Año Bisiesto - Minwon

5. Castillo de Carney

Wonwoo estaba tan absorto en sus propios pensamientos que casi pierde el silbido de un tren que pasa. Sus oídos se animan ante el ruido y gira la cabeza justo a tiempo para vislumbrar un tren antes de que pase detrás de una colina alta y desaparezca de la vista.

"¿Dónde estamos?" Wonwoo pregunta, rompiendo el incómodo silencio en el que él y Mingyu han estado desde que se mencionó el nombre de Jun.

"Tipperary", dice Mingyu, "la estación de tren está a la vuelta de esta esquina". Explica, señalando la curva del camino más adelante.

Wonwoo asiente y sigue caminando, tratando de no perderse de nuevo en sus pensamientos.

Cuando llegan a la estación, está casi vacía. Por lo que Wonwoo puede ver, están solos a excepción de una familia de pie junto a la plataforma y el caballero mayor con uniforme sentado en la taquilla. Wonwoo se acerca a la oficina con Mingyu detrás, unos pasos detrás, mirando en silencio. Wonwoo se da cuenta de que la etiqueta con el nombre del hombre clavada ligeramente torcida en su camisa: Hansol.

"Hola, ¿tienes la hora del próximo tren a Dublín?" Wonwoo pregunta a través de la ventana de vidrio.

El hombre mira hacia arriba y ve a Wonwoo por un momento antes de sonreír cálidamente, "Llegas justo a tiempo". Dice: "El próximo tren sale en una hora y media".

Wonwoo cree que este hombre tiene una definición muy vaga de la frase "a tiempo", pero la toma de todos modos, viendo como Hansol perfora los lugares correspondientes en su boleto.

El hombre dentro de la cabina vuelve su mirada hacia Mingyu, "¿Y tú también? ¿A Dublín?".

Mingyu comienza, claramente sin esperar ser reconocido, "Yo... No. Solo vengo a despedirlo".

Los ojos del anciano brillan detrás de sus gafas redondas como si acabara de descubrir un secreto y sonríe con complicidad. "Entonces los dejo a ustedes dos. Hay un bonito banco justo por ahí", señala al otro lado de la estación, "tiene una muy bonita vista. Es un lugar perfecto para despedidas". Agrega con un guiño.

Wonwoo entrecierra los ojos con sospecha antes de alcanzar lentamente el mostrador y tomar su boleto. "Gracias ..." Dice lentamente, tratando de averiguar qué podría querer decir el hombre. Dejando a un lado la confusión, todavía está lo suficientemente intrigado por la promesa de una buena vista como para seguir la dirección de Erskine y dirigirse hacia el arco en la pared opuesta.

Wonwoo lo mira y se queda sin aliento por un momento. Las ruinas de piedra se asientan sobre altas colinas de hierba verde que se extienden hacia el cielo gris. Le sorprende la repentina necesidad de intentar capturar la vista en su cuaderno de bocetos, algo que no ha sucedido en un tiempo, posiblemente incluso años.

Ve un banco cercano y se apresura hacia él, sentándose sobre la madera gastada antes de dejar la maleta a sus pies. Lo mete y saca su cuaderno de bocetos y un paquete de lápices de carbón, cosas que no ha tocado en años pero que había empacado por capricho, y pasa a la primera página en blanco. Coloca el lápiz en la página y comienza de inmediato, dibujando los escombros erosionados apilados sobre la tierra.

***

Pierde la noción del tiempo y usa tres lápices antes de que Mingyu se acomode en el banco junto a él. Wonwoo ni siquiera lo había escuchado acercarse, había estado tan concentrado. Sus manos están cubiertas de carbón y las mangas de su suéter están manchadas de negro en los bordes por frotar las páginas. Wonwoo ni siquiera puede imaginar lo que Jun pensaría del desastre que Wonwoo había hecho con la tela de su ropa, pero a Mingyu le gusta el aspecto.