02

90 28 2
                                    

HoSeok abrió los ojos lentamente, sintiendo un dolor en su brazo izquierdo. La cabeza también

dolía un poco.

Lo primero que vio fue una especie de vela de forma extraña colgando del techo, era como una

vela dentro de un cristal. Frunció el entrecejo por unos segundos... Jamás había visto algo así.

Eso no estaba en su reino.

Trató de sentarse lentamente, sin lastimar su brazo, cuando por fin lo consiguió, casi se vuelve

a desmayar.

Había una mesa de madera, y sobre ella había una caja negra muy extraña. Había una caja de

cristal con pequeños peces dentro de ella. ¿Por qué había peces? ¿Por qué eran peces tan

pequeños?

Giró su cabeza para poder ver mejor, y su mirada se topó con la de un joven, sentado en algo

verde, con los codos apoyados sobre las piernas y sus manos cubriendo la mitad de su rostro.

HoSeok iba a hablar pero el delgado habló primero.

–Por favor dime que estás vivo y que no estoy alucinando- tenía voz ronca, y se notaba

preocupado.

–Le exijo respeto, caballero de dudosa procedencia.- HoSeok tenía su barbilla levantada, en

señal de orgullo.–Le exijo además, que me diga de inmediato en que lugar me encuentro.

¿Para qué reino has jurado servir? Mi secuestro no te servirá de nada.

El joven suspiró.

–Soy Hyungwon, te acabo de atropellar hace unas horas... Golpeaste tu cabeza- Hyungwon se

levantó y tomó una cosa que HoSeok no conocía –Tendré que llevarte al hospital... ¿Cómo te

llamas?-preguntó con un ligero tono cansado en su voz.

HoSeok lo pensó un momento. ¿Cómo se llamaba?.. El era un príncipe... Era el príncipe.¿?

No. No lo sabía. ¿Por qué estaba ahí?

Recordó a JooHyun. Recordó a la bruja. Pero no recordaba exactamente qué era lo que le

había dicho. Mucho menos recordaba su propio nombre.

–No lo sé... Y soy un príncipe, le exijo respeto.

Hyungwon lo miró durante unos segundos antes de levantar sus brazos en señal de derrota.

–Lo siento, su majestad - dijo de manera brusca. –Acompañeme por favor, lo llevaré a curar

sus heridas

HoSeok se levantó y siguió a Hyungwon, salieron por la puerta y, lo que vio, lo dejó algo

atontado.

–Woooow... ¿Qué es eso? - preguntó con asombro y emoción cuál niño en dulcería.

–Es mi auto- respondió rascando su cabeza. –Sube rápido, antes de que te pongas peor.

HoSeok estaba tan concentrado en ver lo que había a su alrededor que ni siquiera notó la

manera "irrespetuosa" en que el alto le llamó.

��

–¿Y si le pico a éste?

–Es para escuchar música.

TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora