Ok, en la encuesta del capítulo anterior ganó Ruby, así que ella será la que tenga su momento de intimidad con Keith.
El peliazul se encontraba escondido en un callejón oscuro. Apenas podía ver sus propios pies. Pero debía permanecer escondido, ya que había varias que chicas que lo querían vio-
Es decir, querían mantener con él relaciones íntimas en contra de su voluntad.
Keith : Uff... Aquí hace frío... Pero es mejor que no salga de momento.
?? : ¿Keith? ¿Estás por aquí?
Keith : (Maldita sea.)
?? : Que raro, juraría haber oído su voz. Keith, soy Ruby, puedes confiar en mí, no voy a hacerte nada malo.
Keith : (¿Debería confiar en ella?)
Ruby : Tal vez me haya equivocado.
Keith : Espera Ruby, estoy aquí.
Ruby : Po-podrias haberlo dicho antes. Este lugar me da algo de miedo.
Keith : Lo siento, pero... La verdad es que estaba dudando si debería confiar en ti o no.
Ruby : Ya veo...
Keith : Lo siento, no era mi intención desanimarte. Es que, con todas las chicas persiguiendome para... Bueno, ya sabes.
Ruby : Oh, claro. Lo entiendo. Pe-pero, puedes confiar en mí, no voy a hacerte nada.
Keith : Lo se, por eso he salido del callejón.
Ruby : Sabes, creo que lo que mejor por ahora será volver a casa, es el último lugar donde te buscarán.
Keith : En eso tienes razón, pero en cuanto vuelva Miku se va todo a la porra.
Ruby : ¿Y entonces que hacemos?
Keith : Creo que lo mejor sería pasar la noche en un hotel.
Ruby : Si, será lo mejor.
Ambos se dirigieron al hotel más cercano que había.
Keith : Espérame aquí, yo iré a reservar las habitaciones.
Ruby : Ok.
El peliazul se acercó a recepción.
Keith : Me gustaría reservar dos habitaciones por favor.
Recepcionista : Lo lamento, pero solo nos queda disponible una única habitación.
Keith : Está bien, pues quiero reservar esa.
Tras reservar la habitación Keith volvió junto a Ruby.
Ruby : ¿Ya has reservado las habitaciones?
Keith : Bueno, hay un problema. Solo les quedaba una habitación, así que tendremos que compartirla.
Ruby : Oh. Bu-bueno, no pasa nada. En fin, ¿vamos?
Keith : Si.
Ambos se dirigieron a su habitación, y cuando llegaron se quedaron un momento en shock. La razón era la propia habitación, era definitivamente una habitación para un matrimonio, todo estaba decorado con temática de bodas, desde las paredes hasta los muebles, y, como si no fuera bastante, la cama tenía forma de corazón.
Ruby : Eh... Una habitación algo... Algo... ¿Cual es la palabra que estoy buscando?
Keith : ¿Matrimonial?
Ruby : Si, eso.
Keith : Bueno, parece que tendremos que compartir la cama.
Ruby : *sonrojada* S-si, eso parece. Anda, mira si hay bebidas. ¿Te apetece beber algo?
Keith : Si, vale.
Ruby agarró dos vasos que había junto a las bebidas y los llenó para después darle uno a Keith.
Keith : Gracias.
Un rato después se acabaron la botella y decidieron ver la televisión. No hubo nada raro, hasta que de repente ambos empezaron a sentir mucha calor.
Keith : Uff... ¿Es cosa mía o aquí hace mucha calor?
Ruby : Si... Yo también tengo calor.
Keith : ¿Crees que puede ser por lo que nos hemos bebido?
Ruby : No lo sé. Miraré la botella.
Ruby agarró la botella y empezó a leer la etiqueta, al leerla se le quedó la cara pálida.
Keith : ¿Que pasa?
Ruby : Esta botella... Lo que tenía...
Keith : ¿Que pasa? No me dejes con la intriga.
Ruby : Era una bebida afrodisíaca.
Keith : ¿¡Que!?
Ruby : ¿Y ahora qué hacemos?
Keith : Intentemos ignorarlo, a lo mejor así se nos pasa.
Durante un buen rato ambos estuvieron deshacerse de los pensamientos que tenían en la cabeza, pensamientos que involucraban un contacto físico uno con el otro. Keith encendió el aire acondicionado para ayudarles con la calor que tenían.
Keith : Iré a darme una ducha, a lo mejor eso me ayuda.
Ruby : Vale.
Keith entró en el baño, se quitó la ropa y de metió en la ducha. Intentaba librarse de los pensamientos que rondaban su cabeza, pero no lo conseguía. De repente sintió como alguien lo abrazaba por detrás. Ese alguien era Ruby, la cual, como era de esperar, estaba desnuda.
Keith : ¿Ruby? ¿Q-que haces?
Ruby : Lo siento, pero... ¡No aguanto más!
Ruby hizo que Keith se diera la vuelta para darle un beso lleno de pasión y de lujuria.
Ruby : Ya no aguanto más, necesito esto, por favor...
Keith : Ruby, yo... Yo también lo necesito.
Keith imitó la acción de Ruby y la besó con pasión.
Ruby : ¿Po-podemos...? Ya sabes.
Keith : Está bien.
Ruby : De acuerdo.
Advertencia : el siguiente contenido es +18.
Con algo de timidez Ruby se separó de Keith para después ponerse de rodillas y empezar a lamer su miembro, lo cual le hizo soltar un pequeño gemido.
Ruby : ¿Lo estoy haciendo bien?
Keith : Si, lo haces de maravilla, no pares por favor.
La albina se limitó a obedecer la orden del peliazul y siguió lamiendo su miembro, para luego meterlo por completo en su boca y empezar a chuparlo con fuerza.
Keith : Ru-Ruby, creo que voy a...
Sin dejarle terminar la frase, Ruby empezó a chupar con más fuerza, haciendo que Keith llegara al orgasmo y se corriera dentro de su boca.
Ruby : ¿Lo... ¿Lo hice bien?
Keith : Lo hiciste genial. Pero ahora...
Sin decir nada más Keith cargó a Ruby y se dirigió a la cama para acostarla allí.
Ruby : Keith, ¿q-que haces?
Keith : Voy a devolverte el favor que me has hecho.
Ruby : ¿A que te-
Ruby no pudo terminar la frase ya que se quedó en shock al sentir como Keith empezaba a lamer su vagina.
Keith : ¿Se siente bien?
Ruby : Ah~ S-si.
Keith : Bien, porque apenas acabo de empezar.
Keith empezó a lamer más profundo hasta que hizo que su lengua entrara dentro de Ruby, y entonces empezó a lamer con más brusquedad hasta que ella se corrió en su cara.
Ruby : L-lo siento, debí avisarte.
Keith : No pasa nada. Sabes, estás deliciosa.
Ruby : *sonrojada* Gra-gracias.
Keith : Bueno, ya nos hemos entretenido bastante. Es hora de pasar al plato principal.
Ruby : ¿Plato principal?
El peliazul se tumbó sobre la albina, haciendo así que sus intimidades entraran en contacto.
Keith : ¿Estás lista?
Ruby : Si. Pero no seas muy duro por favor.
Keith : Ok. Si te duele avísame y pararé.
Ruby : De acuerdo.
Keith empezó a meter su miembro dentro de la vagina de Ruby, y una vez que estuvo completamente dentro empezó a darle estocadas suaves para que se acostumbrara.
Ruby : Ke-Keith...
Keith : ¿Estás bien? ¿Necesitas que pare?
Ruby : N-no. E-eso solo que... Siento como estás tocando mi himen.
Keith : ¿Quieres que lo saque?
Ruby : No. Quiero que... Quiero que rompas mi himen, quitame mi virginidad.
Keith : ¿Estás segura?
Ruby : Al cien por cien.
Keith : De acuerdo.
Keith agarró las caderas de Ruby y empezó a darle fuertes estocadas, hasta que por fin rompió su himen, lo que causó que esta gritara de dolor y placer.
Keith : ¿Estás bien?
Ruby : S-si. N-no pensé q-que dolería tanto.
Keith : Si quieres puedo parar y -
Ruby : N-no. Se me está pasando el dolor, sigue por favor.
Keith : ... Ruby...
Ruby : ¿Que pasa?
Keith : Se nota que estás mintiendo. ¿Por qué lo haces?
Ruby : Yo... Lo siento Keith. Yo solo quiero ser una buena novia, no quiero que pases de mí.
Keith : No seas tonta, jamás pasaré de ti. Ruby, tu... Me gustas de verdad. No hace falta que te fuerces a ti misma para ser una buena novia. ¿Sabes por qué? Porque a mí me pareces perfecta tal y como eres.
Ruby : Ke-Keith... Y-yo... ¡Ven aquí!
La albina abrazó y besó al peliazul con gran pasión mientras que lloraba de felicidad.
Ruby : Te amo.
Keith : Y yo a ti. Ahora, ¿quieres que sigamos?
Ruby : Si.
Keith : Muy bien.
Keith empezó a darle estocadas a Ruby mientras que chupaba uno de sus pechos, haciendo que diera fuertes gemidos. Siguieron así un buen rato, hasta que ambos llegaron al orgasmo.
Ruby : Uff... Me siento cansada...
Keith : Y yo...
Ruby : Oye Keith ¿puedo hacerte una pregunta?
Keith : Claro.
Ruby : ¿Y si yo... me quedase embarazada? ¿Qué harías entonces?
Keith : ¿Acaso no es obvio? Me quedaría a tu lado y cuidaría de tí y de nuestro hijo.
Ruby : Je. Te lo agradezco Keith. *bostezo* Tengo mucho sueño.
Keith : La verdad es que yo también. Buenas noches Ruby.
Ruby : Buenas noches Keith.
Y así ambos se quedaron dormidos abrazados.
Mientras tanto, con Miku...
Miku : ¡Maldita sea!
Gritó la peliazul para después darle una patada a la mesa.
Miku : ¡Ya estoy cansada de que mi hermanito huya siempre de mi! ¿¡Donde demonios se ha metido!?
Monika : Relájate, ¿quieres? Todas estamos buscandolo como locas.
Miku : ¡No me pidas que me relaje!
La peliazul se estaba tirando de los pelos con mucha desesperación. Una vez que terminó parecía que iba a gritar con mucha furia, pero en su lugar se echó al suelo y empezó a llorar.
Miku : ¿Por qué mi hermanito no me quiere?
Monika : (Empiezo a pensar que esta tipa tiene problemas de bipolaridad.)
La castaña se sentó junto a su amiga para consolarla.
Monika : No te pongas triste, tu hermano te quiere mucho.
Miku : ¿Entonces por qué huye de mi?
Monika : No está huyendo de tí, está huyendo de todas nosotras.
Miku : Bueno, en eso tienes razón, aunque no es que me consuele mucho.
Monika : Venga, arriba ese ánimo, seguro que si seguimos buscándolo lo encontraremos.
Miku : Si, tienes razón. Venga, vamos a seguir buscandolo.
Monika : ¡Ese es el espíritu!