~Narrador omnisciente~
Evora lo miró.
Su hermano se giró y le brindó una de sus clásicas sonrisas.
El chico sonrío de manera dolorosa.
—Todo estará bien, ya verás —dijo él —. Estaré contigo para ayudarte a presentar tu examen de admisión.
—Una promesa que debes cumplir.
Nisa dió un brinco cuando, de pronto, Dallas Clutier ingresó a la habitación donde ellos se encontraban. Ella estaba evitandolo desde el día en que se conocieron.
—¡Hijo! No sabía que tenías compañía —comentó el señor.
Nisa se molestó al escuchar aquello, aunque la intención del hombre no hubiera sido incomodarla.
Luego de terminar ese momento incómodo, la chica sintió que sobraba y dejó que padre e hijo se quedaran juntos dentro de la habitación.
Su progenitor se acercó con precaución, ya hace un mes que Benjamin no mostraba mejoría y eso tenía a todos angustiados. En especial a Evora.
—Bien, hijo, creo que sabes que es momento de regresar a casa. Ya hablé con el doctor que ha llevado tu caso toda la vida y está más que dispuesto a ayudarte para salir de esto. Te prometo que no importa lo que cueste, vamos a lograr erradicar todas esas células que te están haciendo daño, pero no podemos hacerlo aquí —dijo con un tono autoritario que hizo reír al enfermo.
¡Hola chicxs! ¿Como están?
Paso por aquí para recordarles lo mismo de siempre (que voten, que comenten y compartan para llegar a más personas) todo su apoyo me anima a seguir escribiendo.
Gracias por todo el cariño que le han tomado a esta novela y a cada uno de sus personajes.
Los quiere,
Zabeth_Bany.