Domingo » Juan Pablo Villamil...

By NiaaMont

115K 5.6K 4.8K

Si estás buscando una de esas historias en las que Villa mira a una fan entre el público y queda perdidamente... More

1. El pick de la suerte
2. Thumbpicks
3. Nueve
4. Violines y ollas
5. La hora nostálgica del domingo
6. Primera cita
7. Perdón por irme tan pronto
8. Dame esta noche
9. Que sean dos
10. Me alegró besarte
11. ¿Quién soy yo para ti?
12. Dime qué te gusta
13. Olvida que lo pregunté
14. Amores lejanos
15. Aunque no sea conmigo
17. Hay una crisis
18. Cómo te atreves
19. Celos
20. Ayúdeme a olvidar
21. Gira
22. Yo no merezco volver
23. Vacío
24. Estoy enamorado de ella
25. Dios, ¿estás ahí?
26. Me lo debes
27. 14 días
28. Estamos juntos
29. Vick
30. Entre un te quiero y un nunca más
31. ¿Puedo dormir contigo?
32. Frustración sexual
33. Entre "amigos"
34. Y lo que falta
35. Escribamos canciones de amor
36. No puedo
37. La llamamos 9
38. Números rojos
39. Te amo, hijo de puta
40. Es un trato
41. Está confiando en mí
42. Segunda primera cita
43. Lo haremos pronto
44. Toca para mí
Epílogo
Agradecimientos
Extra
*
**

16. Bienvenida a la industria

2.2K 121 83
By NiaaMont

Quedo pensando en ti, no sé ni que sentir, 

Pasó tan de repente, ojalá seas feliz.

Espero podamos ser lo que nunca pudo ser

Amigos, solo amigos, no hay más nada por hacer. 

(Qué puedo decir - Popcorn)

Diciembre

Papá me envuelve en sus brazos y me permito descansar en su pecho.

- Estoy muy orgulloso de ti, nena

- No habría hecho nada de esto sin ti, pa. Te amo mucho – Le digo. Él me da un beso en la cima de la cabeza.

Nos quedamos abrazados como unos bobos sentimentales en la puerta del restaurante.

Sé que los dos estamos pensando en mamá, pero ninguno lo dice en voz alta.

- ¿Vas a salir a festejar con tus amigos?

- Sí, pero no te quiero dejar solo. Puedo ir más tarde

- Nada de eso, niña. Voy a ir a visitar a los padres de Jen y vamos a jugar poker hasta que me quede con su casa. Ve a divertirte

- Vale. No llegue borracho, jovencito – Le advierto. Él se ríe y me besa de nuevo en la mejilla

Tiene los ojos hinchados y rojos, por lo que adivino que lloró un río durante mi ceremonia de graduación.

Soy músico profesional con doble énfasis en instrumento, amigos míos. Dejen sus felicitaciones por aquí. Gracias.

Le dejo a papá el auto de segunda mano que acabo de comprarme para que vaya a su juego de Poker, por lo que él me lleva a la casa de Marto, de dónde saldremos a celebrar a algún lugar.

Marto está parado en la acera con las manos en los bolsillos, luciendo pensativo.

En cuanto me ve, viene corriendo hacia mí y me envuelve en un abrazo.

Demasiado apretado.

Demasiado todo.

- ¿Qué pasa, bebé? – Le pregunto, pero él solo hunde la cabeza en mi cuello

- No me odie – Susurra

- Marto, ¿Qué pasa? – Pregunto alarmada

- Le compré un regalo de graduación – Me dice

- Martín, ¿estás bien?

- Si. No. No lo sé. Déjeme darle su regalo primero, ¿si?

No me deja responder, sino que me arrastra al interior de su casa.

Sus padres siempre salen a cenar los viernes, así que le grito un saludo a su hermanita que está en la sala viendo una película mientras Marto me jala hacia su habitación en el segundo piso.

Sobre su cama, está el regalo en cuestión.

Exhalo.

- Marto, no puedo aceptar esto. Es demasiado

- No, no lo es. No la compré solo. Isa y Moncho me ayudaron, pero fue mi idea – Dice, todo orgulloso – Y ellos son medio ricos ahora, no es gran cosa

Pero si es gran cosa.

Sobre su cama está la Martin negra que solía acariciar y venerar cuando trabajaba en la tienda de música. Es una guitarra de una calidad increíble, y la estuve deseando tantos años sin llegar a comprarla porque sé exactamente lo que vale.

- Te graduaste como músico profesional hoy, Pick. Con un énfasis en violín, que por la filarmónica tienes bastante bien cuidado. Pero tu guitarra es un asco para alguien con tu talento, y sobre todo para alguien con un segundo énfasis en interpretación de guitarra – Me dice. Le pego en el hombro

- Cállate. La tengo desde los 14 y está intacta

- Es una guitarra de mierda – Me contradice Martín – Feliz graduación, Pick

Se me llenan los ojos de lágrimas mientras me acerco a su cama y toco tentativamente el cuerpo de la guitarra.

Es una guitarra más o menos de los 80, así que su cuerpo tiene el estilo viejo de las Martin que da un sonido cálido y asombroso. La levanto y rasgo dos acordes. Mis ojos se cierran.

Como no podía ser de otro modo, Marto me la regala perfectamente afinada y lista para tocar. Mis dedos se mueven por el diapasón, y rasgo los acordes medio en transe.

- Gracias, bebé. Es el mejor regalo del mundo

- Alejo se va a salir de Morat – Dice de la nada

Mis manos se quedan quietas sobre la guitarra.

"No me odie", me dijo cuando me abrazó.

Alejo se va a salir de Morat.

Sumemos dos más dos y adivinemos juntos cuál percusionista inmundamente talentoso va a entrar en su lugar.

Hablo a través del nudo en mi garganta.

- Mírame, Martín – Le exijo. Levanta la mirada hacia mí con los ojos llenos de lágrimas - ¿Quieres eso, o solo estás haciendo lo que hace Simón?

- Lo quiero más que nada, Pick – Asegura

Y creo que lo sé.

Sé cuantas veces se aprendía ociosamente las canciones de Morat cuando Simón le mandaba las maquetas para saber su opinión, no solo porque en realidad son canciones muy buenas, sino porque Marto siempre estuvo orgulloso de ellas y siempre los acompañó incluso en sesiones de composición.

Dios sabe que hasta yo he tocado varias de sus canciones solo por seguirlo, pero también por placer.

Porque son una banda increíble.

Y con él, serán mejores.

Y me voy a quedar sin mi mejor amigo.

- Entonces, felicitaciones, Marto. Ellos tienen mucha suerte de tenerte – Es lo que le digo, aunque las lágrimas me están arruinando el maquillaje sublime que me hice para mi ceremonia de graduación.

Me quita la guitarra de las manos y me abraza de nuevo.

- Violines y ollas, nena – Me promete. Me río entre lágrimas

- Ya no, corazón. No hay más ollas para ti. Solo una batería de puta madre para el nuevo Morat – Le digo. Hunde la cabeza en mi cuello y ahoga un sollozo

- La voy a extrañar mucho, Pick. No sé que voy a hacer sin usted

- Lo mismo que hiciste cuando ellos se fueron y creíste que ibas a estar perdido. Vas a ser tú mismo, y la gente que está a tu alrededor te va a adorar, porque eso es lo que haces, Martín Vargas

- ¿No está enojada conmigo?

- No. Estoy triste porque te voy a extrañar mucho, y tampoco sé muy bien que voy a hacer sin ti. Pero estoy feliz por ti, y de paso por ellos

Se aparta lo suficiente para secarme las lágrimas, y se seca rápidamente las suyas mientras se ríe.

- Inmaduros Histéricos – Me dice, haciendo la seña de rock and roll con la mano. Me río – Vamos a celebrar

- ¿Podemos quedarnos a tocar?

- Pero es tu graduación, Pick

- Voy a seguir estando graduada mañana, y el otro fin de semana. Lo que no voy a poder hacer es tocar contigo

- Entonces, nos quedamos a tocar – Asiente él, y me entrega mi guitarra de nuevo.

Luego, me da la mejor celebración que podría querer.

Y de paso, esa es su despedida.

Me quedo a dormir con él.

Generalmente cuando me he quedado, se va a la habitación de Simón y me deja la suya, pero esta noche solo se acuesta en el sofá cama de su habitación, como si no quisiera dejarme sola.

Ha sido un día lleno de emociones extrañas, y aunque ya estoy acostada y cómoda dentro de una camiseta de Martín, el sueño se niega a acudir.

Agarro mi celular y me distraigo por un rato mirando Instagram.

Me llega un mensaje.

Villa: Lo siento por aparecer a esta hora. No sabía que se había graduado hoy y apenas me enteré en este momento. Debe estar festejando por ahí, pero no quería quedarme sin felicitarla.

Villa: Entonces...Felicitaciones, Val.

Parpadeo lentamente hacia mi celular, mientras leo el mensaje por lo que parece la décima vez.

Luce demasiado torpe para venir de él.

Sin embargo, aprecio que a pesar de la incomodidad de nuestra relación se haya tomado el trabajo de escribirme.

Val: Gracias, Villa

Villa: ¿Cuáles son sus planes luego de la universidad?

Me quedo mirando la pantalla nuevamente como una tonta.

Pensé que era una felicitación aislada, no que le seguiría una conversación completa.

Val: Hice un remplazo de dos meses a un violinista segundo en la Filarmónica. Cuando él regresó, me dieron una plaza como primer violín

Villa: Woow. Felicitaciones, Val. Eso es enorme

Val: Lo sé, me puse a llorar como una niña el día del primer ensayo. Jeremy y Marto me llevaron a celebrar con helado

Val: Hablando de Marto...Ya tendré esta conversación con los otros, pero díganme que van a cuidar de él. Ustedes han tenido más tiempo para adaptarse a esto, pero él casi que va a llegar derecho a tocar a un Teatro Metropolitan lleno

Villa: No nos hemos adaptado mucho que digamos, pero siempre vamos a cuidar del niño

Villa: Lo quiere mucho, ¿verdad?

Val: Lo adoro. Estoy sintiéndome un poco resentida porque se lo van a llevar

Villa: Lo primero que dijo cuando lo invitamos a entrar a la banda fue: "Val me va a matar"

Le doy una mirada al cuerpo dormido de Martín.

Pequeño farsante.

Val: Niño idiota. No soy tan loca. No sé que voy a hacer sin él, pero sería un tonto para perderse esta oportunidad, y encima en una banda como Morat

Villa: ¿Cómo es eso?

Val: Son muy buenos

Villa: ¿Nos oye?

Val: Es difícil no oírlos con Marto al lado

Villa: ¿Solo por eso?

Val: ¿Estás cazando halagos, muchacho? Tienes una banda increíble. Todas sus canciones están en mis listas de reproducción

Villa: ¿Tiene una favorita?

Val: Adoro "Cómo te atreves". Tiene una letra muy gritable, está musicalizada de un modo espectacular, y nunca me voy a reponer a ese banjo que le escribiste

Villa: 😊😊 Gracias

Villa: ¿No está de fiesta por su graduación?

Val: Ya festejaré. Hoy quise quedarme con Marto

Villa: ¿Está bien?

Val: ¿Qué?

Villa: Le empecé a hablar de la nada y nunca le pregunté cómo está

Val: Estás raro

Villa: ¿Cómo sabe que estoy raro?

Val: No sé, solo lo sé

Villa: Yo pregunté primero

Val: Estoy bien. Nunca lo admitiré frente a él, pero tengo ganas de sentarme a llorar porque Martín se va, y no me imagino la vida sin él. Ya tienes mi respuesta. Ahora, ¿Qué te pasa?

Villa: Estoy muy, muy cansado Val. Nunca pensé que esto iba a ser así

Val: Lo siento

Villa: Sé que voy a sonar como un idiota, pero solo quiero estar un día en mi casa y abrazar a mi mamá. Toda mi vida en este momento está metida en una maleta y el estuche de dos guitarras y un banjo

Val: ¿Qué sientes cuando tocas, Villa?

Villa: No me dé un discurso, Val. Sé que soy afortunado, pero siento que no le puedo decir esto a nadie

Martín duerme como un lirón.

Pateo hacia abajo sus sábanas y salgo de su habitación.

Me apoyo en la pared del pasillo y, a la mierda.

- ¿Val? – Su voz suena increíblemente asombrada cuando me contesta la llamada.

No hemos hablado en muchísimo tiempo, y sé lo raro que es esto.

Tampoco estoy muy segura de lo que estoy haciendo.

- ¿Por qué no vienes? – Es mi saludo

- ¿Qué?, ¿A dónde? – Me pregunta Villa con voz confusa

- A tu casa, a abrazar a tu mamá. Y antes de que me sueltes un comentario sarcástico, ya sé que estás en medio de una gira. Pero a veces tienes dos días de descanso. Básicamente pasarías 10 horas en un avión para estar un rato en tu casa, pero si es lo que necesitas...¿Por qué no lo haces?

- Suena como un despilfarro sin sentido

- No estoy segura de cuánto gana un cantante en el nivel en el que estás, pero sospecho que te lo puedes permitir

Guarda silencio por un rato que se siente eterno.

Cuando estoy a punto de verificar si sigue ahí, lo escucho suspirar.

- A lo mejor lo hago

- Vale

- Oiga, Val – Me detiene, cuando estoy a punto de alejarme el celular del oído para colgarle

- ¿Qué?

- Siento que tengo sentido – Dice de la nada

- ¿Qué?

- Me preguntó qué siento cuando toco: Siento que tengo sentido. Yo, mi existencia en este mundo, mi vida. Póngalo tan filosófico como quiera. Tengo sentido

- Entonces vale la pena el cansancio y todo lo que sientas. Buenas noches, Villa

- Buenas noches, Val.

Bogotá, 2017.

Febrero

¿Por qué demonios acepté hacer esto?

No soy compositora.

Solo soy una tipa con habilidad en las manos para los instrumentos de cuerda, que sucede que tiene un buen oído y algo de talento para la notación musical en general.

Eso no quiere decir que sea capaz de hacer los arreglos para toda una sección de cuerdas.

¿Por qué alguien pensó que podía?

Voy a vomitar.

No puedo hacer esto.

Me distraigo mirando el celular.

Bachi: Bebé, ¿Sigue en crisis?

Val: Me voy a morir, Martín

Bachi: No sea estúpida, ¿Cuánto le falta?

Val: 4 canciones

Bachi: ¿Y cuantas lleva?

Val: 10

Bachi: Deje el drama, sonsa

Val: Me van a echar de la puta Filarmónica, ¿y qué voy a hacer?

Bachi: Val, está exagerando un poquito

Val: ¡ME VOY A MORIR!

Marto me manda una seguidilla de gifs chistosos.

Sonrío.

Llega otro mensaje mientras miro los gifs de gatos de Marto.

Villa: Hola, Val

Val: Hola

Villa: ¿Todavía vive en la misma parte?

Val: ¿?

Villa: Estoy en Bogotá. ¿La puedo visitar?

¿Va a haber un día en el que mi corazón deje de hacer esa mierda ante la idea de verlo?

Soy una persona muy, muy involucionada.

Val: Trae helado. Vivo en la misma parte

Vuelvo al trabajo sin revisar su respuesta.

A lo mejor debí decirle que trajera tequila.

En realidad, debí decirle que no viniera, pero...¿Qué se yo? Ni siquiera tengo un motivo razonable para haberle dicho que si como si nada, salvo que mi cerebro está colapsado y que es Villa.

Y yo soy una idiota.

Cuando el timbre suena cerca de una hora más tarde, me doy cuenta de lo que he hecho.

¿Por qué le dije que viniera?

Mi sala está tapizada en partituras, y yo estoy vestida con un saco de Morat que le robé a Martín y unos calcetines de conejitos.

Me hago una trenza rápida en el pelo y me la sujeto con un clip de corazón mientras camino hacia la puerta. Sí, estoy vestida como una indigente, que se aguante.

- Hola – Me dice con una sonrisa tímida cuando le abro.

Trago saliva.

Sus ojos envían un aleteo al centro de mi estómago, y por un momento odio a mi cuerpo por seguir siendo tan absolutamente esclavo de él.

- Hola – Le digo con una sonrisa mientras me hago a un lado para dejarlo pasar

- No sabía qué quería, así que traje de todo – Me dice, ofreciéndome la bolsa que trae en la mano

Le sonrío, y esta vez es él quien me mira medio bizqueando.

Le recibo la bolsa y miro el interior. Hay 4 tarrinas de helado, un paquete de chispas de chocolate y una bolsa de galletas de mantequilla.

Vaya.

- Te tomaste esto muy en serio – Me río

- Se me ocurrió pensar que todavía nos disculpábamos con dulces, así que necesitaba una buena cantidad

- ¿Por qué?

- Para decirle que lo siento. Cuando le dejé de hablar el año pasado... – Toma aire, y se mete las manos en los bolsillos, luciendo inseguro – Fue una estupidez

- Está bien. Estábamos en un punto raro

- ¿Ya no? – Resalta, dándose cuenta de que hablé en pasado

- Tú estás con Gabriela, y yo... – Dejo de hablar, porque no estoy muy segura

- ¿Usted...? – Pregunta. Me encojo de hombros

- Estoy empezando algo con alguien. Todavía es muy reciente y no... – Me detengo de nuevo. Suspiro – Sentí por ti más de lo que alguna vez te dije, y es la primera persona con la que intento algo desde que te fuiste

Baja la mirada a sus zapatos, probablemente incómodo por mis palabras.

Soy un trabajo en progreso en esto de la discreción. Ténganme paciencia.

- No es Sebas, ¿no? – Pregunta, con una expresión medio aterrada

- No – Sonrío – Se llama Juan David. Es mi actual director en la filarmónica

- ¿Director?... ¿No son siempre señores? – Señala. Me río

- Es algo mayor que yo, pero no lo llamaría "señor" tampoco

- Si es un buen tipo, me alegro, Val. Solo se merece cosas buenas

- Es un buen tipo – Confirmo

Y está enterado de mi historia con Villa, así que contarle que él estuvo aquí va a ser una conversación algo incómoda.

Le hago una seña a Villa para que pase al sofá mientras voy a la cocina por copas para el helado.

Cuando vuelvo, está mirando todo con curiosidad.

- ¿En qué está trabajando? – Pregunta, señalando todas las partituras desperdigadas por el piso

- Estoy haciendo los arreglos para violín y violonchelo del concierto sinfónico de Santiago Cruz – Respondo. Él me mira con una expresión sorprendida rara

- ¿Qué?...Woow, Val. Eso es increíble

- Uhm. No, es horrible, porque estoy fracasando. Me dejé convencer de hacer esto, y ahora voy a quedar como una tarada al frente del jodido Santiago Cruz

- ¿Puedo ver un adelanto?

Lo pienso.

No debería tocar para él, porque es un acto lleno de asociaciones difíciles.

Pero a la vez...Bueno, vino hasta acá a disculparse y aunque difícilmente nuestra amistad volverá a ser lo que era, no puedo desaprovechar la opinión de un músico como él solo poque mi corazón está latiendo a doble ritmo.

Cálmate, corazón idiota. Solo es Villa.

Nuestro amigo Villa.

Agarro el violín, que está sobre la mesa de café y me lo pongo en el hombro.

Tomo aire, y toco para él el arreglo de "Y si te quedas, ¿Qué?", porque es el que más insegura me tiene.

Con un minuto de retraso, me doy cuenta de que es una canción que también podría llegar a tener algunas asociaciones penosas para nosotros, pero supongo que ya es muy tarde.

Sus ojos siguen el movimiento de mis manos mientras toco, y eventualmente se encuentran con los míos y se quedan ahí.

Termino de tocar sin quitar la mirada de sus ojos.

Bajo el arco lentamente.

- Es increíble, Val. ¿Qué mierda dice? Usted es una de las personas más dotadas en la música que conozco, y como arreglista no es inferior que como intérprete. Santi se va a ir de culo

- Gracias – Le digo, mientras siento el sonrojo subir a mis mejillas

Porque tendremos la historia que tengamos, pero él todavía es Juan Pablo Villamil, y esas palabras viniendo de su boca...Bueno.

Me sonríe.

- Dígame que cuando le presente la primera maqueta de los arreglos, también lo va a hacer con un buzo de Morat y con esas medias de conejo – Sugiere, levantando las cejas. Me río

- Cállate. No te apareces de improviso un domingo en la casa de alguien para criticar su ropa

- No critico. Es un buzo genial – Observa

Me queda largo hasta la mitad del muslo, y las mangas están dobladas con dos vueltas para que no me cubran las manos, pero es un buzo gris que tiene estampada en la espalda la primera gira de verano de España de los chicos, y me parece genial.

Soy un poco fan.

- Me compraré algún merch de Santiago Cruz – Reflexiono, antes de sentarme junto a él para servir el helado.

Chocolate belga, vainilla francesa, macadamia y frutos del bosque.

Que sofisticación.

- ¿Cuál de estos sabores gomelos quieres?

- ¡¿Cómo que gomelos?! – Exclama, indignado

- ¿Qué tiene de malo el chocolate tradicional, la vainilla clásica y la fresa rosadita común y corriente?

- Cállese, mundana – Me regaña – Quiero el de chocolate belga. Dos bolas. Y un poquito de macadamia

¿Cómo puede estar tan bueno si come de esa manera?

Casi se me escapa la pregunta en voz alta, pero me muerdo la lengua justo a tiempo.

¿Ven? Estoy mejorando.

Nos preparo copas rebosantes de helado a cada uno, y luego voy a la nevera a guardar lo que sobró. Cuando regreso, está atacando su copa como si no hubiera mañana.

Agh. ¿Por qué sigue pareciéndome adorable?

Basta ya. Solo es un tipo.

- ¿Qué haces por aquí, Villa? Estaba hablando con Marto hace un segundo, y no me dijo nada

- Vine a abrazar a mi mamá – Me responde con una sonrisa

Se la devuelvo, porque me acuerdo de inmediato de la conversación que tuvimos el día de mi graduación.

- Los demás están en Argentina. Teníamos 3 días casi libres, así que aproveché para venir. He pasado una cantidad de tiempo indecente en aeropuertos, pero ha valido la pena

- ¿Te sientes mejor?

- Sí. Necesitaba esto. Además, quería traerle un regalo de graduación tardío

- ¿De qué hablas?

- Esos imbéciles le compraron una guitarra y no me dijeron nada. Me pareció que también debería regalarle algo

- Villa, no seas tonto. No tienes que regalarme nada

- ¿Se acuerda cuando me dijo que me había robado los honorarios de dos clases? – Pregunta en cambio

Trago saliva.

Si, claro que me acuerdo.

La noche en la que nos dimos nuestro primer beso, justo en mi cocina.

- Si, ¿eso que tiene que ver?

- Yo también le robé

Parpadeo lentamente hacia él, con ganas de preguntarle si está hablando de haberme robado el corazón, lo cual más o menos hizo, pero es un tema extraño para sacar en este momento.

Se mete la mano al bolsillo interno de la chaqueta, extrae un sobre y lo tiende hacia mí.

Se lo recibo con expresión confusa y extraigo el contenido.

Es un cheque.

Para ser precisos, es un cheque con muchos ceros a mi nombre.

- ¿Qué mierda, Villa?, ¿Qué es eso?

- ¿Cómo es que nunca me reclamó por el violín que suena en Mil Tormentas?

- ¿Ah?

- Val, es una composición suya – Se ríe al ver mi cara de desconcierto total – Esa noche, cuando nos pusimos a tocar en la Morat y nos inventamos cualquier cosa. Yo estaba haciendo notas de voz, ¿se acuerda? Usamos una de esas para la orquestación de "Mil Tormentas", pero si nos ponemos muy técnicos, usted la compuso y yo básicamente se la robé

- Yo...agh...Estoy un poco fuera de base – Confieso – Villa, esa noche fue una de las más bonitas de mi vida. No estaba pensando en componer nada, ni en trabajar, ni mucho menos en hacer negocios. Se siente un poco ruin que me des un cheque por eso

- Es lo justo, Val. Para que no diga que no es compositora. Hay otro par de melodías de las que compusimos juntos para las que tengo planes, así que a lo mejor vienen más de estos – Me dice, apuntando al sobre con la mirada – Y su nombre aparece en los créditos de Morat. Bienvenida a la industria, Pick

Me quedo mirándolo boquiabierta.

La Filarmónica no paga mal, y no puedo decir que mis finanzas estén pasando un mal momento, pero esto...es increíble.

Se me escapa una risita medio histérica. Luego me lanzo sobre él y le rodeo el cuello con los brazos. Estoy emocionada, e inicialmente es un gesto de agradecimiento bastante poco calculado.

Pero cuando él deja su copa de helado a un lado y me rodea la cintura con los brazos, acercándome a él, parece una idea algo estúpida.

Escondo la cara en la curva de su cuello, porque es la primera vez que lo tengo así de cerca en más de un año. Me dejo invadir por el olor de su colonia de siempre, y la suavidad de su pelo me hace cosquillas en la mejilla. Lo escucho respirar cerca de mi oído, pero tampoco hace nada para romper el abrazo, así que me quedo ahí.

Sé que nos estamos abrazando por más tiempo de lo que es políticamente correcto.

Sé que, si solo ruedo mi mejilla un poco hacia la derecha, podría encontrar su boca, pero no lo hago.

Porque a pesar de mis sentimientos confusos por él, y de lo mucho que me gustaría besarlo, sé que no tiene sentido.

Y por ahora, me voy a conformar con no haberlo perdido por completo.

Me aparto primero. Con renuencia, afloja sus manos de mi cintura hasta que vuelvo a caer en sentada en el sofá, en donde estaba originalmente.

- ¿Tienes afán? – Le pregunto

- Salgo en el vuelo de las 2 de la mañana, pero no hay otro lugar en el que tenga, o particularmente quiera estar, hasta que sea hora de irme

- Acabo de comprar el DVD de Jhon Mayer en Los Ángeles, pero no he tenido tiempo de verlo. ¿Quieres verlo conmigo?

Simplemente se acomoda en el sofá, recupera su copa de helado, y me tiende el control remoto del televisor como respuesta.

Supongo que tengo a mi amigo de vuelta. 

------------------------

Cuenta la leyenda que los sábados a esta hora yo estaba de rumba. 

Pero acabo de salir de trabajar y solo tuve energía para echar vino en una taza (No sé dónde están las copas), y me puse a escribir, así que... capítulo extralargo por mi vida de anciana. 

Cheers. 

(Gracias a todas por leer y por sus votos!!...Y si están en Wattpad a estas horas, tienen vidas de ancianas como yo. Vayan a sabrosear por ahí mejor)

Continue Reading

You'll Also Like

25.7M 3M 88
🔥Ganador de los premios Watty 2019🔥 (Los tres libros están incluidos, aunque los números sean un poco lío solo tenéis que leer todo seguido) ❤️Ya p...
4.4M 368K 59
Un malentendido lleva a Brenda a enemistarse con el chico más popular del curso. Pero Lucas no es tan malo como parece, ni ella está tan loca como él...
115K 5.6K 49
Si estás buscando una de esas historias en las que Villa mira a una fan entre el público y queda perdidamente enamorado de ella a primera vista, hast...
14.3M 1.3M 26
"Sempiterno: una vez empezado, no tiene fin." Este libro es la segunda parte de Etéreo, que está disponible en mi perfil :)