía.

-"No debe de estar lejos, cerca de la mofa de Loki, pero vamos por los demás, tal vez sea un Pesadilla Monstruosa y requeriremos de varios más para contenerlas"- le comento Astrid a viendo la trayectoria desde la orilla, esto era nuevo, nunca una de estas se había disparado con algo, así que ansiosos y alegres emprendieron el viaje de regreso con el Grooncle.

-"Desearía que Patapez estuviera aquí, sería más fácil llevarla"- se quejó Hipo ganando una risa de Astrid.

-"Veo que no eres del tipo atlético, esto no es casi nada comparado a darle batalla Naruto"- le comento Astrid divertida de ver al hermano de su mejor amigo caer rendido desde el inicio.

-"Bueno mi hermano no pesa lo mismo que el granito"- se defendió el chico ganándose más risa por parte de su compañera, de pronto ambos jóvenes se sumieron en un silencio bastante cómodo, o lo era para al menos uno de ellos, para el otro el silencio solo significaba caer en su mar de pensamientos así que queriendo evitar eso se atrevió a preguntar.

-"Hipo, ¿Crees que pronto iremos al ruedo?"- le pregunto Astrid viendo directamente el rostro de su amigo, este se quedó quieto un segundo antes de responder.

-"Bueno quizás ya sea tiempo, la verdad no hablo mucho con papa, ese trabajo le corresponde a Naruto"- Hipo, así que siguieron su camino hasta donde sería el punto de reunión.

Naruto había registrado su lado de la isla y paso por alto el hecho de que atrapo, tres Naders, ocho Grooncles y un Pesadilla Monstruosa, mientras esperaba al grupo Naruto pensaba, sobre qué tipo de relación tenía con Astrid, encontrar novia su padre le aconsejo eso.

Naruto sabía que la persona que elijes como pareja es alguien a quien amas y con quién quieres pasar el resto de tu vida, Naruto sintió esa conexión con Anna y Elsa, pero al parecer ellas no, luego estaba Astrid con quién fuera de su hermano era con quién pasaba más tiempo, ellos tenían química, muchos incluso pensaban que ya eran pareja, pero siempre lo negaban pues no era cierto.

Tan solo tener a Astrid a su lado lo hacía olvidarse de las hermanas por completo, ella siempre lo hacía sonreír y era lo mismo para ella, Naruto sabía que Astrid era la única que podía seguirle el paso, si realmente quisiera empezar a salir con alguien sería Astrid.

Naruto salió de sus pensamientos cuando vio al grupo llegar, cuando vio a Hipo y Astrid, se levantó y se dirigió hacia ella.

-"Bien, voy a decir algo que estuve pensando muy detenidamente"- hablo Naruto tomando las manos de Astrid quien parecía confundida.

-"Astrid Hofferson, cásate conmigo"- el silencio se hizo presente ante la súbita propuesta, las caras de Brutacio y Brutilda eran tan graciosas que costaba decir quien tenía más consternación, Patán por su parte tenía la mandíbula por el suelo, Hipo tenía la cara en blanco y Patapez parecía el hombre más feliz del mundo por la noticia. No obstante Naruto estaba hay con el rostro fijo en Astrid quien buscaba un signo de que esto fuera un sueño, una que solo lograba ver cuando los dragones atacaban, por su mente miles de pensamientos cruzaron, pero hubo uno que parecía expulsar un brillo sin igual, y este pensamiento se apodero de su mente y sus labios se abrieron para poder decir.

-"Si"- Naruto río y lentamente se acercó a su nueva prometida para besarla.

Con la nueva pareja formada el grupo se dirigió hacia la aldea, dónde una Astrid emocionada corrió a su casa a contarle la noticia a sus padres, mientras en casa de Naruto, hipo contaba lo sucedido.

-"Entonces, ¿me estás diciendo que Naruto acaba de pedirle matrimonio a Astrid y ella acepto?"- pregunto el pelirrojo, a lo que todos asintieron.

Astrid

-"Creo que debía esperar esta decisión tan radical siendo tu"- expreso el padre de Astrid

Naruto

-"Bueno creo que esto resuelve un problema menos, ahora solo queda empacar y rezar a los dioses que nos cuiden en nuestra travesía"- suspiro Estoico poniéndose de pie.

-"¿Irán al nido nuevamente?"- pregunto Naruto viendo a su padre.

-"Así es, quedas a cargo, ya sea temporalmente o permanentemente"- Estoico.

-"Por cierto los seis irán al ruedo, Bocón estará a cargo de su entrenamiento"- esto alegro a los demás y fue así como termino otro día en la gran isla de Berk.

Naruto estaba viendo partir los barcos con el destino próximo a la muerte, miro a los cielos cerro los ojos fijando la imagen de su padre.

-"No deberías estar aquí"- Naruto giro el rostro y se topó con Astrid quien parecía feliz de encontrarle.

-"Lo sé, pero quería verlo por última vez, no sé si volverá, por ello al menos me gustaría guardar su rostro en mi mente, será lo único que me quede, el recuerdo de su vida"- Astrid no refuto, conocía a Naruto muy bien.

Era curioso había escuchado del mercader Johan que los más fuertes no eran los que buscaban el poder, si no aquellos que amaban algo, los que buscaban acabar con tanto dolor y sangre los pacifistas en muchas ocasiones eran los más fuertes y solo aquellos sin deseo de liderar eran los más correctos para ello, que sabias palabras le dio en ese entonces, era simplemente magnifico el ver las emociones de una persona en tan solo unos cuantos segundos.

-"Estoy segura de que volverá, después de todo, aun lo necesitan aquí"- Naruto miro a Astrid quien tenía una sonrisa ladina, este negó y paso un brazo tras su espalda, la acerco a él y hablo.

-"Si, lo necesitamos aun aquí"- ambos se vieron antes de acercarse lentamente, estaban a tan pocos centímetros que ambas respiraciones chocaron tenue mente, nuestra rubia cerro los ojos mientras el rubio acortaba aún más la distancia, fue solo una medida milimétrica lo que separaba ambos labios, pero la suerte no estaba de parte de ellos.

-"Hey tórtolos, es hora de cenar"- les grito Brutacio rompiendo la atmósfera romántica que ambos habían creado.

-"Juro que lo freiré la próxima vez"- susurro oscuramente Naruto provocando risas en Astrid.

-"En seguida vamos Brutacio"- respondió Astrid ya que Naruto estaba con la mandíbula tensa, tomando la mano de nuestro protagonista el cual se dejó llevar, ya tendría su oportunidad para vengarse de los acontecimientos.

La semana empezó de una forma bastante ajetreada, Naruto se había quedado a cargo ya varias veces, no podía dar dos pasos sin que alguien lo interceptara con alguna idea que su padre no aprobó, cosa que el también no aprobaba, fue así que poco a poco el trabajo se redujo, al menos de momento, porque no era raro que alguien causara un desastre que requeriría su juicio, cerca de las ocho de la noche Naruto finalmente dio por terminadas sus labores de ese día, entro al gran salón y vio a los chicos sentados en una mesa comiendo mientras Bocón les daba algunos concejos, nuestro rubio entro y se fue acercando a la mesa oyendo la plática.

-"Deben de saber que la diferencia entre una buena maniobra y una descabellada"- explicaba el bigotudo, los demás veían con cansancio a su instructor.

-"Solo porque hayan visto que funciono a alguien mas no significa que les funcione a ustedes"- prosiguió Bocón dándole una idea a Naruto de que ocurría.

-"¿No me digas que alguien intento una maniobra ilegal?"- pregunto el rubio una vez estuvo cerca de la mesa el resto miro a nuestro protagonista quien tomo asiento junto a su rubia.

-"Si, Brutilda y Brutacio intentaron tu clásico barrido con giro, Patapez tu defensa fantasma y Astrid intento tu giro mortal ciego"- el joven de mirad azul dio una sonrisa.

-"Contra un Nader"- le explico el bigotudo produciendo una mueca de dolor en Naruto.

La charla siguió hasta que fue hora de despedirse, cosa que para Naruto y Astrid fue la cosa más difícil, más que nada porque estaban muy a gusto hablando de su primeros días en el ruedo de Naruto, quien entro bastante joven y salió a los pocos meses, Astrid parecía realmente interesada en saber cómo se las arreglaba para poder hacer sus hazañas.

Astrid acorto la distancia entre ambos y abrazo a nuestro rubio el cual devolvió el abrazo torpemente, embriagado por el hipnótico olor del cabello de su novia.

Naruto lo aspiro de tal manera se quedará gravado en su memoria, esta acción provoco pequeñas cosquillas en Astrid quien empezó a reír.

-"Basta ya, me haces cosquillas"- Naruto río con ella y se separó.

-"Hasta mañana"- susurro el rubio besando la frente de la rubia quien tomo un ligero color rosa.

-"Hasta mañana"- devolvió está entrando a su casa Naruto la vio adentrarse en su hogar, Naruto se quedó hay unos minutos antes de tomar camino a su hogar.

Astrid se dejó caer sobre su cama, un suspiro que retenía desde hacía un buen rato salió de su boca, la razón era sencilla, Naruto Haddock el hombre que amaba

¿Como se suponía que actuara de ahora en adelante?, sabia actuar como una amiga después de todo diez años de amistad y no de cualquiera de ser los mejores amigos, le calaba en el alma pero ahora debía de cambiar y no entendía como hacerlo, si alguien le preguntaba sobre Naruto ella era la mejor en el tema ¿Matrimonio?, esa palabra era la clave de todo, un matrimonio era algo que Naruto estaba obligado a realizar, ya que era el próximo jefe de Berk y quien no quisiera estar a su lado, todas incluso ella y ahora que tenía la oportunidad.

Naruto no era esa clase de chicos los cuales toman lo más conveniente o se fijan en la apariencia, muestra de ello fueron estos últimos tres años en los que dejaba plantadas a las chicas que otras aldeas postulaban solo para divertirse con ella, cuarenta chicas fueron ignoradas, ochenta más puestas en vergüenza por la densidad del chico, pero que ciento veinte jóvenes de lugares que ella desconocía fueran solo para poder tener una oportunidad y ser rechazadas a causa suya, porque si para esas alturas sospechaba que la gente los veía como pareja y estaban muy equivocados, ahora si lo eran pero en ese tiempo no.

En las anchuras del mar un enorme iceberg nadaba libremente cuando un trozo se desprendió de él mostrando un ojo de color morado, el cual dilato su pupila mostrando signos de vida.

La semana transcurrió lentamente Naruto, Astrid había empezado a tomar más responsabilidad en el ruedo y compromiso. Astrid se la pasaba entrenando y realizando guardias de vez en cuando, eso sumado a sus actividades rutinarias, mientras Naruto se ocupaba de las fallas en la aldea y dirigía los esporádicos ataques que los dragones realizaban, eso incluía cierta vigilancia a los jóvenes quienes estaban practicando, no obstante el pelirrojo estaba al pendiente de su hermano, ya que últimamente parecía más distraído y pensativo que de costumbre, pero no tuvo la posibilidad de poder hablar abiertamente con él por todo el ajetreo en la aldea.

Dos noches después de que terminara la semana, los novatos estaban reunidos en el gran salón comiendo cuando nuestro protagonista entro en el comedor y noto algo bastante peculiar que le llamo la atención.

-"¿En qué se equivocó Astrid en el ruedo?"- pregunto Bocón produciendo curiosidad en el rubio, y usando sus grandes habilidades se escondió justo al tiempo que su hermano entraba, el vio como Patán impedía que su hermano se sentara junto a ellos mientras escuchaba la demás conversación.

-"¿En qué se equivocó Hipo?"- volvió a preguntar el mocho, a lo que Brutilda respondió.

-"En existir"- eso producido risas en su gemelo y en el mocoso enano, la rabia comenzaba a brotar en el después de ver la hipocresía de esos tres, Patapez no río solo se mantuvo callado, algo que le molesto, pero no era grave y Astrid parecía darle igual, eso lo estaba poniendo furioso pero lo siguiente le toco un nervio que desconocía.

-"Bueno , en eso te doy la palabra Patán, Hipo no debería de estar aquí"- hablo la novia de nuestro protagonista produciendo que una vena resaltara en su cuello, Bocón sintió una oscura presencia y temió que fuera de quien conocía la presciencia.

-"Tal vez él no tenga el coraje para matar un dragón, es más dudo que en algún punto lo llegue a conseguir, pero de algo estoy segura y es que el sera tan único como su hermano y padre"- Hipo le dio una mirada de agradecimiento antes de que Naruto cayera del techo asustando a los demás.

-"¿En qué momento?"- pregunto Patán al ver la entrada del pelirrojo.

-"Desde que naciste estúpido y asqueroso nomo de quinta, ahora me harían un enorme favor al salir tu y esos dos cráneos parlantes que solo saben formar oraciones ¡Ya!"- los otros vieron los platos casi llenos y la mirada fríamente mortal del pelirrojo la cual puedo más y los tres salieron dejando a los tres restantes en el comedor.

-"Tu aquí"- ordeno Naruto al castaño quien voló a la mesa, el rubio se sentó y tomo un enorme trago de cerveza, debía de relajarse.

-"¿Oíste toda la plática?"- pregunto su novia viendo la vena hinchada del cuello.

-"Si, Hipo debes de empezar a pelear tus propias batallas, no siempre estaremos nosotros dos para salvarte, usa esa enorme cabeza llena de ideas que tienes para protegerte"- le regaño Naruto a su hermano quien suspiro viendo su pedazo de pollo.

-"No empieces por favor, sabes que no está en mi naturaleza defenderme"- se escudó el joven castaño sacando un gruñido molesto en el rubio.

-"Esta bien, pero más vale que esa extraña afición tuya por el masoquismo valga la pena"- y sin más mordió el trozo de pollo arrancando parte del hueso sin darse cuenta.

Hipo se quedó en el gran salón con la excusa de que leería leer el libro que les dio Bocón, eso dejo a los dos solos, quienes decidieron pasar el rato, Naruto había dejado su estado rompe madres y estaba tomado la mano de su amada, quien tenía un ligero brillo carmesí en la cara.

-"Dime ¿te apetece nadar un rato?"- pregunto el rubio atrayendo la atención de la joven.

-"¿Estás loco?"- le pregunto ya que no se creía que su novio propusiera eso, más con el frio que hacía.

-"Creí que eso estaba claro" se defendió el rubio, la rubia lo miro y suspiro tal vez si era buena idea nadar un rato.

-"Bueno no estaría mal"- una sonrisa apareció en nuestro protagonista que tomo la mano de su novia y salió rumbo a una zona que conocía que tenía una cascada y una laguna profunda, adentrándose en el bosque nuestra pareja llego y se cambió entrando en paños menores.

El agua era cristalina y de un color azul celeste que brillaba con la luz de la luna y las estrellas, ambos rubios una vez estuvieron listos para nadar se acercaron al claro, Naruto fue el primero en entrar sumergiéndose casi al corazón del claro antes de emerger, antes de que la rubia diera un salto que hundió al pelirrojo junto con ella; en el agua los dos jóvenes se vieron antes de que la rubia le diera una patada elevándose a la superficie que fue rota para tomar aire, nuestro protagonista también nado a la superficie y vio a su novia quien se reía de él, negando con la cabeza Naruto tomo su mano y le indico que le siguiera, la rubia asintió y ambos se sumergieron más en la laguna, al final ambos se tomaron de la mano y emergieron acercándose a la orilla donde descansaban sus ropas.

Ambos salieron y se sentaron en una roca evitando el contacto con la tierra, sus cuerpos temblaban por el cambio brusco de ambiente, Naruto se levantó y abrazo a su novia pegándola a su pecho, la rubia femenina envolvió la única cobija que tenían en la ancha espalda del rubio quien se enrollo junto a ella.

-"Creo que fue mala idea después de todo"- se disculpó el pelirrojo ganado una risa de la fémina.

-"No, no del todo, fue divertido y sobre todo es bastante encantador este lugar"- le cometo con simpatía.

-"Lo sé, me topé con el cuándo tenía diez años, estuve manteniendo lo en secreto hasta ahora, ahora nos corresponde guardar el secreto"- le susurro Naruto a Astrid quien río con él.

-"La verdad no está muy lejos del pueblo si sigues la ladera de la cascada veras el pueblo y son diez minutos hasta el, sin embargo, quiero mantener esto así aislado hasta que sea el momento"- Astrid escucho las palabras generadas por su prometido y una duda nació en ella.

-"¿Momento de que?"- pregunto después de un rato.

-"El momento de que estemos juntos para siempre, quiero que este sea nuestro hogar, quiero construir nuestro hogar en este lugar, no quiero estar en la casa de mi padre o en la de los tuyos, ansió que estemos tú y yo en este lugar solo para nosotros, y en su momento que nuestros hijos se críen en este sitio, darles la libertad que merecen y vivir felices...aunque eso ultimo lo dudo, nadie puede ser feliz con un pueblo que come más que sus animales"- Astrid rió disimuladamente, pero se imaginó aquello que describía el rubio y si era sincera ella también lo añoraba.

-"Bueno más vale que empieces, señor Haddock, no creo que falte mucho para ello"- Naruto giro su rostro y movió con cuidado un flequillo rebelde que caía en el ojo izquierdo de su prometida, esta se sonrojo, una sonrisa apareció en el rostro femenino y se fueron acercaron lentamente hasta unir sus labios en un caluroso beso que rompieron solo por falta de aire.

-"Gracias por este detalle, ahora serias tan amable de llevarme a mi casa, mañana tengo entrenamiento"- ambos rieron y se vistieron, tomaron sus manos y fueron a la casa de Astrid donde nuestro protagonista dejo a su damisela y fue rumbo a su hogar.

A la mañana siguiente Naruto despertó listo para enfrentar sus tareas diarias, y quizás con algo de suerte en la tarde estuviera libre para empezar los preparativos de su nuevo hogar, pero ese día las cosas cambiarían para bien o para mal, decidió ir a echarles un vistazo a sus amigos, los cuales estaban practicando el punto ciego con un Nader Mortífero, el rubio se unió a Bocón quien era interrogado por Hipo.

-"Oye me di cuenta de que el libro no dice nada de los Furia Nocturna, ¿Hay un segundo libro? o ¿Algo parecido?"- pregunto el joven.

-"Nadie ha vivido para contarlo"- le contesto el bigotes que parecía molesto.

-"¿Se obsesiono con el Furia Nocturna?"- pregunto el rubio ganado un suspiro de resignación en el bigotes.

-"Si, tal parece que la falta de información de ese dragón lo está matando"- respondió el vikingo mayor.

-"Hablando de información, ¿Sabes que dragón era el que cayo víctima de las trampas de Hipo hace dos semanas?"- pregunto el joven de los bigotes heridos.

-"No, Hipo sabe, pero creo que logró escapar, ya que encontró la cuerda rota"- respondió el rubio, Naruto ajusto la mirada en su hermano, si había visto el dragón pudo informar, era muy posible que estuviera bastante herido así que no fue muy lejos pero también había la posibilidad de que este escapara mientras él llegaba, lo que explicaría la razón de ese evento y por qué no informo.

-"¡¡Hipo cuidado!!"- grito Astrid atrayendo al par de hermanos, uno por chismoso y otro por andar especulando, la rubia caía sobre el castaño quien se quedó espalda al suelo recibiendo el impacto de la joven, el dragón se movía como serpiente cegada y furiosa, los dos futuros hermanos estaban atascados el uno con el otro, sacando una risa escandalosa en Naruto mientras los gemelos se rían de igual manera, el Nader ataco nuevamente y la rubia que había levantado su hacha que estaba atascada con el escudo de Hipo y se lo estrello en el costado izquierdo del dragón quien tambaleo un poco y se fue aturdido.

-"Bien hecho Astrid"- celebro Bocón con fuerza, la rubia se giró a su cuñado y le espeto.

-"¿Esto es una broma para ti?, La guerra de nuestros padres se convertirá en nuestra decide de qué lado estas"- Astrid

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