Wolfwood caminaba por el parque, ya eran las 5 de la tarde, el lugar estaba lleno de personas paseando, divirtiéndose y charlando, pero lejos de relajarse con aquel ambiente tan alegre, el moreno maldecía en voz baja. Aquel hermoso paisaje lleno de colores vibrantes y frescos solo lo hacía pensar en la personalidad de vash, los girasoles amarillos era como su cabellos, las rosas rojas como su abrigo y el azul del cielo igual que sus ojos, las flores le hacían recordar su olor. Vash, vash, puro vash, invadían sus sentido provocando que si corazón saltará sin control.
Y no solo ese parque le hacía recordar, si perdía su vista al fondo, podía ver aquella cúpula gigante donde actualmente residían las plantas que ayudaban a dar vida al planeta, vash había ayudado a construirla, fue gracias a vash que este mundo era así actualmente, cálido y acogedor, muy diferente de la arena rasposa y el sol inclemente de sus recuerdos de una vida pasada.
Su corazón se contrajo al cuestionarse como era que pudo sobrevivir en ese tiempo. Sin duda ese cuerpo modificado lo había convertido en un monstruo. Algo menos que humano, acostumbrado a la sangre, diseñado para cargar una cruz gigante que solo dejaba muerte a su paso.
Si cabeza dolió por los recuerdos, miro a livio con el ceño fruncido, era su culpa por hacer que saliera, encerrado en su casa ahogando su cerebro con alcohol y nicotina no estaría pensando en traumas del pasado y sobre todo en el rubio de ojos azules más amable que una vez conoció.
Por suerte solo lo encontró una vez, esa ciudad era muy grande y Vash era un viajero que no se quedaba mucho tiempo en un sitio ¿Que posibilidad había de que se lo volviera a encontrar?
Al parecer mucha.
Parecía que su mala suerte empeoraba más y más, justo al lanzar la vista, lo vio caminar cercar con esa torpe y grande sonrisa.
—¿Oye ese chico se parece a vash...? — livio observó asombrado a wolfwood, pero el moreno alarmado se lanzó detrás de un árbol en un ataque de pánico — ¡Entonces es por eso que estás actuando así! ¿Ya te encontraste con él antes? ¿Que hablaron? ¿Recuerda algo?
—¡Livio, callate y ocultate antes de que nos vea! — reclamo jalándolo detrás del árbol, sin embargo este se resistio.
Wolfwood enojado lo empujó aún más, livio se negó y terminaron forcejeando en medio del pasto.
—¡Oye estás actuando como un idiota! ¿Que te pasa? — pregunto muy confundido, tirando de su camisa.
—¡El no debe recordarme! ¡No puedo dejar que me vea! ¡Se ve tan feliz en su nueva vida! — se excuso golpeando a livio para que dejara de jalarle el cabello.
Aquel forcejeo paso de ser jalones a golpes en el cuerpo, las gente al rededor comenzó a susurrar alarmados y el plan de wolfwood de ocultarse se arruinó, estaban llamando la atención, sobre todo la de vash que alarmado los vio.
—¡Oigan no peleen! — grito entrometiéndose al ver que nadie al rededor hacia algo.
Esa voz los paralizó a ambos. Observaron al rubio acercarse preocupado, sujeto a livio por los brazos y lo ayudo a levantarse, luego se acercó al moreno, extendió su mano, pero al ver su rostro el rubio se sorprendió.
—¡Oh! ¡Eres el chico del taller mecánico! — exclamó emocionado.
Wolfwood estaba paralizado, no sabía que hacer, el pánico de tenerlo cerca le hizo escupir palabras sin pensar. Golpeó la mano extendida de vash y se levantó solo.
—¡Eres muy entrometido! ¡No te metas en peleas ajenas rubia! — se quejó muy frío, el rubio se retrajo inmediato.
—¡Nicolás! — grito livio enojado al ver que había hecho sentir mal a Vash, esos ojos azules cayeron al suelo desanimado y avergonzado.
—¡Yo! ¡Lo siento! — su voz salió temblorosa — ¡Se que no nos conocemos! ¡Es solo que no me gusta ver a la gente peleando! ¡Perdon si fui entrometido! ¡Perdón! — su mirada era triste, sus ojos se pusieron rojos por contener las ganas de llorar por la vergüenza.
Wolfwood sintió su corazón romperse en mil pedazos cuando lo vio formar esa falsa sonrisa. Eso era lo que menos quería provocar. Verlo decaído, actuando como si no le afectara, como si todo estuviera bien.
—¡Oye! ¡No! ¡Espera! ¡Perdón! — se disculpó muy angustiado, aquel nudo en su garganta lo hacía tartamudear, levantó su mano queriendo tocar su mejilla y limpiar una lagrimas que se le escapo pero se contuvo, escondió su mano temblando.
«¡Diablos! ¡Mierda, mierda, que hago!»
—¡No hiciste nada malo! ¡Gracias por detenernos!— hablo livio buscando arreglar el ambiente — ¡Mi hermano es un idiota, no le prestes atención! ¡Oigan que dicen si olvidamos todo esto! ¡Oye rubio, parece que conoces a mi hermano Nicolás, soy livio! ¿Como te llamas? — extendió su mano con una sonrisa, wolfwood lo pellizco en la espalda como regaño por decir sus nombres.
Por suerte vash era muy lento para captar las cosas porque eso no pareció activar ningun recuerdo.
—¡Soy Vash! — dijo inseguro extendiendo la mano para estrecharla.
Livio la sacudió con entusiasmo, para probarle que no estaba enojado con el.
—¡Que dicen si vamos a comer algo!
—¡Espe....!
La queja de wolfwood se vio ahogada cuando livio apretó su rostro con su brazo para evitar que se negara. Vash no parecía seguro de la invitación, sobre todo miraba al moreno que era obvio que están incómodo con su presencia. Pero livio insistió tanto que la final acepto.
...
El lugar era muy animado, una especie de feria de comida rápida. Ya era de noche así que algunos puestos estaban vendiendo alcohol. Wolfwood estuvo tentado en ir. Pero el brazo firme de livio no lo dejaba uir.
Comieron sin problemas, la mayoría de la conversación la tuvieron Vash y Livio, mientras Nicolás le lanzaba miradas de advertencia que su hermano deliberadamente ignoraba. Vash era muy alegre, esa sonrisa era un sol que lo quemaba y hacia su corazón latir con fuerza, aguanto hasta que terminaron de comer, despidieron a vash que se alejo con una sonrisa agradecido por la invitación.
Una vez solos wolfwood sujeto a livio y enojado lo llevo hasta un callejón donde lo acorraló.
—¡Eres un hijo de puta! ¡Porque mierda hiciste todo eso! — grito con el rostro enrojecido por la rabia y la vergüenza. Livio solo lo miro con una mirada preocupada.
—¡Porque la última ves que nos evitamos quemamos un restaurante lo olvidas! — le recordó, wolfwood aflojó su agarre de inmediato y su mirada cayó recordando — ¡Oye, entiendo que no quieras que el recupere sus recuerdos, se incluso que te arrepientes de que nosotros recordemos... de que yo recuerde! — al oír eso wolfwood se estremeció, miro a livio queriendo negarlo, pero sabía que su hermano no le creería — ¡Ya te dije, estoy bien! ¡tuve muchos años para aprender a sanar, a controlar esa parte de mi que no era buena, Razlo ya no existe, en esta nueva vida solo soy yo, livio! — dijo tan seguro, con una sonrisa, que wolfwood no tuvo más obcion que creerle, apesar de que siempre temió a esa posibilidad, pensaba que hasta ahora había sido discreto, pero livio si se había dado cuenta, se sentía como un idiota — Sin embargo tú, te fuiste antes! — Ese comentario lo hizo paralizar — ¡Es por eso que aún temes, no viste lo que sucedió después, dejaste muchas dudas y no resolviste todo! — wolfwood bajo la mirada apretando los puños — ¡Talves vash está aquí por una razón! ¡talves esto debía pasar! ¡Ustedes deben resolver algo que dejaron inconcluso en su vida pasada!
Livio lo miraba paciente, sabía que sus palabras habían sido muy fuertes y estaba esperando a que wolfwood las asimilará. El moreno levantó la mirada, tan aturdido y asombrado. En su vida pasada el solía ser el hermano mayor, el que cuidaba y aconsejaba, livio solia llorar y estar tras de él, imitando sus pasos, pero ahora ese hermano llorón era el que guiaba, las palabras de livio eran sabías, dignas de una persona que había vivido toda su vida, había aprendido de sus errores, mejorado, sin embargo el seguía siendo el mismo idiota de siempre, terco y desconfiado.
Llevando sus manos a su cabeza se arrodilló y suspiro largo y pesado, su corazón latía muy fuerte, quería golpear todo y gritar, pero estaba cansado y quería llorar.
—¡Solo vámonos! — fue lo único que pudo salir de su boca.
Livio suspirando igual de cansado lo ayudo a levantarse. Ambos comenzaron a caminar fuera del callejón, pero lo que vieron los detuvo segundos después.
Tanto livio como Wolfwood maldijeron en voz alta, debían esperarlo, Vash era un iman para los problemas, aún en esta nueva vida, seguía siendo llamativo. Captó la atención de unos hombres borrachos que estaban reunidos en una mesa celebrando, pero lejos de ser amigables, lo estaban acosando, este vash no era un peleador, solo era un chico normal. Necesitaban defenderlo.
Livio dios un paso, pero al notarlo ya wolfwood estaba corriendo delante y golpeando en el rostro a aquel hombre que intentaba tocarle el trasero al rubio, su pucho se llenó de sangre, vash salto alarmado.
—¡Oye espera no hagas...!
—¡Callate pelos necios, no es tiempo para pacifismo! — grito tomándolo de la mano para uir.
Esos hombres estaban molestos y comenzaron a atacarlos, se vieron atrapados, wolfwood lanzó la mirada hacia livio que comenzó a marcar el número de la policía en su teléfono, muy inteligente, pero en ese momento no le ayudaría a salir de esa situación peligrosa, hasta el momento en que las autoridades llegarán esos hombres podía hacer lo que quisieran con ellos, así que wolfwood no tenia más opcion que pelear, el podía solo, los movimientos, los trucos, todo estaba grabado en su cuerpo, ese cuerpo sin modificaciones se movía más lento, pero aún podía defenderse.
Vash al contrario era bueno esquivando, el rubio parecía impresionado de su propia habilidad, como si no estuviera consciente de que poseía tan agilidad, pero se negaba a lanzar algún golpe, por suerte tenía a wolfwood que le cuidaba la espalda. Por un momento se sintió devuelta en el pasado, luchando lado a lado, adrenalina corriendo por su cuerpo, sus cuerpps sudando, con el olor a sangre, sin embargo no había armas disparando, aún así era exitante.
Su burbuja se rompió cuando vio que uno de los hombres golpeó a vash en toda la nariz haciéndolo sangrar. Wolfwood se alarmó. Aquel pensamiento urgente lo sobrecogió.
«¡Deja de pelar, sacalo de aquí!»
Ya había jugado mucho tiempo, debía dejar de fantasear con el pasado y tomárselo en serio, tomo a vash por el brazo y se lo llevó junto a livio lejos del desastre.
...
Ocultos en casa wolfwood, el moreno trataba de curar las herida del rubio, pero si insistencia por disculparse ya lo estaba amargando, esa pelea no habia sido su culpa, pero el actuaba como si lo fuera. En un tiempo pasado wolfwood lo hubiera golpeado, regañado para que dejara de culparse por todo, pero ahora no tenía fuerzas para ocultar su preocupación con enojo, y mientras tocaba si rostro, si corazón latiendo como loco le hizo olvidarse de todo, e hizo lo que muchas veces quiso hacer en su vida pasada y no se atrevió. Lo beso.
El rubio se paralizó.
—¡Oye que haces! — su voz salió temblorosa. Esos ojos azules se abrieron tan grandes, wolfwood quiso desaparecer en ese momento.
«¡Mierda, mierda! ¿Que hice, diablos donde esta livio? » Pensó mirando a los lados entrando en panico mal momento para que su hermano hubiera subido al baño a buscar más algodón.
Volvió su vista al rubio, y trato de inventar una escusa.
—¡Yo solo...! — su mente estaba en blanco — ¡Ah no tiene caso, perdón! — dijo al final resignándose porque no había forma de mentir, solo podía seguir con lo que había comenzado, cruzando los dedos para que el rechazo no fuera tan grande — ¡Oye Vash, yo...! ¡Disculpa de nuevo! ¡No se qué me pasa, enserio! ¡Es que! ¡Me gusta! ¡Listo ya lo dije! ¡Aceptaré tus insultos por abusar así de ti, perdón por el beso, perdón por todo!
Cerro los ojos con fuerza. Esperaba ser golpeado, pero el conocía a vash, aún siendo una reencarnación, el no se atrevería a lastimar.
—¡Oh, es así! — dijo sorprendido.
«Ahi está, esa amabilidad, dios matame denuevo no puedo soportar esto!» penso, ya estaba imaginando lo que el rubio le diría, todo avergonzado, incómodo por su presencia, seguro lo rechazaría amablemente y le daría esa falsa sonrisa actuando como si no le importara. Pero el no quería eso, no quería su lástima.
—¡Tu también me gustas!
¡Que!
No supo si eso fue un pensamiento o salió de su boca tan alto. Estaba asombrado, confundido y emocionado. Miro rápido a los ojos al rubio, buscando la mentira en sus palabras, pero vash lo miraba con las mejillas rojas.
«¿Lo decía en serio? ¿Incluso en esta vida, vash podía sentir algo por el? ¿Pero el no recordaba nada, y las pocas veces que convivieron el lo trato distante? ¿Que exactamente vio el el que le gusta tanto? ¿Porque decía esas cosas con esa mirada de anhelo?
Vash coloco su mano en su hombro para sacarlo de sus pensamientos.
—¿Oye, estás bien? — pregunto preocupado por la larga pausa que hizo wolfwood. Sin dudas sus palabras lo habían afectado — ¡Piensas que estoy mintiendo! ¡No es así! — la voz nerviosa de vash se llevó toda su atención — ¡Pienso que eres guapo! ¡La verdad, desde que te vi, me he sentido extraño! ¡Y talves suene como un romántico patético, pero! ¿Tu no lo has sentido? ¡Es como si ya nos conociéra....!
No termino de hablar, wolfwood no lo dejo, temia escuchar más, que el recordara, pero lo deseaba tanto que simplemente lo beso. Mando a la mierda todo, lo que tenía que pasar, pasará. El deseaba tanto tocarlo. Su mano envolvió su cuello y acaricio los mechones rubios, mientras su otra mano vago por su espalda, hasta llegar la parte baja y empujarlo más hacia el, podía sentir como el cuerpo del vash se aflojaba, el rubio levanto una pierna del suelo y la paso hacia la cama para quedar enganchado entre las caderas del moreno sus manos acariciaron su pecho.
Ese beso comenzó a ser más intenso, lleno de una necesidad que sus cuerpos podían o no recordar. Vash se dejó llevar, como si fueran amantes de toda la vida y no solo dos chico que apenas se había conocido hacia 3 días. No sabía porque amaba tanto a ese chico, porque sus besos lo hacía estremecer tanto. ¿Siempre se había sentido así de vacío? ¿Porque sus toque calentaban su alma y lo hacían sentir en casa?
Se dio cuanta de que ya no tenia su camisa puesta cuando el moreno se detuvo súbitamente. Vash se miro, luego lo miro a él, pero no entendía por qué le dedicaba una mirada tan aturdida.
—¡Oye te estás arrepintiendo! — pregunto con la preocupación creciendo en su pecho. Pero wolfwood lo negó rápido, no era por eso que se había detenido.
Sus manos recorrieron su cuerpo, vash tembló ante las caricias suaves. Tan excitante, deseaba que ese chico siguiera besándolo, pero el estaba ido, podía ver en su mirada como si mente maquinaba, quería decir algo ¿Pero que?
Wolfwood sabía que parar ahora solo enfriaria el ambiente, no quería eso, quería seguir besando a vash, pero estaba muy asombrado, su pecho era tan suave, pálido, hermoso, sin rastros de dolor y guerra, no pudo evitar llorar.
—¿que sucede? — vash sonó aún más alarmado.
Wolfwood detuvo su preocupación besándolo suave en los labios.
—¡Perdon, estoy bien! ¡Es solo que...! — suspiro sujetándolo con fuerza muy protector —¡Por favor, prométeme que en esta vida no dejaras que nadie te lastime! — dijo hundiendo su rostro en su pecho y dejando un camino de besos hasta su cuello.
Vash soltó un largo suspiro, cerro sus ojos fascinado por esos labios húmedos. No entendía por qué ese chico decía esas cosas, pero su mente comenzaba a ponerse febril por la lujuria así que no pensaba mucho.
Wolfwood recorrió su cuerpo con su mano hasta llegar al cierra de su pantalón, ese era el punto de no retorno, si el o vash querían detenerse ahora, era el momento, pero vash ya estaba gimiendo provocándolo aún más, podía sentir su pantalón apretarlo, su propia excitación pidiéndole ser atendida. Simplemente no podía detenerse y ya no le importaba, lo había aceptado, en esta o en otra vida estaba condenado a enamorarse de ese rubio idiota.
Extra:
—¡Nicolás ya no tenemos algodón pero podemos usar papel toilette para limpiar la sangr...! — Livio quedó paralizado al ver a su hermano besar a vash.
Su primer instinto fue salir de la habitación corriendo, por suerte la pareja estaba muy distraída que no lo notaron.
Una vez afuera comenzó a quejarse, porque el frió de la noche era insoportable y no podía volver a entrar a buscar su abrigo. Estaba feliz de que su hermano al fin aceptará sus sentimientos y dejara de actuar como un idiota, pero ahora el estaba avergonzado y enojado.
—¡Maldita sea, los dejo solos 5 minutos y ya están comiéndose! ¡No pudieron esperase, yo estaba hay mierda! ¡Idiotas! ¡Me deberán algo después de esto! ¿Que se supone que haga ahora?
Su voz se perdió en un eco en las calles solas de la cuadra.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno espero que les haya gustado este capítulo, ya sólo queda un cap para terminar este pequeño fanfic de reencarnación.
Pobre livio al final termino caminando por la calle para pasar el tiempo mientras Nicolás se divierte con vash jajajaja. ¡Entiendelos livio lo necesitaban!