Abrí los ojos para encontrarme en la oscuridad y frío de la noche. No estaba segura de si había viajado a la fecha correcta o mi mente no recordaba con tanta claridad como yo creía. Di un par de vueltas en mi lugar, observando que estaba al borde de la casa. La que era mi casa. Si había viajado a la fecha correcta, debía estar en mi cuarto de siempre, durmiendo o casi por dormir.
Entonces noté que Nathan estaba sentado contra la pared del patio trasero. Me escondí detrás de un arbusto porque no podía verme de ninguna manera. Creería que me escapé de mi cuarto, me enviaría adentro y notaría que en realidad hay otra yo en el cuarto. Estaba sentado con la cabeza apoyada en la pared detrás de él, mirando el cielo algo estrellado.
Me pregunté qué estaba pensando pero a la vez intenté entender qué diablos hacía en mi casa. Si había viajado al lugar correcto, para este entonces, él y yo no estábamos juntos. Técnicamente, en este momento, había pasado una semana de que no estábamos juntos y Elías aún no había muerto. Una semana desde que él y Tadeo habían tenido esa conversación sobre los planes de Reynaldo. Había pasado una semana desde el día que intenté detener su moto en la acera para que no se fuera, pero aún así lo hizo.
Entonces supuse que estaba pensando en Thais. En cómo iba a hacer para rescatarla, cómo haría para que ningún Clarke quisiera acompañarlo, cómo iba a hacer para decirle a sus padres que él podía encontrarla. Cómo iba a seguir yo mi vida sabiendo que lo habían asesinado.
Oí pasos detrás de mi y me asusté al creer que alguien me había visto, pero cuando me escondí aún más en los arbustos oscuros, noté que quién sea pasó de largo y se dirigió hacia Nathan. Temí un segundo por él, pero cuando reconocí ese cabello rubio supe que no era ningún peligro.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Nathan, como si fuese su trabajo cuidar de mi mientras dormía y de nadie más.
—Solo vine por un paseo nocturno. Bonita noche, ¿verdad? —preguntó Tadeo, totalmente sarcástico y revoleó los ojos, poniendo las manos sobre sus rodillas, cansado de correr.
—¿Qué estás haciendo aquí? —repitió Nathan, esperando una respuesta lógica.
—Unos idiotas están merodeando por aquí —contestó moviendo uno de sus hombros.
—¿Reynaldo? —le preguntó él, pero Tadeo negó con la cabeza.
—No, no son sobrenaturales. Creo que son neófitos.
El ceño de Nathan se frunció algo confundido y se levantó de su lugar, quedando a la misma altura que el rubio frente a él.
—No hay vampiros en Hills Town, ¿cómo es que hay neófitos? —intentó buscar la lógica—. Ellos ni siquiera viven aquí.
—Es que están buscando a alguien —agregó Tadeo con los ojos fijos en él.
Esperé que alguno dijera algo más que me diera a entender qué sucedía y que no se entendieran solo con miradas, pero al parecer ambos sabían lo que estaba pasando.
—No están buscando a Alison —susurró Nathan negando con la cabeza.
—No —respondió Tadeo y giró su cabeza hacia la acerca—, nos están buscando a nosotros.
Retrocedió en su lugar y Nathan se volteó para notar que había cinco personas paradas en la acera de mi casa. Abrí los ojos totalmente asustada de que todo eso haya sucedido mientras yo dormía y jamás me enteré. Los vampiros comenzaron a caminar hacia ambos, con los colmillos al aire y los ojos rojos, sedientos de sangre. Mi corazón comenzó a latir con velocidad, no era así como creía que sería conocer a un vampiro. No me sentía atraída de ninguna forma, estaba totalmente asustada.
—Nathan Clarke y Tadeo Miller —habló uno de ellos con una sonrisa escalofriante. Sus ojos a diferencia del resto, no eran rojos, pero si podía ver sus colmillos cuando hablaba. —Hacía tiempo quería hablar con ustedes dos —continuó mientras se acercaba lentamente.
—Maldita sea, Jack —se quejó Nathan, pasándose la mano por el cabello, totalmente frustrado.
—No tenemos nada que hablar contigo —le espetó Tadeo, totalmente molesto. Pero el chico se rio. Tenía cabello rubio y aunque no podía ver sus ojos, casi podía adivinar que eran claros.
—No, es cierto. No tenemos nada de que hablar, porque no vine a eso en realidad —dijo tronando su cuello.
—¿Qué? ¿Te enteraste que ahora tengo otra novia y vas a intentar follártela también? —le espetó Nathan, riéndose algo irónico pero sin gracia.
—No puede ser —susurré en mi lugar, sin poder creer que ese era el vampiro al que Nathan le tenía tanto odio. Era con quién Danali lo había engañado.
El vampiro se rio mientras todos los neófitos los observaban como si fuesen un pedazo de carne que iban a devorar en los próximos minutos. Intenté calmar mi respiración porque si llamaba la atención de alguno y me veían, todo se iba a ir por la borda.
—Por favor, ni siquiera fui yo quién buscó a Danali. Siempre supiste que ella me buscó a mi. No sé por qué me odias tanto si te quité a esa perra del camino. Podrías verlo como un favor —se jactó riéndose.
—Debimos matarte en esa fiesta, no debiste salir vivo de allí —le espetó Tadeo con los dientes apretados.
—Vamos hermanito, a la familia no se le desea la muerte de esa forma —agregó encogiéndose de hombros mientras yo los miraba sin entender nada.
—Tú no eres mi puta familia. Un matrimonio por dinero no nos hace hermanos —dijo con todo el veneno que su voz le permitió. Abrí los ojos, sin poder creer que estaba frente al hermanastro de Tadeo. Él lo había mencionado alguna que otra vez pero no le gustaba hablar de él, así que yo nunca se lo preguntaba.
—Qué lastima, me caías bien como hermano —se disculpó el vampiro. Los neófitos comenzaban a moverse en su lugar, controlando sus ganas de saltar sobre ambos.
—¿Te caía bien? ¿Y por eso le hiciste creer a todo el maldito mundo que intenté abusar de Irina en esa fiesta cuando en realidad fuiste tú? —le gritó y Nathan lo miró algo sorprendido al igual que yo—. Tú sabías lo que sentía por ella y quisiste arruinarlo todo, porque si una no es tuya, no es de nadie.
—Bienvenido al club —le dijo Nathan con una sonrisa falsa y él lo miró mal.
Me llevé la mano a la cara para darme una bofetada que hubiese preferido dejarlo en mi mente pero tuve que hacerlo. No podía creer todo lo que estaba sucediendo y eso me daba más motivos para seguir volviendo a enterarme de cosas que jamás supe.
—Cómo sea, no estoy aquí por Irina. Ni por su hermana perdida Alison —dijo guiñándole un ojo a Nathan mientras él respiraba como animal furioso—. Estoy aquí porque estábamos de paso hacia Greenwood, mis amigos tuvieron sed y no se me ocurrió ningún lugar mejor que buscar a mi amigo Nathan Clarke aquí, porque era obvio que estarías cuidando que nada le sucediera a tu pobre e ingenua novia.
Apreté mis puños, queriendo salir de mi propio lugar a darle yo su merecido pero no podía hacer eso. Así que esperé que Tadeo y Nathan le tuviesen suficiente odio para matarlo.
—O debo decir ex novia —se burló.
—¿Crees que por conseguir un par de neófitos nos desaparecerás del mapa? —bromeó Nathan devuelta y Tadeo se rio, cómo si ambos pudiesen salir ilesos.
—Lo veremos en unos cuantos segundos —respondió sonriendo.
Empujó las espaldas de dos de los neófitos y los cuatro comenzaron a caminar hacia ellos. Sabía que ninguno moría porque todo eso había sido pasado y hoy en el presente, están vivos. Pero temía verlos luchando y sabía que podían salir heridos.
Los vampiros corrieron con una velocidad increíble hasta ambos y allí comenzó una pelea. No sabía como hacían para pelear con dos neófitos a la vez si eran terriblemente rápidos, pero Nathan logró romperle el brazo a uno. Tadeo forcejó con uno de los vampiros, mientras el otro iba tras Nathan. Mi respiración estaba totalmente agitada, no me gustaba verlos en esos momentos de desesperación.
Uno de los que luchaba con Nathan abrió la boca y le mostró los colmillos. Él estrelló su puño en el rostro del vampiro y lo hizo trastabillar hacia atrás. Él otro que iba a ir por él, se dirigió a Tadeo porque él había logrado desmayar al que tenía enfrente.
Nathan se liberó del neófito que fue tras Tadeo y caminó hacia el vampiro, Jack. Estaba parado cerca de la pared, sonriendo como si ese fuese el final que esperaba.
—Fue una estupidez venir por nosotros —se jactó Nathan, preparando su puño para golpearlo ni bien llegara a estar frente a él.
—¿Estás seguro? —preguntó Jack son una sonrisa divertida.
El vampiro puso su mano sobre la frente de Nathan y los ojos de mi novio se volvieron completamente blancos por unos segundos. Cayó al suelo, totalmente cegado hasta que los volvió a abrir, parpadeando con dificultad. Me tapé la boca sin poder creer lo que estaba viendo cuando Nathan se levantó del suelo y vio que Jack frente a él, se veía exactamente igual a Nathan.
—Qué pena que hayas olvidado como ser inmune. ¿O nunca conociste mi poder? ¿Crees que Alison nos diferencie? —preguntó riéndose divertido. Uno de los neófitos tomó a Nathan y sujetó sus brazos detrás de su espalda para que no pudiese moverse.
—No lograrás engañarla —respondió Nathan con la voz totalmente ronca—, ella sabrá que no eres yo y te estrangulará como yo lo haría.
Jack volteó y observó mi ventana abierta. Volvió a mirar a Nathan y sonrió con todos sus dientes. Se acomodó la chaqueta y peinó su cabello un poco. Seguía vistiendo su propia ropa, pero su cuerpo, su rostro, su pelo y todo en él se veía igual a mi novio.
—Intentémoslo —dijo Jack para dar un salto hacia mi ventana, trepándose por la pared.
—¡No! —gruñó Nathan, forcejeando con el neófito detrás de él que se veía muy fuerte desde mi lugar.
Tadeo que logró deshacerse del neófito con el que luchaba, corrió a Nathan y se subió a la espalda del vampiro que lo retenía. Tomó su cabeza y como si quisiera quebrarle el cuello, la movió de un lado al otro para lanzarla a un lado. Mi rostro se contrajo en una mueca de horror total cuando el cuerpo sin cabeza cayó al suelo. Pero eso había liberado a Nathan, quién corrió hacia mi ventana y luego de treparse de un árbol, tomando el pie de Jack y haciendo que ambos cayeran al suelo.
Tadeo tomó sus brazos para que no se moviera y Nathan envolvió sus manos en su cuello con fuerza. Jack cerró los ojos, gimiendo de dolor. Pataleaba porque era lo único que podía mover que no tuviese aprisionado.
—Nathan —le habló Tadeo, observando hacia los arboles que se abrían detrás de las casas—, creo que alguien quiere asesinarlo más que tú.
—¿Quién querría asesinar a un vampiro más que yo? —preguntó él, sin dejar de hacer fuerza en su cuello.
Giré mi cabeza y de la oscuridad de los arboles, aparecieron dos bestias gigantes en cuatro patas. Si hubiese estado de pie, habría salido corriendo, pero ellos tenían sus ojos amarrillos en algo más. En la sanguijuela de Jack, retorciéndose de dolor. Caminaron como si supiesen a donde iban.
Nathan al percatarse que había dos lobos caminando hacia ellos, dejó de hacer fuerza en Jack y se levantó de él. Tadeo retrocedió en su lugar, porque no estaba seguro de que no fuesen a hacerles daño. Jack seguía allí tirado, sin fuerzas para levantarse.
Los lobos observaron a Nathan y Tadeo, quienes solo retrocedieron, dándoles a entender a los lobos que podían llevárselo si querían. Se miraron entre los cuatro durante unos segundos y ambos lobos clavaron sus colmillos gigantes en el cuerpo de Jack. Cerré los ojos, porque no quería ver esa escena. Cuando oí sus patas enormes pisar el césped los abrí y vi que también se llevaban los cuerpos de los neófitos.
Tadeo le dijo algo a Nathan que no logré oír y se fue de allí corriendo. Nathan se dejó caer en el césped, totalmente agitado. Observó su teléfono en su bolsillo y vio que el sol iba a comenzar a salir pronto, lo que significaba que pronto tendría que levantarme para ir a la escuela. Y nadie quería ver mi reacción al verlo allí. Se levantó pesadamente y se fue de allí caminando.
Me quedé unos segundos viéndolo irse y me pregunté cuantas noches estuvo cuidando de mi sin que yo supiese. Tomé el cristal y visualicé mi habitación donde Irina me había despedido hacía casi media hora y después del remolino del pánico, aparecí en mi cama otra vez. No había posibilidad de que pudiese dormir después de todo lo que vi.
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Nota de la autora: FELIZ AÑO NUEVOOOOO!!! Gracias por otro año más compartiendo esta historia🥺🥺🥺❤️❤️❤️
Espero les esté gustando la historia😍 me encanta este capítulo. Ustedes que creen? Alison habría notado si Jack se hacía pasar por Nathan?
Gracias por leer, votar y comentar🖤
Besos sobrenaturales,
Sofi Garrido✨