Disculpen si no pude subir el capitulo antes, tuve problemas con mi distribuidor de internet pero ya esta arreglado :). Espero les guste el capitulo ^^ y si puedo subire el siguiente esta noche.
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Cinco años han pasado. Cinco años, ahora aunque estuve viviendo en Nueva York después de ese año en el que estuve en Londres hundido en la soledad ahora vuelvo.
Tengo novia, hermosa y dulce, es perfecta pero ni esa perfección ha logrado disminuir el amor que siento por Eva.
Lo bueno es que ya no soy perseguido por fotógrafos, creo que con mi vida aburrida no soy un buen pez de los chismes. Películas eh hecho algunas últimamente pero a pesar de eso no me gusta llamar la atención de nadie. Aleluya.
- Todo está como lo dejaste la última vez.- decía Zac mientras entrabamos a mi casa.
- Así veo, aunque eh estado aquí en Los Ángeles algunas veces.
- Pero evitaste pisar esta casa y la otra…- murmuro Zac.
- ¿te gusta mi casa cariño?- pregunte a Erika mi novia.
- Es preciosa, siempre me pregunte porque dejaste de vivir en este lugar si el clima, las grandes mansiones y las tiendas son sensacionales.- me quede callado pensando en el motivo por el que me fui cosa que hacia ponerme molesto siempre.
- Hare que suban las maletas.- dijo Zac sacándome de mis pensamientos.- ¿dormirán juntos cierto?- preguntó Zac dubitativo.
- Si- se adelantó a responder Erika con una sonrisa.
- No- dije yo ya que no quería destruir los recuerdos que tenia de mi última noche en mi habitación.
- ¿Por qué? Si dormimos juntos siempre- Erika reflejaba confusión.
- Yo me retiro- dijo Zac desapareciendo en un mal momento ¿ahora que le digo a esta mujer?
- Discúlpame por esto, no quiero hacerte sentir mal, simplemente no puedo compartir mi habitación con nadie, dormiremos en otra juntos ¿está bien?
- Mmm… está bien pero estas raro desde que subiste al avión ¿hay algo que no me has dicho?
- No, estoy bien enserio, solo es que extrañaba estar aquí, nada más.
Erika a veces solía ser curiosa pero era muy buena compañía, a veces su nombre llegaba a confundirme ya que empieza con “E” era por eso que a veces le decía Eva, ella al principio se molestó, después me dijo que era tan despistado con los nombres y eso le gustaba así que no quise desmentirla, me parecía mejor no hablarle de mis relaciones pasadas, igual Erika era de esas que se toman las cosas con calma. Era la mujer ideal y perfecta pero no la que yo amaba aunque si la adoraba.
Erika era la típica chica de Nueva Jersey que tenía muchos amigos y salía todos los fines de semana a bailar, divertida, trabajadora, hermosa y con un don de la paciencia cosa que yo alagaba mucho. Era fotógrafa profesional, la conocí gracias a una entrevista para una revista muy famosa, ella me hizo las fotos, me callo bien, hubo química y así comenzó todo.
Después de acomodarnos en nuestras habitaciones me di cuenta de que mi madre había mandado a tirar mi antigua ropa dejándome todo un armario con lo último de la moda, no me sorprendí, su comportamiento era típico que el de una madre abnegada y no me quejaba de eso. Mi cuarto parecía haberse parado en él tiempo, dejé de pensar en él pasado para salir a dar un paseo con Adam.
Era una buena época del año, caminando en pleno verano en los alrededores las partes comerciales de Beverly Hills. Entré a una tienda de video y como el mundo es tan pequeño en mi primera tarde en la ciudad me encuentro a Tom, él que era novio de Eva antes de irme.
Estábamos mirándonos, quizás procesando el encuentro, me fijé que estaba con una linda chica acompañado, decidí caminar a la estantería de películas de acción e ignorarlo aunque sentía que me observaban. Una mano calló en mi hombro, no me sorprendió así que me giré para hacerle frente.
- ¿Qué haces aquí?- Tom estaba molesto, no cabía duda pero yo hice lo mejor que se hacer.
- ¿a ti que te importa?- Tom en su arrebato cogió en cuello de mi camisa como modo de amenaza, no me inmuté.
- Solo te digo algo, ni se te ocurra acercarte a Eva o te jure no te la veras muy bien parado.
- Despreocúpate, no me acercare a ella ahora suéltame que ya has arrugado demasiado mi camisa.- me soltó cambiando su mirada a una dubitativa.
- ¿Por qué volviste?
- Trabajo, ya respondí tus preguntas ahora hazme el favor de no volverme a amenazar en tu vida.- me giré y seguí mirando las cajas de películas hasta que percibí que se alejó
Bonito comienzo el mío, ojala esto no se haga recurrente, sino todos mis esfuerzo habrán sido en vano.
Volví a casa caminando despacio con mi leal amigo preguntándome si seré tan fuerte para aguantarme el ir a buscarla para solo mirarla de lejos, pero una vez que mire de lejos querré acortar distancias para verla más y más cerca así que tenía que desechar esas ideas.
Aquella noche dormí con Erika, le hice el amor más para descargar el estrés que me provocaba estar en esta ciudad y el peso de mis fantasmas.
Empecé a trabajar dos días después como protagonista de una película romántica. Y como bienvenida a todos los que estaríamos en el equipo de producción y actores darían una fiesta. Cuando se lo comenté a Erika esta se emocionó y me hizo jurarle que la acompañaría a ir de compras para ver que usaríamos.
Una semana después. Erika me cargaba por las mejores tiendas de West Hollywood. Yo compré lo primero que me gustó en cambió Erika solo paró cuando encontró una tienda muy famosa de ropa femenina.
Una de las dependientas de la tienda llegó con una sonrisa llevándose a Erika para mi buena suerte, me senté a esperar, me di cuenta de los probadores estaban al frente mío así que pensé que tal vez con tantas mujeres mi vista estaría entretenida.
Otro hombre estaba a mi lado, no parecía de más de treinta o menos, supuse que también esperaba a alguien.
- Odio esto de acompañar a mi novia de compras- dijo el hombre de mi derecha.
- Yo también, llevo dos horas visitando tiendas.- dije con voz cansina.
- Mi novia lleva una hora aquí y aún no decide que ponerse para conocer a mi familia.
- Entiendo porque el nerviosismo de ella, son predecibles.- sonreí amistosamente.
- Le pediré matrimonio aunque no estoy muy seguro que acepte, le huye al compromiso. Ahh que mala educación la mía, me llamo David.-estreché su mano.
- Mucho gusto David, yo me llamo Bryan y creo que si aceptara tu proposición solo ponle algo de seguridad, eso les gusta a las chicas.
- Eso espero. Eres Bryan el actor ¿cierto?
- Sí.
- Cariño ¿Cómo se me ve este?- dijo una vos femenina que conocía muy bien.
Gire mi vista hacia los vestuarios (lugar donde procedía la voz) allí estaba una mujer de cabello largo castaño oscuro de piernas largas blanca con unos preciosos ojos azules oscuros. Tragué con fuerza, Dios mío, era ella, mi Eva y se veía preciosa.
Nuestras miradas se mantuvieron encontradas fijamente, cuando salí de aquel trance la vi desmallarse. Corrí hacia ella acompañado por David, la tomé en mis brazos a un perturbado por el estado de Eva y por la cercanía.
- Algo de alcohol- le gritó David a una de las dependientes.
- Eva despierta- le decía mientras le daba palmaditas a sus mejillas.
- ¿la conoces?- me pregunto David en un estado de nerviosismo, se veía muy preocupado por Eva.
- Si.- no dije más, no era necesario.
Erika se acercó a nosotros también con cara de preocupación y a la vez confundida por mi estado ya que yo solo observaba a la mujer que tenía entre mis brazos.
- ¿miraste si se golpeó la cabeza o algo cuando se desmayó?- preguntó Erika pero yo negué.
- No creo, la sostuvo antes de que cayera su cabeza.- respondió David.
El alcohol llegó a mis manos y con ello el despertar de mi amada, nos seguimos mirando aunque ella aún estaba aturdida de la impresión.
- Eva no te desmayes otra vez por favor- le dije mientras acariciaba su mejilla y me sentí aun peor ver sus lágrimas.
- Te odio- valla manera de saludarme pero que se podía esperar después de la forma en como me fui.
- Cariño ¿estás bien?- preguntó David aún más desconcertado por el comportamiento de Eva pero ella lo ignoró.
- Suéltame imbécil.
- Solo si me aseguras que estas bien.
- No estoy bien, lo estaría si desaparecieras de mi vista como lo hiciste hace cinco años.
- ¿Qué pasa aquí?- preguntó Erika molesta. También la ignoré.
- Dame tiempo y volveré a irme.
- Te preferiría muerto.
- Lose, lo has dicho en todas tus canciones como también haz dicho que me extrañas.
- ¿Qué te extraño? Y una mierda- se apartó de mí y se levantó con ayuda de David y luego desapareció por la puerta de un cubículo del vestuario.
No seguí la conversación, con la mirada de confusión de David y la mirada irritada de Erika salí de la tienda a toda prisa. Maldito él día que decidí volver.
Después de caminar y llegar a mi auto, apague el celular ya que Erika no hacía más que llamarme. Conduje solo a un lugar, aquella casa, nuestra casa y esperaba que Eva hiciera lo mismo pero más calmada para poder hablar.
¿Cómo me pasa esto ahora? ¿Cómo puedo seguir amándolo? Me preguntaba aun en aquel cubículo dejando caer las lágrimas, esas que solo aparecían cuando recordaba que lo extrañaba en la soledad de mi habitación.
Toque mi mejilla, su tacto aún se sentía allí y anhelaba más de aquellas caricias y aunque me molestara tenía que aceptar que en el fondo me alegraba volver a verlo, sentirlo y oírlo, algo que no sucedía cuando lo veía tras una pantalla de televisión.
Me levanté del suelo y me desvestí para volver a ponerme mi ropa, compraría el vestido ya que estaba mojado por mis lágrimas, que más daba, no me gustaba actuar como la novia ilusionada por conocer a los padres de su novio aunque si me había emocionado, sentía que íbamos enserio y que esta vez sí funcionaria y superaría a Bryan pero él llega y lo arruina todo.
Los fans y los periodistas algunas veces me preguntaban sobre a quién iban referidas mis canciones o como me inspiraba y siempre había evitado responderlas diciendo que ese el secreto de mi éxito y no lo diría por razones muy personales pero Franco había dado pie a la verdad diciendo que todos que alguna vez nos hemos enamorado y hemos salido lastimados. Así que desde hay todos saben que escribo para alguien. Una vez también David me había preguntado lo mismo pero no respondí, simplemente me encerré en el baño hasta que me sentí bien para decir que es tarde y me tenía que ir a ensayar, David no insistió.
Salí del cubículo encontrándome con una mujer, ella le había preguntado algo a Bryan pero no puse atención a ella en ese momento.
Era muy linda, cabello castaño claro con un lindo bronceado y ojos verdes. No estaba de humor pero conseguí tranquilizarme un poco relajando mis músculos.
- Supongo que ya estás bien.
- Si ¿en qué te puedo ayudar?- pregunté ya que si estaba hay parada frente a mí era por algo, no soy tonta.
- ¿de dónde conoces a Bryan?- hay estaba mi intuición.
- De ningún lado, ahora si me permites- pasé de ella ya más molesta, lo que menos quería era hablar de Bryan, ese tema nunca se me daba bien.
- No mientas, por favor respóndeme, no puedo quitarme de la cabeza la manera en que te miraba- me detuve frente a David que también me esperaba con preguntas.
- No sé quién serás y no me importa así que de mí no esperes respuestas.- dije lo más tranquila que podía con mi mal humor.
- Soy su novia, solo quiero saber si tuvieron un pasado- la mujer insistió yo por mi parte pagué el vestido y los zapatos que le hacían juego.
- Eva, yo también quiero saber que sucede entre ese hombre y tu- intervino David.
La dependienta evitaba mirarme y meterse en la discusión mientras me entregaba las bolsas de compras. Ya en la acera frente a la tienda los enfrenté ya que me habían seguido.
- Esto va para los dos, mientras menos sepan mejor.-mire a la mujer – si él no te dijo nada no esperes que yo te aclare las dudas, quizás te funcione preguntarle a otra persona.- mire a David- y si yo no te lo dije a ti es porque jamás hablo de nada de mi pasado y lo sabes, me aceptaste así, ahora no hagas que me arrepienta, te quiero demasiado pero no tanto como para confiarte lo que eh hecho o no antes de conocerte.
Me di la vuelta dándoles la espalda a las personas que ahora eran parte de nuestras vidas.