El final del invierno
El ultimo fuerte frio, los últimos días sufriendo ese tramo tan difícil del año donde los huesos se congelaban. Era lo que Severus escucho en las noticias antes de salir corriendo de su casa, la hermosa chica del clima había prometido que era la última semana de frio, que la siguiente semana poco a poco comenzaría a subir la temperatura. Quería creerle, pero había tenido las mismas esperanzas dos semanas atrás y continuaba con sus pies congelados cuando caminaba a la parada de autobús. Sin embargo, la chica del clima continuaba dando las mentiras en vestidos, zapatos, maquillada y el cabello suelto pero perfectamente peinado en un caliente estudio, sin soportar el frio viento en la cara que despeinaba hasta a las chicas de cabellos cortos que pasaban a su lado.
Odiaba a la chica del clima, porque después de fallar en sus pronósticos, no pedía disculpas, solo sonreía angelicalmente y parecía enamorar a compañeros de trabajo y los televidentes. Había aprendido a no confiar en ella el otoño pasado, cuando aseguro que no llovería y no llevo paraguas, llegando a su casa pareciendo un pez salido del agua.
El frio de aquella mañana era el cual lo mantuvo por más tiempo bajo las mantas y perdió el autobús correcto, estaba de mal humor, realmente no parecía ser un buen día. No es que siempre alcanzara el autobús correcto, no era como si cada mañana lograra verlo, pero era esa sensación de cansancio que venía ligada al frio y se unía con el mal humor, que curiosamente también producía el frio, porque no era cómodo para le sentir sus pies congelados. No era agradable saltar cada mañana de la cama con el miedo de perder la posibilidad de verlo en el día.
Llegar tarde a sus responsabilidades, el frio, la risa estúpida de la chica del clima resonando en su cabeza, el locutor de la radio que parecía reírse de él diciendo que era un hermoso día para quedarse en la cama a dormir. Todo ayudaba a que su malhumor e inexistente paciencia llegaran a un límite de ebullición peligroso, estaba cansado y la palabra se repetía con continuidad en su mente junto con la risa chillona.
Por quedarte dormido has perdido el autobús, no te veré hasta mañana... si es que despiertas temprano.
Aquel mensaje de Sirius, produjo su desborde, podía entender que el chico pretendía bromear, pero estaba cansado de su extraña relación matutina, porque era el único momento en el que lo veía. Día tras día, cada mañana, en cada encuentro era besado de la misma manera, esa que lo dejaba sintiéndose borracho, pero necesitado de más, y nunca había más.
No me he quedado dormido, solo que no puedo alcanzar cada mañana el mismo autobús, además, de que tengo otras cosas que hacer, quizás te vea mañana.
Era mentira, si se había quedado dormido, no había otra cosa que hacer, pero no le daría el gusto.
Mentiroso, te lo dije anoche, que duermas temprano y continuaste en línea no sé hasta qué hora.
No todos dormimos a las 22hs como ancianos.
Deberían, son las 8hs necesarias.
No todos tenemos tu ritmo de vida y metabolismo. Sean cual sean, pero seguro que no es el mío.
Entonces, te veré cuando decidas dormir temprano.
No es como si solo debemos vernos en la mañana, podemos vernos más tarde, el almuerzo o en la noche, incluso podría ir a tu casa, o podrías venir a la mía.
Te veré mañana, me asegurare de tomar el mismo autobús, aunque lo tomes tarde.
¿Por qué no podemos vernos esta tarde?
No tengo otro tiempo, disculpa.
¿Por qué no? ¿Qué es lo que haces en todo el día?
Creo que estas de malas.
Si, lo estoy, y quiero respuesta, mi mal humor viene de estar cansado de tener que ver al chico con el que...ni siquiera sé qué relación tenemos ¿Qué somos? En fin, estoy cansado de solo verte en la mañana, recibo dos besos y desapareces.
Pero si te mando mensajes durante la tarde y la noche, estoy seguro que son más de dos besos.
¿Y crees que eso basta? ¿Qué eres? ¿Una especie de novio matutino con el que tengo citas matutinas?
Por ahora, es el único tiempo que tengo.
¿Tiempo? Ni siquiera es un tiempo que te haces, para verme, usas el mismo tiempo que te tarda llegar a donde sea que vas.
Creo que estas muy alterado ahora como para hablar.
¿Qué soy? ¿Tu juguete de autobús?
Repito, creo que estas alterado ahora mismo, hablamos cuando estés tranquilo.
Mejor, hablamos cuando realmente tengas tiempo, Sirius.
Intentaba que no te enojes.
¡Tarde!
No deberías actuar de esta forma.
No deberías tener relaciones cuando no tienes tiempo.
Se desconecto y ya no quiso revisar el celular a lo largo del día o más bien la aplicación de WhatsApp. Sabía que al día siguiente, o la próxima semana, si realmente se desvanecía poco a poco el invierno, se arrepentiría haber mandado al demonio al chico del cual se estaba enamorando y el único que parecía ir más lento que una tortuga hasta el punto de no tener intenciones de tener un momento a solas con una cama cerca. Claro, eso lo pareció en un primer momento a Severus, era agradable construir una relación, pero no a paso de tortugas. Tenía necesidades humanas y aun mas, emocionales, no podía continuar sin establecer una relación y solo verlo diez minutos cada mañana, sin mencionar la poca información que conocía sobre la vida del chico.
Pero se conocía y su temperamento no jugaba nunca a su favor, se arrepentiría si el chico decidía que no merecía ese desplante y simplemente hubiera tomado el tren de partida al que el mismo lo envió de una patada. Severus se conocía tan bien que si eso pasaba sabia que levantaría la cabeza y le diría que él tampoco merecía una relación matutina con un desconocido, porque dejando los besos a fuera, aquel chico hacía sentir su corazón más frio que el invierno a sus pies. Necesitaba cercanía, contacto, incluso palabras y Sirius no parecía capaz de dar ni una sola de esas cosas.
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Estar en una cafetería, que no parecía tener calefacción no era el mejor plan según Harry para un día invernal como lo era, pero ahí estaba, apoyando a sus amigos mientras ellos terminaban un trabajo y el probaba por quinta vez el café frio frente a él. La situación no estaba a su favor, su celular lo había aburrido y sus amigos parecían mantener, en medio de su deber por el trabajo, una charla a códigos que él no entendía, sobre un secreto que no parecía que quisieran contarle y que no le interesaba, pero le comenzaba a molestar.
Volvió a leer en su celular la lista de contactos bloqueados en Facebook, algunos eran chicas molestas, otros poco chicos con los que no deseaba volver a hablar y entre ellos se encontraba Draco.
Pensó en desbloquearlo y revisar su perfil, solo para saber del chico, pero se arrepintió, no tenía sentido, ya que había sido él quien decidió no querer saber nunca más de Draco, no tenia porque estar queriendo saber lo que no debía.
— Seamus, ¿me prestas tu celular?—preguntó, interrumpiendo la silenciosa discusión de miradas que tenia con Ron, algo extraño si tenía en cuanta lo mucho que le gustaba hablar al último.
— ¿Para qué?
— Solo quiero ver algo...
— ¿Algo que no podías ver de tus contactos bloqueados?—preguntó Ron, que sentado a su lado había estado viendo la pantalla de su celular sin que este sepa.
— ¿Es por ese chico Draco?—interrogo Seamus—porque, Harry, el otro día me llego una notificación de que el chico acepto una solicitud de amistad que yo no recuerdo haber enviado.
— ¿En serio?—preguntó con sus mejillas sonrojadas.
— Sí, pero no solo eso—respondió arqueando una ceja—me hablo...
— ¿Qué? ¿Hablaste con él? ¿De qué?
— Pensé que no querías saber más de él—comento Ron.
— Eso mismo cree él, me pregunto porque lo agregue y si era amigo de Harry.
— ¿Y qué le dijiste?
— Le dije que si era amigo tuyo y que lo agregue solo porque lo vi en sugerencias y me hice el desentendido diciéndole que como es que te conocía—Harry lo miró expectante—me mando al demonio con estas palabras: "eres tan idiota e infantil como tu amigo", entonces me borro unos minutos después, la última publicación suya que alcance a ver era que escribió: "no soy tan infantil como él para bloquear a las personas, con borrarlas me alcanza", ¿quieres verla? Le tome captura para cuando este día llegara y te pudiera decir esto: Eres tan idiota como ese bonito chico dice.
— ¿Bonito?—preguntó con una sonrisa burlona Ron—así que no solo uno te gusta—rio.
— Ron, cállate, Harry no sabe de eso...
— Oh, seguramente a estas alturas él ya sabe, él único que no debe saber es Dean.
— ¿Saber qué?
—Que fuiste un niño tonto con ese chico, Harry, vi algunas fotos, solo porque no sabía porque demonio había enviado una solicitud, y el chico no solo es guapo, sino que, por lo último que escribió, parecía tener una personalidad que, no lo sé... enamora.
— ¡Aw, se enamoro!—exclamó Ron.
— Si, cuidado con eso entonces—bufó Harry—es un maldito mentiroso.
— ¿Ves como eres de infantil?
— Soy de infantil lo que él de mentiroso—se defendió—si no me quieres prestar el celular, bien, no lo quiero.
— No me molesta prestártelo, pero si vuelves a su perfil y haces algo tonto, sabrá que no soy yo sino tu, como tu amigo, debo evitar que te veas como un enfermo, acosador e idiota.
— ¡No soy un acosador!
— Pues lo pareces, toma, a mi no me borro—le tendió su celular Ron—cuando me pregunto si te conocía no conteste, ni siquiera abrí el mensaje.
— ¡Eres increíble! ¿De qué otro celular lo has stalkeado?
— No les interesa, ustedes sigan con su secreta charla—tomó el celular de Ron.
— Solo te advierto que, puede no gustarte lo que veras...—cantó su amigo.
— ¿Por qué?—lo observó de reojo.
— Él siguió adelante, lo revise, parece igual que antes de ti... o mejor.
— En cambio tu—negó Seamus.
— ¿Yo qué?
— Amigo, he visto tus estado... parece que no avanzas.
— No es cierto, yo...—vio la pantalla del celular de su amigo donde cargo el perfil de Draco y solo suspiró.
Observó la foto de perfil, donde el chico no solo exhibía una hermosa sonrisa, sino también una mirada con un brillo singular. Bajando se encontró con fotos de paisajes, cielos, amistades y el mismo chico en primer plano de muchas, a los pies de las fotos, solo había breves palabas como : "día de risas, gracias por esta tarde, personas que en días frio te hacen sentir cálido, ¿Cómo es que hay sol si no siento calor?". Mucho más abajo, encontró una foto tomada detrás de una ventana en la que se veían gotas de la llovizna invisible, unas hojas volando por los aires y un cielo nublado, con un pequeño resplandor de un sol y debajo decía algo más extenso que en otras fotos: "Me siento como el clima de este día. Tan poco presente como el sol, con emociones tan tristes como el gris de las nubes, sintiendo que estos sentimientos fueron invisibles para él como la llovizna lo es para las personas distraídas. Sin ocultarme e intentando ser visible como las gotas en las ventana, pero sin éxito. Espero que pronto llegue ese viento frio, para que se lleve todo", revisó la fecha de publicación y había sido a comienzo del invierno.
— Llegue a esa, es la única que indica algo triste—comento Ron.
— ¿Nunca nadie te dijo que hay momento para callar?—preguntó devolviéndole el celular.
— En su diccionario no parece existir esa palabra—negó Seamus.
— Y en la tuya no existe valiente, o directamente no lo eres—lo acusó Ron.
— Yo lo único que entendí es que estas enamorado de de Neville, de mi...o de Ron—declaró—y desde ya te advierto, si es de mi, olvídate, no te corresponderé. Ahora si es de Ron, pobre de ti, es un asqueroso mujeriego que si te da ilusiones es por sexo.
— ¿Gracias?—cuestionó Ron medio ofendido.
—De nada, la verdad es solo eso... ¿o lo negaras?—Ron hizo una mueca, pero no lo negó—. Por otro lado, si es Neville... no creo que sea gay, y si lo es, no saldrá pronto.
— ¿Y Dean?—preguntó Ron, ya que Seamus estaba colorado y sin poder encontrar aire para sus pulmones a su alrededor.
— Bueno, él... yo creí que era muy hetero, pero ahora no lo sé, recuerdo haber escuchado comentarios que solo entran en el perfil de hetero y no sé, tiene algo contigo—señaló con su barbilla a Seamus.
— ¿Conmigo?—preguntó para luego atorarse con su propia saliva,
— Si, se ve muy protector y celoso—aseguró—en una ocasión me pregunto cómo te veía yo a ti, cuando le dije que eras atractivo, me trato mal una semana, cuando lo hable de nuevo con él y le dije que solo quise decir eso y no eras mi tipo, me dijo que solo eran ideas mías y me trato como siempre.
— ¡Maldita sea, Ron, deja de patearme que ya me duelen ambas piernas!—se quejó de repente Seamus.
— Es para despertarte, ya tienes lo que querías...
— Yo no quería nada, te dije que no le diré...
— Deberías— interrumpió Harry—díselo tu, él nunca lo hará.
— Si, lo hare cuando tu desbloquees a ese lindo chico.
— Entonces buena suerte olvidándolo. Para mi, Draco es historia antigua—se puso de pie.
— Por eso lo sigues stalkeando.
— Me canse de congelarme con ustedes, par de tontos, me voy a casa.
— Te cansaste de ver al bonito chico, con el que fuiste un inmaduro, seguir su vida—escuchó decir a Seamus antes de marcharse.
Regresando a su casa, sabía que no debía, pero su lado estúpido y resentido actuó más rápido, abriendo WhatsApp fue al chat con Dean.
¿Te molestaría si empiezo algo con Seamus? La verdad es que me interesa y a los demás no le molesta.
¿Pero qué demonios te pasa? ¿Estás enfermo? Ve a buscar por Internet otro chico con el que jugar.
Me gusta de en serio, creo que podríamos estar bien.
Dices solo una cosa más o te veo intentar algo y te arrepentirás.
¿Te gusta Seamus?
No viene al tema.
¿Te gusta Seamus?
Que no viene al tema.
Me importa un carajo, dime si te gusta Seamus o mañana mismo lo beso en tus narices.
Te mato, sabes que lo hare.
Y sabes que yo también lo besare.
Seamus produce cosas en mi que no controlo, ¿ya?
¿Qué cosas?
Solo cosas.
¿Te excita?
Cosas que podrían llamarse amor. Continúas preguntando y le envió un mensaje a ese chico diciéndole que tú tomaste mi celular y le enviaste una solicitud, porque si, ya lo sé, para eso lo usas.
¿Qué te ha dicho Draco?
Que te dijo a ti es la pregunta correcta.
Le llego una captura de pantalla de un chat con Draco donde este le decía: "Ya lo entendí todo, demasiadas casualidades, por favor dile a Harry que es un maldito niño inmaduro, que ya crezca el idiota".
Para su tranquilidad, su amigo le respondió en su defensa: "Concuerdo contigo, Harry es un idiota e inmaduro, pero no sé porque lo mencionas, ¿te has equivocado de chat? Las conversaciones se empiezan con un saludo. Te agregue porque me pareciste agradable en la foto, lo siento, soy demasiado ingenuo, de inmediato te borrare por loco desquiciado".
Puedo decirle que estaba en lo cierto.
Amigo, te devolveré el favor.
Después de responderle a Dean, tomó captura de la parte de la conversación donde su amigo confesaba, creó un grupo con Seamus y Ron al que llamó "Par de tontos", y envió la foto diciéndoles: "Lo resolví por ustedes, repito; par de tontos". Solo recibió una respuesta de Ron, en la cual había enviado una captura de pantalla de Facebook donde se veía a Draco de primer plano siendo abrazado por la cintura por un desconocido que ocultaba su rostro en el cuello de este.
Y yo resolví tu problema, olvídate del chico. No quería que vieras esto pero visto que eres el idiota más grande con tus amigos no me quedo de otra.
Yo ya había decidido olvidarme de él... ¡¿y porque se supone que soy un idiota ahora?!
Seamus entro en crisis al ver la captura, ¡eres un idiota! Llevo una semana intentando que se confiese.
Y ahora podrá hacerlo.
Eres estúpido, ¡su miedo solo era que él lo sepa, no ser rechazado!
¡Eso es lo mismo! Solo esta de dramático.
Harry, sé que mi defecto es hablar mucho, pero créeme que hablo tanto como escucho, tu defecto es no saber escuchar y te aconsejo, como amigo, que comiences a hacerlo, a escuchar e intentar comprender sinceramente sin buscar quejas.
¿Ahora eres un psicólogo?
Crece, Harry y borra esta porquería de grupo. Hazme le favor, al menos, de no decirle nada a Dean.
Enojado, hizo lo que le pidió, borro la captura, el grupo y vacio el chat con Dean intentando desaparecer toda prueba y antes de guardar su celular envió un mensaje a Seamus disculpándose, pero no obtuvo respuesta.
La foto enviada por Ron de Draco seguía en su cabeza, dolido y enojado se repetía que debía olvidar todo respecto al chico, no tenía sentido y tampoco había sido tan larga o profunda su relación. Era algo que debía haber olvidado rápidamente, pero el hecho de haber estado revisando sus redes sociales a través de las cuentas de sus conocidos, complico el proceso y la consecuencia era el sentimiento que perduraba en su interior.
Solo tenía una opción sana y era olvidar al chico, lo que paso y pudo pasar, incluso lo que hubiera querido, era necesario que dejara de pedir celulares.
Cuando llego a su casa y estuvo en la tranquilidad de su habitación, entro inconscientemente a Facebook y escribió: "Me hubiera gustado tener al menos un beso, pero adiós".
Antes de publicarlo, recordó que ya había escrito un estado similar hace tiempo y lo borro, lo cambio a: "Ni siquiera un beso tuvimos, pero es mejor, así sería más difícil olvidarte, adiós".
Volvió a borrarlo y salió de la aplicación cuando entendió que no tenía sentido y una vez más, tenia similitud con otros estados, que entre ellos también eran semejantes.
Entro a su galería y comenzó a seleccionar foto para borrar, todas aquellas que alguna vez le envió Draco, todas las del chico y también aquellas que él le envió y se lo recordarían en el futuro, todo lo borro. Volvió una vez más a Facebook y lo desbloqueo, para inmediatamente borrarlo. Sabía que era casi tan infantil como bloquearlo, pero tenía que eliminar cada rastro del chico en su vida virtual y real, porque dolía, no era sano y para curar debía hacerlo.
De esa manera pronto dejaría de recordarlo, poco a poco y comenzaría a mirar a otros chicos y también a salir, posiblemente se enamoraría y volvería a sufrir, era el ciclo natural, debía entenderlo y tomarlo natural, sin trágico dolor, solo superación.
Se autocastigó una última vez, comenzando a borrar estados dedicados a ese dolor, después de los primeros diez, decidió no leerlos y solo borrarlos.
Antes de dormir esa noche, se observo al espejo y con firmeza se dicto la orden del próximo día.
— Harry, mañana te levantaras, te miraras a este mismo espejo y te dirás lo bien que te vez.
Auto obedeciéndose, a la mañana siguiente, luego de decirse aquello, lavo sus dientes y echo agua a su cara para mirarse una vez más y sonreír coquetamente, se sentía atractivo. Tomó una foto con su celular y la pusó como foto de perfil en Facebook. Más tarde ese día, le tomó foto a la fría ciudad y sus calles con arboles vacios y coloco la foto de portada escribiendo al pie "¿Ultimo día de invierno?" , y continuo su día sin tomarle demasiada importancia a los comentarios tanto negativos como positivos de amigos y conocidos que de pronto veían un Harry virtual diferente al último tiempo.
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Severus no había hablado con Sirius desde el día anterior, donde tuvieron la discusión por celular, su enojo no había disminuido en gran cantidad, pero era controlable. La mueca parecida a un puchero en sus labios, era algo que no pudo evitar, no podía sonreír y fingir para el mundo que estaba bien, era así de trasparente y no iba a cambiar.
A pesar de todo mal pronóstico, incluyendo el de la chica del clima, estaba allí a la hora correcta y por tomar el autobús indicado.
Sirius no había enviado ningún mensaje y el tampoco lo haría, pero estaba seguro de que lo vería.
Cuando el chico subió y se paró a su lado, sosteniéndose del asiento donde él estaba sentado, fingió estar desinteresado sin mirarlo, tan sencillo y tosco como era el chico, se inclino preguntando con simpleza.
— ¿No me saludaras?
— No sé, ¿tú crees que te mereces ser saludado?—para molestia suya, Sirius rió quitándole seriedad a la situación, aun así no lo miró.
— Si continúas con ese puchero, podría comenzarme a gustar verte enojado—le susurró al oído—por lo de ayer, creo que me merezco poder comerte la boca.
— ¿En serio tú crees que te...?—su pregunta cargada de un tono molesto fue cortada abruptamente por, una vez más, el tosco comportamiento de Sirius quien busco y atrapo sus labios sin permiso, alii inclinado, con varias personas a su alrededor él se las arreglo para besarlo.
De aquella manera tan profunda en la que besaba el chico, Severus realmente sentía que estaba siendo devorado. Las bocas abiertas, los labios sellados y las lenguas insertándose en lo profundo de la cavidad contraria, succionando como si bebiera de la saliva, los dientes de Sirius ocasionalmente mordiendo sus labios, como tomando un bocado de ellos, era pasional y rudo a la vez, lo enfurecía el atrevimiento y lo enloquecía de una manera poco inocente, era el encanto de Sirius.
Se dejo llevar, casi derritiéndose en su asiento, liberando un suave gemido, escuchó una femenina risa llegar a sus oídos pero ni siquiera eso le dio la fortaleza de alejarlo, ya que la lengua de Sirius comenzó a hacer movimientos que simplemente le cortaron la respiración, Entre abrió los ojos inconscientemente, pero antes de cerrarlos, solo vio violeta donde se suponía que debía estar la morena piel del chico alrededor de su ojo.
A pesar de que Sirius se negó, tomando sus labios entre sus dientes logro alejarlo y mirarlo de lejos con una ceja arqueada comprobando su sospecha, el chico lucia un ojo tan morado que casi estaba cerrado.
— ¿Qué te ha sucedido?—preguntó alarmado.
— Oh, esto...—tocó levemente con las yemas de sus dedos el ojo—se irá en unos días, casi no duele.
— ¿Cómo paso?—interrogó, pero Sirius solo se encogió de hombros sin darle importancia—¿no me dirás?
— No importa, solo paso...
Para Severus no había pasado, se mantuvo en silencio por la cantidad de personas, pero necesitaba , ya que no era la primera vez que lo veía con una lección, no era idiota y en más de una ocasión notó al besarlo que llevaba un labio roto. Toda la situación se le hacía tan misteriosa que perdía encanto y comenzaba a caer en sus dudas y miedos.
Cuando bajaron del autobús, Sirius intento besarlo nuevamente, pero rápidamente lo rechazo.
— ¿Qué sucede?—preguntó desconcertado.
— No sé, dime tú. Te hice esa misma pregunta. Contesta—ordenó cruzándose de brazos y esperando.
— No hagas un drama de esto, dije que no es nada.
— Oh, resulta que ahora soy un dramático, genial Sirius, eres simplemente increíble—aseguró con la ironía en su tono más que notoria.
— No dije eso y no actúes como ayer, si estas aun enojado, entonces no es bueno mantener esta conversación.
— ¿No me vas a decir que te paso? ¿No me vas a decir a dónde vas cada día?—esperó y no obtuvo respuesta, solo una dura e inquebrantable mirada—. ¿No me vas a decir nada de ti?—insistió, llegando al límite de su paciencia pero intentando enormemente mantener la compostura.
— No hay nada que decir—murmuró con una leve inseguridad de la que Severus quiso agarrarse para mantener su fortaleza, respirar y continuar, pero no pudo.
— Está bien—suspiró y negó con la cabeza antes de caminar pasándolo de largo.
— ¿He? ¿Qué pasa?—preguntó mirándolo sorprendido por la repentina acción.
— Nada, solo no pudo mantener una conversación con alguien como tú—volteó a mirarlo—no puedo contigo, dejémoslo así.
— Severus—llamó cuando se volvió a voltear para seguir su camino sin escuchar el llamado.
Esa misma tarde, subió un estado a su WhatsApp donde se veía una ventana con un corazón dibujado por sus propios dedos y al pie escribió: "Hoy termina el invierno para mí".
Había ocupado su mañana pensando en la situación, en lo poco que merecía ser tratado de esa manera, ser ignorado y obligado a ignorar la vida privada del otro. Quería más en una relación, quería alguien cálido, dulce y gentil en sus actos. Sirius era frio, serio, tosco y brusco. Podía parecer a lo lejos el hombre de sus sueños y en estos el ideal, pero en la realidad de conocerlo, había descubierto que el chico no era para él, ya que dolía demasiado para su corazón un chico con tales características.
Necesitaba saber cosas que Sirius no parecía querer decir, en definitiva, el chico no lo dejaba entrar en su vida y Severus a pesar de poder enamorarse de la tosca forma de ser de este, no podía soportar no tener la entrada permitida a todo lo que era.
El primero que vio su estado, fue la persona a la que se lo dedico en silencio y luego de ver ese visto siguió terminado el invierno, independientemente de lo que diga la mañana siguiente la chica del clima.
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Harry se despidió sonriente de Dean, el chico era despistado, no solo no entendía las indirectas que Ron y Seamus habían comenzado a decirle sobre el interés amoroso del segundo, sino que al contrario de sentirse confiado por ellas, era todos nervios e inseguridad, nada demostrados abiertamente más que frente a él cuando le reprochaba el supuesto coqueteo que Harry tenía con Seamus, Harry solo carcajeaba de la risa ante cada reproche asegurando con sinceridad que no era así.
Había cruzado la calle y alcanzo a caminar solo unos pasos, antes de ver entre las personas que por ella iban y venían, al mismo chico que creyó borrar de su mente y no volver a recordar, pero su cabeza no funcionaba como su celular. Intento mostrar un rostro de indiferencia, para fingir no reconocerlo y si la suerte estaba de su lado, no ser visto, pero el chico lo vio desde un comienzo y continuaba observándolo al igual que acercándose.
Intento seguir de lado, pero este se detuvo y le habló, porque había fracasado, no pudo poner aquella mascara de indiferencia.
— ¿Pretendes que finja que no me viste o es que debo entender que me ignoraste?—no contesto, solo se detuvo a unos pasos—estamos uno al lado del otro, al menos ten la educación de saludar.
— Lo siento—se giró sonriendo falsamente por un segundo antes de poner mala cara nuevamente—no me sale ser falso con la gente como a ti, no puedo saludar a quien no me agrada.
— Se le llama ser educado...
— En mi mundo se le llama ser hipócrita, pero claro, en tu vida ser así es muy normal.
— Eres un niño que cree en lo que le conviene, pero este no es el mundo virtual que saludas a quien se te antoja—Harry solo rio y negó ante la acusación—. ¿Qué? ¿No puedes bloquearme como en Facebook?—presionó.
— No, lamentablemente es el mundo real y es más difícil, pero puedo seguir de largo—se dio la vuelta ignorando la provocación.
— Espera, Harry—llamó con resignación—. ¿Cómo quieres que haga?
— ¿Cómo quiero que hagas que cosa?—se dio una vez más la vuelta y lo miró sin comprender.
— ¿Me lo pondrás más difícil? No me desbloqueas de Facebook, me ignoras cuando me cruzas en la calle y me siento como un idiota preguntando a cada usuario que me envía una solicitud si te conoce... ¡no me das una sola manera de disculparme!
— Te he desbloqueado hace un tiempo de Facebook y te he borrado. Es la primera vez que te cruzo en la calle. No quiero que te disculpes—contestó aquellas tres acusaciones y se giró, metió las manos en los bolsillos de su abrigo y siguió su camino ignorando el llamado que se escucho a los segundos.
Continuara...
Quiero saber sus opiniones sobre esta historia, ya que queda una sola parte más...¿ que piensan? ¿Quieren que siga subiendo historias así?
Por otro lado, los/las invito a que me sigan si aún no lo hacen y que lean otras de mis historias, como: Lady J, El chico detrás de los libros, El chico de la falda, El delirio del pescador, ect. Son algunas de las adaptaciones de historias que escribí hace algunos años.
Gracias por leer.
¡Hasta pronto!