Aeternum // Dramione

Capítulo 29 Obliviate

Draco no dudó cuando comenzó a hacer el hechizo. Alzó la varita y abrió la boca para pronunciar las palabras. Sólo que los ojos cafés de Hermione se interpusieron a su objetivo. Lo observaban, confundidos y angustiados pero no temerosos. Se obligó a hacer el hechizo nuevamente, pero su intento fue patético. Hermione comenzó a avanzar lentamente hacía él sin romper el contacto visual. Draco mantuvo la varita en alto todo el tiempo, incluso cuando la distancia que los separaba era mínima; sólo seguía ahí apuntándola.

Hermione avanzó más. La varita de Draco se le clavó en el cuello. Entonces ella ladeó su cabeza a la par que levantaba su mano para quitarle la varita a Draco. Pero no llegó a tomarla porque él la lanzó lejos.

- ¡Carajo, maldita sea!

Draco estaba muy enojado. Estaba furioso con sus padres por las decisiones de su pasado. Con Hermione por haberlo hecho que se enamorara de ella, con Salazar Slytherin por haber dejado un legado de supremacía de sangre pura, con Voldemort por haber regresado, pero estaba más enojado con él mismo por no poder desmemorizar a la persona que amaba.

Hermione vio la varita de Draco en el suelo, su dueño la había lanzado con mucha ira, le dio algo de pena verla ahí en el piso, misma que aumentó cuando vio el gesto de sufrimiento de su novio, ella no comprendía muy bien lo que estaba pasando así que hizo lo único que se le ocurrió. Se fundió con él en un abrazo. Lo apretó y cerró los ojos tratando de transmitirle lo que necesitara para calmar su dolor. Se resbalaron hacía el suelo donde permanecieron de rodillas abrazados.

- ¿Ibas a lanzarme un hechizo? – le preguntó Hermione cuando lo sintió más tranquilo.

- Debía lanzártelo – le contestó Draco separándose un poco de ella para hablar.

- ¿Por qué?

Con un suspiro le comenzó a contar todo. Desde la noche anterior, todo lo que habían hecho Snape y él, le contó con vergüenza lo de los Weasley y terminó con él apuntándole con su varita. Le contó que después de ella, él sería el siguiente en la lista de la desmemorización. Hermione trataba de procesar todo.

- Soy un inútil. No pude hechizarte. Perdón.

- No me pidas perdón por eso Draco.

- Eso sería lo mejor para los dos ¿no preferirías no sentir dolor?

- ¿Y olvidarte?

- Sí.

- No, no lo preferiría nunca Draco y me duele que pienses así.

- Es porque todavía no lo has comprendido Hermione. Diggory está muerto. Él ha regresado y todas las personas que son cómo tú están en peligro.

- Mira Draco, ya lo sé ¿bien? Pero no te adelantes, no sabemos qué está pasando y Dumbledore está a cargo de Hogwarts, no va a pasar nada.

- Sí pasará Hermione. Tú no lo sabes, porque no has estado en el mundo mágico desde siempre, no sabes los horrores que se cuentan de él. No sabes las historias que he escuchado por mi padre. No sabes cuanta gente murió en el pasado. No entiendes el miedo que su nombre puede generar en las personas, por eso lo llamamos el-que-no-debe-ser-nombrado.

- Yo también sé sobre eso. He leído mucho acerca de él, pero tenemos a Harry y a Dumbledore y al ministerio, nos tenemos a nosotros Draco. Así que ya basta, vamos a estar bien si permanecemos juntos, tenemos que...

- Tenemos que olvidarnos de todo esto – le dijo Draco con resolución en su voz- tú me hablas de Dumbledore y del ministerio pero no sabes qué clase de personas ocupan el poder en el mundo mágico, me hablas de que tenemos a Potter, pero la verdad es que él es solo un niño que cómo nosotros no sabe qué hacer.