Entre tus Manos [Versión anti...

By Sheery195

693K 33.3K 388

Fabrizio Benedetti era un hombre frio, cruel, arrogante, incluso peligroso, pero tenia una pequeña debilidad... More

Nota de inicio
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Epílogo
Especial: Julia & Carlo

Capítulo 42

12.2K 575 1
By Sheery195

A los dos días del bautizo, Carlo ya había solucionado el problema, mi vecino estaba realizando la mudanza, Daniela preguntó acerca de que fue lo que paso, pero no pude responderle, era algo que tampoco sabía. Como pago Carlo me pidió quedarse con la casa, sin dudarlo acepte, para sorpresa de ambos él y Julia se mudaron juntos, ese mismo día nos confesaron que mantenían una relación, era algo que tanto Daniela como yo, ya sabíamos, pero aun así los felicitamos, nos alegrábamos por ambos.

Finalmente era el día en que ejecutaríamos el plan, esperaba que saliera bien, si no me tocaría actuar de otra manera y era justo lo que no quería hacer.

Contactamos con Rodolfo, el asesino a sueldo, le ofrecimos un trato bastante beneficioso para él, sin dudarlo acepto, él quería vengarse de Constantino por intentar jugársela.

Lo había llamado citándolo en un bar, llevaría un micrófono junto a una cámara oculta, todo incrustado en un reloj, nosotros estaríamos en una furgoneta escuchando y viendo todo.

– No pensé que fueras a llamarme otra vez–comentó con cinismo sentándose delante de Rodolfo

– Bueno, tienes que pagarme lo que falta–

– No cumpliste con tu trabajo, él sigue vivo–dijo mirándolo fijamente

– No me lo recuerdes, ese hijo de perra me mantuvo cautivo para sacarme información–

– ¿Le has dicho que fui yo?–cuestionó mirándolo con suspicacia

– Por supuesto que no, por eso me soltó, pero me dejó en mal estado, por eso te he llamado ahora–se quedó contemplándolo fijamente por unos segundos, hasta que finalmente asintió

– Eso es algo típico en él–comentó con cierta amargura, Rodolfo suspiró llamando su atención

– Quiero venganza, odio ver como se pavonea por ahí con la zorra de su mujer–apreté los puños ante sus palabras, sabía que tenía que ser convincente, pero eso no quitaba que me enfadase, Constantino parecía pensar sus palabras, pasado unos minutos en silencio, asintió sonriendo

– Un aliado más en contra de mi querido sobrino, siempre está bien–dijo extendiéndole la mano

– ¿No consultas mi unión con tu socio?–cuestionó estrechándole la mano

– No te preocupes por él, estará de acuerdo–

– Perfecto, ¿Cuál es el plan?–Constantino lo miró un tanto suspicaz, pero aun así sonrió de lado llevándose su vaso a la boca

– Calma muchacho, primero tenemos que esperar a que las cosas se tranquilice, el ahora mismo está alerta a todo movimiento–

– ¿Cuándo sabremos que se ha tranquilizado?–

– Cuando la vigilancia en Isabella haya disminuido–

– ¿Su mujer?–

– Es mi hermosa sobrina–dijo relamiéndose los labios, respiré hondo mirando su imagen fijamente, no me gustaba su obsesión con ella

– Comprendo, pero eso puede tardar meses, además creía que el objetivo sería su mujer–

– Ambas son el objetivo, por el tiempo no te preocupes, conociéndolo muy pronto bajara la guardia–su sonrisa no se había borrado, tenía unas enormes ganas de borrársela a puñetazos

– Perfecto... ¿Cuándo conoceré a tu socio?–cuestionó haciendo que Constantino lo mirase fijamente

–Pronto–miró el reloj de su muñeca y sonrió– Está al caer, iba a reunirme con él después de que te fueras–se escuchó el ruido de la campana de la entrada, él levantó la cabeza mirando hacia esta, hizo una señal con la mano, Rodolfo se giró, me quedé sorprendido viendo como Franco Santoro se acercaba a la mesa

– ¿Quién es este?–fue lo primero que preguntó mirando fijamente a Rodolfo

– Nuestro nuevo aliado contra mi sobrino–dijo con una sonrisa, Santoro lo miró con severidad, suspiró sentándose en el asiento libre

– No puedes recoger a todos los perros abandonados que encuentres en la calle–

– Vamos, es solo un pequeño cachorro que quiere venganza–comentó con diversión sirviendo Whiskey en un vaso vacío colocándoselo delante

– ¿Sois conscientes de que estoy delante?–cuestionó en tono enfadado

– Soy consciente, bueno ya que él te acepto, no tengo más remedio que aceptarlo–dijo Santoro con resignación– Pero una cosa te diré, nos traicionas y mataré a todo aquel que te importe–

– No os traicionaré–comentó con seguridad, ambos asintieron levantaron sus copas y brindaron por la nueva alianza.

Nos habíamos reunido todos en mi casa, la situación era realmente delicada, mi hermana miraba de forma ausente a mis sobrinas jugar en el jardín, ajenas a toda la conversación que había en el salón.

– Baja la seguridad, así sabremos qué es lo que planean hacernos–comentó Isabella soltando un suspiro

– Claro que no, debe haber otra manera de descubrir que traman–

– Fabrizio, tu hermana tiene razón, es la forma más rápida de acabar con todo esto de una vez–miré sorprendido a Daniela, negué con la cabeza

– No pienso poneros en peligro, a ninguna de las dos–dije con firmeza, Renzo me apoyó en mi decisión, pero ellas seguían insistiendo en que era la mejor solución, finalmente quedé en pensarlo, pero en el fondo sabía que ambas tenían razón.

Desde el día en que Rodolfo se unió a ellos, habían pasado dos meses, finalmente después de tanto pensarlo decidí quitar la seguridad que ambas tenían, gracias a eso descubrimos el plan, consistía en secuestrarlas, querían verme desesperado al no poder encontrarlas.

Por parte de Constantino sabía que sus intenciones con Isabella, iban más allá de un simple secuestro, por parte de Santoro no estaba seguro, jamás me gusto como miraba a Daniela o los piropos que le decía.

Por desgracia no sabíamos cuando seria, ni como, ni donde, eso me tenía nervioso, podía ser en cualquier momento, por esa razón había mandado instalar en ambos anillos de boda un rastreador, así podría localizarlas enseguida.

Para evitar sospechas intentábamos hacer vida normal, Daniela trabajaba, salía con Julia, íbamos de visita a casa de su familia o a ver a la mía.

Para liberar la tensión que estábamos teniendo en estos días decidimos hacer una pequeña escapada a un lugar cercano, a la casa que tenía frente al lago Mayor, debido a que estábamos en octubre, la mayoría de los árboles estaban amarillos, nos encontrábamos sentados en un banco contemplando el hermoso paisaje ante nosotros

– Dani... Quiero un hijo–dije de repente haciendo que se atragantase con el chocolate que estaba bebiendo

– ¿Un hijo?...–asentí, ella suspiró mordiéndose el labio con nerviosismo, dejó su taza a un lado, jugueteando con sus dedos– Fabrizio, yo te amo mucho, pero sinceramente es muy pronto para nosotros, hace poco que hemos comenzado nuestra relación... Aunque estemos casados yo–la silencie con un pequeño beso, me miró desconcertada, sonreí colocándole un mechón detrás de la oreja

– Tranquila mi amor, yo sé que es muy pronto, esperaré el tiempo que sea necesario, así que no te preocupes–ella asintió sonriendo, volvió a coger la taza mirando hacia el lago, ambos quedamos en silencio

– Siento que este lugar es mágico–susurró de repente, apoyo su cabeza en mi hombro

– Yo siento que todo lo que me rodea, es mágico desde que te conozco–ella levantó la cabeza mirándome enternecida

– Eres un cursi–comentó riendo levemente, con malicia unte mi dedo en la nata que había en su taza, lo pasé por la zona del bigote creándole uno, empecé a reír ante la imagen– Con que esas tenemos...–susurró con los ojos entrecerrados, unto su dedo en nata, quiso restregármelo por la cara, pero la detuve a tiempo sujetándola del brazo, metí su dedo con nata en mi boca

– Está riquísima, deberías probarla–dije con burla, ella solo se soltó de mi agarré limpiándose la cara con una servilleta, me miró con enfado, se levantó entrando en la casa, reí por lo bajo incluso enfadada se veía tierna

– Vamos mi amor no te enfades–comenté entrando también, ella no contestó solo me daba la espalda, suspiré acercándome, pegué mi cuerpo al suyo pasando mis manos por sus caderas

En un rápido movimiento de su parte se giró llenándome la cara de nata, ella reía sin control, la miré sorprendido era algo que no me esperaba, pasé mi mano por la cara quitándome un poco y restregándosela a ella, intente quitarle el bote, pero se resistió comenzando a correr conmigo detrás por la cocina, ambos reíamos como un par de locos mientras jugábamos.

– ¿Crees que pronto sea el ataque?–cuestionó acariciando mi pecho dibujando círculos con sus dedos

– Lo más seguro es que sí, debes estar preparada para cualquier situación–dije abrazándola por la cintura apretándola con fuerza

– En cualquier caso, tú nos encontraras ¿verdad?–levantó la cabeza mirándome, sonreí acariciando su cabello

– Siempre te encontraré, que no te quepa duda de eso–ella sonrió de forma que podía iluminar la habitación más oscura, me incliné sobre ella mirándola a los ojos– Te amo mi traviesa–

– Y yo a ti mi amor–uní nuestros labios en un suave beso, mientras acariciaba su cabello.

Después de esa escapada inolvidable, volvimos a casa, Rodolfo nos informó que el secuestro sería muy pronto, eso hizo que toda la tranquilidad que conseguí se esfumara en un segundo, también nos comunicó que habían contratado a dos hombres para realizar ambos secuestros, solo nos quedaba esperar a que movieran ficha para hacerlos caer en el mismísimo infierno, en uno del que jamás tendrían escapatoria.

Continue Reading

You'll Also Like

101K 5.3K 53
Barbie Rockefeller, hermosa, universitaria y con una herencia multimillonaria gracias a la empresa petrolera que fundó su padre hace tantos años. Aco...
956K 31.8K 43
Zack Zuckerberg, 27 años, un multimillonario con muchas empresas por todo el mundo, egocéntrico, malhumorado y muy guapo. Kara Morgan, 20 años. Es...
56.1K 2.5K 79
A ella el quitaron la posibilidad de poder encontrar el amor. A él le enseñaron que el amor lo hacía débil. Ella necesitaba una esperanza para seguir...
68.2K 6K 10
ACELERANDO EL DESTINO | Camila Clement, la próxima gran promesa de la música argentina, decide aceptar la invitación de Bizarrap para colaborar en un...