# JADE
Cuando se termina de vestir, Luca me ayuda a ponerme los tacones. Y segundos más tarde de darme un profundo beso nuevamente, me toma de la mano y sale conmigo del cuartillo donde nos había metido. Dios mío, ¿porqué tenería que ser tan caballeroso? ¿Es que acaso Luca Rizzo no iba a tener un solo defecto ante mis ojos?
-Ahí está tu familia - dice soltando al instante mi mano de la suya. Y sin poder evitarlo, algo en mí se mueve ante aquel gesto...
-Luca, yo... - su incesante mirada me pone tan nerviosa, que me desconcentra cuando voy a hablarle. ¿Será que sabe lo que le voy a decir? ¿Se lo supondrá?
Silencio.
- ¿Qué pasa Jad? Me estás preocupando, tú no sueles ser así, a ti no te cuesta decir las cosas. -Y es que encima tiene razón y me conoce mejor que nadie, yo siempre he sido una mujer confiada en absolutamente todo. Y este no era el mejor momento para dejar de serlo.
- Me gustas Luca -le digo sin pensarlo dos veces. - Me gustas y sentía que tenía que decírtelo.
-Jade -comienza a decir, pero le interrumpo antes de que pueda decir algo que me haga daño. No sé si quiero escucharle.
- No Luca, escúchame. Estoy cansada de tener que escondernos de todo y de todos, de mí hermano, de nuestros padres.... estoy harta. Además, sé que tú ya sabías lo que te acabo de decir. Tú ya sabías lo que siento por ti.
Su rostro se muestra impasible ante mis palabras, no sé si le han sentado bien o mal, si él siente lo mismo, si no... Ni siquiera sabía si me había metido en un problema y mi confesión iba a acabar con lo que teníamos, fuera lo que fuese, ahora Luca sabía a ciencia cierta lo que sentía por él, y eso era algo que no podría obviar.
- ¿Y ahora qué Jad? ¿Qué pretendes con esto?
Y en ese momento siento como Luca Rizzo acaba conmigo con tan solo dos preguntas. ¿Qué debía contestar ahora? ¿Le digo que quiero tener una relación con él? ¿Le digo que no puedo seguir viéndole con chicas y chicas hasta que me busca a mí? ¿Le digo eso? ¿Le digo que todo eso me duele? ¿Qué lleva más de un año quemándome por dentro?
- Luca - le digo notando como las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos mientras trato de no acabar llorando frente a él - Sabes que te quiero, lo sabes desde hace mucho ¿como te puede dar igual?
- Creía que entendías la clase de relación que existe entre nosotros dos Jade. Tú y yo siempre nos lo hemos pasado bien, siempre hemos quedado y follado sin importarnos nada ni nadie. ¿Porqué vamos a cambiar eso ahora?
- ¡Luca porque te acabo de decir que te quiero! ¡Qué estoy por ti! ¡No puedo seguir viendo como te follas a unas y a otras en mi cara día tras día! ¡Porque me mata! ¡Y lo peor es que lo sabes Luca! ¡Lo sabes! -le gritó mientras las lágrimas caen sin cesar por mis mejillas.
-Jade, escúchame- me dice, tomándome del brazo con una urgencia que no puedo ignorar. En cuanto su piel toca la mía, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo, un temblor que sé que él también lo ha experimentado aunque trate de ocultarlo como si nada.
- No, Luca. Si te he confesado esto esta noche es porque pensaba que tú comenzabas a sentir algo por mí, que había algo real entre nosotros.
- ¿Qué? - Su incredulidad me golpea con fuerza, haciéndome sentir una humillación tan profunda que me arrastra a un abismo de dolor. Es como si todo lo que había construido en torno a nuestras esperanzas y sentimientos se desmoronara en un instante.
- ¡Luca tú siempre te encargas de dejarme en casa después de clases! ¡Me regalas flores! ¡Me llevas a cenar a todas partes! ¡Incluso cuando te tiras a una tía, siempre vuelves a mi! ¡Y cuando se me acerca un chico, lo alejas! ¡No dejas que nadie se acerque a mi!
-Solo trataba de ser un tipo respetuoso - dice con la mandíbula apretada. Y sé de inmediato, que es mentira. Sé que él me quiere, se que siente algo por mí por mínimo que sea. Sus celos, la forma en qué me mira, como me toca, las veces que me ha acariciado en pelo hasta dejarme dormida... no entiendo porque no deja de negarlo y se arriesga a tener algo conmigo. Al fin y al cabo, soy yo. Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos.
- Sé que me quieres Luca, solo espero que no sea demasiado tarde cuando te des cuenta. -Me doy media vuelta para volver con mi familia mientras me seco las lágrimas de mis mejillas con las manos, pero el agarre de Luca me impide seguir avanzando.
- ¿Entonces qué? ¿Vas a acabar todo esto así como así? - No me lo puedo creer, me hierve la sangre.
- ¡Todo esto es solo sexo para ti Luca! ¡Y yo no quiero seguir siendo ningún juguete para nadie!
- ¡Nunca has sido un juguete para mí, Jade! ¡Deja de exagerar las cosas! ¡Arreglemos esto! ¡Estábamos bien hace un momento! - observo como aprieta sus puños y se da media vuelta hasta quedar nuevamente frente a mi. Ahora sí está enfadado de verdad, hacia mucho que no le veía ponerse así.
- Lo siento Luca, pero si tú no quieres tener nada más conmigo además de sexo, creo que es el momento de olvidarme de ti y encontrar a alguien que sepa quererme de verdad.
De un momento a otro me siento decepcionada con mis propias expectativas, y la realidad de que él no quiera darme lo que por dentro necesito, me hace desilusionarme todavía un poco más de la historia que creía haber estado viviendo. El inicio de algo... ahora parece que todo estuviera solo en mi cabeza.
- ¡Yo nunca te he tratado mal! - me grita. Y sé que lleva razón. Luca Rizzo podía ser muchas cosas en la vida, pero siempre me había tratado como un caballero.
- Me voy, mi familia debe estar esperándome - le digo dándome media vuelta y acelerando el paso para que no me obligue a volver a hablar con él. No sé si podría aguantar otro asalto sin rendirme a sus pies y decirle que me trate como quiera mientras no me aleje de él.
- ¡Te vas a arrepentir Jade! ¡Nadie te entiende como yo! -escucho decir desde lejos, haciéndome cerrar los ojos fuertemente y seguir caminando sin mirar hacia atrás. Puede que sí que me arrepienta, pero tenía que cortar lo que fuese que estábamos haciendo antes de que se convirtiese en algo más tóxico. Algo de lo que no sería capaz de separarme.
- No sé de dónde vienes, y espero que no sea lo que estoy pensando -escucho decir a mi hermano cuando aparece de repente a mi lado -, Pero ve al baño y límpiate los restos del maquillaje antes de que me vuelva loco por no saber que está pasando.