|| He || [Incompleta - Editando - En Pausa]

Cap 28 - Una parte que se va

Han pasado dos meses desde que se fue, ella insistió en que debía volver a su casa, a pesar de todo me las arregle para convencerla de tener a un guarda-espalda por cualquier cosa que pudiera ocurrir, las enfermeras también, siguieron contratadas por mi, ella no puso objeción a aquello.

Dentro de la Universidad era aún más difícil, la veía muy poco, se sentaba lejos de mi y no me hablaba en lo absoluto, nuestra relación se había ido al demonio.

...

Un mes más sin verla, es bastante duro recordar que todo iba bien hasta que esa loca llego.

Sammantha faltó a clases, primer día.

En llamada

- Eduard, soy Lester -

- ¿Paso algo? -

- Si, la señora... La señora Julia falleció esta noche -

- ¿Qué?  -

- Cómo oyes, tubo una insuficiencia respiratoria, hace ya unos días le dio una bronquitis grave, la señora no aguanto más -

- Ok, gracias por informarme -

Fin de la llamada

Camine por la universidad tratando de buscar a ese chico con el que la vi una vez. Al divisarlo me acerque con paso decidido.

- ¡Hey! Tu -

- ¿Qué pasa? -

- ¿Has sabido algo de ella? -

- Nada que te importe -

Me estaba cabreando.

- Además, que mierda hago hablando con un tipo como tu, simplemente aléjate de ella -

Eso rebasó mi límite.

Losé, no debí tomarlo de su camiseta, tampoco levantarlo del suelo y por su puesto no debí amenazarlo.

Pero la ira hablo por mi.

- Tu no sabes nada de mi, no sabes nada de ella y mucho menos de nosotros juntos, es mejor que cierres tu boca o... -

- ¿Ó que? - se soltó me mi agarré - ¿Qué piensas hacer? - se acercó un poco a mi y susurró - ella ya no te quiere, y yo me encargaré de que así siga siendo -

- ¡Inbecil! -

Las imágenes pasaron rápidamente.

Mi puño en su cara.

El de el en la mía

Su desenfrenado intento de seguir golpeandome.

Mis dos puños encrustandose en su rostro y estómago.

El cayendo al piso.

- No te acerques a ella -

Fue lo que dije antes de marcharme de allí

Tomé mi coche y arranque hasta llegar a su casa, me estacione.

- Alía necesito verla -

- Eduard no es buen momento - dijo sollozando.

- Ya se lo que ocurrió pequeña - la acerqué a mi y la abrazé acariciando su cabeza.

Estubimos así unos momentos más, hasta que me dio paso a la casa.

Subí las escaleras, ella estaba sentada en el suelo apoyando su cabeza en la cama de la señora Julia.

- Sammantha -