Capítulo 3: Bella Y Bestia

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[SeHun

¿Qué se pensaba ChanYeol? ¿Qué podía dejarme encerrado en el piso como si de un perro me tratara? ¡Ni hablar! Cuando le pedí a mi tío que me metiera en su mundo, lo hice para instruirme, no para aprenderme de memoria el piso de cierto pelirosa pervertido. 

—Harás lo que yo diga, cuando yo diga y como yo diga, ¿Entendido? —rodé los ojos y desvié la vista a la ventanilla, haciendo oídos sordos a sus palabras. Estaba harto de escucharle decir lo mismo una y otra vez. Le había convencido para acompañarle, pero no sé si me iba a compensar el tener que aguantar todas sus malditas órdenes. De improviso, frenó el coche junto a un callejón y me sujetó el rostro con una mano, obligándome a mirarle. Yo aún tenía mi corazón a mil por el repentino frenazo. —Te he preguntado que si me has entendido —añadió con voz grave, mirándome fijamente. De alguna forma consiguió intimidarme, pero como siempre, lo escondí. Desde pequeño se me ha dado de muerte actuar. 

—Y yo te he respondido que sí, todas las veces anteriores. 

Aparté de un manotazo su agarre y me masajeé la mandíbula. ''Sí que tiene fuerza el malnacido este...'' 

Emitió una especie de gruñido como asentimiento y volvió a arrancar. Era más que obvio que no le gustaba la idea de que yo le acompañase, pero poco me importaba. Además, según me había explicado, la misión era estúpidamente sencilla. 

—¿De verdad que no puedo acompañarte?

—No.

—¡Pero que más te dará!

—Te calmas o te llevo al piso de nuevo. Tú eliges. 

Solté un suspiro y me acomodé nuevamente en el asiento, mirando con enfado por la ventanilla. No quería quedarme esperándole en el coche, quería participar. De todas formas lo mejor era no enfadarle más aún, ya bastante había conseguido convenciéndole para que me trajese. 

Al cabo de media hora llegamos a unas casas bastantes alejadas de la ciudad. No era un barrio exactamente pobre, más bien, abandonado. A primera vista no había ningún signo de vida, pero no fue hasta que avanzamos varios metros cuando distinguí a lo lejos una pequeña fábrica en horrible estado. Frente a la entrada de esta había dos coches. 

—¿Es ahí? 

ChanYeol asintió y fue bajando la velocidad hasta aparcar unos metros antes junto a la acera. Detrás nuestro aparcaron Jongin y Kyungsoo, cada uno conducía un coche. Del primero salieron Baekhyun y Felix, y del segundo Hyunjin. Yo también hice el amago de salir del coche, pero ChanYeol me lanzó una mirada fulminante y señaló el asiento. Fruncí el ceño y apreté la mandíbula con fuerza, frustrado. Sí, eso estaba, lleno de frustración. Pero a pesar de todo seguí sus órdenes y me quedé esperándole en el coche mientras él entraba con Baek, Hyunjin y Felix a la fábrica. 

Al parecer dentro estaban dos hermanos secuestrados. La familia estaba tan asustada que no acudió a la policía, y en su lugar decidieron comunicarse con personas más ilegales, en concreto mi tío, al cual le habían pagado una buena suma de dinero para sacar a los hijos sanos y salvos, y eso era de lo que nos teníamos que encargar. O bueno, tenían, porque yo por mi parte no estaba haciendo absolutamente nada. 

—¡Esto es un aburrimien-

Un disparo me interrumpió, distrayéndome. Levanté la vista con curiosidad, observando fijamente la entrada a la espera de que salieran. ChanYeol me había dado órdenes de no moverme del coche pasara lo que pasara, y a pesar de que me moría de curiosidad por saber lo que estaba ocurriendo, decidí hacerle caso y dejar mi precioso culo pegado al asiento. 

¿Y sí me tuviera que marchar? - ChanHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora