✁・・・Song: ❛Doki Doki Literature Club - Your Reality❜
⁀➷ Nota: aYUDA YA NO PUEDO ESPERAR MÁS, YA SAQUEN SU BANNEEER. 😭
—¿Sigues en eso? —cuestionó una hermosa chica a la vez que hacía su entrada en el precioso y colorido jardín lleno de flores tanto extrañas como comunes que estaban arregladas de las formas más elegantes posibles; frente a sus ojos se encontraba una joven con pluma en mano rodeada de papeles que contenían poemas y canciones de manera desordenada—. Realmente es curioso cómo puedes hacer letras tan encantadoras sin haber experimentado nunca el amor romántico.
—No creo que sea necesario vivir un cuento de amor como esos que hemos encontrado; simplemente dejo salir lo que siento por aquel que llegará. ¿Qué te parece esta parte? "Todos los días, imagino un futuro donde puedo estar contigo" —canturreó—. Será el inicio de la canción —añadió con una sonrisa soñadora, sentía que en cualquier momento se pondría a flotar sobre todo el lugar.
Si bien no tenía a nadie en particular ocupando sus pensamientos, deseaba experimentar lo que era enamorarse y esa sola idea la impulsaba a hacer lo que mejor se le daba: escribir poemas y canciones. No por nada era considerada una de las prodigios de la lírica entre sus compañeros, pues componía melodías y letras exquisitas. Cada una de ellas con el propósito de hacer sentir algo, desde las letras más complejas hasta las más simples, todas surtían un efecto con mayor o menor intensidad.
En varias ocasiones se preguntó a sí misma cuándo o qué debía hacer para encontrar ese día especial. ¿Cómo es que sería su ser amado? Había visto varones de todas las especies, el mundo le ofrecía un sinfín de opciones de entre los cuales le costó bastante trabajo decidirse en un inicio hasta que conoció a los humanos. Seres bastante curiosos por naturaleza, torpes en otros sentidos, con un montón de sorpresas, no importaba cuántas veces se equivocaran, siempre encontraban la manera de seguir adelante sin temer a las adversidades y pese a no tener el basto conocimiento que su raza poseía, y eso le fascinaba a la joven.
Pero no podía acercárseles. No aún. Se había jurado a sí misma a no interactuar con ningún humano hasta acabar la canción que le dedicaría única y exclusivamente al indicado al que le entregaría su devoción.
Era algo complicado, no lo iba a negar, escribir pensando en alguien con cuya especie nunca ha tenido contacto directo era difícil y daba margen al error. Lo único que podía hacer era guiarse por los libros que hablaban de ellos y tomar en cuenta las experiencias de sus compañeras; sin embargo, aún había una incógnita que nadie ni nada le podía ayudar a resolver: ¿Cómo es el amor para los humanos? ¿Había una regla general o cada uno inventaba su propio "amor"?
La tinta fluía hacia un charco oscuro, únicamente movía su mano dejándose llevar por escenarios imaginarios, no tenía más opciones que continuar escribiendo el camino hacia el corazón de su futuro y desconocido amado.
"¿Cómo puedo escribir el amor en la realidad?
Si no puedo escuchar el sonido de los latidos de tu corazón
¿A qué llamas amor en tu realidad?
Y en tu realidad, si no sé cómo amarte
Te dejaré ser"
La lira cesó su dulce melodía gradualmente, y una vez todo quedó en silencio, rápidamente fue ahogado por suaves aplausos que procedían de las tres lunas que quedaron encantadas por la nueva canción dándole el visto bueno.
Había culminado su nueva obra luego de pasadas doscientas noches. Finalmente podría emprender su viaje por todo Teyvat en busca del humano que ocuparía sus pensamientos hasta el fin de los tiempos y al que le dedicaría con tanto fervor esa melodía para declararle su amor.
No importaba cuánto le llevara encontrarle, así pasaran más de mil años y muchos más, seguiría en su búsqueda del ser amado con el que soñaba pasar el resto de su existencia.
Paimon detuvo en seco a la viajera al ver que habían avanzado un poco sin Alhaitham siguiéndoles de cerca como se supone estaba haciendo hasta hace unos momentos. Regresaron cuidadosamente sobre sus pasos —pues no querían perderse en la inmensidad del desierto— solo para encontrarlo con la mano en su mentón indicado que había algo maquinándose en su cabeza.
—¿Alhaitham? —llamó la de cabellos blancos flotando hacia el previamente mencionado—. ¿Qué pasa? Creí que querías acabar con esto rápido.
—Sigue siendo así. Pero algo le llamó la atención, no le había visto adoptar un comportamiento así antes.
El gran escriba se acercó al pequeño arruinado estante que contenía papeles amarillentos y rollos polvorientos sobre él. Parecía que quien sea que se haya sido, ya fueran académicos o eremitas, habían descartado esas cosas abandonándolas en ese pequeño acampamento a las afueras de las ruinas hace años.
El peligris agarró unas cuantas de las hojas arrugadas y les echó un vistazo. No era nada realmente valioso y entendía por qué se desharían de algo así sin ningún tipo de consideración o cuidado, pues no se trataba más que una copia de un viejo poema de sumeriano y canciones que habían caído en el olvido con el paso de los años y que únicamente eran conocidos por un grupo reducido de personas que disfrutaban de ese tipo de arte. Probablemente quien sea que los hubiese dejado ahí tenía como hobby el leer poemas y canciones y lo haya traído para matar el tiempo durante los descansos de exploración.
—¿Has encontrado más información sobre los seelies? —preguntó Lumine esta vez—. ¿Qué crees que le pase?
Alhaitham posó su mirada sobre ese pequeño ser brillante de color verdoso que permanecía flotando con serenidad sobre las desordenadas hojas de donde el peligris había sacado el poema y canción. Era algo bastante peculiar, aunque la manera en la que el seelie llegó a él tampoco fue algo normal. Se sabía bien que encontrar a estos seres era señal de buena fortuna, pues quien decidiera seguirles serían guiados a riquezas inimaginables. La cuestión estaba en que ni siquiera el escriba podía decir con exactitud en qué momento pasó, las cosas parecían pintar más por el lado de que el seelie lo había encontrado a él y no al revés.
Desde que se dio cuenta de su presencia en unos de sus viajes al bosque, el pequeño ser no se despegó de él ni un solo momento. Le seguía a todos lados, de vez en cuando emitiendo un único trozo de una dulce melodía tintineante.
Aunque en un principio fue una experiencia extraña, pronto se acostumbró a su pequeña presencia. No era hostil, y la mayoría del tiempo permanecía en silencio a excepción de aquellas veces que hacía sonar esa ya tan conocida melodía para él. No representaba ningún problema ni cambio brusco en su pacífica vida, por lo que decidió que no había necesidad de buscar como deshacerse de ella. Simplemente se aclimató a su existencia.
—"Despojados de voces y su sabiduría, siguen cantando canciones llenas de pesar, pues es lo único que les queda, canciones y recuerdos difusos" —recitó de memoria una de las oraciones que más le habían llamado la atención en forma de respuesta a la pregunta de Lumine. Por supuesto que había hecho una investigación con respecto a esos seres rodeados de incógnitas, aunque sin mucho éxito—. Sé tanto como ustedes. La información sobre seelies es casi inexistente incluso en la Academia y no hay manera de saber más. Pero si debo hacer una hipótesis arriesgada sobre lo que le sucede... Guiándome por los registros, esto podría haber despertado algún recuerdo, y he de suponer que las melodías que "desprende" han de haber significado algo para ella o su especie. Es eso, o simplemente es una actitud aislada de su comportamiento impulsado por instintos sin ninguna importancia en realidad. Después de todo, da la impresión de que solo existe para seguir a algo o alguien, en este caso, a mí.
Alhaitham acercó una de sus manos hacia el ser fantasmal, traspasándolo igual que todas las otras veces. Fue entonces que el seelie volvió a moverse y a posarse al hombro izquierdo del erudito. Fuera lo que haya sucedido con ella, se había esfumado al "sentir el tacto" del peligris, haciendo que regresara a la posición que había adoptado desde hacía meses.
Pocos fueron los pasos que dieron cuando Alhaitham volvió a ver de manera cuestionante al seelie al lado suyo al oírle "cantar"; si bien no era raro que hiciera sonar una melodía, siempre era el mismo trozo el que cantaba como si fuera la única parte que se supiera. Ahora sorprendentemente había tocado algo que daba la impresión de ser el inicio de la canción ya que encajaba a la perfección con la melodía que el gran escriba se sabía de memoria.
Alhaitham no profirió palabra a sus acompañantes sobre lo que estaba sucediendo, pues no veía uso en que se enteraran de ello, pero se preguntaba a sí mismo si llegaría el momento en el que escucharía la canción completa.
Sea lo que sea, no tenía caso pensar tanto en ello. Era algo tan impredecible que, así como podía pasar en unos años, podía ser que no llegase a pasar nunca. No tenía más opción que escuchar lo que el seelie cantaba, fuese lo que eso significara para ella.
"Todos los días, imagino un futuro donde puedo estar contigo"
Faltan 9 días para la 3.4 🔔
¿Cómo van sus ahorros para Alhaitham? Yo estoy lista para sacarle hasta los chones. 🤧
eJEEEM
Una disculpa, este hombre me hace desconocerme... Prometo trabajar para tener más autocontrol *cof cof*
ღ ¡Gracias por sus comentarios y votos! ღ
Publicación: ene. 08, 2022