Lo primero que hizo el demoníaco al salir de la ducha fue responder el teléfono ni siquiera se había parado comprobar el remitente pero sus nervios de que fuera aquel rubio le bloqueo la mente.
-Damien, Qué pasa? hace mucho tiempo que Pip no acude a las prácticas con Butters, está muy preocupado. Sabes si le ha pasado algo?-
-Diablos Kenny no puedo perder el tiempo contigo y yo que se hace, no sé cuánto que no hablo con él-
Rápidamente colgó el teléfono para recibir de nuevo otra llamada.
-Joder Kenny que no lo sé-
-Buenas Damien-
Los pelos del azabache se erizaron al escuchar aquella dulce voz, no podía siquiera creer que estaba hablando con su amado le parecía todo demasiado surrealista.
-Pip qué pasa está todo bien? eh qué raro que me llames- se notaba demasiado el nerviosismo.
-Yo te perdono y lo si... -
La llamada de pronto se cortó enfureciendo al azabache con rabia tiro su teléfono al fondo de la habitación golpeándolo contra la pared.
-Mierda, Joder, su put..... Me quedé sin móvil-
Damien corrió a agarrar los trozos del teléfono haciéndose algunos cortes con lágrimas de rabia, se es fumaban en nada por la calor.