Your eyes tell I love you. (Shikamaru Nara)

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎

Ｄａｎ

—Eres muy buena eligiendo las mejores cosas —dijo Yoshino mientras caminamos con dirección a su casa—. ¿Cómo aprendiste?

—Desde que tengo memoria acompañaba a Shizune a hacer las compras y así aprendí a saber que es lo mejor para comprar.

—Eres toda una genio, creo que te pediré acompañarme más seguido, incluso hiciste que Shikamaru ayudara a traer las cosas —miré a su hijo, el cual trae un par de bolsas.

—Estaré encantada de volverla a acompañar —le sonreí.

—Que buena nuera eres.

—¡Mamá! No es mi novia —le recordó.

—¡Pues más te vale hacerla tu novia muy pronto, o te la robaran!

—Ya lo sé. ¡Es decir, no sigas con eso! — solté una pequeña risa ante la expresión apenada que puso Shikamaru.

—Dime, Dan, ¿En que equipo estás?

—Mi madre me asignará a uno muy pronto, aún no lo decide —asintió.

—¿Tienes algún objetivo?

—Quiero volverme la Kunoicihi más fuerte de todas, igual que mi madre.

—Y si que es fuerte —dijo con un toque de dolor, seguro recordando mi golpe.

—Shikamaru me dijo que dibujas —me sorprendí al oír eso.

—¿Shikamaru le habló de mi? —pregunté curiosa.

—Mamá —la llamó con un tono en el cual pedía que no siguiera.

—Sí, el otro día él volvió con más energía y sonriendo, así que lo obligué a contarme que ocurría y me contó sobre tí —me sonrojé un poco.

—Me gusta dibujar desde hace años —me sonrió con emoción.

—Espero algún día ver alguno de esos dibujos —asentí apenada.

Al llegar a casa de los Nara, Yoshino abrió la puerta y nos dejó pasar.

—Dan, querida, deja las bolsas en la mesa —hice lo que me dijo y Shikamaru también mientras ella va a la cocina.

—Tu madre me agrada mucho —le Sonreí—. Es muy linda.

—Pero muy habladora —se quejó con fastidio.

—No es su culpa que te guste hablar de mi —le guiñé haciéndolo sonrojar.

—Problemática.

—Vago —le saqué la lengua.

—¿Estas cansada, Dan? —preguntó Yoshino.

—Para nada. Su casa es muy linda —admiti observándola.

—Gracias. Shikaku es el líder del clan Nara —soltó un suspiro—. Shikamaru será el próximo líder, por eso necesita una buena esposa, y creo que ya la encontró —me guiñó.

—Mamá, creo que te estás adelantando demasiado —dijo, logrando que yo riera.

—Yo cuidaré bien del clan y de su hijo —le aseguré levantando mi pulgar.

—Oye, no le sigas el juego —ambas reímos ante la actitud nerviosa de Shikamaru.

—Dan, ¿Te gustaría quedarte a cenar?

—Gracias, pero no puedo. Tengo que hacer la cena para mi madre y Shizune o de lo contrario no cenarán por quedarse a hacer el trabajo —contesté con una sonrisa en forma de disculpa.

—Está bien, ven cuando quieras, me encanta tu compañía.

—Gracias, a mí me gusta la suya —miré a Shikamaru—. Nos vemos, Vago.

—Adiós, problemática —besé su mejilla y le sonreí con burla para después irme dejándolo sorprendido.

Al salir de la casa de los Nara corrí a la torre Hokage, más específico, a la zona en dónde vivo. Al llegar comencé a preparar la cena.

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—Dan —Shizune entró a mi habitación.

—¿Qué ocurre? —pregunté cepillando mi cabello.

—Tu madre quiere hablar contigo.

—Muy bien, iré de inmediato, gracias —le sonreí y se marchó con Tonton en sus brazos.

Terminé de acomodar mi nueva vestimenta ninja y salí de mi habitación para después ir a la oficina de mi madre.

—Ya llegué —al entrar ví a su compañero—. ¡Tío Jiraiya! —le sonreí y moví mi mano en forma de saludo.

—Dan —él y mi madre se sorprendieron al verme.

—Ese es... —murmuró mamá.

—Vaya —el tío Jiraiya se acercó quedando frente a mi y me examinó—. Esa ropa es...

—Es idéntica a la de mi madre a mi edad —asentí—. La mandé a hacer idéntica, y pedí que pusieran el emblema del clan Senju en mi espalda —me giré y la señalé.

—Me recuerdas mucho a Tsunade en esa época —se acercó más—. Pero a diferencia de ti, ella era plana.

Abrí de más los ojos cuando mi madre se puso detrás de él y lo golpeó sacándolo de su oficina y rompiendo la puerta.

—¡Vuelve a repetirlo! —gritó molesta.

Bajé mi mirada y puse mis manos sobre mis pechos.

—¿No tenías? —pregunté haciendo que me mirara.

—¡Tu desarrollo comenzó antes que el mío!

—¡Perdón! —corrí a esconderme detrás de Jiraiya para que no me golpeara.

Cuando se tranquilizó un poco ambos entramos de nuevo quedándonos cerca de la puerta en caso de peligro.

—Ya te asigné a un equipo —comenzó a hablar.

—¿De verdad?

—De hecho, el Jōnin a cargo de ese equipo vino personalmente a pedirme que fueras asignada a su equipo —me ofreció una carpeta delgada.

La tomé y la abrí quedando sorprendida al ver quiénes son mi nuevo equipo.

—Eres parte del equipo siete —la miré.

—¿Kakashi te pidió asignarme a su equipo? —pregunté sin creerlo.

—Así es —sonreí con emoción.

—Voy a estar en el mismo equipo que Naruto.

—Te están esperando en el campo de entrenamiento número tres.

—¡Gracias! —salí de su oficina y corrí para llegar lo antes posible—. ¡Soy del equipo siete!

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