Aeternum // Dramione

Capítulo 26 Hogsmeade

Las semanas siguientes Hermione y Draco no pudieron verse mucho. Hermione se la pasaba practicando y estudiando con Harry, la última prueba estaba cada vez más cerca. No había noche que no hablaran a través de su mini libro, le iban agarrando la forma a escribir mensajes cortos, aunque preferían mil veces verse en persona.

Cada vez se le hacía más difícil mantenerse lejos de él y eso que ella misma se lo había pedido, le había pedido discreción y él no había replicado, cuando pasara la última prueba y no tuviera que preocuparse de si Harry moriría ese año –en los 3 años anteriores hubo muchas posibilidades de que saliera lastimado, esperaba ese cuarto año no pasara nada grave- se lanzaría a los brazos de Draco y les explicaría a Ron y a Harry y Ginny que la relación que tenían ahora sí era real. Con suerte antes de séptimo año la habrían perdonado y serían amigos nuevamente, los conocía y creía que todos podían ser amigos, si se conocieran mejor.

El sábado antes de la tercera prueba hubo una salida a Hogsmeade. Draco le escribió a Hermione la noche anterior.

"Lleva tu capa mañana"

"Sí. ¿Cuándo se la regresaré a Zabini?"

"Difícil. Te cuento mañana"

"Bien. Descansa. Te quiero"

"Te quiero Herms"

Y Hermione vio las palabras por escrito y sintió fuegos artificiales. Tocó su nombre antes de que éste desapareciera.

Al día siguiente se fue con sus amigos a Hogsmeade e hizo lo que Draco le escribió en la mañana.

"A las doce ve a Honeydukes"

"Con la capa puesta"

"Estando ahí, me sigues"

Así que se despidió de sus amigos diciendo que se tendría que reunir con Viktor Krum. Pobre Viktor, casi no había tenido tiempo de estar con él por Draco y por Harry, y ahora lo usaba como excusa.

Aunque a Ginny le pareció raro que quedara con él en Hosgmeade puesto que Krum no salía de los terrenos de Hogwarts, no dijo nada, Ron le volvió a insistir en que no se juntara con el enemigo, pero ella lo ignoró, si supiera que justo iba a reunirse con Draco. Se alejó de la multitud y en un callejón se puso la capa.

Faltaba un minuto para las doce. Estaba afuera de Honeydukes cuando Draco salió, dio una mirada alrededor y caminó. Hermione lo siguió, se alejaban de las casas y tiendas de Hogsmeade. Ya sabía a dónde la estaba llevando. Cuando estuvieron lo suficiente lejos de todas las personas Hermione le habló en voz baja, no se quitaba la capa aun, quería estar segura de que nadie la viera.

- ¿La casa de los gritos te parece romántico? – lo tomó de la mano, sus manos entre la tela de la capa.

- Pues tú no me dejas proclamar mi amor por ti como yo quiero.

- ...

- ¿Te avergonzaste? ¿Fue por mi amor por ti, o porque no me dejas gritarlo?

- Eres un tonto.

- Tú eres una tonta.

- ¡Oye!

- Por eso somos perfectos el uno para el otro, porque somos dos tontos.

- No quieras arreglar las cosas con tu romanticismo.

- El romanticismo es parte de mí, es lo que soy.

- Eres mucho más que eso.

- ¿Me vas a decir algo cursi?