Después de que lograrán salir de la zona boscosa, la peculiar pareja detuvo su andar justo en el parque.
—¿Sabes dónde estamos? —cuestionó con el vampiro al notar como el nerviosismo consumía al castaño a su lado—. Prometo que no me burlaré de ti.
—¿Gracias?
El escritor le torció los ojos y Jungkook se contuvo de reír para no enfadarlo más. Aunque se muriera de ganas de molestarlo solo para verlo con el entrecejo fruncido y un lindo puchero en sus labios de corazón.
Taehyung estuvo analizando los alrededores, buscando alguna inscripción en las calles que determinara su ubicación actual, pero no encontraba nada de nada. Y en el preciso instante en el que iba a dar su brazo a torcer, dándole la razón al joven de ojos escarlatas, sus ojos se posaron en el restaurante en el que la noche anterior había comido, el cual apenas estaba siendo abierto al público por la amable mujer que lo atendió.
—Nos salvamos—murmuró, permitiéndose mostrar una sonrisa confiada—. Voy a ir a preguntar dónde demonios estamos, mientras me esperas aquí. No te muevas y actúa normalmente, ¿sí? —pidió con seriedad. Sin embargo, Jeon le mostraba una expresión despreocupada—. No quiero que llames la atención.
—Se supone que yo soy el que da órdenes aquí. Por algo tengo el título de Lord...—Taehyung estuvo a punto de mandarlo a freír espárragos por su actitud cero colaborativa. No obstante, se contuvo cuando el contrario tocó suavemente la punta de su nariz—. Pero está bien, te haré caso. Me gusta más cuando sonríes, a diferencia de esa cara de ogro que parece que cargas siempre.
—Espera... ¿Acabas de insultarme? —el castaño quiso mostrarse indignado, pero no pudo cuando el joven de piel nívea negó, esbozando una suave sonrisa.
Ese vampiro le sacaba de sus casillas, pero a la misma vez sentía que no podía enojarse con él. Ya llegaría su turno de molestarle nuevamente, y se las cobraría con creces.
—¿De todo lo que te dije te quedas solo con esa parte? Eres especial, Kim Taehyung.
—Y tú eres muy insoportable, Jeon Jungkook—recalcó, sacándole la lengua. Cualquiera que lo viera diría que se comportaba como un niño chiquito, pero eso poco le importaba al vampiro—. Ya vuelvo, si valoras tu vida, quédate quietecito.
Ante la demanda del joven de piel canela, Jungkook obedeció todavía manteniéndose inmutable ante lo anteriormente dicho. Taehyung era jodidamente interesante, y su sangre era deliciosa. Realmente aprovecharía por el tiempo que ese bonito chico fuera su mate.
Lo vio alejarse con rapidez, sin quitarle la mirada de encima, mientras se cubría debajo de la sombra de un árbol. Porque a pesar de que el sol no le afectara como la mayoría de humanos creían, si podía dejar sensible o quemar levemente su piel.
Taehyung ingresó al local de comida luego de comprobar que Jungkook le hubiera hecho caso. Se acercó a la fémina que diligentemente limpiaba una de las mesas, hasta que se aclaró la voz para llamar su atención.
—Buenos días...
—Por Dios, si eres el jovencito de ayer—mencionó, deteniendo su accionar para encarar al chico—. No sabes lo mucho que me arrepentí de dejarte ir en ese estado, estaba preocupada por ti jovencito. No estabas en tus cinco sentidos.
—Lamento haberla angustiado tanto. Y con respecto a eso, tengo muy presente lo borracho que estaba, pero por suerte no me sucedió nada—respondió con una sonrisa tranquilizadora—. Estoy sano y salvo a pesar de haberme quedado a dormir en una de las bancas del parque de enfrente.
—¿Hiciste eso? ¿En qué pensabas, muchacho? —le regañó con sincera preocupación—. Te pusiste en peligro de la peor forma, porque literalmente cuando estás tomado te vuelves indefenso.
Taehyung aceptó la reprimenda sin querer objetar nada, ya que la mujer tenía razón
—Aunque de lo que veo estás bien... Espera, ¿eso qué es?
Por puro reflejo, Kim se tapó el cuello. Cubriendo de inmediato los dos agujeritos que Jungkook había hecho en su dermis con sus afilados colmillos cuando la mujer quiso tocarlos.
—Mmm...Creo que me picó un mosquito—explicó, logrando sonar lo más convincente posible—. No se preocupe por eso, es normal cuando pasas la noche en un lugar verde.
Ni bien pusiera un pie en su hogar, debía cubrir esa marca para no levantar sospechas.
—Igual te recomiendo que vayas a ver un doctor, no vaya a ser que ese mosquito te pase alguna enfermedad—le sugirió, devolviendo su mano a su posición inicial—. Porque parece que ese condenado se alimentó bien de ti como para dejarte esa marca.
—Si supiera...—susurró el joven de piel canela, y la mujer le observó con confusión, como si quisiera decirle que repitiera lo que dijo ya que, no le escuchó bien—. Pero cambiando de tema, estoy aquí porque necesito que me diga la ubicación exacta de esta zona. Nunca he estado por aquí, y me urge volver a casa.
—Ohhh, claro. Te la doy sin problema jovencito.
—Muchas gracias, señora.
La mujer le explicó con detalle cual era la dirección, por lo que Taehyung no se lo pensó dos veces antes de apuntarla en las notas de su móvil. Nuevamente le agradeció su ayuda a la amable dueña del establecimiento y salió de ahí estando en paz consigo mismo al haber conseguido salir de aquel inesperado aprieto.
Cruzó la calle, fijándose que ninguno vehículo pasara por ahí y aumentó la marcha para llegar lo más rápido posible al lugar donde Jungkook le esperaba.
—¿Lo conseguiste? —el azabache le cuestionó y el contrario asintió—. Que bien, pero si se puede saber, ¿de dónde conocías a esa mujer?
—Ayer comí y me emborraché en su restaurante.
—Entonces ella te reconoció por eso.
—Lastimosamente. Pero dejando eso de lado, conseguí lo que quería, así que voy a pedir un taxi—informó, sacando su smartphone de su bolsillo bajo la atenta mirada del joven de piel nívea. Aquello le pareció curioso por mucho que terminara restándole importancia—. Es una suerte que no me lo robaran.
—¿No me dijiste que aquí no se cometían crímenes?
Taehyung sin querer cayó en su propia mentira. Sin embargo, su orgullo pesaba más.
—Lo estaba diciendo en un caso hipotético.
—Como digas, bonito.
El castaño decidió no prestarle mucha atención, por más que el calor se asentó en sus mejillas, mientras pedía un taxi, ingresando su ubicación actual y la de su hogar para que el conductor supiera de antemano a donde debía ir.
—Listo. Solo debemos esperar—expresó, y de reojo vio como el azabache asentía lentamente. Sintiendo la necesidad imperiosa de volver a intercambiar unas cuantas palabras con él. No quería que se sumieran en un silencio incómodo—. G-Gracias por hacerme caso quedándote quieto.
—Solo debías confiar en mí, no es nada.
—Entiendo... —guardó su móvil, y antes de que pudiera seguir la conversación, el castaño visualizó como un taxi iba acercándose por donde ellos se encontraban—. Creo que es el taxi que pedí, vamos.
El joven de piel canela sin analizar lo que iba a hacer, entrelazó su mano con la del azabache, conduciéndolo al automóvil que yacía parado en la acera. Experimentando una electrizante sensación de frío y calor cuando sus palmas entraban en contacto. Jeon fue el que más importancia le dio a ese gesto, detallando como sus manos unidas encajaban a la perfección.
Se veía y sentía bonito. ¿Eso era normal?
No lo sabía y tampoco quería pensárselo mucho.
—Wow, ¡estos cacharros han evolucionado tanto desde la última vez que lo vi!
El taxista quedó viendo raro por el retrovisor a Jungkook cuando expresó aquello, después de haber ingresado al automóvil. Taehyung lo pellizcó en el muslo.
—¡Auch! —se quejó, acariciando encima de su ropa—¿Por qué fue eso?
—Ay, que bromista que eres, Jungkookie. Hace falta que salgas de tu personaje, ya nos quedó claro tu genial interpretación. Serás el mejor vampiro de la convención de hoy.
—De qué... Ah, sí. La convención—concordó al ser víctima de la intensa mirada de los orbes claros decorados por espesas pestañas. Sin pretenderlo su sinceridad casi los mete en un aprieto—. Te prometo que haré mi mayor esfuerzo—respondió, sin comprender completamente su situación.
—Sí. Señor conductor, usted siga—pidió con una sonrisa forzada al hombre optó por mejor ignorar a esos pasajeros tan extraños. Definitivamente no le pagaban lo suficiente, pero tampoco tenía de otra más que conducir.
El automóvil comenzó a moverse, mientras Taehyung dejaba salir un suspiro de alivio. Todavía manteniendo su mano con la impropia.
Sin ser consciente de la tranquilidad que le transmitía el despreocupado vampiro, ni de su implícita decisión de querer seguir así durante el viaje hasta su hogar.
Y quizá, por mucho, mucho más.
🍷
Hoseok se despertó de golpe, sintiéndose un poco agitado al haber soñado que se caía por un abismo. Detestaba ese tipo de sueños porque lo hacían sobresaltarse de una manera espantosa, pero si lo ponían a elegir entre eso o una parálisis del sueño donde veía cosas horrorosas, la respuesta era muy obvia.
Se recompuso, incorporándose lo suficiente hasta quedar sentado.
El estrés por los nuevos lanzamientos de libros lo ponía así, pero se podría decir que el día anterior había avanzado con mucho trabajo, por lo que hoy estaría más relajado.
Tomó su móvil de la mesita de noche, revisando sus notificaciones, hasta encontrarse con un mensaje de Seokjin.
Suspiró, esperando que no fuera por la razón que creía.
—Buenos días Hobi, te escribo para avisarte que ya recibí en mi correo el formato de la publicidad que realizaste. Me encantaron, eres el mejor. Nuestros autores estarán felices con los resultados.
El publicista leyó en voz alta, sintiéndose orgulloso por el halago del mayor. Tranquilizándose al ver que se había equivocado. - Me alegra que a Jin hyung le haya gustado mi trabajo...
Pero antes de siquiera poder responderle, un nuevo mensaje llegó frente a sus propios ojos.
—Y aprovechando que te la pasas trabajando en la casa de Tae, quiero saber si has visto que ya comenzó su nuevo libro. No quiero agobiarlo a pesar de que ese es mi trabajo. Por eso primero quiero asegurarme de la situación, ya que estamos con los tiempos juntos y por eso debe sacarle el mayor beneficio.
Hoseok se golpeó la frente con su mano, tratando de pensar en la mejor contestación para que ambos salieran bien librados.
—Creo que no me queda otra más que mentir al respecto. Ni modo, esperemos que Tae haya conseguido la inspiración necesaria en su paseo de ayer—determinó, tecleando el mensaje que envió en menos de quince segundos—. Listo, ojalá responda lo que quiero.
Y como si un ser superior escuchara su pedido, Jin le contestó enseguida lo que quería leer.
—Me siento mejor al saber que Tae va por buen camino con su nuevo best seller. En los últimos libros sentí que le costó más, pero es genial saber que logra superarlo y exprimir al máximo su creatividad. El gran Vante pronto estará de vuelta, así que los lectores deberán irse preparando para entrar en una nueva e innovadora historia.
Jung se mordió el labio con cierta tensión. Si Seokjin supiera la realidad seguramente entraría en un colapso. Por lo que envió varios emojis que correspondían a su entusiasmo.
—Bien, entonces con eso aclarado, no iré hasta su casa a molestarlo y esperaré pacientemente a que me envié el prólogo y primer capítulo. Ten bonito día Hobi, cualquier cosa me avisas.
El joven se dejó caer nuevamente en su cama, después de mandar un último texto. Había conseguido salvar el pellejo de Taehyung y eso era suficiente.
—Volveré a dormir como recompensa por mi excelente trabajo—susurró con una pequeña sonrisa labial—. Sí, es una gran idea, más tarde le avisaré...
El publicista cerró los parpados, entregándose una vez más a los brazos de Morfeo, aprovechando que todavía era muy pronto como para levantarse.
Sin hacerse la mínima idea de lo que Taehyung vivía en esos precisos momentos.
Ni de su mala-buena-decisión de aceptar que un peculiar vampiro entrara a su vida.
Continuará...
Amo a Jungkook de este fic, espero que ustedes también jaja. Gracias por leer, me ayudan mucho recomendando la historia, votando y comentando. Los tqm.