Mafia of secrets. [REESCRIBIENDO]

Dubai ✓

Capítulo II: Dubái.

30/10/1089
Berlín, Alemania.
5:30 a. m.

- ¿Ya estás listo? -pregunto irrumpiendo en la habitación de mi hermano menor.

Lucas levanta la mirada hacia mí con ojitos de cordero bebé, nunca me da esas miradas a menos que haya hecho algo. Alzo una ceja mirándolo muy fijamente y ahí es cuando caigo en cuenta de la situación en la que se encuentra.

- ¿Qué haces Santiago? -pregunto al notar como está sentado en su maleta, la cual está sobre la cama, y lucha contra el cierre de esta.

- Nada, solo no logro cerrar la maleta.

- Te dije que llevarás pocas cosas, fácilmente puedo comprarte la ropa que quieras allá.

- Lo sé, pero esto es importante.

- Ah, ¿sí? ¿Y qué es lo que llevas que no se puede quedar aquí?

- Cosas... cosas privadas.

- ¿Sí? Bueno, niño, apúrate a cerrar esa maleta con tus cosas privadas, que nos vamos en diez.

- Si pudiera cerrarla ya estaría en la camioneta -lo escucho murmurar antes de salir de la habitación.

Río levemente mientras me dirijo a mi oficina ubicada en el tercer piso de la casa. Al entrar noto como mi silla está dada la vuelta mirando la ventana, entre cierro los ojos mientras cierro la puerta, me cruzo de brazos caminando hacia la silla frente al escritorio.

- ¿Está cómoda esa silla?

- Sí. -responde dándole la vuelta a la silla-, se siente el poder al sentarse aquí.

- ¿Poder de qué?

- Poder de gobernar el mundo.

- Solo "gobierno" una parte del mundo, idiota.

- ¿Y? Aun así, se siente el poder -responde acomodándose en mi silla.

- Disfrútalo porque será la única vez que podrás sentir ese poder.

- Yo tuve ese poder antes que tú.

- ¿Qué haces aquí Kio?

- Oye, eso me duele, ¿qué acaso no puedo venir a visitar a mi mejor amiga?

- Sí, sí puedes, pero que yo recuerde tú estabas en Rumania de vacaciones.

- Las vacaciones van y vienen cuando quieren -comenta haciendo una seña de desinterés con su mano.

- Eso me suena a que huyes de algo.

- No huyó de nada, Sarita, todos huyen de mí, no al revés.

Asiento mirándolo a los ojos. Era raro, hace un mes parecía que Kio Cyr estaba huyendo de algo; pero nada daba sentido, ¿de qué podría estar huyendo uno de los miembros más importantes de la jerarquía del submundo? Era extraño, pero todo en Kio lo era.