CAPÍTULO 02

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advertencias: contenido homosexual. drama. fluff. fack. mención al cast de it y stranger things.

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Cambiar mis hábitos no iba a ser nada fácil. Lo sabía. Pero si había algo que podía vencer a mis viejas costumbres eran mis nuevos deseos, primero el de no perder ante mi padre, y después el de ser libre para conseguir mejores oportunidades. Por ello, desde el primer día en que estuve de regreso a mi horrible (de verdad, horrible) escuela, me dediqué a esforzarme como mula y vertí mi alma y cuerpo en mis estudios.

Entregaba trabajos con puntualidad, participaba en clases utilizando palabras que a duras penas conocía, y estudiaba cada noche sin falta, por si acaso algún maestro se proponía aplicar un examen sorpresa. Había momentos en los que ni siquiera yo mismo me reconocía (¿realmente me había convertido en un nerd?), pero siempre me llenaba de orgullo ver las A+ marcadas en cada trabajo y notar lo sorprendidos que los maestros quedaban con mi progreso.

Lo mejor de todo era que, mientras más cerca estaba de terminar la primera jornada de evaluación, más podía saborear el triunfo en mi lengua. Mi escuela ahora sólo parecía una parada de tren a la que me había bajado por equivocación.

— Es increíble —murmuró Reylynn un día, mientras almorzábamos en la cafetería y ella miraba con desprecio un libro—. Nada de esto logra quedarse en mi mente.

— ¿Qué lees? —le pregunté, mientras comía una manzana, tratando de no mostrar lo incrédulo que me sentía al verla sostener un libro.

— Física —dijo con fatiga—. Jamás en mi vida voy a ocupar ninguna de estas fórmulas, no sé por qué tengo que aprenderlas.

Yo sólo me encogí de hombros mientras seguía comiendo.

— Educación, supongo.

— Claro. Oye —me llamó y yo giré a verla. Sus bonitos ojos claros me miraban con suspicacia—. ¿Por qué no estás estudiando?

— Estudié anoche en mi casa.

— ¿Y te sientes seguro?

— Sí —respondí sencillo.

— Vaya, quién diría que de repente te convertirías en un absoluto nerd y yo pasaría a ser sólo la rubia tonta.

— No eres tonta. Sólo muy perezosa.

— Ajá, lo que digas. ¿A qué se debe el cambio de actitud? Mi madre estaría feliz si de pronto comenzara a parecerme un poco más a ti, por eso pregunto. Tal vez me ayude.

Aunque Reylynn era de las pocas personas que hablaba conmigo en la escuela, y que realmente se había acercado a mí sin segundas intenciones desde nuestro primer semestre, era difícil que la considerara como mi amiga. Sobretodo porque era una chica bastante social que en realidad se llevaba con todo el mundo (yo no era un caso especial), de modo en que no le importaría mucho que me fuera. Por eso, no consideraba importante ponerla al tanto de mis planes por huir de ahí.

De cualquier forma, esperaba que cuando se enterara, supiera comprender mis motivos.

— Sólo quiero mejorar mi promedio —respondí sencillo, encogiéndome de hombros para no tener que entrar en detalles.

Y casi le estaba siendo sincero, omitiendo la parte aburrida de la historia. Ella me miró con recelo, pero no por mucho tiempo, sabiendo que eso era lo máximo que lograría sacarme. Rey suspiró rendida, y se limitó a decir:

— Ayúdame a estudiar, entonces.

Acepté, aliviado de poder desviar su atención del asunto. Así pues, el tiempo que duró del descanso nos dedicamos a estudiar más y más para el examen parcial de física que rendiríamos en las próximas horas.

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⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

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