Takemichi iba con pereza hacía la escuela, sus bostezos hacían difícil que viese por donde iba al cerrar sus ojos zafiros con cada bostezo.
Ir rápido a la escuela que le esperaba todos los dias no era precisamente de su agrado, se cuestionaba fuertemente si acaso estudiar era importante para el, después de todo, el no quería una vida muy difícil, llena de competencia a la hora de buscar trabajo por tus estudios, todo era demasiado problemático para el, solo quería ser millonario de la nada y tener un lindo omega para el. Más precisamente pensaba en Hinata, aquel omega lindo de cabello rosado.
Pensar en el rostro angelical de Hina le hizo más llevadero su camino hasta la escuela, cuando llegó sintió cierta emoción en el aire, ¿acaso se había perdido de algo?
Curioso fue hasta donde su grupo de amigos estaba, ellos siempre podrían decirle de una buena vez porque la mayoría de estudiantes se veían ansiosos y nerviosos.
— ¡Takemichi! Hasta que llegas —. Le saludó Akkun mientras pasaba su brazo por encima de los hombros del menor.
— ¿Por qué hay tanto alboroto? —. Preguntó el Rubio teñido, en espera de una explicación.
Sus amigos lo vieron algo sorprendidos.
— ¿Acaso olvidaste que día es hoy? —. Preguntó incrédulo Takuya ante lo olvidadizo que podía ser su amigo Takemichi.
— ¡Hombre, si hoy es el exámen de subgéneros! —. Dijo Akkun a Takemichi con obviedad, logrando que el peli teñido formase una perfecta 'O' con su boca y le mirase incrédulo.
— Mierda yo no estudié, ¿y ahora? —. Dijo Yamagashi.
— Yo tampoco estudié, no te preocupes —. Le respondió Makoto.
Akkun sintió una vena en su cien palpitar.
— ¡Si para eso no se estudia, tontos! —. Les grito un poco exasperado dándole un golpe amistoso en la cabeza a cada uno mientras estos se reían a carcajadas por la broma tonta que se habían inventado sobre el paso.
Mientras los tres chicos reían y se peleaban de forma inofensiva, Takuya se acercó a Takemichi y le sonrió amablemente.
— ¿Estas nervioso, Takemichi? —. Le preguntó amable, con su característica aura tranquila y bondadosa.
— ¡Por supuesto que no! Estoy seguro de que soy un Alfa, ¿sabes? A veces he sentido las feromonas de Hina —. Le comentó con un pequeño rubor en sus mejillas y una sonrisa confiada, su amigo le dió unas palmaditas sobre uno de sus hombros, feliz de escuchar aquello.
— Yo estoy un poco nervioso, no quisiera por nada terminar siendo un omega, a lo mucho quiero ser un beta, como la mayoría —. Explicó el chico, ciertamente si alguien llegase a tener un resultado como ese, sería Takuya, era un poco pequeño y Delgado, también solía ser frágil, pero después de todo, también podía ser fuerte, o al menos así lo veía Takemichi.
— Si llegastes a ser un omega, te protegería sin importar qué, Takuya, no tengas miedo —. Le dió ánimos Takemichi, haciendo sonreír al Rubio.
Las clases transcurrieron con normalidad, aún se sentía la emoción de la mayoría de personas, el ambiente estaba lleno de hormonas felices y ansiosas. Y llegó el momento, comenzaron a llamar a los grupos por salón a la enfermería, donde estaban tomando las muestras.
Cuando finalmente el grupo de Takemichi fue llamado, todo el salón hizo una fila afuera de la enfermería, aprovechando que los profesores estaban al inicio de la fila con el listado de los alumnos, el grupo de Akkun se hizo atrás para pasar el rato.
— Chicos, sin importar el resultado, seguiremos siendo amigos, ¿cierto? —. Preguntó ansioso Takuya, a lo cual los chicos asistieron y lo envolvieron en un abrazo protector para hacerle sentir mejor.
Cuando llamaron a cada uno, se fueron llendo hasta dejar solo a Takuya, al ser de los últimos en la lista.
Al final cuando volvieron a clases, estaban todos divertidos, deberían esperar los resultados por al menos una semana.
— ¡Los resultados llegaron y están llamando a cada estudiante por privado! —. Gritó un compañero de clase por la puerta mientras entraba a verse con su grupo.
El grupo de Akkun se emocionó, a excepción de Takuya, quien se veía más nervioso y pálido de lo normal.
— Hombre, Takuya, ya te dijimos que sin importar lo que pasé, seguiremos siendo tus amigos, ¿por qué la cara larga? —. Preguntó Akkun al rubio, pero este solo suspiro.
— Es solo que... Mi madre amenaza con buscarme un Alfa si termino siendo un omega —. Fue sincero con sus amigos, quienes pasaron de estar divertidos o poner una cara sería ante lo dicho por el chico.
— ¡No podemos permitir eso! —. Dijo Takemichi rojo del enojo.
Sus amigos asintieron también enfadados, pero Akkun solo apretó su puño hasta dejar blanco sus nudillos mientras se encontraba un poco ido de si mismo.
— ¿Akkun? —. Lo llamó Takuya, haciendo que este le devolviera la mirada con determinación.
— Eso no va a pasar, te lo juro Takuya, te protegeré —. Dijo con seriedad y un tono algo ronco por la rabia que le daba aquella idea.
Takuya sonrió y de nuevo los chicos se dieron un abrazo. El primero en comenzar a llorar fue Takemichi, luego Kamagashi le dijo que era un tonto por llorar mientras el también empezaba a llorar y le siguió Makoto para terminar haciendo llorar a Takuya.
Al primero que llamaron fue a Akkun, quien salió sonriente.
Cuando regresó les mostró emocionado la Carta de sus resultados, era un Alfa.
Luego llamaron a Makoto Suzuki, seguido de Kazushi Yamagishi, quienes resultaron siendo betas.
Y entonces llamaron a Takuya Yamamoto, quien al regresar se encontraba desanimado, casi se podía ver algo enfermo por lo que había recibido de noticia. Efectivamente era un omega.
Los chicos estaban asustados, nerviosos y ansiosos, también molestos por la situación, hablaban interrumpiendose entre ellos y Takuya solo se sentó en silencio en su lugar, blanco y asqueado con la idea de ser casado a la fuerza con alguien que no amaba.
El quería quedarse con sus amigos, quería terminar sus estudios, quería mantenerse al lado de Akkun...
Finalmente llamaron a Takemichi Hanagaki, se sorprendió de ser uno de los últimos pero no le tomó importancia al asunto, les pidió a sus amigos que le esperasen mientras iba por sus resultados. No quería perderse ni un detalle sobre el absurdo plan para salvar a Takuya.
Caminaba por los pasillos con lentitud, afado y llenando su cabeza sobre su amigo Takuya, se lamentaba por su mala suerte y se preguntaba comí era posible que su madre fuese tan cruel como para arreglarle un matrimonio en su contra y a tan corta edad.
Se topó con Hina fuera de su salón y se acercó a saludarle.
— ¡Hina-kun! —. Le llamó Takemichi, el chico de pelo rosa le miró con una sonrisa amable.
— Takemichi-Kun ¿Qué haces fuera de tu salón? —. Le preguntó casi con un tono de regaño, Takemichi se sintió un poco avergonzado pero feliz.
— Estoy llendo a recoger mis resultados, ¿cómo te fue a ti? —. Le preguntó al chico, suponía que era obvio que sería un omega, su aura tan linda y su rostro tan angelical le tenían convencido de eso.
— Takemichi Hanagaki, por favor acudir a la enfermería —. Se escuchó por los altavoces del edificio. Takemichi se sintió un poco apenado por ser interrumpidos por aquello.
— Te diré mi resultado cuando me digas el tuyo, ¿vale? —. Le dijo Hina con una sonrisa, no queriendo retrasar más a Takemichi, este solo le sonrió y se despidió para ir donde le esperaban.
Cuando llegó a la enfermería, su profesor y la enfermera que había tomado la muestra de sangre se encontraban sentados esperándole.
Se disculpó por la tardanza y se sentó donde se suponía que debía de hacerse.
Su profesor suspiro.
— Takemichi Hanagaki, me alegra informarle que usted es un omega muy saludable —. Habló la enfermera mientras le entregaba la Carta con los resultados.
Takemichi la miro con confusión, negando internamente y moviendo su cabeza asustado en negación, tomó la Carta y la abrió, viendo que efectivamente era aquello que la mujer dijo.
— Hanagaki, entiendo que esto puede ser difícil, pero tienes que escucharnos atentamente —. Dijo su profesor al chico que solo comenzo a temblar asustado.
¿Acaso la vida le estaba jugando una mala broma? Tanto que se había lamentado por Takuya, cuando ambos compartian la misma desgracia.
— N-no... No, no, esto está mal, ¿pueden volver a hacerla? Seguro es un error- —. Dijo mientras algunas lágrimas salían de sus hermosos orbes azules.
— No hay ningún error, lo lamento, ese es el resultado —. Dijo la enfermera con algo de lastima por el chico.
Takemichi solo escondió su rostro sintiendo que la situación sobrepasaba sus límites. El nunca pensó en la posibilidad de ser un omega, se imaginó siempre como un fuerte Alfa que ayudaría y protegería a quienes amaba, a sus amigos y a Hina, ¿pero como podría proteger a alguien si no era más que un simple omega? No podría ni proteger a Takuya, y se sintió peor al recordar la conversación que tuvieron hace algunos días.
— Hanagaki, te recomendamos que no compartas tu resultado con nadie más que tu familia, y que leas estos folletos informativos, la escuela también te regala esta tableta de supresores por si tu primer celo aparece repentinamente, sería bueno que comiences a averiguar cuáles puedes tomar, no queremos incidentes en la escuela, así que si sientes algún indicio del comienzo de tu ciclo, acercate a la enfermería, ¿entiendes? —. Dijo el profesor mientras ignoraba las lágrimas del menor y le entregaba los folletos y las pastillas, queriendo deshacerse de el para poder continuar con el llamado.
Takemichi limpió sus lágrimas y tomó las cosas para salir sin despedirse, estaba muy centrado en sus propios mundo.
No sabía lo que haría a partir de ahora, ¿cómo podría cumplir sus sueños siendo un omega?
Los omegas no eran más que incubadoras de bebés para la sociedad, era un objeto sexual con fines reproductivos, eran lo más bajo que existía en la jerarquía de la vida.
No quería ver a Hina, ni a sus amigos. Así que salió en silencio por algo de aire, fue donde estaban las llaves de agua y lavó su rostro, queriendo hacer desaparecer cualquier rastro de su dolor.
Tomaría el Consejo de su profesor y no le diría a nadie sobre lo que realmente era. No quería ser otra preocupación para Akkun y el grupo, debían por el momento encontrar la forma de salvar a Takuya, no a el, el después vería como arreglárselas.
Cuando llegó al salón encontró a Akkun sentado al lado de Takuya hablando seriamente mientras Makoto y Yamagishi estaban de pie hablando entre ellos sobre sus planes absurdos de escapar con Takuya, discutían quien lavaría los platos en la noche del pequeño apartamento imaginario donde iban a vivir los cuatro apartir de ahora.
— Takemichi, ¿por qué te demoraste tanto? Ya iba ir a buscarte —. Dijo Akkun cuando lo vió sentarse junto a ellos.
— Me encontré con Hina y me quedé entretenido, disculpame —. Dijo un poco nervioso mientras rascaba su nuca. — De todas formas, ¿tenemos un plan? —. Preguntó más serio, queriendo también pasar del tema.
— Voy a hablar con mi mamá por el momento, creo que es lo mejor que puedo hacer, no quiero meterlos en problemas a ustedes y- —. No pudo continuar porque Akkun le interrumpió.
— Ya te dije que no te abandonaremos, no te abandonaré Takuya —. Dijo Akkun para luego suspirar y mirar fijamente a Takemichi. — Lo ayudaremos a escapar, Takemichi, se que no es correcto esto que te pido pero, ¿puedes esconderlo en tu casa? —. Preguntó Akkun con cierto tono suplicante.
— ¿Eh? Bueno, no tendría problema, por supuesto que si, Takuya siempre es bienvenido a mi casa —. Respondió, aunque en su mente rondaba la pregunta de porqué el, siendo que el sabía que había cierta química entre Akkun y Takuya, lo más lógico sería que se fuese con el.
Y como si Akkun le hubiese leído la mente, comentó;
— Yo no puedo hacerlo porque soy un Alfa, y en mi casa mis padres no me dejarían, además de que no quiero hacerle daño a Takuya... —. Explicó, luego miró a sus otros dos amigos y suspiro. — Makoto y Yamagishi son muy torpes, y sus padres tampoco les permitirán esconder un omega, el único en el que puedo confiar ahora, eres tú, Takemichi —. Dijo mientras le tomaba una de sus manos como suplica.
Takemichi tembló un poco, por supuesto que haría lo que fuese posible para ayudar a Takuya, así que asintió.
— Bien, Takuya apartir de hoy vivirás con Takemichi, el te cuidará —. Dijo Akkun finalizando.
Takuya se puso nervioso y miró a Takemichi con angustia.
— No, no quiero ser una carga para ti, Takemichi, no tienes que hacerlo —. Dijo apenado de ser un problema con su amigo.
Pero Takemichi le dió una suave palmadita en su hombro y le sonrió como si de un sol se tratase.
— ¡Nunca serías una carga para mi! Te prometí que te protegería así que lo haré, Takuya —. Declaró, Takuya dió una pequeña sonrisa y Akkun se sintió aliviado, pues sabía que las promesas de Takemichi eran sinceras.
— Pero oye Takemichi, ¿cúal fue tu resultado? Sería peligroso si eres un alfa —. Dijo Akkun, con un poco de recelo, aunque sabía que Takemichi nunca le haría daño a Takuya, no era malo estar seguros.
— Y-yo... Soy un beta, como Makoto y Yamagishi —. Sonrió de forma un poco forzada, pero Akkun suspiro tranquilo y satisfecho con la respuesta.
Takuya sin embargo se quedó mirándolo un poco incrédulo.
— Eso es triste, no podrás reclamar a Hina entonces —. Dijo Makoto entrando a la fuerza en la conversación.
Yamagishi le pegó un codazo por su imprudencia, pero Takemichi solo se rió un poco desanimado.
— Que no lo puedas marcar, no quiere decir que no puedas ser algo, anímate Takemichi —. Habló Akkun, a lo que Takemichi agradeció.
Pero dudaba que realmente pudiese salir con Hina siendo realmente el un omega. Tal vez habría posibilidad si Hina era un beta o quizá un Alfa, pero eso era imposible, había sentido feromonas provenir de el.
Cuando las clases acabaron Takuya y Takemichi se fueron juntos al hogar del último, lo mejor era esconderse desde ese mismo día, antes de que la madre de Takuya pudiese hacerle algo.
Cuando caminaban Takuya tiró del borde la camisa de Takemichi.
— Takemichi... ¿Estas bien? —. Le preguntó Takuya con un hilo de voz bajo.
El Rubio teñido se giró a verle y suspiro casi de forma inconsciente.
— Creo que no podré estar nunca con Hina —. Confesó con tristeza, Takuya le dió un abrazo, y siendo propio del de ojos azules, comenzó a llorar en el hombro de su amigo.
Takuya se sintió mal por el.
— Takemichi, lamento escuchar eso... ¿Por qué no vamos por algo de comer? ¿Quizá unos dorayakis? Seguro te hacen sentir mejor —. Quiso animar un poco al rubio, quien asintió.
Los dorayakis no eran su comida favorita, pero un poco de ellos no le harían ningún mal. O eso era lo que creía.
(!) Actualizaciones lentas.
Continuando, estoy muy emocionado de empezar este fic sobre mi hermoso Takemichi! >ω<
Espero que les guste estoy historia, sé que va un poco lento al inicio pero creo que vale la pena, no sólo escribí cosas hornys, también quiero escribir cosas divertidas o tristes.
Por cierto, ¿qué opinan del Akkun x Takuya? Yo la verdad es que creo que son muy lindos juntos >ω< ♡♡♡