DOS AÑOS DESPUÉS.
***
Lauren.
Ha pasado mucho tiempo desde la muerte de mis hermanastros, y desde entonces he recuperado la mayoría de mis recuerdos.
Decir que fue un viaje salvaje sería quedarse corto en el siglo.
En este momento, tengo todo por lo que trabajé duro, la riqueza, el apellido, incluida mi hermosa esposa y un hijo de un año, Matthew, que ahora estaba sentado en mi regazo, mirándome con sus ojos verdes idénticos a los míos. Me dio una sonrisa traviesa.
Para lograr todo esto, hice algunos sacrificios en la vida, me ensucié las manos, pero supongo que eso es parte de.
Si deseaba algo desesperadamente, no podía permitir que los valores, el bien y el mal se interpusieran en el camino.
Necesitaba ser dueña de esta mierda, y eso es lo que hice.
Todos tenemos esqueletos en nuestros armarios.
Algunos los mantienen escondidos debajo de sus camas, yo también tengo los míos,
Los guardo encerrados en un cofre, y el cofre está enterrado en algún lugar profundo donde nadie más pueda encontrarlos.
Mi hijo y yo estábamos sentados en nuestro cine privado, viendo una de mis viejas cintas. No entendía mucho lo que estaba pasando, pero señaló con el dedo a mi padre, que era joven en la cinta.
- ¡Papi! - dijo apuntando a la pantalla.
Me reí. - Ese es tu difunto abuelo, amigo -
Le mostré mi yo de diez años. - Y esa soy yo -
Camila no había visto estas cintas y yo no se las había mostrado por una buena razón.
No estaban destinados a mostrárselos a mi esposa. Descubrirás la razón muy pronto.
La canción de cumpleaños se reprodujo en la cinta de video en la pantalla panorámica.
Donovan estaba en el centro cortando el pastel con un elegante traje de diseñador enviado desde Venecia. Dayana estaba a un lado, se reían, sus amigos aplaudían por ellos.
Me paré del otro lado con ropa holgada y húmeda. Entonces yo estaba un poco delgada, y Chris estaba justo a mi lado, mirando con ojos vidriosos el altísimo pastel y la lujosa fiesta de cumpleaños.
Esa fue la primera vez que Aster Jauregui se fijó y se apiadó de nosotros.
Chris y yo.
Nacimos de Sadie o mejor dicho, Clara y Michael, pero, por supuesto, Aster no lo sabía. Al principio pensó que éramos niños de una madre soltera.
Donovan y Dayana eran herederos de este conglomerado de miles de millones de dólares.
No era Jauregui.
Robé el nombre.
Lo cual solo fue posible gracias a años de paciencia, planificación y perseverancia.
Mi padre amaba a las dos mujeres, ¿era ése su crimen?
Creo que sí.
Eligió a la mujer rica antes que a mi madre, a pesar de que primero estaba casado con ella.
Aster nos alimentó a Chris y a mí, nos vistió, nos dio un techo sobre nuestras cabezas y finalmente fuimos adoptados.
Los diarios eran falsos. No hubo diarios escritos por Aster o Clara. Chris las escribió con una letra similar para poner a Camz de nuestro lado, y supongo que lo había logrado.
Se las había arreglado para tejer una nueva historia, donde él y yo nacimos en la familia Jauregui.
Los hechos eran los mismos, solo que algunas cosas eran diferentes.
Aster era una destructora de hogares. Ella destruyó a mi familia, así que le quité todo, incluida su casa y su riqueza.
Michael y Clara solo estaban trabajando en esta propiedad cuando el titulado Aster Jauregui sedujo a mi padre a propósito y nos lo robó. Se volvió a casar con ella con la condición de que Chris y yo fuéramos incluidos en la familia. Aster nos aceptó con los brazos abiertos a pesar de la aversión que Daya y Donovan nos mostraron al principio. Y luego comenzó a sentir celos de mi madre porque papá siempre encontraba la manera de ir con Clara.
Los contenidos del diario no eran exactamente mentiras, pero todo estaba escrito y presentado de una manera que no era real.
Mi madre nos dejó a una edad muy tierna exactamente lo que estaba escrito en el diario, solo que no era Aster, era Clara, y me negué a creer que se fuera.
Pude escuchar algunos sonidos extraños en la noche cuando pasé por el sótano.
Quería averiguar la fuente del sonido.
Sabía que algo sospechoso estaba pasando allí.
Una noche, cuando todos estaban en la cama, pensando que era un ladrón entrando a escondidas en la casa, agarré mi bate de béisbol y bajé a investigar. Agarré las llaves de la habitación de mi padre y bajé.
El sótano estaba en silencio esa noche. Se podía ver una pequeña trampilla al pie de las escaleras. Tuve que usar todas mis fuerzas para abrirlo.
Un olor fétido entró en mis fosas nasales. Fue desagradable.
Recordé encender la luz y ver un pequeño esqueleto de una persona, la mujer era tan frágil y delgada que no podía reconocerla como mi madre.
- ¿Mamá? - La había llamado.
Ella miró hacia arriba, pero apenas me reconoció.
Había pasado años en este sótano sin que nadie lo supiera.
Sus dientes habían desaparecido y el lugar apestaba a orina.
- ¿Mamá? -
Parloteó algo coherente, me miró fijamente y luego se enfureció, golpeándose la cabeza contra la pared y causándose daño, la sangre se filtró por la herida de la cabeza.
Fue cuando supe que ella pensaba que yo era mi padre.
- ¡Detente! ¡Por favor deja de lastimarme! - Gritó a todo pulmón.
Ella se había ido.
Mi madre no existía.
Regresé a mi habitación y regresé unos minutos después.
La abracé mientras lloraba de frustración, diciéndome algo que no entendía.
Besé su cabeza.
La había amado tanto.
- Está bien; mamá. Está bien. Yo te protegeré. Ya se terminó - Sollocé.
Decidí hacerles pagar por esto.
Me aparté de ella, dándole una sonrisa a pesar de que ella todavía estaba tratando de lastimarme. Le di la satisfacción de haber lastimado a mi padre.
No creo que ella recordara nada más. Empujé la almohada en su cara y presioné con fuerza.
Su pequeño cuerpo se agitó, tratando de tomar aire y lloré.
- Lo siento mamá. Lo siento mucho -
Se lo dije mientras la asfixiaba, poniendo fin a sus sufrimientos. Fue rápido.
Una parte de mí había querido robar el arma de la habitación de Michael y dispararle a él y a Aster.
Me paré en la entrada de su habitación y casi lo hice, pero luego me acordé de Chris.
Iría a la cárcel y luego, ¿qué le pasaría?
Me fui a la cama y fingí que no había hecho lo que había hecho.
Maté a mi madre.
Había sido una buena niña, había fingido respetar a Aster y a mi padre, manteniendo a raya el odio y el hambre de venganza.
Dejé que confiaran en mí lo suficiente como para entregar la empresa.
Los trataba mejor que Donovan.
Hice todo lo que me pidió mi padre.
Encubrí las cagadas de Donovan y Daya por ellos.
Yo era el epítome de una buena hija, tanto que Aster casi deseaba que fuera suya.
Esperé.
En el momento adecuado.
Durante años esperé y luego ocurrió el accidente de navegación.
Chris sabía que el accidente iba a ocurrir y me ayudó con él.
A los Jauregui les gustaba mantener un perfil bajo, y eso significaba que no había imágenes en los tabloides ni información personal. Al abuelo Hugh le gustó de esa manera, y nadie había cuestionado su elección, y eso nos ayudó a Chris y a mí a construir la historia a lo largo de los años. Las mentiras que habíamos tejido juntas para conseguir todo lo que nunca fue nuestro.
Había sido una buena nieta de Hugh y me había ganado su respeto cuando recordaba cosas.
Más tarde, estaba demasiado afectado por la enfermedad de Alzheimer para darse cuenta de que si yo era su nieta o había matado a su hija, mi madrastra.
- Mamá... - dijo Matthew señalando la pantalla de nuevo y sacándome del carril de la memoria.
Se estaba reproduciendo otro clip, el de Camz y yo en la boda. Apagué la pantalla y lo levanté en mis brazos.
- Vamos a caminar, hijo -
Salí de la habitación y me encontré con mi hermosa esposa que estaba vestida con un vestido de cóctel de terciopelo verde mar.
Sus ojos oscuros brillaban con adoración.
- Mis amores - dijo con cariño, tocándome la mejilla. - Los he estado buscando por todas partes. ¿Qué hacías aquí? -
- Mamá... - dijo Matthew señalando a su madre.
- Solo viendo nuestras películas antiguas -
Ella tomó a Matthew en sus brazos y lo besó en la mejilla, y luego rápidamente limpió la mancha de lápiz labial de allí.
- ¿Puedo convencerte de que vayas conmigo al baile benéfico, Lern? -
La atraje hacia mí. - Sabes cuánto odio asistir a esos eventos. Creo que Matthew quiere dormir -
Ella hizo un puchero. - ¿ Tan importante es que vaya? -
- Diviértete un poco, Camz - reclamé sus labios con los míos y fui buena dibujando el beso hasta que ella se sintió débil en las rodillas.
Cuando me aparté estaba mareada.
- Necesitas un poco de descanso del cuidado del bebé -
- Creo que soy la mujer más afortunada de este mundo - Ella dijo. - Tengo que seguir pellizcándome para recordar que todo esto es real -
Me reí. - ¿Sabes qué? Soy yo la más afortunada de tenerte -
Y no estaba mintiendo.
Ella era increíble y si no fuera por Camz, Chris y yo no hubiéramos tenido éxito en lo que habíamos comenzado a hacer. Esta mujer, el amor de mi vida, me había ayudado mucho sin saberlo.
- Lauren... - dijo dulcemente, abrumada.
Ella y yo éramos similares.
Ella no lo sabía, pero nacimos en malas condiciones y habíamos trabajado para todo esto.
¡Nos lo merecíamos!
- Te compensaré esta noche - dijo, pasando un dedo por mi mandíbula.
Le di una mirada acalorada. - Vete bebé, o voy a romper ese bonito vestido en pedazos -
- Gaga... Googoo - dijo Matthew.
- Matt lo aprueba - dije.
Camila puso los ojos en blanco.
La acompañé escaleras abajo y luego nos besó a Matthew y a mí antes de sentarse dentro del auto.
Esperé hasta que lo vi desaparecer a través de las puertas.
- ¿Dónde crees que está tu tío Chris, Matt? -
Matthew volvió a hablar en su idioma de bebé.
- Vamos a llevarte a la cama y luego iré a buscarlo -
Leí a Matthew su libro favorito, y el niño se quedó dormido tan pronto como terminé de leer una página.
Traté de llamar al número de Chris pero no contestaba, así que decidí buscarlo.
Veinte minutos después, revisé casi todos los lugares donde pensé que lo encontraría.
¡No lo encontraron por ningún lado!
Vi que la puerta del ala comunicante estaba abierta de par en par. Seguí el camino hasta el túnel.
Fui más profundo usando la linterna de mi teléfono. Estuve aquí innumerables veces cuando era niña, pero nunca me molesté en los años siguientes.
Había luz que emanaba de una fuente un poco más abajo. Bajé las escaleras por la escalera de caracol.
Diez personas estaban en círculo, tomadas de la mano.
Velas iluminando el lugar.
El hombre de la capa oscura en el medio cantaba mientras los demás lo seguían. Su voz era autoritaria y sus acciones fluidas y practicadas. Sus rostros estaban cubiertos con mantos.
Esperé hasta que terminó la ceremonia. Los miembros se arrodillaron, inclinándose ante el líder del culto que se aferraba a cada una de sus palabras.
Cuando terminó la ceremonia, el líder caminó hacia mí, el gran colgante brillaba en la oscuridad. Se quitó la sudadera con capucha de la capa, y Chris tenía una sonrisa en su rostro.
- No pensé que me acompañarías esta noche -
- Solo vine a ver cómo estabas -
El anillo en su mano brilló. - ¿Cami no está en casa? -
- Nop -
Donovan pensaba que estaba dirigiendo una secta, cuando los miembros de la secta lo habían rechazado en secreto. Según ellos, él no tenía lo que se necesitaba para continuar lo que habían comenzado los antepasados Jauregui, por lo que lo dejaron engañarse de que él estaba manejando las cosas en ese momento, pero en realidad, ayudaron a Chris a tomar el puesto y también jugaron un papel importante en la historia.
Cuando fui admitida en el hospital. Estaban por todas partes, cuidándonos y protegiéndonos. Chris también había sido quien mató a Barbara porque esa mujer sabía demasiado, y había visto a Chris escribir los diarios y lo habría expuesto todo.
Los miembros habían visto el potencial en Chris y cuando cumplió los dieciocho, lo convencieron de que tomara el puesto del nuevo líder de la secta. Hugh estaba secretamente orgulloso. No sé qué "rituales" estaba haciendo Chris y, sinceramente, no me importaba mientras lo mantuviera en el lado oculto de la mansión.
- Me voy a la cama - le dije.
- Buenas noches Lau - asintió, dándose la vuelta para mirar a los miembros.
Camz nunca descubriría la verdad.
Me estaba llevando todos estos secretos a la tumba.
Empecé a subir las escaleras cuando sonó mi teléfono.
Camila.
- Hola hermosa -
- Estoy tan aburrida aquí. Acabo de engullir la cena. Estoy llegando a casa. ¿Qué estabas haciendo? -
Oh nada.
Solo estoy viendo una ceremonia de culto satanico organizada por tu amado cuñado.
- Puse a Matthew a dormir, Taylor también está en la cama y Chris y yo estábamos viendo una película ahora -
- No te muevas. Vuelvo a casa y vemos algo juntas -
- Claro cariño. Todo lo que quieras -
EL FIN