Narra Vanessa
Habiéndo quedado de acuerdo con los Coleman, Alejandro y yo nos encargamos de la organización y compra de boletos. Estaba ansiosa por verla nuevamente, pues
nunca les mentí, realmente no he sabido nada de ella en 6 meses. Ahora que me pongo a reflexionar sobre ésto me doy cuenta que nos hemos distanciado, es decir, han pasado muchas cosas y cada una de ellas nos han alejado. Siento que ya no sé quién es mi mejor amiga.
Duele por que ella y yo nunca nos separamos, Alejandro ella y yo éramos el típico trío inseparable. Incluso recordándo nuestra infancia, hubo un tiempo en el que Andrés y sus amigos se unieron a nosotros. Salíamos seguido y éramos muy amigos, después de la muerte de uno de ellos, el grupo se separó.
A lo que quiero llegar es que a lo largo de nuestra vida han pasado muchas cosas que realmente nos pudieron haber separado de alguna manera y nunca nada nos pudo convertir en rivales. ¿Porqué ahora sí? Realmente no comprendo cómo llegamos hasta esto y mucho menos sé cómo solucionarlo.
Sé que ambas tenemos vidas y no siempre debemos estar juntas, pero somos como una sola, somos tan unidas ella y yo que podría apostar que ella sabe más de mí que yo misma. De igual forma es con Alejandro. No lo sé, es extraño y duele.
-¿No vas a tomar tu café, amor? Escuché la voz ronca de un hombre acabado de despertar.
-Oh, creo que ya se enfrió. Buenos días amor, ¿como amaneciste?
-¿Estás bien Van? Tu amas el café en la mañana. Buenos días amor, amanecí con la felicidad de tener a la mujer que amo en las mañanas, así que estoy bien. Pero tú creo que no estás tan bien, ¿no es así? Preguntó Alejandro mientras preparaba el desayuno.
-Sí, estoy bien. Solamente amanecí pensando en nosotros, ya sabes, Valentina, tu y yo. Incluso de Andrés y sus amigos ¿Recuerdas?
-Oh, sí. Jonah creo que se llamaba el que falleció. Recuerdo que fuimos un grupo bien unido cuando éramos niños.
-Sí. Suspiré. -Como cambian las cosas ¿no? Ahora no sabemos ni de Valentina.
-No te lo voy a negar, es triste. Pero ya verás que todo cambiará. Dijo él dando el primer bocado.
-Sí, recuerda terminar las maletas para mañana. Salimos a las 5 am, no lo olvides. Yo me encargaré de llevarle los boletos a los Coleman, ¿si?
-Sí amor, ¿ya te vas? Preguntó al ver que me levanté de la mesa con la tasa de café casi completa.
-Sí, de hecho sí. También tengo que ir a hablar a decanato por unas cuantas cosas de la universidad. Regresaré tipo 6 pm.
-Oh, ¿Te llevo? Puedo pedir permiso en el trabajo sin ningún problema.
-No, no. Está bien así. Nos vemos cuando regrese, yo traeré la cena.
-¿Podremos almorzar juntos amor?
-Yo creería que si amor, nos quedamos de acuerdo a eso de las 11 am.
-Sí amor, esperemos si podamos vernos para el almuerzo. Te amo, ¿si? Se levantó y me tomó por la cintura.
-Te amo Alejandro, te amo mucho. Él se acercó para besarme, tomé la iniciativa y lo besé. Me di cuenta mientras me acercaba más a él, que su cabello olía a café.
Narra Slenderman
Andrés nunca fue lo suficientemente apegado con los creepypastas, lo sé y por eso mismo temía que ésto pasara. Abandonar la misión. Creo que él siempre se dejó llevar por el "tengo esta marca de nacimiento y por eso asesino personas". Nunca le cogió amor ni emoción, simplemente lo hacía porque era su "deber". Así es él, actúa por inercia. Por lo mismo, trajo a Valentina hacia mí hace un tiempo, porque "debía de" no porque supiera realmente las consecuencias e incluso las razones por las cuales lo hacía.
Es comprensible que si actúa por actuar, no poniéndole un razonamiento lógico a sus acciones, sus errores incrementan notoriamente. Ocurre siempre y cuando ya no puede más, abandona todo. Soy testigo. Por lo tanto, no le es complicado abandonar a su novia y a mi, mientras estamos en una misión de recuperar a Jeff por culpa de zalgo. A raíz de no comprender la gravedad del asunto, la situación y nosotros quedamos en segundo plano, con un nivel de importancia casi inexistente.
Me parece extraño que aunque la misión incluya a su propia hermana, no quiera concluirla, es decir ¿tampoco le importa abandonar a Valentina? Andrés es extraño, a veces me pregunto qué pasará por su cabeza. Es una herramienta excelente, lo que hace lo hace mejor que nadie, es muy astuto, veraz y perseverante, claro que lo es. Pero sus buenas cualidades se ven opacadas por su gran desinterés y su comportamiento extraño. Por lo mismo temía que ésto pasara, otravez.
-¿Crees que ya no volverá? Preguntó Jane mientras lentamente desempacaba sus cosas y las colocaba en uno de los clósets de la suite.
-Jane, Andrés hará lo que se le plazca, que te quede bien claro que debes ser cautelosa cuando se trate de él. En lo personal no lo considero como una herramienta presente, si útil, pero no cuento con él realmente. Yo que tú me iría olvidando de amoríos y planes a futuro con alguien como él.
-Wait, hold on Slend. ¿De qué hablas? solo te pregunté una cosa, no quería consejos de abuelo. Dijo ella con un toque de molestia.
-Lo sé Jane, no soy estúpido. Alcé dos de mis tentáculos. Si te lo he dicho es por tu propio bien y lo sabes. Creo que es lógica la respuesta Jane, no volverá.
-Como quieras, ¿Para cuando dejo los vuelos hacia Nueva York? Preguntó ella evadiendo a toda costa el tema de Andrés, era comprensible.
-A raíz de que nos hace falta ayuda para cumplir los sacrificios de Zalgo. Suspiré y me senté en la cama a pensar qué era lo mejor. -Déjalo para mañana, no estaremos perdiendo tiempo, no son vacaciones. Toma dos bolestos para el primer vuelvo mañana.
-¿Mañana? uf, está bien. Revisó la computadora los boletos disponibles e inmediatamente me comunicó. -El primer vuelo sale a las 5 am, ¿está bien?
-Sí, entre más pronto, mejor. Acabaremos con el tema de Jeff mañana y posteriormente, él será quien nos ayudará a cumplir con los sacrificios.
-Está bien, 2 boletos para Nueva York para mañana a las 5 am. Decía mientras realizaba los pasos para comprarlos, finalmente se escuchó un click y me miró con un rostro entusiasmado, ya había comprado los vuelos.
Narra Andrés
Realmente no me puse a analizar el hecho de que un día atrás, había abandonado a Slend, Jane y había invitado a una desconocida a un café. Estaba tan enfocado en largarme de éste lugar que no me puse a pensar en nada, ni a qué rumbo ir ni a quién avisar y a quién no. Solo tomé mis maletas y pedí un Uber, si soy un imbécil, lo sé. Pero, al ver a la pelirroja enfrente, sentí una sensación de paz, supongo que eso me dió la seguridad de hablar. Aunque no sé cómo ni en qué momento fue que lo hice.
-Tienes razón, solo iba a mudarme del hotel, unos amigos me invitaron a quedarme en su casa. Planeaba ir a dejar mis pertenencias y venir a por ti cuando terminara tu turno de trabajo. Nunca en la vida había mentido tan bien bajo presión, pero supongo que funcionó.
-¡Vaya! Dijo ella mientras reía nerviosamente y jugueteaba con su cabello, pude observar como se ruborizó. -Tienes todo un plan.
-Soy alguien eficaz, que puedo decirte. Bromeé con perspicacia.
-Vaya que lo veo, lo eres. Ella rió y dio unos pasos hacia mi, volteé a ver al Uber y le pedí que me diera unos minutos más. -De hecho, mi turno termina al medio día, podrías venir a eso de las 11 y tantas, si quieres claro.
No lo sé, había algo en ella que me daba una chispa, me daba ánimos, me inducía a conseguir respuestas, no lo sé. Ella me hacía algo. No me tomó pensarlo dos veces en hablar nuevamete.
-Hecho, a las 11 y media estaré por acá, vamos a por algo de comer, café y luego quisiera mostrarte algunos lugares, ¿tendrás tiempo? Pregunté mientras me acercaba más y más a ella.
-Sí, Mr Andrés. Sí tendré tiempo. Será increíble ya verás. Dijo ella y dio un último paso hacia mí, típico movimiento de las personas que toman la iniciativa pero esperan a que el otro la culmine. Lo cuál hice, me acerqué un poco más, la tomé por la cintura acercándola contra mi abdomen y dejé un suave beso en su mejilla, era suave y estaba un tanto fría por el clima, estábamos a 13F°.
Ella sonrió y bajó el rostro por unos segundos, seguidamente se lanzó sobre mí, me dio un abrazó y dejó un leve beso en mi mejilla. Luego se dio la vuelta y regresó al hotel. Inmediatamente ella se fue, entré al Uber. Y como ráfaga de viento, se me ocurrieron mil y un ideas, ¿Debería llevarla conmigo? ¿Qué hay sobre Jane? ¿Sobre Jeff y Valentina? ¿Inlcuso pertenezco a los creepypastas? digo, nunca los he considerado como importantes para mí. Con Valentina fuera de peligro, solo basta con deshacerme de los creepypastas que rondan por nuestras vidas.
Suena un buen plan la verdad, recuperar mi vida anterior. Amigos, familia, una novia pelirroja y dejar de asesinar a las personas, incluso podría trabajar denuevo. No necesito nada más que eso. Sentí como una sonrisa se formó en mi rostro y comencé a buscar vuelos hacia Nueva York, tomaría el primer vuelo posible. Solo faltaba convencer a la pelirroja y todo estaría terminado.