Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng son dos adolescentes con una vida más o menos normal.
Pero hay algo de ellos que nadie sabía. Son Ladybug y Chat Noir... los héroes de París.
La situación en la que se encontraban parecía que no iba a dejarlos...
Se me hace raro estar escribiendo algo en lugar de dibujar, pero en verdad, hay una razón muy buena para que lo esté haciendo. Se trata de la última y más interesante historia que papá y mamá nos han contado.
Todo comenzó un día que estábamos los tres en casa de Elliot y Olivia, y de repente nos pusimos a hablar sobre nuestros padres. Una cosa llegó a otra, y al final nos terminaron contando como se conocieron los tíos Nino y Alya. Según ellos, aunque se conocían de la escuela, no fue hasta que, precisamente mamá los encerró en una jaula del zoo, y ahí dentro se dieron cuenta de lo mucho que tenían en común. Con las semanas, hicieron oficial su noviazgo, y así hasta llegar a lo que son ahora, una gran familia.
Sin embargo, cuando después nos preguntaron a nosotros como se habían conocido nuestros padres, nos quedamos los tres con la misma cara. Con el montón de cuentos e historias que nos han contado todos estos años, y era cierto que aún no sabíamos nada esa historia.
Por eso, esta última noche después de cenar y tras ponernos a ver la televisión, fui yo quien me decidí a preguntarles a papá y mamá la historia de como se habían conocido. Con esas palabras, Hugo y Emma de repente comenzaron a prestar atención... a lo que tanto ellos como Tikki y Plagg respondieron con un montón de risas. Al parecer, se trataba de una historia tan larga y divertida, que terminaron necesitando bastante tiempo para poder contárnosla entera.
Según ellos, todo comenzó en su primer día de clases en la escuela. En el trayecto de ida, se encontraron con alguien que terminaría siendo muy importante en sus vidas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No explicaron muy bien quién fue ese hombre, pero al parecer, si no hubiera sido por él, papá y mamá nunca se habrían convertido en superhéroes.
En fim, voy a seguir explicando la historia. Y es que al parecer, en el segundo día de clases y el primero que coincidieron juntos, mamá no tuvo una buena impresión de papá. Sin embargo, al segundo día juntos, papá se explicó... y entonces se comenzaron a reír de nuevo los cuatro por algo que ellos llaman la "anécdota del paraguas" ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.