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Tenían cerca de una que la dichosa boda que su hermano la había obligado asistir se había acabado. Observó como Jaxson la depositó en la cama cuando después de 30 minutos pudieron quitarle el incómodo vestido que la obligaron a usar. Demasiado para mi dijo con un suspiro.
—Recuérdame no volver a ponerme ese vestido — Cassandra decía mientras besaba a Jaxson sobre la cómoda cama king size que de seguro usarían muy bien.
—Anotado — dijo le pelinegro con una sonrisa sobre los labios del chico. — No puedo creer que ya eres mi esposa.
—Define esposa — la castaña sonrió quitando el saco y desabrochando su camisa blanca con desespero.
—Sabes que hoy será especial, ¿verdad?
Ella dudó por unos segundos. Estaba dividida entre un deseo loco de huir tan rápido como sus pies pudieran llevarla y el extraño deseo de ruborizarse convenientemente y aletear las pestañas para que aquel chico hiciera lo que quisiera con ella. En contra de su voluntad se ruborizó y las pestañas aletearon, una pequeña sonrisa tironeando de las comisuras de sus labios. Me va a doler eso fue lo único que pudo decir la chica con pesar. Aqua le había dicho que cuando se formaba el lazo muchas veces no era muy agradable. Pero era Jaxson, era el hombre que ella había elegido. Estaría bien.
—Te amo — Jaxson musito entre sus labios quitándole el resto de ropa mientras que la castaña hacia lo suyo. El pelinegro posó sus manos por todo el cuerpo de la chica. — Si quieres que me detenga lo hago.
Cassandra no dijo nada y solo sonrió aun con el miedo latente, que fueras consciente que un hombre mitad lobo te fuera a morder el cuello, no sonaba muy tentador. Aun recordaba vagamente el dolor de cuando Jaxson la había mordido en el senado de los Ancianos, aunque según supo eso no contaba como mordida de apareamiento.
—¿Cassandra?
La mirada de él se encontró con la suya. Le acarició el pezón con los callos de la palma, sacando un gemido suave de ella. Sus manos no eran las suaves, habían estado en su forma lobuna y unas pequeñas heridas aún seguían frescas.
—Cuéntame, ¿Qué sucede? —dijo con voz gruesa, sus ojos estrechándose intentando adivinar qué era lo que envolvía a su recién esposa en miedo e inquietud. — Responde a mi pregunta, puedo oler tu miedo.
Inclinó su oscura cabeza y atrajo un pezón al calor de su boca, entonces lo succionó duramente, en una deliciosa tortura.
— ¡Mierda santa! —chilló, decidiéndose a contarle la verdad. El latido de su corazón se aceleró rápidamente, intentó empujar su cara lejos de su seno para poder concentrarse, pero solo cuando quiso Jaxson se movió.
—¿No me vas a decir? — Jaxson sonrió por unos segundos con una sonrisa traviesa.
Cassandra retuvo un suspiro y gimió mentalmente mientras la cara de él abandonaba su seno y se dirigía directamente al interior de sus muslos, todo su cuerpo se sintió como si hubiera sido puesto en el fuego. Los pezones estaban dolorosamente duros, su respiración era trabajosa, y estaba dispuesta a apostar a que sus ojos estaban vidriosos por el deseo. Nunca habían llegado a ese nivel de intimidad. Cassandra nunca se le ocurrió y Jaxson estaba simplemente deseoso sin dejar de lado curioso por lo que estuviera molestando a su esposa.
—¿Me diras? — no hubo respuesta. — De acuerdo.
Apuntando la cara entre sus muslos, la lengua del pelinegro salió como una flecha y lamió repetidas veces su feminidad. La mandíbula de ella cayó, se golpeó la frente con una mano y gimió. El chico en cuestión sonrió mientras trazaba besos hacia abajo por su cuerpo, la lamió más rápido, entonces gimió cuando Cassandra tomo su cabeza y lo empujo poco más a ella. Eso era la señal, sorbió ruidosamente. La mano de la castaña cayó a la cama, entumecida. Esta cerca.
—Tengo miedo, me va a doler la marca — murmuró con rapidez para evitar arrepentirse.
El gimió otra vez, entonces empezó adentrar su lengua en serio. Succionó con alegría y, jugueteando un poco. Ella cruzó los ojos mientras yacía allí boquiabierta, mirando sin duda pareciendo tan loca como se sentía. Cassandra dejó de resistirse y simplente cayó en la nube de placer.
—Deberíamos hacer esto mas seguido — Jaxson sabía que Cassandra estaba asustada.
Black con toda la vergüenza del mundo, le había comentado que su hermana no sabia del proceso de la marca y le había mandado con Aqua para que le explicará, pero la mujer no lo había hecho muy bien. Tensó la mandíbula porque tampoco era como si le fuera explicar del todo en ese momento.
—Moriría antes que herirte —dijo con voz ronca, sus ojos recorriendo su cuerpo—. Lo sabes.
Ella seguía en su ensoñación cuando dijo aquello, pero después de unos segundos regresó del mundo de Eros. Remojó sus labios y miró nerviosamente a lo lejos.
—Lo sé, pero eso no le quita que vaya haber dolor —exhaló—. Te estás comportaste como un loco cuando me mordiste la última vez.
—Lo lamento — agachó la cabeza como si un niño pequeño fuera. — Eso no es una marca de enlace. Yo... solo fui un jodido idiota.
—Lo sé
—Lo hice porque necesito que todos vieran y huelan mi olor en ti — los ojos de Cassandra se abrieron.
—Desde entonces querías marcarme —exhaló con molestia.
Las manos de Jaxson se desenroscaron en el cabello de la chica y se arrastraron por su cuerpo desnudo. Pasó las grandes manos por sus senos, las callosas palmas rozando los pezones.
—Sí —gruñó. — Maldita sea, sí. No podía vivir sabiendo que ... olvídalo, pero sí.
Ella se mojó los labios, y entonces sonrió.
—¡Oh, Jaxson! —Alzó los brazos, riendo cuando él instintivamente la cogió. Él suspiró, pareciendo desorientado. Ella le envolvió los brazos alrededor de su cuello y colocó una serie de rápidos besos por toda su cara. —Eres tan sexy, pero no vuelvas hacer eso.
— Soy tuya, como tú eres mío — dijo entre besos.
La castaña acarició sus antebrazos, sintiendo su piel bajo los dedos mientras los arrastraba hacia arriba, luego envolvió los brazos alrededor de su cuello otra vez. Su amplia sonrisa se desvaneció mientras una expresión seria ocupaba sus rasgos. Buscó sus ojos.
—Está bien, estoy lista —susurró ella. Los ojos de Jaxson resplandecieron mientras se estrechaban de deseo. Le apartó su cabello de la cara mientras estudiaba sus ojos. — Te amo.
—Necesito unirme a ti, habrá un poco de dolor, no te lo negaré, pero créeme que lo haré con el mayor de los cuidados —dijo recargadamente. Las ventanas de la nariz dilatándose mientras se acomodaba entre sus piernas, enredándole posesivamente la cintura entre sus brazos. — No puedo imaginar una vida sin ti.
—No, yo tampoco, aun nos queda mucho por ir, pero sin ti, suena solitario —admitió, aunque un poco temblorosamente la castaña.
—No puedo ni imaginarlo. —Jaxson se acomodó un poco y empezó acariciar su zona intima con los dedos en suaves movimientos, la estaba preparando. — Quizás te rías de mí, pero rezaba cada noche a la Madre Luna para que volvieras y no te alejaras de mí.
—¿Por mí? —murmuró la chica mientras Jaxson giró las caderas un poco, poniendo la erección sobre la entrada.
— Por ti, te amo, Cassandra — ella sonrió.
—Yo también te amo. —Entonces le golpeó ligeramente en el hombro cuando sintió vació su interior. — Ahora deja de ser sentimental, pero idiota. Estás devastando mi humor para una noche de sexo desenfrenado.
Él sonrió a modo de disculpas.
—Si me amas, entonces quizás me perdonarás — Cassandra lo miro con el ceño fruncido.
—¿Por qué? —Y entonces lo sintió.
Él gimió mientras se hundía sin previó profundamente dentro de ella, entrando completamente. Apretó los dientes, el sudor punteando la frente.
—Por esto —dijo con voz ronca.
Cassandra parpadeó unas pocas veces en rápida sucesión, los dedos clavándose en la espalda de Jaxson mientras se ajustaba a la longitud y a la anchura de él. Sentía algo diferente. Era mas grande, y vaya que ella ya lo había sentido, se sentía algo diferente.
—Idiota —murmuró.
Jaxson se apoyó en los codos, palmeó los senos y suavemente los amasó mientras empezaba a moverse lentamente dentro y fuera de ella. Cerró los ojos con un gemido mientras empujaba dentro y fuera, las caderas golpeando en círculos lentos y metódicos.
—¿Estas bien? —Murmuró contra su oído—. Estas completamente mojada
—Si —jadeó envolviendo las piernas alrededor de sus caderas, Cassandra se arqueó, queriendo más. — ¿Por qué lo hiciste así?
—Cuando haremos la marca solemos crecer un poco, dolería más si hubiera hecho eso dentro de ti—le mencionó sin dejar de moverse. — ¿Segura que estas bien?
—Estoy bien — Los gemidos por parte de ella. — ¿Esto todo lo que tienes?
La nariz de Jaxson se dilató mientras continuaba empujando lentamente dentro y fuera de ella.
—No me tientes, Cassandra —dijo con voz ronca—. Todavía me siento al borde por hacértelo como deseo, pero no ahora.
Sus ojos se ensancharon cuando se dio cuenta de que él no mentía. El hombre estaba creciendo dentro de ella, era dolorosamente placentero. Jaxson gemía mientras se restregaba contra ella, sintió un regido dentro de él.
—Mía —dijo peligrosamente, sus dientes clavándose con algo de fuerza sobre su cuello. — Toda mía.
Cassandra dejo caer su cabeza hacia atrás sintiendo la liberación de ambos.
—Tuya...
***
Jaxson tuvo que esperarla 10 minutos fuera de aquella habitación insonora, incluso para un hombre lobo. Era la sala que comúnmente utilizaban para las reuniones de la monarquía.
—Debes de estar de broma, ¿verdad?
—No — La hermosa chica vestida casualmente caminaba de un lado a otro sin saber que hacer. — No me lo digo directamente a mí, pero lo escuche con mis propios oídos.
—Debe de ser un malentendido, y créeme que ahora no es el momento para que tengas esos comentarios en mente...
—Pero... — Su acompañante se dejó caer sobre el sillón. — Me imagine algo así, pero ¿Qué haré? ¿Qué haremos? ¡Nadie se tomará esto bien! Tengo miedo...
—¿Haremos?
—Eres la única que sabes, debemos hacer algo, no puedo sola...
—Pero...
Un fuerte estruendo saco a ambas chicas de su plática, se miraron por unos segundos para después salir corriendo. Bueno, una salía corriendo mientras la otra se paraba como podía, tener 8 meses de gestación no era tan fácil. Jaxson tomo a Cassandra apenas la vio salir de aquella sala mientras Kirsten corrió hacia donde se escuchaba aquel insistente y desastroso golpeteo.
—¿Por qué siento que mi hermano tiene algo que ver?
—Siempre tiene que ver con tu hermano — sacudió los hombros como si aquello le causará escalofríos. — ¿Ese es el hombre que quieres para padrino de nuestro bebe?
Cassandra rio asintiendo, y tuvo que callar cuando escucharon un rugido, un verdadero estruendo. Jaxson se detuvo con los ojos bien abiertos. Eso solo significaba una cosa, un duelo a muerte.
—¡Maximilian!
FIN
NA:
Lean la novela de savage para que sepan que sucedió o que sucede con Black njngh. Ya subí el primer capitulo, eksdfks. Será una novela corta dependiendo de la respuesta, pero aclaró todo lo inconcluso aquí. Denme sus comentarios, retroalimentación o díganme que les parece. Espero les guste savage<3.
¡MUCHAS GRACIAS POR TODO EL AMOR QUE LE DIERON A ESTA NOVELA! ¡LXS QUIERO MUCHO!<3