Las instituciones judiciales se creen incapaces de equivocarse.
Creen que están por encima del bien y del mal. Sobre todo del fracaso, reservado sólo para los pobres humanos. Y por eso son susceptibles a cometer más errores.
Probablemente, el campo jurídico es el área que más errores comete entre todas las áreas del conocimiento humano.
Si el área médica cometiera el mismo nivel y número de fallas, puedo decir que al menos el 50% de los pacientes morirían por errores médicos, si no estoy siendo un poco modesto en este número.
Los errores suelen ocurrir en un efecto dominó. El problema comienza en las jerarquías superiores que se creen entidades al borde de la perfección, y que contaminan todas las instancias inferiores. Y al final a nadie le importa. A nadie le importa equivocarse, a nadie le importa si pasa alguna mierda por eso. A nadie le importa nada. Ni siquiera sus propios errores.
Por no hablar del pensamiento popular de que las prisiones y los hospitales psiquiátricos judiciales son lugares para encerrar a la escoria del mundo y tirar la llave. De hecho, los hospitales psiquiátricos son aún un poco peores en la visión general, ya que se suman dos tipos de personas que la sociedad quisiera olvidar: criminales y locos.
Por eso, cuando se trata de un tema judicial sólo hay dos caminos, la injusticia o la negligencia.
Hoy fue el día de la negligencia.
La seguridad para evitar una fuga de un hospital judicial es inmensa, ya que quien es arrojado aquí raramente regresa a la sociedad o consigue alguna rehabilitación. Pero dentro no hay muchas reglas de seguridad ni derechos humanos observados. Cada día sin alguna mierda es un día de suerte.
Hoy no fue mi día de suerte.
Yo estaba en la sede del FBI, como todas las últimas tardes desde que esa investigación entró en mi vida (y a veces me arrepiento de eso un poco, por mi salud mental). Ese día estaba solo, porque todos los esfuerzos de nuestro equipo se centran en investigar tuberías en busca de pistas.
Y debería haber resistido la tentación de contestar el teléfono del departamento cuando sonó. No es mi trabajo, y ni siquiera soy investigador, agente o algo así. Pero el timbre ya me estaba irritando, y un departamento de policía vacío hace un eco inmenso.
La llamada venía directamente del Hospital Psiquiátrico.
- FBI de Chicago - Hablo serio para parecer uno de ellos.
- Sabía que usted me atendería, Dr Tomlinson.
- ¿Quién está hablando? - Pregunté confundido, sin reconocer la voz y porque la llamada era pésima.
- Su paciente favorito. Alex. - Me congelé y pensé en colgar, pero él se adelantó - No cuelgue, Doctor. Tengo información que es de su interés, pero solo voy a hablar con usted. Y personalmente.
- Alex, ¿parezco tonto o inocente? Tengo otras cosas que hacer. Discúlpame.
- ¿Ni siquiera si te doy el nombre del asesino de mi hija?
- ¿Disculpa?
- Estoy dispuesto a darte el nombre a cambio de una reunión de 30 minutos contigo. Parece un intercambio justo, ¿no? Pero sin tu amiguito estresante.
- Alex, ¿cómo sé que me darás un nombre?
- Es un riesgo que vale la pena correr, Doctor. Y seamos justos, yo estaré totalmente atado, encerrado, y vigilado. No correrás ningún riesgo, y aún así tendrás un nombre. Y te aseguro que es un nombre que te gustaría saber.
- ¿Cómo me estás llamando? - Pregunto porque es raro que no esté encerrado en su celda sin acceso al mundo exterior.
- Horario de sol en el patio y aquí hay un teléfono público. Hasta los sociópatas caníbales necesitan vitamina D, Harry. Está en la ley. Pero eso no importa. ¿Vendrás?
- No lo sé. Si decido ir, lo sabrás - Simplemente respondo y cuelgo. No voy a entrar en un juego de lunáticos devoradores de carne humana. De hecho, todo esto me está cansando como nunca pensé que me cansaría.
Volví a la mesa de reuniones y de nuevo me encuentro con un montón de carpetas con información que nunca imaginé que iba a manejar. Me siento como en esa película de El Coleccionista de Huesos.
Pero tengo un problema aún mayor, que es mi maldita curiosidad. Siempre ha sido así. Siempre tuve curiosidad sobre el funcionamiento de la mente humana, y sobre las acciones humanas, desde que era niño. Mi fase del "¿por qué?" nunca ha terminado realmente, y ahora estoy sacudiendo mi pierna hacia arriba y hacia abajo a un ritmo frenético de ansiedad por saber si Alex tiene siquiera un nombre.
¿Y si lo tiene? ¿Cuánto tiempo nos ahorrará eso? ¿Cuánto tiempo me ahorrará viendo que todo esto solo me ha causado náuseas?
Eso es porque soy egoísta, porque debería pensar que un nombre en realidad puede salvar más vidas de personas que podrían ser víctimas potenciales.
Intento llamar a Liam, pero la llamada va directo al buzón de voz. Lógico. Dependiendo de lo lejos que tenga su culo metido en una tubería bajo tierra, más difícil será conseguir señal en el teléfono.
Vuelvo a comerme las cutículas, manía que me costó 18 meses dejar. Tendré que poner mi contador a cero. La concentración en mi trabajo ya se ha ido al espacio, porque la curiosidad y la ansiedad son terribles para la concentración.
Así que tomé la decisión más estúpida de mi vida.
Agarro mi abrigo y simplemente voy al Hospital solo. No es que eso sea una novedad en mi vida, ya que trabajé allí por mucho tiempo. Mi mente solo piensa: ¿qué puede salir mal cuando lo has hecho cientos de veces? Después de todo, ¿qué puede salir mal cuando tienes a un sociópata obsesionado contigo?
Por supuesto, estoy ironizando sobre mi propia estupidez.
Tan pronto como llegué al edificio, me identifiqué en el vestíbulo, y aparentemente una placa del FBI hace más milagros de lo que pensaba. Mi entrada es autorizada sin ningún tipo de pregunta o cuestionamiento.
Me cruzo con James, uno de los enfermeros que trabajan allí desde que yo aún era pasante, aún en el vestíbulo principal, y él viene a mi encuentro, feliz de verme. Nos abrazamos y él quiere saber qué me lleva de vuelta al hospital después de tanto tiempo. Le explico sobre la llamada de Alex.
También le explico la delicada situación con él, y cómo el caníbal se ha mostrado obsesionado con verme. James es un tipo simpático, uno de esos latinos que parecen más accesibles que los ceñudos del hemisferio norte. Y decide que, por mi seguridad, me acompañará en el encuentro, ya que él cree que no debo estar solo con el tipo en estas condiciones. Ya se iba de su turno, pero decidió quedarse a ayudarme.
Confieso que me siento más aliviado. James siempre fue un tipo divertido que no sucumbió a la locura y amargura de trabajar en un lugar como este, y era esencial para mantenerme con los pies en el suelo mientras trabajaba aquí. Verlo hoy quizás me ha hecho darme cuenta de que lo único que echo de menos de esto debe ser él, y que sin duda le llamaré un día para una reunión con nosotros.
Teóricamente, para ese encuentro con Alex habría un guardia de acompañamiento, además de la sala de control que vigilaría por medio de las cámaras. Pero aún así, tendría a James conmigo, y dos siempre es mejor que uno.
Estábamos en la sala de atenciones. Después de 10 minutos esperando, oigo las cadenas que atan a Alex arrastrándose por el pasillo y resonando por toda la planta. En poco tiempo llega a la sala.
El guardia hace entrar a Alex, quedándose parado en la puerta en guardia. James y yo estamos de pie al otro lado de la mesa de hierro, que hay en la habitación, pegada al suelo. Sin gran alboroto él entra y se sienta en la silla del mismo material de la mesa, como en todas las otras veces que lo atendí.
- Me alegro de verle, Dr. Tomlinson. Sabía que me daría este voto de confianza.
- Vamos, Alex. Sin juegos. Estoy aquí y ahora me das el nombre. - Yo hablo con prisa y poca paciencia.
- ¿Por qué tanta prisa? Aún tenemos 29 minutos.
- No te vas a quedar tanto tiempo, Alex - Esta vez habla James.
- No estás cumpliendo con nuestro acuerdo. Se suponía que James no debía estar aquí, dije a solas.
- No dijiste a solas, dijiste "sin tu amiguito estresante" y Liam no está aquí - Hablo sarcásticamente
- Muy gracioso, Tomlinson. No debiste haber hecho eso.
A partir de ahí todo comenzó a suceder a una velocidad sorprendente. Pero intentaré narrarlo paso a paso, si eso es posible.
Totalmente de sorpresa, Alex se levanta rápidamente, y gira su cuerpo de modo que cierra la habitación empujando al guardia fuera de ella. El hombre no tiene tiempo para reaccionar, ya que fue atrapado totalmente desprevenido, y probablemente tenía la cabeza en la luna.
Tanto James como yo nos asustamos, pero sigo prefiriendo confiar de nuevo en el dispositivo de descarga que lleva en el cuello. Pero cuando se gira de nuevo para pararse frente a nosotros, ya no tiene el dispositivo, que ahora estaba en su mano hasta que lo tira al suelo. No sé cómo, pero de alguna manera esa mierda debe haberse roto, y Alex, dándose cuenta de eso, ideó todo el plan para traerme aquí hoy.
Él nos sonríe macabramente cuando miramos atónitos al objeto siendo arrojado al suelo.
Desde fuera, veo que el guardia está intentando abrir la puerta que está cerrada por dentro. La habitación no es una celda común, es una sala de atención y, por lo tanto, tiene una cerradura por ambos lados, algo que, tratándose de una institución mental no tiene el menor sentido.
El enfermero entonces hizo lo que le pareció correcto, atacó a Alex antes de que él fuera atacado. Saltó hacia él intentando alguna técnica de inmovilización, creyendo que sus manos y pies seguirían atados con las cadenas y las esposas. Pero como dije, la negligencia es algo que siempre se hace presente. Y como Alex tenía todo planeado, obviamente sus manos no estaban atadas como esperábamos.
Y en unos segundos, veo las manos del sociópata aferrándose al cuello del enfermero, y deshaciéndose de todo intento de inmovilización contra él. Puedo ver cuando su boca se acerca a la oreja de James y da un fuerte mordisco allí. Mi amigo da un grito fuerte y firme a causa de la estrangulación y el terror. Veo que todo se vuelve rojo en la zona donde estaba la boca del otro. James parece perder un poco de fuerza y se arrodilla. Alex se inclina sobre él, coloca su cuerpo entre sus piernas y lo sujeta.
James me mira con pavor. Sus ojos marrones están completamente aterrorizados y yo siento la peor sensación que he conocido en mi vida. Su oreja está arrancada y la sangre brota. No sé cómo el caníbal pudo arrancarla tan fácilmente. Es una fuerza casi sobrenatural y demoníaca.
Ni siquiera puedo moverme o pensar en algo que hacer. En la habitación solo existe la mesa que está soldada al suelo. No tengo ningún objeto que pueda usar como arma y no tengo fuerza física para luchar contra Alex, que es mucho más grande y mucho más fuerte que yo. Estoy petrificado .
James intenta estirar su brazo hacia mí mientras me mira con pánico. Entonces Alex, con la misma potencia de fuerza, coloca una mano sobre la cabeza de James y la otra sobre el hombro, mientras que las piernas sujetan el resto del cuerpo del enfermero. Sólo escucho el ruido de los huesos rompiéndose y el cuerpo de James volviéndose completamente inerte. Alex le rompió el cuello. James está muerto.
- Su carne es muy sabrosa. Pero dudo que sea tan buena como la tuya - Alex suelta el cuerpo de James en el suelo y viene hacia mí.
Corro hacia el lado opuesto de la mesa al que está Alex, ya que es la única oportunidad que tengo de escapar de él, poniendo algún obstáculo entre nosotros para ganar algo de tiempo. Miro la puerta y veo que el guardia sigue intentando abrirla.
- ¡No, Alex! No quieres esto - Yo trato de decir algo, pero sinceramente no hay nada que yo pueda decir en este momento que vaya a hacer diferencia.
- Al contrario, no sabes cuánto lo deseo, Harry - Alex habla con ojos de loco, y de su boca gotea la sangre que él arrancó de James, quien ahora es un cuerpo sin vida en el suelo. Quiero llorar, quiero gritar, quiero vomitar, pero estoy demasiado asustado para eso.
Alex viene ferozmente hacia mí mientras trato de rodear la mesa para huir de él, pero estoy acorralado. Siento sus manos rozando mi carne y su aliento horrible acercándose a mi cara.
Cierro los ojos, porque todo esto para mí es demasiado como para querer ver, y no sé si hay algo que pueda hacer, excepto aceptar que la decisión más estúpida de mi vida me convirtió en la cena de un maníaco. Intento golpearlo y empujarlo con patadas y puñetazos, pero él ni siquiera se mueve mientras ya está agarrando mi cuello como hizo con el de James.
Pensé que cuando fuera a morir una película de mi vida pasaría frente a mis ojos, pero no pasó nada delante de mí. Quizás porque la idea de morir siendo masticado no es exactamente algo tranquilo. Solo pienso en lo mucho que me gustaría estar en casa ahora con Louis y ese es mi último pensamiento.
Cuando ya estaba aceptando mi destino, sentí las manos de Alex debilitarse en mi cuello y el peso de su cuerpo cayendo sobre mí, pero sin estar mordiéndome o atacándome. Sólo como un peso muerto.
Abro los ojos, y para mi alivio, los guardias lograron entrar en la habitación mientras Alex me atacaba sin que él se diera cuenta. Y así, le dispararon, haciendo que se desmayara y, en consecuencia, me dejara ir. Estoy temblando por completo. Empiezo a llorar descontroladamente. Mi cuerpo es tomado por un ataque de pánico.
- ¡Cálmese Dr. Tomlinson! ¡Rápido, que alguien ayude al Doctor! - El guardia grita mientras está inmovilizando y atando a Alex, que parece que va a despertar en cualquier momento.
Me duele el cuello justo de donde fui sometido. Y estoy asqueado. Hay algo de la sangre de James en mí. No estoy pensando, cuando alguien me levanta y me saca de allí. No puedo respirar, mi pecho está apretado y no entra aire. Estoy llorando e hiperventilando.
Pronto las enfermeras están a mi alrededor examinándome y limpiándome. Pero no puedo seguir nada, en completo estado de shock.
- Lo... Louis... - Balbuceo
- Cálmese, Dr. Tomlinson, llamaremos a su esposo. Pediremos una unidad para llevarlo al hospital y él lo verá allí.
- Lo... Lo... Louis - Repito, pues el estado de shock no me permitió comprender nada de lo que fue hablado.
🔪
Ahora estoy en el hospital. Fui medicado con Clonazepam, y evaluado por varios médicos que constataron que Alex no consiguió lastimarme, una vez más me libré de él. Me siento débil, con sueño, pero sobre todo, ¡tonto!
El Estado es negligente, toda la seguridad del hospital es atrasada y obsoleta. Obviamente los dispositivos de seguridad sufren por falta de mantenimiento. Falta entrenamiento. Falta capacitación. Y el resultado, es un enfermero, un hombre justo, un padre de familia muerto estúpidamente. Y la culpa es tan mía como del Estado. Lo llevé a esa habitación. Si no hubiera ido, no lo habría puesto en esa situación.
Liam estaría, al menos, armado. Y él tiene el estúpido entrenamiento del FBI que me ilusiona que podría hacer algo diferente en esa situación. Soy un idiota, un completo idiota, y esta muerte estará sobre mi espalda para siempre.
Oigo que se abre la puerta. A pesar de la lentitud de mis pensamientos, veo que los ojos azules favoritos de mi vida pasan por delante de ella con el ceño fruncido en completa preocupación. Todavía voy a tener que lidiar con Louis porque sé que no debí haber ido allí, y que él me había advertido de todo el riesgo. Pero aún así estoy tan feliz de verlo.
Hoy he llegado a la conclusión de que Louis es mi primer pensamiento cuando me despierto, cuando estoy feliz, y será mi último pensamiento cuando muera. Hoy casi muero, y él era mi único pensamiento.
- ¡Amor! - Louis viene corriendo hacia mí cuando me ve sentado en la cama. Estoy destrozado y tan pronto como sus brazos me envuelven, caigo en llanto de nuevo, incluso si estoy medicado.
- Lou, lo siento... lo siento, lo siento. Fui estúpido.
- Shh - Me pide que no hable mientras me aprieta - No tienes que disculparte conmigo. Estás aquí conmigo y eso es todo lo que me importa. Te amo, Harry. Te amo más que a nada, mi amor - Louis tiene la voz entrecortada.
- Y-yo tenía m-miedo de n-nunca volver a verte - Lloro tanto que no puedo hablar sin tartamudear.
- Pero tú estás aquí y eso es lo que importa. Te llevaré a casa y no me iré de tu lado nunca más. Te protegeré, amor. Todo estará bien.
Y ya no puedo controlar mi llanto, mientras dejo que la camisa de Louis se moje por completo en su pecho, donde está mi cara, mientras me aprieta entre sus brazos.
🔪
Pedí permiso para tomarme unos días libres de mi trabajo en el FBI.
Liam y Thomas estuvieron aquí en mi casa en cuanto llegué del hospital. Sé que Liam quería insultarme, pero lo disimuló bastante bien. Louis no parecía muy feliz con él, y sé que es como si lo culpara un poco por estar en este trabajo y por todo lo que pasó, ya que Payne le había prometido que me protegería.
Zayn también vino a visitarme al día siguiente por la mañana. Él dijo que aprovechó que estaba patrullando aquí en el barrio y me visitó. Niall me llamó, y dijo que vendría a comer pizza conmigo mañana para animarme un poco. Y sé que vamos a tener que pedir al menos tres solo para él. Eso significa comer una pizza con Niall Horan.
Mi madre y mi hermana también me llamaron y tuve que convencerlas de que estaba bien y que no tenían que preocuparse por mí. Louis tuvo que levantar el teléfono y prometer que también estaría unos días en casa sin trabajar para acompañarme.
En cuanto a él, está más sobreprotector que nunca. También se tomó unos días libres del trabajo para cuidar de mí, y eso es todo lo que está haciendo. Parece que estoy comiendo por una familia completa ya que él ha estado haciendo el desayuno, el almuerzo, los bocadillos y la cena para mí. Todos los días me despierta con el desayuno en la cama y una flor. Él siempre elige una diferente cada mañana, y creo que para el fin de semana tendré un ramo de flores de todos los colores diferentes de la floristería. Las pongo en un jarrón con agua al lado de la cama, para recordarme siempre lo mucho que me ama.
Contrariamente a lo que pensé, no se enojó conmigo, o si lo hizo, lo disimuló.
Los temas Hospital, FBI, psicópatas y demás no han vuelto a esta casa y confieso que estoy disfrutando de eso. Todo lo que hicimos fue dormir, comer, salir en citas, ver películas, jugar a Mario Kart juntos (él tratar de interponerse en mi camino para ganar porque es muy competitivo) y un poco de sexo, por supuesto, porque estoy frágil, pero todavía me encanta saltar sobre su polla.
Ya pasaron tres días de toda la situación traumática, y me siento mejor, pero aún no abandono la culpa por la muerte de James y eso es lo que más me consume. Hoy casi he deseado ser un psicópata y estar libre de cualquier sentimiento de inquietud, remordimiento y arrepentimiento, porque eso es muy pesado de cargar.
Louis y yo estamos acurrucados en nuestro sofá y quiero disfrutar de nuestro último día de permiso juntos, ya que mañana él vuelve a trabajar y yo tendré que estar completamente solo por aquí.
La música de las Noticias de las 7 suena en el televisor y Louis busca el control para cambiar de canal. En estos días evitamos ver cualquier tipo de noticiero, ya que yo quería un cierto nivel de distanciamiento, porque sinceramente, la vida real es muy horrible. Es una mierda. La burbuja de mi casa con mi esposo es mucho más perfecta y tranquila, y no quería romperla con ningún tipo de malas noticias.
Pero hoy me siento mejor y la vida necesita volver a la normalidad, aunque no quiera. Mañana Louis vuelve a trabajar y el lunes que viene me toca a mí.
- Déjalo, amor - Le digo a Louis tomándole la mano para que no cambie de canal.
- ¿Estás seguro? no tienes que ver esto si no quieres.
- Está bien. Estoy bien. Veamos a tu pelo de huevo favorito. - Hablo sonriendo.
- Niall necesita mucho cambiar ese pelo - Louis responde riendo y apoyándose en el sofá, mientras yo me tumbo en su pecho.
Todo es muy cómodo. Louis me rodea el cuerpo con su brazo abrazándome, y me acaricia el pelo con la otra mano, mientras estoy cómodamente acostado en él y envuelto en una manta de felpa que siempre está sobre el sofá.
Niall aparece con una camisa azul de botones y un traje crema claro. Y me gusta ese modo más libre de él, que huye de los trajes negros, sobrios y sin gracia. Tal vez su manera más extrovertida sea la razón de su éxito, ya que él escapa del patrón de periodistas aburridos.
La primera noticia es sobre alguna ola de calor en algún lugar y luego sobre una ola de frío en otro. Genial, el mundo terminará muy pronto.
La humanidad se lo merece.
El presidente de los Estados Unidos asistió a alguna reunión aburrida. El presidente de Rusia hizo alguna cagada. Y algún país de América Latina está intentando algo. O sea, nada nuevo. Nada interesante. Podría desaparecer por un mes y todo seguiría igual
Comerciales.
Louis se levanta y va a buscarse una cerveza y yo pido un chocolate. Soy casi una mujer con síndrome premenstrual: necesitada, astuta y desesperada por dulces.
Niall vuelve y yo no estaba preparado.
"Fue encontrado muerto hoy, en el Hospital Psiquiátrico Judicial, Alex G. Thompson, quien fue conocido como el Caníbal de Chicago que se cobró más de 30 víctimas hasta que fue arrestado hace 3 años. Al parecer, la causa de la muerte fue por suicidio, pero no ha habido ninguna confirmación oficial".
- ¡LOUIS! - Llamo a gritos a mi marido, que viene rápidamente asustado por mi tono de voz.
- ¿Qué pasa, amor?
- ¡Alex Thompson está muerto!
- ¿Qué? - Él mira la televisión.
"La última víctima de Alex fue el enfermero James Ramírez, quien fue atacado y asesinado dentro del hospital la semana pasada. El mismo día, el psicólogo del FBI, Harry Styles-Tomlinson, también fue atacado por el caníbal, pero logró sobrevivir. Tomlinson ya había trabajado en la institución anteriormente con Alex, y ahora trabaja en la investigación que está detrás del psicópata W, el Payaso Asesino. Al parecer, James también estaba involucrado en la investigación"
- ¿QUÉ? - Grito incrédulo. Las lágrimas vuelven a formarse en mis ojos. Yo ya estaba lidiando muy mal con todo el proceso de culpabilidad, pero la forma en que se dio la noticia sobre James prácticamente decía que había muerto porque me estaba ayudando con la investigación. No puedo creerlo, la información no era relevante para ser dada junto con la noticia de la muerte de Alex. Yo miro a Louis con las lágrimas ya escapando de mis ojos.
- ¿Qué carajo es esto? - Louis grita - ¿Por qué Niall habló de ti? ¿No había prometido que no hablaría? - Louis está enfurecido y yo sólo quiero que él me abrace.
- Lou... - Hablo llorando. Mi voz se rompe y no creo que mi marido tenga idea de lo que está pasando dentro de mí ahora mismo, de lo mal que me siento y de la culpa por la muerte de James. Y que realmente la muerte de Alex no me alivia en absoluto.
- No llores, amor - Louis corre al sofá y me acoge en sus brazos. Y yo estoy mal otra vez como el día que él me buscó en el hospital. Toda la culpa, el horror, la tristeza, todo volvió - Niall no pudo haber hablado de ti. Voy a hablar en serio con ese idiota. ¿Qué pretendía hacer? ¡Traicionó nuestra confianza!
- Está bien, amor.. - Lloro. Niall es la última de mis preocupaciones y sentimientos ahora. Sólo quiero no existir de nuevo. Quiero que el mundo se detenga y que yo esté aquí en sus brazos escondido para siempre.
- No, Harry. No está bien, ¿de acuerdo? Eso fue por el hijo de puta rubio. Y ya hablamos, no tienes la culpa de la muerte de James. La culpa no existe aquí. Él era adulto y profesional. Él sabía lo que estaba haciendo y él eligió ir. Tú no le pediste ni decidiste por él, ¿de acuerdo? - Louis me aleja de su pecho y me mira a los ojos, mientras me sostiene firme por los hombros - ¿Me entiendes, Harry? ¡No tienes culpa!
- Sólo quiero morir... Por favor, no me dejes solo mañana - Le pido mientras las lágrimas descienden como dos ríos por mis ojos.
- No lo haré. Estaré aquí tantos días como quieras. Y siempre te protegeré. Quédate tranquilo.
Cuando estamos en el sofá, tratando de dejar de llorar, mi teléfono suena. Es Niall. Miro la televisión y el noticiero ya acabó. Ya están pasando telenovelas o algo así. Yo respondo.
- ¿Harry? - Habla con voz rápida.
- Hola Niall. - Louis me mira y puedo ver la rabia en sus ojos. Lo miro, y mis ojos le piden que no se enfade - ¿Qué pasa?
- ¿Viste el noticiero de hoy?
- Lo hice.
- ¡Mierda! ¡Harry, lo juro! No fui yo quien escribió la noticia. El editor, Nick Grimshaw, fue quien redactó la noticia de esa manera. Le pedí que no mencionara tu nombre, pero no me permitió cambiarlo. Él sabía que el sensacionalismo de vincular a Alex con W tendría mucho impacto y tu nombre era lo que los conectaba. Lo siento.
- Está bien, Niall.
- ¡No está bien! - Louis grita y me quita el teléfono de la mano - Oh hijo de puta, ¡eres una mierda! Sabías que Harry no quería una noticia con su nombre. Nos traicionaste a Harry y a mí, ¿entiendes? - Louis habla casi gritando y yo no consigo más que llorar.
- Lo siento, Louis. Juro que no fue mi culpa - Niall habla tan fuerte que lo oigo aunque el aparato no esté en mi oído y que Louis esté de pie para gritar por teléfono.
- Harry está llorando de nuevo cuando finalmente había parado y la culpa es tuya. ¿Entiendes? ¡Es tu culpa, maldito rubio! ¡Vete a la mierda! - Louis le cuelga el teléfono en la cara a Niall y lo tira al sofá.
Se pasa la mano por el pelo, irritado, y me mira. Tengo la cara hundida en mis rodillas, que están prácticamente pegadas a mi pecho, ya que abrazo mis piernas.
Estoy roto de nuevo.
No estoy enojado con Niall, lo hizo por su trabajo. Y por mi trabajo, una persona que me importaba murió.
Louis parece darse cuenta de que en este momento todo lo que menos necesito es su furia protectora, y más su seguridad protectora. Él resopla alto en frustración, pero se sienta nuevamente y me abraza. Del abrazo, él me jala para acostarme en su pecho. Nos quedamos quietos por un tiempo, y eso es todo lo que necesito, Louis conmigo y alguna esperanza de que todo va a estar bien.
- Niall no tiene la culpa - Yo hablo todavía con lágrimas, a pesar de estar llorando con menos intensidad.
- No hablemos de eso ahora, amor. Sólo quiero que dejes de llorar. Voy a llamar a la gente del trabajo y a decirles que mañana no voy a trabajar. Pueden descontar el día que no me importa, yo sólo quiero quedarme aquí contigo hasta que estés bien o hasta que me envíes lejos y me digas que no me aguantas más y que es mejor un marido fuera trabajando que en casa molestándote.
- Nunca te echaré - Sonrío un poco, porque Louis siempre me hace sonreír.
- Bien, porque yo no tengo muchas ganas de salir de aquí. Es bueno abrazarte. ¿Ya te lo dije? Pareces un koala bebé cuando estás acostado conmigo y se siente tan bien. - Sonrío más.
- Creo que ya has dicho algo así - Las lágrimas finalmente parecen que van a cesar porque el amor de Louis llena mi pecho vacío.
- Así que voy a cuidar de mi bebé koala ahora. ¿Qué te parece si llamamos a esa pastelería que te gusta y pedimos ese pastel de chocolate y terciopelo rojo que tanto amas? - Él tiene una sonrisa para mí
- ¿Podré comerlo todo yo solo?
- ¿De verdad? - Louis me mira incrédulo - ¿Ni un pedacito para mí?
- Sólo un pedacito - Yo hablo sonriendo pequeño, y aferrándome más al cuerpo de Louis como un koala.
- Yo sabré vivir sólo con un pedacito de pastel si tú estás feliz. Toma el teléfono y yo ordenaré.
- Gracias, Lou - Levanto mi rostro de su pecho para mirarlo. Tiene una sonrisa y deja un beso en mi frente.
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Hola!! espero que estén bien.
Vengo a avisarles que decidí que subiré actualizaciones de W los sábados, lamentablemente he estado un poco ocupada, pero intentaré, si es posible, subir capítulos cuando pueda. Los sábados serán los días establecidos para actualización hasta nuevo aviso.
Muchas gracias por estar aquí y entender, nos leemos luego!!!