Capítulo 45 : El adiós dicho

20.7K 2.6K 2K
                                    


WILLOW


Despierto de golpe apenas registrando mi propio movimiento al sentarme en la cama. De inmediato, el reloj sobre la mesita de noche comienza a emitir el pitido inconfundible de la alarma. Me estiro para apagarlo y compruebo que son las siete de la mañana. No sé en qué momento de la noche cedí al sueño, pero apuesto a que fue muy tarde. Quizá unas dos o tres horas atrás. No debería estar despierta tan temprano un sábado, especialmente después de la madrugada de mierda que pasé.

Y, sin embargo, heme aquí: tiesa como un palo de golf.

Lo que sea que me arrancó de mi estado soñoliento, es lo mismo que ahora me mantiene con el ceño fruncido y la vista fija en la colcha de florecillas que cubre la mitad inferior de mi cuerpo. La iluminación natural que se filtra por la ventana me permite distinguir los colores aglomerados en la tela, una compilación de celeste, violeta, amarillo y fucsia del más brillante. Los edredones son de las pocas cosas que siempre compro nuevas, ya que no me apetece eso de tratar de adivinar a qué lugares o situaciones ha sobrevivido mi ropa de cama. Tengo mucha imaginación y las posibilidades son infinitas, así que mejor ir por lo seguro y comprar sábanas nuevas.

Acaricio la suave tela mientras mi mente comienza a saltar de un pensamiento a otro rápidamente. Todos incluyen a Daven, y la escena donde le dedicaba palabras hermosas a una mujer cuya amabilidad saltaba a la vista. Los celos me están carcomiendo, del mismo modo en que lo hace la duda. No he parado de preguntarme si lo que vi cuenta como una realidad o sólo es el alimento de mi equívoca naturaleza imaginativa. ¿Y qué fue lo que vi? Complicidad. La complicidad no se comparte con cualquiera, requiere cierto grado de intimidad, de apego y comodidad. Ellos definitivamente la tenían.

Aunque, por otro lado, Cardigan podría haber acertado al acusarme de malinterpretar la situación. Echémosle la culpa a las copas o al impacto de toparme con él después de un año. Qué sé yo. El punto es que la probabilidad de haber llegado a conclusiones erróneas es tan alta como cualquier otra.

Tengo que saber.

Las palabras son una verdad irrefutable en mi cabeza. Me pregunto si así se siente un momento de revelación. Una especie de epifanía. ¿Es lo que estoy experimentando mientras sujeto con fuerza mi dije e intento sobreanalizar mis sentimientos? Joder, ¿a quién quiero engañar? Esto no necesita análisis alguno. Lo cierto es que sigo enamorada de Daven Ainsworth como hace tantos años atrás. Y esto no tiene nada que ver con un patético intento de aferrarme al pasado. Puede que haya atravesado cierta duda al respecto en los últimos días y, en especial, durante las sesiones con Jenkins. Pero ahora mismo, después de una noche espantosa y un razonamiento profundo, soy capaz de ver la verdad con claridad. Y la verdad es que lo quiero conmigo durante cada día por el resto de mi insignificante existencia humana.

Y necesito saber si él también está en la misma sintonía o si ya me ubicó en el baúl de "lo que no fue". Necesito verlo para decirle que no he dejado de pensar en él, que lo extrañado como loca y que tengo un fetiche con su olor. De acuerdo, eso último no porque es sencillamente raro y, hasta donde recuerdo, no soy una chica de fetiches.

Necesito saber.

Le doy una mirada fugaz al despertador para comprobar que han pasado seis minutos desde que desperté.

—Necesito saber. —pronuncio con voz ronca. —Jodidamente necesito saber.

Salto fuera de la cama moviéndome hacia el sillón junto a la cómoda, donde dejé tirado mi bolso anoche. Cojo llaves y celular del interior antes de caminar a la puerta de entrada con paso decidido. Entonces me detengo. Miro abajo y noto que sólo visto la camisa de Daven junto con un par de bragas blancas de algodón. La semidesnudez ya es una imagen escandalosa sin contar el aliento de bestia y el pelo de bruja. No puedo hacer esto luciendo como si acabara de tener una pelea feroz con las sábanas, del mismo modo en que no puedo perder preciados minutos dándole un toque femenino a mi apariencia.

El Día Que Las Estrellas Caigan ✔ (Destinados I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora