||•|| Peter Parker ||•||
— ¿E irás a verla? —preguntó Ned mientras jugábamos Crash en mi sala.
— ¿Ahora? —pregunté sin alejar mi vista de la pantalla del televisor—, la acompañé a casa, no creo que se sienta de humor para visitas ahora, Ned.
—Puedes ir como el hombre araña —sugirió mi amigo—. Dices que tu trabajo es asegurarte que esté bien...
—Lo sé pero a cómo se encuentra me mandará al diablo, Ned...
— ¿Te mandó al diablo por la tarde?
—No, pero es diferente —negué mirándolo cuando salieron los resultados del final de la carrera del juego—. Ella no sabe que soy yo.
—Eso de ocultar tu identidad es una porquería —se quejó mi amigo—, yo no podría ocultar algo tan cool como eso, Peter.
—Lo he notado desde que sabes que lo soy, si no fuera porque estoy para evitar que hables, media escuela ya lo sabría —reclamé.
—Es tu culpa, antes de entrar a tu cuarto deberías ver si hay alguien o no.
— ¿Hasta para entrar a mi cuarto? Claro, ni en mi casa estoy seguro ¿Eres acaso un espía que quiere matarme?
—Tonto, lo digo porque May... —antes de terminar, la puerta de la entrada se abrió.
— ¡Llegué! —May comentó dejando las bolsas de las compras en la cocina antes de cerrar la puerta.
Volteamos rápidamente a mirarla con cierta sorpresa.
—May, hola... —saludó Ned.
—Hola, Ned, qué gusto verte, ¿Cómo estás?
—Ahora mucho mejor —sus ojos le brillaban cada que veía a May.
Me había acostumbrado a esa forma de Ned de saludar a May.
—¿Cómo les fue hoy? —preguntó mi tía comenzando a preparar la cena.
—No tan mal —dijo Ned—, todo normal.
— ¿Y sus exámenes?
—Seguro irán bien —le conté yo volviendo a ver la pantalla para poner otra ronda.
—Bueno, si salen bien, podríamos ir a comer pizza el fin de semana —sugirió May.
— ¡Sí! —accedió Ned incluso antes que yo dijera algo.
—Pe-pero el fin de semana quería pedirte permiso para salir con ______, May...
— ¿Ya volvieron a hablar? —preguntó mi tía con cierta sorpresa.
—S-sí, en eso estamos, creo que vamos bien —comenté atento a ganarle a Ned.
— ¿A dónde irían? Puedo llevarlos si quieres.
—No, tal vez sólo vayamos a comer algo o a ver una película.
—Bueno, pero no quiero que llegues muy tarde ¿De acuerdo?
—Lo prometo.
—Y llámame cuando llegues y vengas de regreso, no quisiera que algo malo te pasara y yo no estuviera enterada, ¿De acuerdo?
—Sí, May, te llamaré —dije con un poco de cansancio por sus mismas peticiones todos los días.
—De acuerdo —habló con un tono que me hizo comprender que sonreía.
— ¿Crecen rápido, no May? —habló Ned como si se tratara de un adulto, sabía que quería impresionar a mi tía.
—Sí, pero para mí siguen siendo los pequeños niños del jardín de niños.
—Auch —murmuró Ned a lo que reí porque sabía que el comentario de May nuevamente lo bajaba de su nube.
Cuando la cena estuvo lista, fuimos a ayudar a poner la mesa. Hablamos de todo y nada para hacer entretenido ese rato, constantemente mi tía debatía con nosotros sobre las películas de Star Wars o de películas que nos recomendaba. Cuando acabamos la cena, Ned levantó la mesa y yo lavé los trastes.
Fueron las diez y Ned se despidió para irse ya, al cerrar la puerta, May acomodó los trastes limpios en su lugar.
—Ve a ponerte la pijama, lávate los dientes y ve a dormir pidió May antes de besar mi frente—, descansa, cariño.
—Igual tú, May —sonreí antes de verla ir a su habitación.
Apagué las luces e hice mi rutina antes de entrar a mi habitación.
Esperé el momento correcto y me puse mi traje antes de salir por la ventana luego de poner seguro a la puerta. Emprendí el viaje en dirección al departamento de ______. Esperaba que no estuviera dormida aún.
Al llegar, entré por su ventana como siempre, ella estaba en su escritorio jugando con la computadora. Eran casi las doce y ella no parecía estar ni cerca de ir a dormir.
Estaba con una camiseta holgada y un short pero me llamó la atención su cabello, ahora estaba obviamente muy corto a comparación de la mañana.
— ¿Qué te hiciste? —pregunté yendo a su cama para recostarme ahí.
—Me corté el cabello ¿No ves?
—Sí pero ¿Por qué?
—Para que preguntaras ¿No es obvio? —No entendía por qué seguía siendo tan grosera conmigo, ¿Qué le hacía yo para que se portara tan sarcástica?
—No sabía que te interesara tanto que te mirara, si me lo hubieras dicho, venía más seguido.
Me tiró un pato de goma que tenía en su escritorio.
— ¿No te quieren en tu casa o por qué vienes a molestar?
—Me aman en mi casa, ¿A ti no?
—Por algo estoy aquí sola, ¿Eso responde a tu pregunta?
—No sé si reír o llorar.
—Salir de mi departamento es lo que deberías, ¿Quieres callarte? Estoy tratando de pasar el siguiente nivel.
—Te ves bien.
— ¿Quién?
—Tú...
—Te preguntó.
—Por eso nadie debe decirte cosas lindas.
—No lo necesito, tengo suficiente autoestima para ser mi propia admiradora.
— ¿Me recuerdas cómo es que a Parker le gustas? Eres insoportable.
—Y tú muy metido —por fin volteó a mirarme mientras se cruzaba de brazos enfadada—, ya me hiciste perder, tonto. Diana, la siguiente vez no dejes entrar al señor.
— ¿Señor? Oye, no soy un señor —le dije ofendido.
Ella apagó la computadora y se levantó de su asiento, la miré ir a la cama y subir encima mío.
— ¿Te digo algo? —preguntó con una sonrisa ladina en el rostro que me hizo ponerme nervioso.
—¿Q-qué?
—Estoy harta que te acuestes en mi cama —dicho esto acabó por cruzarse a la parte pegada a la pared y con sus piernas me tiró de la cama.
—Eso no se vale.
— ¿Esperabas algo más, asqueroso?
—Eso no decías antes —como respuesta me tiró una almohada en la cara.
— ¿Qué parte de "papá y Happy escuchan todo" no te queda claro?
— ¿Qué? Exageras, estoy seguro que no...
—Cállate ya, ¿Qué quieres?
—Venía a asegurarme que estuvieras bien y cuando llegas te veo con un corte diferente, creo que me perdí mucho.
—No importa ya —dijo antes de entrar a la cama y darme la espalda—, ya cené, me puse la pijama y me lavé los dientes, papá, ¿Qué más hace falta? —preguntó en tono de burla.
—No, nada, yo...
—Cuando te vayas, cierra la ventana ¿Está bien?
— ¿Y si no pensaba irme?
—Meteré una demanda con mi padre por acoso de parte tuya, así que lárgate ya.
A veces deseaba quitarme la mascara y que ella viera quién era, tal vez así dejaría de tratarme tan grosera. Por otro lado entendía que hacer eso la haría enfadar mucho porque desde que nos conocíamos, ella hablaba todo lo que ocurría con Peter conmigo.
Decirle "Hey, soy Peter, ¿Qué tal?" la haría confundirse y seguramente crearía problemas con Tony, sólo di un suspiro de pesar antes de sentarme en la orilla de la cama.
— ¿______?
— ¿Ahora qué, mallitas?
— ¿Te enfadarías si tu mejor amiga o el chico que te gusta te mintiera respecto a si tiene secretos que te incluyan?
Guardó silencio un momento antes de incorporarse a la cama para verme.
— ¿Qué?
—E-es que creo que la pelirroja que me gusta me oculta algo que me incumbe...
Me miró atenta, como pensando en la situación.
—Sí, si te incumbe, no creo que debiesen mentirte, ¿Por qué deberían?
— ¿Y si es por mi bien?
—Ninguna mentira es por el bien de nadie mas que de uno mismo, mentir lo único que hace es protegerte a ti mismo de quedar como idiota —respondió segura de sí—. ¿Por qué?
—Si tú estuvieras en mi lugar... supongamos que Parker...
Me interrumpió entonces.
—Me molestaría mucho con él. Confío en que no me miente, si lo hiciera, me sentiría traicionada. Si fuera Sara o Harry, sería peor, los conozco desde preescolar, sé los más oscuros secretos de ese par y ellos saben todo de mí. Si ellos me ocultaran algo, yo... no sé...
—Pero es para protegerte, supongamos que...
—No, yo preferiría que me dijeran la verdad a que me oculten cosas. El único al cual no reclamo sus mentiras es a papá y eso porque sus sorpresas siempre son geniales, pero al resto no, mentiras no. Si ella te miente, entonces no te aprecia lo suficiente porque te cree débil.
— ¿Débil? Yo no creo que...
—Si no, ¿Por qué otra cosa mentiría para protegerte?
Ambos quedamos en silencio y me levanté de su cama, abrí la ventana dispuesto a salir.
—Supongo que deberé pensarlo entonces...
—Así parece. Descansa.
—Igual tú.
Ambos asentimos en señal de despedida y salí del lugar. Sus palabras retumbaban en mi cabeza.
¿Qué debía hacer?