Falsos prejuicios

נכתב על ידי Coldstar3212

3.3K 203 39

¿Te imaginas tener un compañero detestable? ¿Te imaginas que "ese compañero" fuera tu nuevo novio? Él es Jaso... עוד

Bienvenido a Prince, donde las paredes tienen oídos
Houston, tenemos un problema
Sin peligro no hay castigo
A lo Mario y Luigi
Muñeca de porcelana
¿Arrogante? Ni que fuera él...
Born To Die
KARMA
¿Qué el dinero no compra la felicidad?
Fireball
Fireball II
Los amigos de tu enemigo son tus amigos
Aló?
Adiós

Truco o trato

315 23 7
נכתב על ידי Coldstar3212

Si ahora mismo abrieran mi cerebro, sé dividiría en tres secciones: el trato de Jaden, las miradas de absolutamente toda la universidad y la deuda con el director sobre el alquiler del apartamento. Que como no está permitido el acceso a mascotas en la residencia, tengo que costear con dos plazas para que nadie lo descubra.

El efecto del café parece surtir efecto, cuando me percato de que he permanecido inmóvil, con la vista clavada en la pared, por más de media hora, así que ahora me toca hacer el sprint del día para llegar a tiempo a clase. Con el pijama aún sin cambiar, entro en el cuarto de baño y empiezo a lavarme los dientes como si estuviera compitiendo por un premio de millones de dólares.

El sonido de la puerta de entrada me deja paralizada por un segundo, para luego escupir con rapidez la pasta dentífrica y ver quién coño sabe la dirección de mi apartamento.

-¿Un cuarto de hora para que empiecen las clases y tú aún cepillándote los dientes? -cuestiona confuso con un tono algo arrogante-, ¿en serio?

-¡¿Tú estás bien de la cabeza o eres donante de neuronas?! -chillo. Pero es complicado que te tomen en serio cuando aún no te has deshecho ni con la mitad del dentífrico.

-Tenemos que entrar juntos para que vean que estamos saliendo, ¿recuerdas?

-Te rechacé, ¿recuerdas? -le comento saboreando las palabras.

-Nah, es que a mí nadie me rechaza, preciosa -replica enfatizando cada término-. Habré hecho demasiadas donaciones.

-Sí, será eso... -asiento seria.

-Anda, vete a quitar la pasta de dientes antes de que tenga una erección.

Volteo los ojos de modo frustrante y me enjuago la boca. Cuando cruzo el salón para entrar a mi habitación sin dedicarle ni una sola mirada.

Sigo sin saber como colocar la maldita corbata, por lo que doy por acabado mis intentos y salgo del dormitorio con esta colgándome por los hombros. Pero en el tiempo que he durado en la habitación, al parecer Zeus le ha dado tiempo para encariñarse con el estúpido invade propiedades.

Tengo que apretar los puños, para que no descubra lo mucho que me irrita que mi perro se relacione con tanta facilidad, cuando a mí me costó alrededor de un año de esfuerzo. Me acerco a ellos y miro muy atenta a Zeus y le guiño un ojo, eso basta para que se abalance encima de Jaden.

-¡Dile que pare! -me ordena tratando de disimular el pánico en su voz.

-¡No sé que le ocurre! -chillo reprimiendo una sonrisa. Esta vez Zeus, se pone a gruñir con más intensidad. Si yo estuviera en su lugar me faltaría apartamento para correr, me sorprende la manera con la que afronta el pánico.

-¡Jera! -grita en un tono medio aterrado medio en súplica.

Arrojo a un lado mi máscara de actriz de Hollywood y empiezo a liberar las carcajadas que he estado oprimiendo, que a penas han sido cinco minutos, pero con eso basta para que me duela la barriga y las mejillas de tanto sonreír. Como si supiera que se ha acabado el rodaje, Zeus se sienta y empieza a menear la cola.

-¿Qué coño te pasa? -gruñe aún con la respiración agitada- ¿Por qué no lo has apartado?

Pero yo apenas lo escucho murmurar cuatro palabras.

-Tendría que haberte grabado -suelto entre risas.

Jaden esta de brazos cruzados esperando que de un momento u otro termine de alardearme de él. Como si fuera un maestro tratando de mantener orden, en un aula abarrotada de jóvenes con las hormonas revolucionadas.

Paro de golpe y le sugiero:

-Rápido, llegaremos tarde.

Él solo levanta una ceja, medio confuso, abre la boca como si fuera a decir algo, pero la vuelve a cerrar.

De nada ha servido que se presentara en mi apartamento, para que según él «nos vieran llegar». Ambos hemos llegado un poco, bastante tarde -así como tres cuartos de hora-. Y encima tenemos literatura a la misma hora.

-Jaden Haidyn y Jera Murphy -ruge el maestro nada más vernos entrar por la puerta.

En el momento en el que se te dirigen por el apellido sabes que algo no anda bien. Aunque nunca puedo distinguir muy bien cuando el señor Davis está de buen humor y cuando no -siempre lleva la misma cara de culo.

El señor Davis hace rotar su dedo índice. Indicando así, que salgamos del aula. Como ninguno de los dos reacciona, Davis decide intervenir:

-Al director -indica con los labios algo entreabiertos.

Miro de reojo a Jaden, esperando a que intervenga, pero se queda rígido sin ningún tipo de emoción en su rostro, así que me toca intervenir a mí:

-Davis...

-Señor Davis -me corrige con los brazos cruzados sobre su barriga.

Jaden a mi lado suelta una risa silenciosa que a apenas se deja oír, pero es suficiente para que mi último ápice de autocontrol se desborde.

-Señor Davis -empiezo a decir en un tono tenso-. Se ha producido un error en el horario escolar, tengo registrado la clase doscientos tres, cuando es la...

-Al director -me corta la escena, que he estado ensayando durante el transcurso en coche.

-Pero señor Davis... -murmuro con los niveles de rencor ya saturados.

-Ahora.

Suelto un suspiro silencioso y salgo del aula con Jaden detrás de mí.

-Mira lo que has conseguido -suelta tratando de sonar melancólico.

Con ambas manos me froto la cara, con esperanzas de mantener la calma.

-¿Qué yo que? -gruño sin ningún atisbo de tranquilidad en mi voz.

-Si no te pasaras el día en la cama... -resalta, situando los brazos sobre su cabeza.

Pongo los ojos en blanco.

¿A caso hay algo más importante que dormir?

Respuesta fácil: no

-A lo mejor si no entrarás en el apartamento de los demás, como si fuera un bar... -apunto alzando ambas cejar.

-Perdón, por tener detalles en una relación -aclara, colocando una mano sobre su pecho como si lo hubiera herido.

-¡Qué romántico! -exclamo sarcástica.

-Lo sé -murmura en modo arrogante.

La puerta del aula se abre, dejándome con la increíble respuesta en la punta de la lengua.

El señor Davis se queda de brazos cruzados, agarrando un libro de menos de un palmo de largo.

-¿Os importaría no molestar a los alumnos, que si quieren aprender? -nos pide.

Abro la boca para disculparme, pero en ese momento nos cierra la puerta.

Jaden se gira y cruza el pasillo por el ala izquierda.

-Eh, iluminado -lo llamo sin moverme de sitio-. El despacho está en el lado contrario.

-¿Tengo cara de querer ir con el director?

Aprovecho que no me está observando, para ladear una sonrisa. Si al final resultara no ser tan moco como parece...

Acelero el paso hasta colocarme delante de él.

-¿Vamos al laboratorio? -propongo con una mueca.

-¿Para...? - pregunta levantando una ceja, sin ningún tipo de interés.

-Para analizar las células del tomate, obviamente -murmuro en tono irónico.

-Está cerrada -informa.

Mi sonrisa se ensancha. No me esperaba que contestara un: «Está cerrada». Eso no es un rechazo, ¿no?

No, para mí es una clara invitación.

-La de abajo esta cerrada -aclaro enfatizando cada palabra-, la de arriba no.

-Vamos -indica esforzándose por no mostrar ningún tipo de emoción.

Se adelanta, caminando dos pasos por encima de mí.

-¿Podrías andar más deprisa? -suelta, algo malhumorado.

De modo regular, yo siempre ando de forma lenta, pero en este momento he de admitir que lo hago para irritarlo un poco.

De un paso largo me sitúo a su lado.

-Si es que al final te ha gustado la idea y todo -murmuro con orgullo.

-Todo lo que sea perder el tiempo me parece bien -asegura.

Jaden se para al lado de la puerta y tira del picaporte, sin demasiado éxito.

-¿No dijiste que estaba abierta? -exhala asqueado.

Sigo caminando hasta llegar al aula que queda en frente.

-Esa no es, iluminado -resoplo abriendo la otra puerta.

-Deja de llamarme así -gruñe.

El clima dentro del aula es algo gélido, y de nada ayuda la estúpida falda y la camisa del uniforme. Me froto los antebrazos tratando de entrar en calor.

Ladeo una sonrisa satisfactoria en cuanto veo la vitrina llena de sustancias químicas y me lanzo en esa dirección.

-¿Qué haces? -me pregunta Jaden desde el marco de la puerta.

Pongo los ojos en blanco.

¿No es evidente? ¿Qué cree que voy a hacer con acetona?

-Macarrones -contesto sarcástica.

Si hay algo que me irrita, son las preguntas sin sentido, como: ¿Te has cortado el pelo? ¿Estás llorando? ¿Te has caído? o ¿Ya has llegado?

Agarro todos los productos que mis manos me permiten y los coloco junto a la mesa.

-Anda ayúdame, y coge un matraz -murmuro mirando con satisfacción los productos.

Cualquiera diría que soy una de esas nerds que se saltan la hora del recreo para estudiar, pero la verdad es que no tengo ni idea sobre química, solo me gusta mezclar todas las sustancias y ver que ocurre. ¿Qué si sé, que provoca cada producto? Pues no ¿Qué será divertido? Pues sí. Y ya sabes, la diversión va ante todo.

Qué irónico, ¿no? La cría que entra en una universidad de fanfarrones con una beca, no sabe ni atarse una corbata, llega tarde los dos primeros días de clase y se va al laboratorio a hacer quien sabe que...

-¿El qué? -pregunta como si le hubieran meado en el desayuno.

-El botecito de cristal, que está en frente de los microscopios -le explico, de la manera a la que ensañarías a un niño a atarse los cordones.

Lo trae con la misma emoción con la que entro yo un martes por la mañana: nula, inexistente, escasa, insuficiente.

-Para de poner la cara de: acabo de encontrar un chicle pegado a la mesa -le comento agarrando de mala manera el recipiente de cristal.

-No, esa cara me la reservo para cuando te veo -gruñe. Aunque puedo notar una leve sensación de orgullo en su voz, que provoca hacerme irritar, más que su presencia-. La de ahora, es mi cara de: tengo que aguantarte, por qué no me apetece pasarme la tarde con el director.

-Vaya, quien lo diría... -digo en modo: papel seductor-, me prefieres a mí que al director, es todo un detalle por tu parte -murmuro colocando acetona en el recipiente.

-No sabía que se te daban bien las ciencias - asume, alzando una ceja.

-Ni yo -suelto con indiferencia.

-¡¿Qué?! -chilla-. ¡No haces química!

-La tenía con mi ex -farfullo mordiéndome el labio, reprimiéndome las carcajadas.

Ignoro su ataque de nervios y empiezo a mezclar las sustancias. Antes de que le dé tiempo de privarme de mi experimento para la NASA.

-¿Tienes alguna idea de los productos que estás mezclando? -interroga manteniendo la calma.

-Sí, esto es lo que se le llama: un mejunje Art Attack.

Me giro para ver como va mi proyecto, y la reacción no es la que yo preferiría... -el recipiente tiene la misma función que un tren de vapor-, pero ya sabes, Edison le llevó mil intentos hacer la bombilla.

En fin..., la NASA tendrá que esperar...

-Creo que este gas es tóxico -susurra sin ningún ápice de pánico

-Como mi ex -Jaden se me queda mirando con una expresión dura en el rostro-. Vale, vale, ya paro. -levanto las manos en modo de rendición.

La sirena de la escuela resuena junto a mi oído, haciendo que me sobresalte.

NOTITA

Cold Star al aparato:

Si has llegado hasta aquí, te estoy eternamente agradecida. EN SERIO TE AMO. MUCHAS GRACIAS POR CONFIAR EN LO QUE SE SUPONGA QUE ESTOY TRATANDO DE CREAR. Bueno mejor dejo los gritos, ¿no?

Espero que estés disfrutando con esta historia tanto como yo.

P.D: Haré todo lo posible para no defraudarte, querido lector. :)

P.P.D: ¿Os gusta?

המשך קריאה

You'll Also Like

15.3K 845 23
Oscar y Are descubrirán lo que realmente sienten
1.1M 95.9K 45
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
225K 10.6K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
18.8K 802 17
¿Que pasaría si te sintieras completamente atraída por la prima de tu nueva compañera de trabajo? Descubre la historia de Chiara una artista emergent...