Fue desconcertante recibir una llamada de Alex a altas horas de la noche y decirme de manera angustiada de que Samantha, nuestra Sam, era la asesina de mundos restante.

Mi mano tomó el celular que se encontraba en uno de los bolsillos de mi abrigo y cuando presione el botón de encender mi rostro llego a iluminarse por la luz proveniente de la pantalla. Pero enseguida mi rostro tuvo una expresión de decepción al ver que no tenía ninguna llamada o mensaje de __________.

Habían pasado dos dias desde que nos habíamos visto por última vez y esto solo me hacía sacar algunas conclusiones.

De una expresión de decepción pase a una seria, guardando nuevamente el aparato en el bolsillo de mi abrigo y dirigiéndome hacía la habitación en donde estaba siendo interrogada la que se supone ser ex novia de Alex. Cuando me adentre a ésta, me encontré a Alex golpeando la mesa con la palma de su mano, mientras Maggie sólo se mantenía serena en su puesto con la cabeza baja.

—¿Todavía no ha dicho nada?— pregunté llegando a Alex. Coloqué una mano en su hombro para que se tranquilizara y esto llego a funcionar.

—Nada— respondió la pelirroja pasándose las manos por su corto cabello.

Miré a Maggie quien todavía se encontraba con su cabeza baja y con una expresión decaída, como si hubiera recibido una noticia y el impacto hubiera sido tan fuerte que ahora no tenía el valor para esparcir la.

—Maggie, necesito que nos digas cómo fue que supiste sobre lo de Samantha— dije en un tono tranquilo, pero que en el fondo mostraba cierta frustración— según lo que me ha contado Alex, llegaste a la DEO con dos policías a tus costados, entrando a la fuerza para decir que Samantha era la asesina de mundos, ¿cómo es que sabías de tal cosa?

—Y otra cosa... ¿Por qué mierda no me contaste que sabías sobre la DEO?— Maggie no contestó por lo que Alex negó con desaprobación.

—¿Quién te dijo sobre lo de Samantha?— pregunté con cierto desespero— porque dudo que conozcas a Sam.

—La conozco desde la adolescencia— dijo de repente Maggie— al igual que a ___________.

—Oh, así que tú eres la misma Maggie a la que ella se refería— pregunté incrédula, sorprendiendome de lo pequeño que podría ser el mundo y Alex teniendo una expresión de que no entendía absolutamente nada— pero bueno, todo eso no responde la duda del cómo es que sabías sobre el estado de Sam.

Incluso cuando terminé de hablar ella no hizo ni el mínimo movimiento con la intención de hablar y esto hizo que Alex se llegará a enojar aún más.

—Si no respondes, juró que te voy a encerrar— amenazó Alex, entre dientes e impactando sus puños en la mesa.

A pesar de la amenaza, Maggie, tampoco hizo movimiento alguno, haciendo que ahora yo llegara a frustrarme, pero de repente se empezaron a escuchar murmullos y gente corriendo de un lado a otro. Alex rápidamente se llegó a asomar en la puerta y todo el alboroto hizo que Maggie levantará su cabeza.

—¿Ahora qué?...— llegó a susurrar Maggie, con una mirada indescifrable en sus ojos.

Con Alex salimos de la habitación y juntas nos dirigimos hacía los alboroto. A medida que nos acercabamos se veían agentes de una lado hacía otro y los que estaban encargados de los monitores se encontraban con una expresión de desconcierto, mirando la amplia pantalla la cual la mayoría del tiempo estaba mostrando el mapa de National City. Mis ojos fueron a aquella pantalla y también llegué a estar desconcertada con la imagen.

La imagen que mostraba era similar a la de un Super, pero a diferencia de los que siempre cuidaban la ciudad y el mundo, éste tenía un traje negro. Además, su rostro no se dejaba ver porque estaba cubierto por una máscara.

Lena Luthor y Tú | Mi MisiónWhere stories live. Discover now