Parte 2

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Pasaron los días y T/n no volvió a ver a V-1306, ni siquiera se escuchaban ruidos en su casa, parecía que no estaba y eso extrañamente le provocaba mas miedo a la chica, ya que se encontraba completamente sola en el piso. Sí, T/n era un tanto miedosa, más de lo que le gustaría.

Sus provisiones de comida estaban acabándose, así que se obligó a si misma a levantarse del sillón y pausar su dorama favorito para ir a la tienda por comida y municiones por lo menos para una semana más. No quería convivir con nadie porque estaba pasando un duelo en su corazón. Muchas personas la habían decepcionado y puede sonar un cliché, pero no quería hablar ni estar con nadie por un tiempo, simplemente para sanar su alma o algo así. Ya saben, cosas de jóvenes.

Se puso su tapabocas, gafas de sol, un gorrito y salió de su departamento para ir al ascensor. Subió en este y luego de unos minutos salió del edificio para caminar perezosamente a la tienda. Tomó todo lo necesario y caminó por el pequeño pueblo, estaba encantada de que, en aquel sector, donde vivía ahora, no había casi nada de gente, ni niños ruidosos, ni autos, nada que interrumpiera su tranquilidad. Entró nuevamente aquel ascensor y subió hasta su piso. Cuando las puertas se abrieron T/n se encontró frente a frente con su vecino.

Se bajó el tapaboca y quitó los lentes para que él la reconociera. Sonrió emocionada y le habló.
—¡Hola, V-1306! ¿Acabas de llegar? —le habló y él la miró para luego dedicarle una sonrisa.
—¿Llegar?, he estado en mi departamento todos estos días— soltó una risita y la chica ladeó la cabeza sin entender — de hecho, ahora saldré un poco, he estado muy encerrado…

¿Cómo era posible? T/n de la curiosidad incluso acercaba su oreja a la pared para oír si V-1306 estaba allí, ya que no se escuchaba nada. Además, rápidamente recordó cuando una noche fue hasta la puerta de este y golpeó para volver a su hogar sin que la viera, solo por el hecho de saber si él estaba ahí. Mordió su labio inferior pensando en lo psicópata que había sido.

—Oh, no sabía— le sonrió nerviosa— ¿Y dónde vas?
—Al carnaval con unos amigos, ¿quieres venir, T/n? solo estará por este fin de semana. — La chica asintió y le enseñó sus compras.
—Te esperaré abajo en la salida, mis amigos te agradarán— él entró en el ascensor mientras que ella corrió a su hogar a dejar las cosas, ponerse ropa decente y lavar su rostro para estar presentable. Sí, es cierto, no quería conocer gente nueva, ya lo había dejado claro, pero si quería saber más de su vecino porque le causaba una profunda curiosidad. Su forma de expresarse, su forma de ser tan correcto e incluso su amor por la ciencia. Bajó hasta donde estaba el chico y lo encontró hablando con unos adultos mayores, sonrió acercándose.

—Llegué— le susurró a V-1306, mientras él conversaba con los ancianos, supuso que eran vecinos del sector, así que solo los saludo con una leve reverencia mientras esperaba que los amigos del chico llegaran. Se llevó una enorme sorpresa cuando su vecino le presentó aquellos abuelitos como sus mejores amigos. Ella tragó saliva y los saludo más cordialmente.

Todos caminaron por unas dos cuadras hasta llegar a un carnaval que se encontraba de paso, estaba emocionada porque comería algodón de azúcar, sin embargo, aun pensaba en lo extraño que era pasar tiempo con gente mucho más adulta que ella. Ni siquiera pasaba tanto tiempo con sus propios abuelos, trató de ignorar todos los pensamientos negativos al respecto y disfrutar de la tarde. Para su sorpresa la salida fue todo un éxito, incluso era mucho más agradable estar con ellos que con personas de su edad, estaba asombrada.

En el camino de vuelta iba T/n y V-1306 solos comiendo helados y palomitas de maíz, ella estaba tan emocionada que no dejaba de hablar de la salida provocando risas a su compañero. Al llegar a su piso, T/n se detuvo frente a su puerta y habló.

—Fue una linda experiencia, muchas gracias… ¿Puedo hacerte una pregunta? Aparte de esta, claro— sonrió y el chico asintió risueño —¿Qué hiciste estos días? Yo de verdad pensé que no estabas en tu casa, digo, siempre escucho tu alarma a las seis de la mañana y la música al medio día… y estos días no.
—Oh, eso…— él rascó su nuca, pensativo —Estaba recargando energía.
—¿Dormías? — preguntó con curiosidad.
—No, literalmente estaba recargando energía. — él sonrió como si nada y abrió la puerta de su departamento —¡Buenas noches, T/n! —desapareció al cerrar la puerta dejando a la chica con diez mil preguntas al respecto. Bueno, no tantas.

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Q U E B R A N T A D O [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora