El último año de preparatoria siempre es el más difícil, y es que cuando sientes que ya tienes el ritmo de preparación para el último semestre, de repente comienzan los trámites para la universidad, pensar a qué facultad presentar examen, y por si no fuera poco, los finales que debes rendir para las materias de tu semestre final.
Para cualquier otro alumno ahí acaban sus preocupaciones, pero los jugadores de St Gabriel y Harrow tienen una más en la lista, y son los HotBall. Finalmente después de tres años preparándose, habían llegado, y tenían que hacer que todos sus esfuerzos valieran la pena y llevar el trofeo a sus escuelas.
Sería mentir si dijeran que no estaban confiados de llegar a la final, pero es que después de haber jugado tantos amistosos con equipos de otras escuelas en la liga, era muy notorio que ambas escuelas eran superiores a cualquier otra.
Y cuando el torneo inició, se dieron cuenta de que no se habían equivocado; en la primer fase la cual consistía en una liga donde se enfrentaban todos contra todos en dos secciones, no les fue difícil vencerlos, y aunque a veces quedaban empatados, sus puntos acumulados siempre los hacían seguir avanzando hasta llegar a la segunda fase en la cual estaban las eliminatorias, cuyo número de rondas limitaba el total de equipos que seguían jugando.
Los equipos mejor clasificados pasaron a las eliminatorias donde se enfrentaron en un orden determinado y tras cada partido, un equipo perdedor quedaba eliminado y el equipo ganador avanzaba a la siguiente ronda. Así que fue aquí donde los Harrow y St Gabriel se encontraron por primera vez en la cancha después de mejorar su relación.
Como fue de esperarse, todos en las gradas estaban emocionados por ver cómo iban a desarrollarse durante el partido, esperando por alguna icónica pelea que le diera vida al torneo. Pero esta nunca llegó.
No sabían si había sido casualidad, si las oportunidades de goles habían sido falladas realmente o las habían dejado pasar, pero el marcador final indicaba un empate de cero a cero, haciendo que muchos se fueran decepcionados de la cancha. Claramente las especulaciones habían comenzado en redes sociales, y cuando se hizo el post con los resultados, fue la publicación con más reacciones de enojo en la página de Facebook, llenándose de comentarios en donde incluso se iniciaban debates, unos pidiendo que eliminen las campañas de convivencia en los torneos porque hacían los partidos aburridos y otros respondiéndoles que si querían ver golpes deberían ver peleas de box.
Los jugadores estaban tratando de no tomarle importancia a las cosas que decían, aunque la verdad era que se preocupaban acerca de no estar siendo suficientes para sus seguidores, y sobre todo, para sus escuelas. Y he aquí haciéndose realidad uno de los miedos que Fourth y Gemini tenían antes de confesarse. Temían que el ser todos amigos los llevara a no dar su mayor potencial de sí mismos en los partidos, que hubiera esta lástima de hacer perder a los otros, o miedo de que si uno ganaba y el otro perdía, podrían empezar una pelea que los hiciera borrar todo avance que llevaran como amistad.
Se sentía como si no estuvieran logrando separar una cosa de la otra y tener un buen balance. ¿Habían tomado la mejor decisión?
"Hijo, creo que deberían hablar esto entre ustedes, su amistad debería ser tan fuerte que ningún partido los haga odiarse."
"Lo sé, mamá. Pero al final, es una competencia, tiene que haber algo de rivalidad para poder tomarlo en serio y no como un amistoso."
Fourth había decidido contarle todo a su madre al no tener con quién más hablar de las cosas, y ahora ambos se encontraban en la cocina discutiendo sobre lo que sería mejor en esta situación.
"Y es que, ni siquiera me importa tanto lo de Gemini y yo porque sé que de alguna manera lograremos arreglarnos. Pero no sé cómo alentar a que mis amigos tomen las cosas en serio y no se dejen guiar por sus sentimientos, no quiero que se odien, pero tampoco quiero que se dejen perder como en el último juego. Tengo miedo de que no sepan diferenciar las cosas, de decir algo mal y que pienses que les estoy pidiendo que se enojen contra ellos."
Fourth estaba demasiado concentrado en sus palabras y pensamientos mientras lavaba los trastes, que ni siquiera fue consciente de qué era exactamente lo que estaba diciendo.
"¿Lo tuyo y de Gemini?" Después de todo lo que había dicho, su mamá parecía solo haberse concentrado en esa parte, mirándolo divertida con una sonrisa en su rostro haciéndolo caer en la realidad.
"Eh...sí, porque ambos somos capitanes." Trató de aclarar, frunciendo su ceño y mirando hacia otro lado para dejar de seguir viendo esa cara burlesca que su progenitora le estaba mostrando.
"¿Entonces ya no es más ese niño idiota de Harrow? ¿Ahora es Gemini?"
"¡Mamá! Solo, concentrémonos en el problema principal. ¿Está bien? Prometo luego contarte lo que pasó."
"Entonces sí pasó algo, ¿Eh?" Canturreó dándole un suave empujón hombro con hombro, logrando que una risa tímida saliera de Fourth, quien asintió levemente. "Uh, uh. Entonces vamos a dejar esa emocionante plática para cuando estés listo."
"Gracias." Dijo su hijo después de un par de segundos, para después abrazarla, siendo correspondido al instante.
"Verás que todo saldrá bien, cariño. Te prometo que cuando lo hables con los demás te darás cuenta que este estrés fue en vano, ¡Son estudiantes de preparatoria! No creo que sea tan difícil para ellos entender."
...
"¿Entonces tenemos que volverlos a odiar para que ganemos el partido, verdad?"
Era la segunda vez que Fourth les repetía las cosas y estaba comenzando a perder la paciencia. Estaban sentados en una de las mesas en el patio de su escuela, y el calor allí solo le complicaba más las cosas.
"Cómo eres de idiota, Winny. ¡No puedo creer que no entiendas el punto principal de lo que estoy diciendo!"
"¡No es mi culpa que seas tan difícil de entender! Todos aquí estamos igual de confundidos." Levantó la voz de la misma manera mientras señalaba a sus amigos quienes lo miraron con muecas en sus rostros.
"En realidad...entendimos a lo que se refiere, eres el único que no lo hace." Admitió Phuwin, haciendo que Winny les sacar el dedo medio.
"Miren, chicos. Lo único que quiero es que dejen de abstenerse de anotar goles solo por pensar en si los otros se van a enojar, ¡Es un partido! No actuemos como si al meterles un gol vamos a volver a ser enemigos, pero es obvio que un equipo tiene que ganar, y tenemos que ser nosotros. Hemos entrenado demasiadas tardes bajo el sol, algunos han tomado clases extras para mejorar, e incluso hemos descuidado nuestras notas escolares por pasar más tiempo practicando; merecemos el trofeo."
Su voz sonaba un poco agotada desde la primera vez que comenzó a hablar, le gustaba culpar a la temperatura del día, pero muy en su interior sabía que probablemente era la falta de alimento que lo ponía así. En los últimos días había estado perdiendo el apetito solo porque estaba demasiado estresado preocupándose por el ingreso a la universidad y los HotBall, aún ni siquiera se decidía por una carrera cuando todos los demás ya lo habían hecho.
"Fourth, pero ellos también lo han hecho, han trabajado duro..."
"¡Todos lo hicieron, Dunk! Todos aquellos equipos a los cuales les ganamos en las eliminatorias lo hicieron, ¿Entonces cuál es el problema ahora?"
Dunk miró a los demás quienes parecían tener una batalla interna, decidiéndose por ser él quien hablara primero, siendo seguido por Phuwin y First.
"Estoy saliendo con Joong."
"Yo con Pond."
"Y yo con Khao."
"¿Ah?" El grito de sorpresa que Fourth había pegado pudo escucharse a través de la escuela, ganándose algunas miradas curiosas de estudiantes que se encontraban por la zona. "¿Cómo que están saliendo con los de Harrow? ¿En qué momento?"
"¡Son cosas que pasan, Fourth! No nos puedes culpar." Habló First en un intento de explicarle las cosas. El mencionado solo revolvió su cabello cerrando sus ojos por un momento, para después volver a hablar tratando de que su voz saliera calmada, casi con esperanza.
"Winny..."
La mirada del capitán se dirigió hacia aquel hablador chico al que ahora el ratón parecía haberle comido la lengua. No había hablado, y pensaba que tal vez era el único que no se había involucrado con los chicos de la otra preparatoria.
"¡Yo solo me acosté con Satang, no me metan en sus cosas!"
Los presentes incluso se levantaron de sus lugares debido a la sorpresa que aquellas palabras les habían ocasionado. Sus ojos estaban abiertos de una manera que podía parecer graciosa para cualquiera que los viera, al mismo tiempo que dejaban salir un sonido de admiración al unísono.
"Me tienes que estar jodiendo, Winny. ¡Pero si ustedes se odian!" Gritó First.
"Bueno sí, pero, ¿A caso no han escuchado ese dicho que dice que del odio al amor solo hay un paso?"
Amor...Entonces no era cosa de solo un polvo, pero Winny nunca se atrevería a admitirlo.
Fourth sabía que las cosas realmente eran más complicadas ahora, no tendría que preocuparse si supiera que sus amigos no eran unos malditos románticos que harían cualquier cosa por sus parejas, y ahora teniendo toda esta información podía entender por qué habían jugado tan mal la vez pasada.
No querían ganar por ellos.
Tomó una profunda bocanada de aire antes de volver a sentarse, sintiendo sus pensamientos revolverse en su cabeza. En otro momento estas confesiones habrían logrado hacer que todos se molestaran de broma y se felicitaran por encontrar pareja, pero ahora no era así para ninguno. Tenía miedo, él realmente quería ganar, era un sueño que tenía desde la primaria cuando uno de sus amigos lo invitó al partido de su hermano y lo vio levantar la copa tan feliz. Quería eso, quería llegar a casa y celebrar su victoria.
No buscaba arruinar lo que habían logrado, y con esto se refería a la bonita relación de sus amigos, y a la suya con Gemini. Recordaba la ilusión que todos tenían cuando entraron al equipo y cómo incluso imitaban la escena en donde los nombraran campeones. ¿Era malo querer eso de vuelta?
Tenía su rostro entre sus manos mientras trataba de encontrar las palabras correctas para hablar, no quería que sus amigos pensaran que estaba enojado con ellos, no cuando todos lo habían apoyado cuando les contó lo que tenía con Gemini.
"No se trata de ser egoístas, o querer ganarles precisamente a ellos. Es el hecho de que hemos estado trabajando duro y finalmente llegamos a donde queríamos, carajo. No podemos simplemente dejarnos perder."
Su rostro reflejaba el estrés que estaba sintiendo, y su piernas no dejaba de moverse nerviosa por debajo de la mesa.
"Le doy la razón a Fourth." Habló Ford. "Chicos, esto no tiene por qué convertirse en una guerra, solo tómenlo como si fuera un partido con cualquier otro equipo, ¿A caso no siempre buscan ganar?"
Todos asintieron y siguió.
"Deben ser maduros, tanto ustedes como los de Harrow, y saber que se trata de sus sueños, y así como ellos quieren ganar, ustedes también, no es algo personal. No tienen que perder a propósito, estoy seguro que los otros también pondrán todo de ellos y eso no quiere decir que nuevamente sean enemigos. Se trata de sueños y aspiraciones, el destino decidirá quien será el ganador, pero es mejor dar todo su esfuerzo a luego arrepentirse por no hacerlo, piensen en su capitán, en su entrenador, y en todos los que los han apoyado."
Fourth podría llorar ahí mismo, realmente sentía un peso salir de él en cuanto Ford terminó de hablar, fue como si éste hubiera podido leer sus pensamientos y los pusiera en un mejor orden para expresarlos en voz alta. Era justamente eso a lo que se refería, y de verdad estaba tan agradecido de tener un amigo como él, uno que a pesar de no estar en el equipo, siempre los apoyaba.
Se dejó ganar por las emociones cuando todos comenzaron a dar sus opiniones, pidiendo disculpas y diciendo que estaban de acuerdo, que hablarían cada uno con sus respectivas parejas; así que los juntó a todos para un abrazo grupal, haciendo aquel característico baile que siempre hacían cuando celebraban algo.
Todo debería estar bien.
"Por cierto, yo también estoy saliendo con Mark."
Claro, las sorpresas nunca podían parar entre los de Saint Gabriel.
⚽
La última vez que vio a Gemini había sido hace unos días cuando fueron a una cafetería para hacerlo probar el frappé favorito de Fourth. Desde ahí solo se podían comunicar en videollamadas ya que ambos estaban demasiado ocupados estudiando, que sus energías eran consumidas. Pero a pesar de eso, siempre estaban el uno para el otro, incluso ayudándose cuando uno no podía entenderle a algún tema.
Cuando Fourth le contó a Gemini en aquella cita acerca de sus amigos saliendo entre ellos, casi se ahogaba con la rebanada de pastel que había pedido.
"¿Qué mierda, Fourth? Aún no es día de los inocentes, cómo me vas a decir eso."
"¡Te estoy diciendo la verdad! Hemos estado siendo engañados todo este tiempo,"
"¿Pero están saliendo antes o después de que nosotros comenzáramos?"
"Creo que después, algo así me contó Dunk, cada quien tiene su propia historia." Sonrío mientras tomaba una cucharada de su pastel, para luego llevarla a los labios de Gemini. Alimentarse entre ellos era algo que ya se había vuelto costumbre.
"Aún no puedo creer que Winny y Satang..." Dijo con las mejillas llenas, haciendo algunas señas con sus manos.
"Créeme que yo tampoco, realmente parecía que nunca podrían llevarse bien."
"De todas formas, nuestra historia es más linda."
"Gemini..." Regañó Fourth. "No se trata de comparar."
"Está bien, ofrezco mis disculpas por hablar con la verdad."
Fourth negó con su cabeza pero estaba sonriendo, normalmente sus pláticas eran así, él le llamaba la atención a Gemini por algo, pero al final acababa riendo ante sus ocurrencias, recibiendo besos por parte del mayor quien nunca paraba de llamarlo tierno.
"Fou, tengo algo que decirte." Dijo Gemini en algún momento de la cita mientras sostenía la mano de Fourth por arriba de la mesa.
"Estoy embarazado, no me puedes dejar." Respondió el menor rápidamente.
El capitán de Harrow soltó una estruendosa risa, dejando después un suave beso en los dedos del chico frente a él.
"No es eso, no te preocupes. Aún podemos seguir en la espera de FotFot." Siguió el juego, refiriéndose a ese bebé imaginario. "En realidad, lo que quería decir...preguntar, es si tal vez tú...¿Quisieras ir a un evento que habrá el fin de semana en mi escuela? Será algo así como una pequeña feria, pero si estás muy ocupado no hay problema si no-"
"¿A qué hora pasarás por mí, guapo?"
El nerviosismo que estaba sintiendo Gemini desapareció en cuanto escuchó esas palabras, sonriendo inmediatamente al no haber sido rechazado. Tenía un plan en mente y de verdad se alegraba de poderlo llevar a cabo.
"¡Al medio día!" Respondió con más emoción de la que planeaba mostrar, carraspeando ante ello cuando se dio cuenta. "Al medio día."
Los ojos de Fourth brillaban reflejando ternura, había podido traer de vuelta a ese chico encantador de la secundaria y a pesar de que los años habían pasado, no se cansaba de admirarlo.
Tenía su puño puesto en su mejilla mientras lo miraba de frente, haciendo que Gemini se pusiera un poco tímido, incluso se había acercado un poco a él preguntándole si le iba a decir algo. Supo que no había nada qué decir cuando Fourth solo le sonrió aún más como respuesta, mirándose ambos a los ojos ni siquiera necesitando palabras para poder comunicarse, sus miradas hablaban por ellos.
Sus manos aún seguían entrelazadas, y después de un par de segundos, Gemini jaló un poco de estas hacia él para ganar impulso y así inclinarse sobre la mesa pudiendo estar más cerca del rostro de Fourth.
"¿Puedo besarlo, capitán?"
Preguntó a pocos centímetros de distancia, relamiendo sus labios bajo la atenta mirada del contrario, quien anonadado susurró una pequeña afirmación, dando paso a la boca de Gemini que se unió a la suya en un lento y dulce beso.
Cuando se separaron, el chico de Harrow dijo contra su oído. "Creo que me gusta más probar el frappé de esta forma."
...
El día de la feria había llegado y para cuando Gemini llegó a su casa, Fourth estaba listo. Vestía una camisa de rayas amarillas y blancas que realmente lucían bien en primavera, pero por supuesto que él no había planeado eso.
Estaban yendo hacia la escuela a como normalmente acostumbraban cada que salían juntos. Una vez Gemini había subido una foto en bicicleta y Fourth le mandó un mensaje diciéndole que deberían viajar en ella juntos, convirtiéndose ahora en su medio de transporte favorito.
Cuando finalmente llegaron, se sorprendió por la cantidad de estudiantes que habían en ella, habían tantos que ni siquiera estaban prestando atención a que un jugador de St Gabriel iba tomado con uno de Harrow.
Pasaron por diferentes puestos, a veces ganando y otras perdiendo, llevando Fourth un peluche de snoopy que Gemini había luchado mucho para poder ganarle.
Hasta este momento, él ya creía que era una de las mejores citas que habían tenido, solo ellos divirtiéndose y peleando en broma de vez en cuando al no poder ponerse de acuerdo en algún juego. Y cuando el sol se comenzó a ocultar y creyó que regresarían a casa, Gemini lo llevó a un stand en donde se encontraban Satang, Mark, Pond, Joong y Khao; era algo así como un pequeño karaoke en donde los estudiantes podían pasar a cantar sus canciones favoritas.
Pensó que solo estaría siendo un espectador más, pero grata fue su sorpresa cuando vio a Norawit tomar una guitarra mientras los dirigía a ambos a la pequeña banca que se encontraba ahí puesta, haciendo que ambos tomaran asiento en ella bajo la atenta mirada de algunas personas que comenzaban a acercarse.
"Hace unas semanas me dijiste que quería escuchar esta canción, han pasado años desde que un salón completo la escuchó, menos tú, el dueño de esta historia. Así que hoy finalmente quiero que la escuches para que puedas conocer un poco más mi corazón."
Comenzó tocando suaves acordes en las cuerdas de la guitarra, no estaba mirando al público frente a ellos, su cuerpo estaba girado en dirección de aquel chico de los lunares bonitos, como le gustaba llamarlo, no necesitando tener la atención de nadie más que la de él.
Lo que teníamos, ¿te acuerdas?
Todas las sonrisas y risas,
todo estaba bien
¿Dónde estaríamos si yo lo hubiera hecho?
¿Seguiríamos enamorados?
Me pregunto
Si no te hubiera dejado ir,
¿Qué pasaría entre tú y yo?
El primer amor es difícil de olvidar,
Es difícil seguir adelante,
Incluso si el tiempo vuela,
Nunca dejará tu mente.
¿Estás bien?
Esa pregunta se sigue repitiendo en mi mente,
¿Cómo has estado?
¿Me has extrañado?
Porque sigo extrañándote en mi mente.
Solo puedo esperar que
Cuando estés con ella, seas feliz.
Quiero ver esa sonrisa en tu cara,
Como cuando se está enamorado.
Sabes que siempre estás en mi mente,
Y si tuviera otra oportunidad
De hacer lo correcto
Te abrazaría fuerte,
Y nunca te dejaría ir.
Fourth no había sido consciente de las lágrimas cayendo por sus mejillas hasta que Gemini la limpió con sus dedos cuando hubo terminado de cantar.
Los estudiantes que se habían detenido a escuchar aplaudieron con emoción, incluidos sus amigos quienes chiflaban y hacían más ruido que los demás solo por ser un poco extras.
Los corazones de ambos latían con frenesí, y sin importarles nada más, hicieron caso a lo que cada latido les pedía; unieron sus cuerpos en un cálido abrazo, sosteniéndose con tanta fuerza como si nunca quisieran separarse del otro, como si tuvieran miedo de no estar juntos otra vez.
Para Fourth, escuchar la letra de la canción, fue como viajar de nuevo al pasado, realmente pudo sentir cada una de las palabras en ella llegar directamente a su corazón, y se lamentaba el haber faltado ese día a la escuela, ya que si no lo hubiera hecho, habría conocido los verdaderos sentimientos de Gemini.
Para este último, cantarla después de tres años, teniendo a la persona que lo inspiró en cada párrafo, se sintió como una cura para su alma. Ahora no tenía que seguir preguntándose a sí mismo cómo estaba aquel chico del cual se había enamorado tan perdidamente, ya no tenía que seguir lamentándose el no haberle dicho la verdad, ya que el destino los había puesto juntos de nuevo, y esta vez, lo tenía realmente entre sus brazos.
"Te amo, sol." Pronunció Fourth contra su oído.
"Yo a ti más, mi estrellita."
Y en su interior, ambos se prometieron cumplir ese último verso, aquel que prometía no dejarse ir jamás.