Después de vivir durante varios siglos, SeungHyun desdeña la moralidad de la humanidad actual, extraña la elegancia de antaño. Vive su existencia aburrido hasta que un aroma más dulce de lo usual llama su atención y lo guía hasta JiYong, quien repr...
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—Que sí mamá, ya te dije que es una gran oportunidad, siempre dijiste que debía conseguirme un trabajo ¿por qué pones tantos peros ahora?
~Lo sé, pero ¿por qué tenía que ser en otra ciudad? y nocturno además. Sabes que tu hermana podría conseguirte algo mucho mejor, más cerca de casa y con un horario menos cargado.
—Ya está decidido mamá, además sabes que quiero salir adelante por mis propios medios. Agradezco todo lo que han hecho por mí pero quiero sobresalir por mi mismo y que así estés orgullosa de mí —usó su baza oculta, sabía que era algo de chantaje y supo que funcionó cuando la escuchó suspirar con rendición.
~De acuerdo JiYong, si crees que es lo mejor entonces tienes nuestro apoyo. Solo no pierdas el contacto ¿de acuerdo?
—De acuerdo madre, no lo haré así que no te preocupes. Te avisaré cualquier cosa.
~Muy bien, pues cuídate mucho hijo, duerme bien y come mejor, deja ya esa manía con el ramen instantáneo y come más balanceado.
—Sí, sí, lo haré mamá. Debo dejarte para terminar de empacar, te llamo cuando llegue
~Muy bien querido, avísame cualquier cosa. Bye.
Terminó la llamada para continuar guardando lo que quedaba de su ropa en la enorme maleta, debía darse prisa pues ya los últimos rayos del sol brillaban sobre el horizonte. Se detuvo justo en el umbral de la puerta, donde Daesung lo esperaba con el resto de las maletas que le había ayudado a preparar.
Miró hacia dentro del que había sido su hogar, ya no quedaba nada de lo que lo había distinguido como un lugar habitable del resto de almacenes del lugar. Dae le puso una mano en el hombro.
—Tranquilo, sé que es difícil dejar algunas cosas atrás, pero verás que valdrá la pena.
—No te preocupes, en realidad estoy bien, sólo pensaba en lo diferente que se ve el lugar sin todas mis cosas. Pero ahora haré lo mismo en la casa de Top, —dijo con malicia, ocasionando una risa en el otro.
Subieron las maletas a la cajuela del Cadillac que Top le había dejado a JiYong, él guardó la llave en un pequeño sobre y la escondió donde había acordado con el casero.
Al final subieron ambos al automóvil, Daesung parecía igual de emocionado con la poderosa máquina como él había estado al inicio. Avanzaron hasta la que fuera la casa de Top, ambos habían decidido vender sus propiedades en aquella ciudad y mudarse a la casa que Top tenía en la ciudad aledaña a la que vivían Taeyang y D-Lite.
Las dos criaturas ya los esperaban afuera, a diferencia de las numerosas maletas que llevaba JiYong, SeungHyun solo llevaba una pequeña maleta de mano.
—¿En serio eso es todo lo que llevarás de esta enorme y lujosa casa? —se burló JiYong mientras se bajaban del coche.
SeungHyun lo recibió entre sus brazos, sin soltar la maletita se inclinó para besarlo; a pesar de su torpeza inicial había mejorado bastante en esto de los besos o al menos así lo sentía JiYong.