POV. NATALIA
- Natalia Lafunka, memeo.- Dijo Icíar partiéndose el culo cuando se lo dije.
- Ala, otra que tal.-
- Es que es buenísimo tía.-
- Claro claro. Anda recoge la mierda cerda.-
- Ya voy ya voy.-
- Toma.- Dije pasándole la bolsa.
- Me gusta esto de venir a pasear perros de la protectora, te acompañaré más.-
- Está bien, lo que pasa que yo siempre salgo mal después. Ver a todos los perros en las jaulas sin casa me rompe el alma, es que me los llevaría a todos.-
- ¿Por qué no adoptas a uno?-
- Porque ahora que he empezado con Alba no tengo mucho tiempo para poder dedicarle a el.-
- Tía pero que se pude tener perfectamente una relación y un perro, no me jodas. A ver si vas a estar enganchada al culo de Alba, que eso no es sano.-
- No me refería a la relación, cálmate eh. Me refería a trabajo, que si hay gira y conciertos y estoy fuera todo el fin de semana pues se me complica la cosa.-
- Ah coño, pues es verdad. Bueno, ¿Y un gato? No hay que sacarlo tanto. Mira Alba tiene una.-
- Ya, pero no sé. Me lo tengo que pensar bien, bueno va seguimos que se nos hace de noche.-
- ¿Qué hora es?-
- Las... hostia.-
- ¿Qué pasa?-
- Tengo mil llamadas perdidas de Alba y Marina.-
- Llámala a ver si ha pasado algo.-
- Nada, Alba no me lo coge.-
- Pues llama a su hermana a ver.-
- Natalia.-
- ¿Qué pasa? Que tengo mil llamadas vuestras.-
- Alba está en el hospital.-
- ¿Que? ¿Qué ha pasado?-
- Le están haciendo pruebas ahora, pero todo apunta a apendicitis y a que la tengan que operar de urgencia.-
- Joder, vale, voy para allá.-
- Vale, gracias Natalia.-
- A ti.-
- Alba está en el hospital y seguramente la vayan a operar?-
- ¿De que?-
- Parece que es apendicitis. Venga vámonos para el hospital.-
- ¿Quieres que vaya o me dejas en casa?-
- Ven, ven.-
- Vale.-
POV. MARINA
- Marina.-
- Natalia.- Dije dándole un abrazo.
- Mira ella es Icíar, Ici, Marina, creo que no os conocíais.-
- No, aún no.- Dijo Icíar dándome dos besos.
- ¿Se sabe algo?-
- La entran dentro de nada a quirófano.-
- Joder.-
- Se ve que estaba sola en casa y le ha empezado a doler que flipas, nos ha llamado y ninguna de las dos le ha cogido el teléfono, y yo cuando he llegado a casa la he visto en el suelo sentada llorando del color y encogida y con un ataque de ansiedad supongo que por el dolor y la situación.-
- Joder soy horrible, tengo que dejar de tener el móvil en silencio.-
- Ya, yo también, pero bueno lo importante es que ya está aquí.-
- ¿Queréis que vaya a por cafés.-
- Por favor.- Dijo Natalia.
- El tuyo ya me lo sé. ¿Tu como lo quieres Marina?-
- Café con leche, pero bien cargado de café.-
- Vale, vuelvo en nada.-
- Es un sol.- Dijo Natalia cuando Icíar se fue.
- Ya se le ve. ¿Es algún familiar tuyo...?-
- Casi pero no, es como mi hermana pero no de sangre, mi mejor amiga.-
- Ah vale vale. ¿Avisamos a las chicas?-
- Yo creo que estaría bien, pero decirles que de momento no hace falta que vengan porque va a estar en quirófano, que ya somos tres.-
- Voy a enviar un WhatsApp por el grupo.-
Estuvimos esperando casi dos horas hasta que salió el médico a informarnos.
- ¿Familiares de Alba Martínez Reche?-
- Nosotras.- Dije levantándome.
- Vale. Ha salido todo genial, ha habido un par de complicaciones durante la operación pero nada grave. Ahora se está despertando en la habitación, sólo puede subir una por eso.-
- Sube tu.- Dijimos Natalia y yo a la vez.
- Que no que no, tu eres su hermana.-
- Y tú eres su novia.-
- Pero a mi me va a matar por no haberle cogido el teléfono.-
- Deja de tocarme los ovarios y sube tu. Luego ya subiré yo.-
- Os veo con problemas.- Bromeó el medico, quien estaba esperando.
- Venga, deciros las dos ya de una vez.- Nos riñó Icíar.
- Va ella.- Dije empujando a Natalia.
- Vale, pues si me acompañas...-
POV. NATALIA
- Está bastante despierta, así que te dejo con ella sin problemas.- Dijo el medico que me acompañó hasta la puerta.
- Vale, gracias.-
Abrí la puerta despacio y vi a una Alba estirada en la cama de hospital y mirando por la ventana.
- Albi...-
- Hola Nat.-
- Lo siento, soy una imbécil con el móvil de decoración. ¿Cómo estás?-
- Como si me hubiesen quitado en apéndice.- Bromeó.
- Idiota.-
- Ven anda, acércate que eso es contagioso.-
- Lo sé, lo sé. ¿No estás enfadada?- Le pregunté mientras me acercaba y le daba un beso en la frente.
- Que va, no me voy a enfadar por eso.-
- Ya, bueno... Lo siento mucho.- Dije entrelazando nuestras manos.
- Que no pasa nada Nat, de verdad.-
- Bueno, dejaremos esta conversación para otro momento.-
- ¿Te ha avisado Marina, no?-
- Bueno, estaba en la protectora paseando perros y cuando he ido a mirar el móvil tenia mil llamadas perdidas de las dos, entonces te llamé a ti pero no lo cogías, así que llamé a Marina y ya me contó todo.-
- Tenemos que ir a pasear perros.-
- Vale pero primero que pasen unos días de reposo para ti eh.-
- A tus órdenes.-
- ¿Te duele mucho?-
- No porque voy un poco drogada, pero a la que se me pase seguro que sí.-
- Si es que... ¿Quién te manda a ti a coger apendicitis?-
- El niño Jesús.-
- Ya le meteré bronca ya.-
POV. ALBA
- Buenos días.-
- ¿Cuando has llegado?- Le pregunté confundida.
- He dormido aquí, que ayer te quedaste dormida de golpe.-
- Dios que dolor de cabeza y de todo.-
- ¿Quieres que avise al médico o algo?-
- No, no. Que me acabo de desertar. Gracias por quedarte Nat.-
- Lo mío tuve que pelear con Marina.-
- Ya, ya me imagino. Y seguro que has dormido fatal.-
- Yo creo que he encogido unos cuantos centímetros, porque que dolor de espalada.-
- Lo siento.-
- ¿Pero por qué me pides perdón por eso? Ni que me hubieras obligado a quedarme o algo.-
- Ya, no sé.- Perdón.-
- Pero deja de pedirme perdón.- Dijo Natalia riendo.
- Lo siento, lo siento.-
- Alba!-
- Ai, joe'.-
- Si es que...-
- No me has dado un beso de buenos días.-
- Porque te canta el pozo.-
- Ala venga.-
- Es broma.- Dijo Natalia riendo y acercándose a la cama para besarme.
- Mi niña.-
La que faltaba.
- Hola Rafi.- Le saludó Natalia dándole dos besos.
- Hola hija. ¿Cómo has dormido aquí? Con lo incomodo que debe de ser el sillón.-
- Bueno, no pasa nada. ¿Qué tal estás?-
- Bien, pero con el susto aún. -
- Estoy bien mamá, sólo ha sido un susto.-
- Esta bien dice, es que para darte dos hostias.-
- Bueno... Yo os dejo solas y así aprovecho para desayunar y descansar un poco, luego me vuelvo a pasar.-
- Vale, gracias por cuidarla y estar tan pendiente de ella.-
- No me tienes que dar las gracias por eso mujer.-
- Que sí hombre.-
- Que no. Bueno, cualquier cosa me llamáis.- Dijo Natalia cogiendo su móvil y su riñonera.
- ¿No me das un beso?- Puse un puchero.
- Esto... Eh... Vale.-
Se acercó y me dio un beso en la frente.
Que la Rafi aún no muerde Natalia.
- Hija pero dale un beso como es debido mujer, sin vergüenza ni nada.- Dijo mi madre riéndose.
- Es que...-
- Me salgo dos minutos, y así llamó a Marina a ver que hace y si va a venir.-
- Vale.- Dije riéndome.
- Que vergüenza.- Dijo Natalia cuando mi madre salió por la puerta.
- Que timidilla me has salido.-
- Qui timidilli mi his silidi.-
- Ven anda.- Dije riéndome y estirándole de la camiseta para que se acercara a mí.
- Te quiero.- Dijo antes de besarme.
- Y yo a ti, mucho mucho mucho.-
- Llámame por cualquier cosa eh.-
- Vale mamá.-
- En un rato vuelvo.-
- Anda, tira a descansar y hasta después de comer no quiero verte.-
- Que poco me quieres tú.-
- Poco no, nada.-
- Muy bonito, ala adiós Reche, que te follen un rato.-
- Ya me buscaré alguna enfermera o médico para eso, no te preocupes.-
Natalia soltó una carcajada que me contagió y me tiró un beso con la mano antes de salir por la puerta.
- Que maja es la Natalia.- Dijo mi madre entrando a los dos minutos.
- La verdad es que sí, tengo tanta suerte de habérmela cruzado que no me lo creo.-
- Las dos os merecéis, me gusta, es un poco cortita pero bueno.-
- No es corta, es que es vergonzosa.-
- Vergonzosa y tiene un humor muy raro.-
- Tiene el humor negro mamá.- Dije riéndome.
- Pues eso, pero se le ve buena chica, un poco alta también.-
- Ya, toda su familia es bastante alta.-
- Yo no sé que comen en Pamplona, porque madre mía vaya cinco.-
- Ya ves.-
- Buenas.- Dijo Marina apareciendo por la puerta.
- A ti te voy a dar, te he llamado hace nada unas tres veces y has pasado de tu madre.-
- ¿Me has llamado...? Hostia es verdad.- Dijo Marina mirando el móvil.
- Igual que Natalia.- Me quejé.
- ¿Natalia que?- Preguntó mi madre.
- Nada que las dos tienen el móvil en silencio y nunca lo cogen.-
- Pero Natalia es peor que yo, ella tiene el móvil de decoración, yo al menos lo uso.- Se excusó Marina.
- Ya me lo has demostrado ya.- Se volvió a quejar mi madre.
- Bueno, ¿Cómo estás?-
- Con dolores, pero bien.-
- Que sepas que ayer me iba a quedar yo por la noche, pero la loca del coño de tu novia no me dejo, que cabezota que es la tía.-
- Habla bien coño.- Le riñó mi madre haciéndonos reír.
- Es que mamá, yo hablo como me han enseñado mis padres, en este caso mi madre.-
- Se me ha escapado.- Se rio mi madre también.
- Bueno, te has ahorrado dolor de espalda.- Le dije.
- Y con lo larga que es ella, necesitará un fisio.-
- No pasa nada, llamaremos a Alba la fisio, hay dos, la estudiante de fisioterapia que obviamente se acaba sacando la carrera o podemos llamar a Marta, la recepcionista del centro de fisioterapia de Alba.-
- Mucho Wattpad lees tu.- Dijo Marina riéndose.
Eh, y vosotras también.
Que os he pillado, no me dejéis sola.
Y tampoco me digáis que no porque fijaos en lo que estáis leyendo ahora mismo.
- ¿Qué es eso de wasap?-
- Es Wattpad mamá.- Le corrigió Marina.
- Eso.-
- Pues... A ver como te lo explico, es una plataforma donde la gente escribe historias y la gente las lee. Por ejemplo, fanfics de shippeos famosos.-
- Por ejemplo del shipp Albalia, de tu hija y Natalia, pues hay gente que escribe historias por capítulos de ellas dos, historias ficticias obviamente, pero está entretenido.- Me ayudó Marina.
- A ver, voy a instalarme eso.- Dijo mi madre cogiendo el móvil.
Marina le ayudó y luego se puso a hablar conmigo mientras mi madre investigaba Wattpad.
Que peligro dejarla con vosotras, que a Rafi es mucha Rafi y vosotras muy vosotras, vigiladla, por favor os lo pido.
- Y pues eso tía, que se enfadó por esa mierda de tontería y por eso ahora no nos hablamos.-
- Pero vaya chorrada, yo ya la hubiese mandando a la mierda.-
- Ya pero es que con Eva se habla, y Eva es de mis mejores amigas.-
- Ya, pero no sé, es que te vas a volv...-
- MADRE MÍA DEL AMOR HERMOSO.- Gritó mi madre haciéndonos saltar del susto.
- ¿Qué pasa?- Preguntó Marina levantándose de la cama de golpe.
- ¿QUE LEEN MIS OJOS?-
- ¿Pero que pasa?-
- Oh si Alba, más rápido, me voy a correr en tu cara de zorrita que tienes. Dios no pares.- Leyó mi madre.
- MAMÁ.- Grité roja de la vergüenza.
Marina estalló en carcajadas.
Esto no podía ser real.
- Que escriben como hacéis el amor.- Dijo mi madre flipando.
- Ai que me meo.-
- ¿Y esta gente como sabe que habláis y decís estas cosas cuando practicáis sexo? No me digas que os grabáis y lo subís.-
- No mamá, esto es que se lo inventan ellos.- Le explicó Marina.
- ¿Pero como se vana inventar eso?-
- Pues como 50 sombras de Grey, que es ficticio, una historia y todo eso, lo mismo.-
- Madre mía.- Flipó mi madre.
Nada, que os digo que la vigiléis y la dejáis leer esas cosas.
No vuelvo a confiar en vosotras.
- Buenas.- Dijo Natalia entrando.
Que oportuna.
Mi madre se puso roja y nerviosa cuando vio a Natalia y Natalia nos miró a Marina y a mí buscando explicaciones.
- Es que ha leído una escena de sexo tuya y de Alba, que estaba leyendo un fanfic.- Le explicó Marina.
- Pero Rafi, ¿Qué haces leyendo eso?-
- Ai que a mi no me habían avisado de que habían cosas así escritas.-
- Ahí hay de todo lo que te puedas imaginar.-
- ¿Habrá de Chayanne?-
- Pues seguro, búscalo ya veras.- Dijo Natalia acercándose a mi a darme un pico.
- ¿Cómo te encuentras?-
- Mejor, no veas que momento de tierra trágame. Que mi madre ha leído una frase de esa escena.-
- Suerte que no he presenciado eso.-
- AI QUE HAY DE DAVID BISBAL Y TODO.-
- Pues claro mamá.- Rodó los ojos Marina.
Madre mía menudo panorama.
Espero que me den el alta en poco tiempo porque no sé cuanto puedo aguantar con estas tres metidas en la misma habitación.
Dios baja y dame paciencia.
Ah no, que soy atea.
Pues nada, hasta otra.