Capítulo 19

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Zack

Brenna, ese es el nombre de la chica que pondrá control en mi vida, cada vez que nos acercamos más, mas siento que debo decirle, puedo tener las agallas para cualquier otra cosa menos para decirle la verdad.

Ahora que estoy realmente en serio con ella, me da un poco de miedo que Brenna quiera alejarse, tiene toda la libertad de hacerlo, pero lo menos que quiero es que sea porque se enteró por boca de alguien lo que yo puedo decirle, pero no me atrevo, para que eso no suceda solo tengo que hablar, pero de todas formas ella me tendrá miedo, y es lo que no quiero.

Sé que Brenna es de esas chicas que les gusta lo romántico, esas chicas a la antigua, de las que esperan demasiado de un chico, realmente estoy intentando ser el chico que es bueno para ella, no el que está lleno de tatuajes, es grosero, que puede ponerla peligro tan solo con estar a su lado, que tiene un pasado oscuro y todavía está sumergido en esa penumbra.

Después de dejar claro lo que tenemos, ella recibe una llamada de su hermana, no sé por cuánto tiempo ella tiene permiso de estar afuera, pero ya es bastante tarde. Brenna pone la llamada en altavoz para poder acomodarse el cabello en una coleta alta.

—Brenna ya te di tiempo suficiente para que coger todo lo que quieras, pero ya es hora de volver a casa jovencita —ella casi se atraganta con su propia saliva, y solo sonrío por el comentario de Jenna. 

—¡Jenna por Dios! Ya voy en camino —ella me mira con notable vergüenza y yo solo quiero estallar en risas.

—Si claro, hay mucho silencio ahí, solo asegúrate de protegerte hermanita —No puedo evitar reírme después de haber visto la cara que ha puesto Brenna, agregándole el comentario de Jenna. Brenna está a punto de quitar el altavoz, pero le pido que no lo haga.

—¿Acaso Zack está escuchando? —cuestiona Jenna.

—Si Jenna, ella estará en casa pronto —le hago saber, Brenna sigue avergonzada por lo que ha dicho su hermana, lo cual me parece gracioso que este así por algo tan insignificante.

—No quiero sobrinos ahora Zack —responde ella, Brenna toma el móvil en sus manos antes de que pueda responder.

—¡Adiós Jenna! —cuelga la llamada y la escucho exasperar.

—Lo siento por eso, mi hermana no tiene pelos en la lengua —comenta al mismo tiempo que se levanta del piso, tomo la canasta en mis manos y la sigo hasta llegar al ascensor, dejo todo como estaba y salimos en dirección a su casa.

—Estoy casi seguro que ella aprovechó que no estabas en casa, y se desquito con su novio Logan, de todo el tiempo que estuvo en recuperación —Brenna me mira con el ceño totalmente fruncido y rueda los ojos, ella no acaba de hacer eso.

—Por supuesto que tú también piensas cosas sucias como Jenna —le sonrío y ella se mantiene callada hasta que llegamos a su casa. Cuando la dejo en la puerta de casa, se despide de mí con un beso y un abrazo, aun no me acostumbro a que ella me abrace de esta manera, aun no sé cómo reaccionar a ese tipo de afectos.

Antes de llegar a mi casa recibo una llamada de Fernández, me asusto un poco pero solo se trata de trabajo sucio, como siempre que llama a esta hora de la noche, cuando son casi las doce de la noche. Hago lo que tengo que hacer, siempre me ha gustado trabajar solo, así nadie sabe mis movimientos o las técnicas que utilizo, las mismas que van en contra de lo que Fernández, él debe saber que no soy muy bueno siguiendo reglas, a menos que sean las mías.

Voy de casa en casa cobrando lo que le deben a Fernández, termino golpeando a muchos hombres, y casi mato a uno, si no fuera porque le arrebate el dinero de las manos.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora